Cuando una persona contrata una hipoteca, lo normal es que realice dicha operación en la misma moneda, en la cual recibe sus ingresos, es decir, en euros. A pesar de ello, hay ocasiones en las que los bancos le ofrecen al cliente, contratar un préstamo en una divisa diferente del euro. A esto se le conoce como la moneda del préstamo.
Cabe destacar que la moneda del préstamo, supone un producto de mucha complejidad para el cliente habitual, principalmente por los riesgos asociados que en el largo plazo pueden aparecer.
¿En qué consiste la moneda del préstamo?
Algo muy importante a mencionar es que cuando el banco le ofrece al cliente, contratar un préstamo en una divisa diferente del euro, es porque en ese preciso momento, los tipos de interés en dicha moneda, son menores a los tipos de interés de las correspondientes operaciones en euros.
En consecuencia, antes de contratar una hipoteca con la moneda del préstamo, es fundamental tener en cuenta principalmente dos aspectos. Por un lado, si se trata de una hipoteca a tipo de interés variable, significa que los tipos de interés variarán a lo largo de todo el tiempo que dura el préstamo, tal como sucede en una financiación con euros.
Como resultado, la cuota se verá afectada. Y no solo eso, los tipos de interés de una divisa pueden subir, mientras que los de otra moneda bajan. El otro aspecto a tener en cuenta es que con la moneda del préstamo, las cuotas mensuales que se deben pagar, son calculadas en la moneda en la que se haya contratado el préstamo.
Por lo tanto, cada vez que deban liquidarse, se deberá comparar la divisa que corresponda, lo que significa que los pagos oscilarán en base al tipo de cambio actual de esa moneda con respecto al euro. La desventaja es que este tipo de cambio puede experimentar fluctuaciones muy marcadas a lo largo del tiempo.
¿Conviene la moneda del préstamo en una hipoteca?
Lo anterior significa que si la moneda del préstamo sube en relación al euro, las cuotas en euros subirán en la misma proporción. No obstante, para tener una cobertura con respecto a la incertidumbre que genera el tipo de cambio, los clientes pueden optar por contratar un aseguramiento del tipo de cambio.
De esta manera, el cliente conoce por adelantado, a qué tipo de cambio debe pagar las monedas que deba comprar para realizar los pagos de las cuotas. En consecuencia, al momento de considerar qué tan conveniente es la moneda del préstamo, es indispensable que se valore la operación en todo su conjunto.
Además, también es necesario tener en cuenta si un tipo de interés inicial inferior, compensa todos los riesgos que se asumirán. En el caso del banco, éste deberá informar a detalle acerca de todos los riesgos de la moneda del préstamo.
Por su parte, el prestatario también deberá constatar en el contrato que ha sido advertido por el banco acerca de todos estos riesgos. Finalmente, el banco, al momento de valorar la moneda del préstamo, además deberá considerar dichos riesgos. Debido a esto, el importe a conceder muy probablemente sea menor en comparación con el préstamo en euros.