Aquellas personas que han firmado una hipoteca del tipo variable pueden llegar a encontrarse en la situación en que, por cualquier motivo, decidan cambiarse a una hipoteca del tipo fijo. A final de cuentas, las hipotecas de tipo fijo brindan una mayor seguridad en el aspecto financiero, y es más sencillo administrar nuestras finanzas si contamos con la seguridad de que pase lo que pase, nuestra cuota siempre será la misma.
Aquellas personas que tengan una hipoteca del tipo variable que esté referenciada al indicador Euribor, se verán beneficiadas con el hecho de que la ley hipotecaria que entró en vigor recientemente hace mucho más sencillo pasar de una hipoteca del tipo variable a una de tipo fijo.
Esta nueva ley indica que la comisión máxima aplicable por el cambio en el esquema de la hipoteca será de solamente el ,25% durante los primeros 3 años. Posterior a esta fecha, este será gratuito.
Para hacer este movimiento, se deberán de seguir los pasos que describimos a continuación:
¿Cómo cambiar mi hipoteca?
Para empezar, debemos de conocer que la operación en la que modificas las condiciones del contrato actual de tu préstamo hipotecario se le conoce como novación hipotecaria. En este tipo de movimientos, se pueden modificar el plazo, el importe o el tipo de interés.
Cambiar tu hipoteca con el mismo banco
Si deseas cambiar el tipo de interés, debes de saber que tienes la ventaja de que puedes quedarte en el mismo banco. Sin embargo, el lado negativo es que tu banco tiene el derecho de aceptar o no este cambio. Si el banco decide que este cambio no es rentable, no se te considerará el cambio.
El lado negativo de este tipo de cambio es que deberás absorber todos los gastos adicionales asociados con este movimiento, como la notaría, la gestoría, el registro, la tasación o el AJD. En cada caso, los gastos asociados con la novación hipotecaria pueden ser diferentes.
Cambiar tu hipoteca con un banco diferente
Otras personas prefieren recurrir a otro banco o entidad financiera para cambiar el tipo de hipoteca, muchas veces debido a que su banco original no aprobó el cambio en el tipo de interés.
Si este es tu caso, puedes considerar trasladar tu hipoteca a otra entidad bancaria. A este movimiento se le conoce como subrogación hipotecaria. El él se modifican varias características de tu hipoteca y cuenta con la enorme ventaja de que la mayoría de las veces, el banco al que te cambies decide mejorarte las condiciones de tu banco actual.
En ambos casos, se considera el mismo tiempo de comisión. 0,25% a los primeros tres años, volviéndose gratuita a partir del tercero. Además, la mayoría de las instituciones financieras se ofrecen a asumir al 100% los gastos de subrogación.
En conclusión:
Recuerda que tanto las hipotecas de tipo fijo como las variables ofrecen distintas ventajas. Antes de optar por cambiar tu esquema, considera las ventajas y desventajas de cada una de ellas, para elegir correctamente la que se adapta mejor a tus necesidades.