No, amigos, cuando te estrellas en la vida no puedes arreglarlo todo echando otra moneda o dándole al botón de reinicio después de ver en la pantalla el temido Game Over.
Sin embargo, tanto en este blog como en las noticias en general, leo con creciente alarma montañas de opiniones que parecen ir en este sentido. Por una parte, se ha recopilado millón y pico de firmas en una iniciativa popular para pedir la dación en pago, y nada menos que con carácter retroactivo, y por otra, en la encuesta de este mismo blog, hay un 68% de gente que cree que la tragedia de los desahucios es más culpa de la ley hipotecaria que de la mala cabeza de quienes firmaron las hipotecas.
En cuanto a la dación, todo el mundo se indigna porque el millón largo de firmas vaya a ser rechazado sin más trámite, pero nadie se pregunta quién se quedaría con esas viviendas, ni quién las pagaría, siendo que los bancos no tienen casi dinero propio, sino que manejan los ahorros de la gente. La idea final, supongo, es librar a los que no se leyeron la hipoteca para hacer comerse el marrón a los que metieron el dinero en el banco equivocado.
Así las cosas, no me queda otra alternativa que preguntarme si no será necesario que los bancos creen, y de manera inmediata, una hipoteca infantil. Se trataría de una hipoteca que puedes pagar cuando te apetezca, dejarla cuando quieras, cagarte en ella y que otro te la cambie y te la limpie cuando esté sucia, además de refrescarte el trasero con abundantes polvos de talco.
Entiendo perfectamente cualquier aspiración que lleve a cambiar la ley hipotecaria, injusta y perniciosa, pero de ahí a solicitar que, a toro pasado, seamos los demás los que paguemos los negocios que salieron mal hay un abismo. Hay que evitar que la deuda se acumule. Hay que evitar que los intereses de demora sigan computando después de que se inicia la ejecución hipotecaria. Hay que buscar una salida, sobre todo en el tiempo, para los que en un momento dado calcularon mal los riesgos, de manera que no queden excluidos a perpetuidad. Hay que hacer todo eso y más, pero sobre la base irrenunciable de que cada cual tiene que responsabilizarse de lo suyo, y asumir las pérdidas en caso de fracaso igual que se embolsa los beneficios en caso de éxito.
Nadie debería rescatar a los bancos y nadie debería rescatar a los ciudadanos, y puestos a hacerlo por interés común, hay que dejar claro de una buena vez, tanto a los ciudadanos como a los bancos, que el rescate se paga a precio de correa y bozal.
En cuanto a la encuesta, no me esperaba otra cosa. Parece un mal generalizado: buscar a los culpables fuera del propio grupo para permanecer nosotros inmaculados, inocentes y llorosos. Todo el que conoce un poco la historia sabe que las sociedades fracasadas funcionan así. Lo peor del asunto es que semejante impulso social lleva a preguntarse quién querrá ser empresario o invertir en un país donde el que firma una cosa no tiene culpa de nada porque ni siquiera se considera adulto a sí mismo ni entiende que deba saber lo que firma, ni asume que tenga que responsabilizarse de sus propias decisiones.
Todo es culpa del Estado, de los banqueros, de los políticos o de los habanos que se fuma la abuela en su vieja mecedora de mimbre. Es culpa de ellos y ellos son los que lo tienen que arregla, ¿verdad?
Lo malo es que cuando te comportas como un niño te acaban metiendo en el corralito.
La palabra que se emplea nunca es inocente.
Grande reflexión. Aqui todo el mundo cree que la culpa es siempre de los demás. La gente que pidio 200.000€ para comprar un piso y vivir en él, y ahora vale 100.000 sigue pagando su cuota y punto. Entro en un “Negative equity” y punto. Si tiene trabajo (que si, que no todo el mundo está en el paro) puede seguir pagandolo siempre y cuando no se atara una soga al cuello nada más empezar.
Si pudieran veneder ahora su vivienda por 2x lo harian sin contemplaciones como lo hizo todo el mundo que pudo. La vida es dura, a veces se gana y a veces se pierde.
Y yo, vivo de alquiler. Pago por un SERVICIO como pago adsl, movil y demás tonterias.
Y que os quede claro, tenemos los politicos que nos merecemos por la sociedad que somos.
Totalmente de acuerdo, lo malo es que el personal vive en el mundo de “Nunca Jamás” se informa con Telecinco, por eso cotiza lo que cotiza, habiendo superado de largo el Precio Objetivo de la acción, con multazo por irregularidades en su fusión con Cuatro, pero nada, para arriba. Y desde que entramos en Crisis, con el follonero y sus especiales “victimistas” donde ha encontrado un filón, para explotar, y seguir con el puesto de trabajo intacto. Supervivencia de la especie lo tildaríamos. Antena 3 por fín superó a la anterior. Son empresas, las dos, que ofrecen sus productos, a un mercado (consumidores) que conocen. Y que son, como son. Como sociedad y democracia, unos inmaduros.
yo tuve que joderme y esperar muchos años para comprarme un apartamento lejos del centro (menos caro por eso), y he demostrado no tener el morro tan fino como otros y otras que se han empeñado hasta las cejas…….y ahora les toca llorar