A continuación intentaremos entender el porqué de esta subida de precios en el alquiler, la imposibilidad de vivir en el centro de las ciudades, el aumento de desahucios de particulares, etc.
Ya que todas las personas que quieren independizarse se han preguntado alguna vez si es mejor alquilar o comprarse una casa. En una época pasada, comprar era la respuesta más rápida hasta que las hipotecas comenzaron a desplomarse, los desahucios eran cosa del día a día, los jóvenes no podían acceder a un crédito hipotecario, etc.
Así que la opción más razonable era el alquiler, y si es compartido incluso mejor. Ahora bien, ¿qué está pasando con el alquiler? Que comienza a convertirse en un capricho para gran parte de la población española.
La demanda de alquiler aumenta
Con un aumento del 15% en la última década en la demanda de este tipo de vivienda, no es de extrañar que, tanto particulares como entidades financieras, hayan encontrado en el alquiler el filón necesario para conseguir aumentar sus beneficios. Es cierto que este aumento en la demanda de viviendas de alquiler ha provocado que no sólo aumenten los precios, sino que también haya más restricciones a la hora de poder acceder a ciertas zonas de las ciudades.
Estas restricciones se traducen en aumentos en los últimos años de un 40% en Palma de Mallorca y un 65,7% en Barcelona, por ejemplo. Provocando que las personas deban buscar alojamiento en las afueras de las ciudades para poder permitirse los precios.
La precariedad laborar y el desempleo
Dependiendo del dinero del que dispongamos al mes, podremos permitirnos gastarnos más o menos en un alquiler. Es por ello que la precariedad laboral y el desempleo juegan un gran papel en el aumento de los precios del alquiler.
En principio, los datos reflejan una bajada del desempleo pero que no va ligado con un aumento en el salario de las personas, lo que implica que se creen contratos temporales que no permiten acceder a alquileres que representen la actual situación económica del país.
Carencia de viviendas nuevas
Al estallar la “burbuja inmobiliaria”, fueron muchos los proyectos de vivienda nueva que se vieron afectados y que quedaron paralizados. Esto tiene una repercusión directa en el aumento de los precios del alquiler en España, ya que al no haber vivienda nueva siempre son las mismas viviendas las que se alquilan.
Los mismos propietarios están continuamente alojando personas en sus viviendas y pueden aumentar o no su precio como estimen, es por ello por lo que los precios de los alquileres se ven afectados a la hora de hacer un balance de vivienda nueva que se puede destinar a alquiler, compraventa o protección oficial y las que ya existen. Ahora mismo el balance es de 11 viviendas nuevas por cada 250 ya ocupadas.
La aparición del “alquiler vacacional”
Nadie imaginaba que una vivienda que siempre se había utilizado para crear una vida “habitual” se convirtiera en una vivienda vacacional. Pero ha llegado el momento y ha entrado por la puerta grande y aumentando los precios de manera descomunal.
En la última década el aumento ha sido prácticamente de un 1.600%, sobre todo en las ciudades más turísticas y en sus zonas más céntricas, convirtiendo el alquiler en un lujo que pocas personas pueden permitirse y provocando que el alquiler reglado aumente sin parar.