Cuando se trata de adquirir un inmueble, es necesario tener la información adecuada para conseguir un préstamo hipotecario que más se acomode a lo que cada persona necesita y de acuerdo a las posibilidades económicas.
Tras un difícil proceso legislativo y un retraso de aproximadamente tres años, la nueva Ley Reguladora de Contratos de Crédito Inmobiliario entró en vigor el pasado 16 de Junio del 2019. Muchas eran las dudas de firmar la hipoteca antes o después de la nueva ley.
Numerosas entidades bancarias recomendaban a sus clientes firmar la hipoteca antes de la llegada de esta ley, diciendo que tal vez las condiciones de préstamo podrían no ser muy benéficas a partir de esa fecha, pero, ¿qué tan cierto es esto?
Uno de los objetivos principales de esta ley es intensificar la transparencia a la hora de contratar un crédito hipotecario.
Ventajas de la nueva Ley
Facilita la información al consumidor para que pueda tomar la decisión que más le convenga, teniendo la consciencia y la información necesaria de los posibles riesgos y todo lo que requiera el préstamo hipotecario.
Existen herramientas donde se puede visualizar las condiciones básicas del préstamo, como la “Ficha Europea de Información Normalizada (FEIN) y la Ficha de Advertencias Estandarizadas (FIAE)” hacer uso de esto es de gran utilidad.
El prestamista también tiene la tarea de evaluar si el cliente tiene la solvencia económica antes de la suscripción de algún contrato y así poder llevar a cabo un préstamo responsable. Otro dato importante es que el consumidor tiene el derecho de asesoramiento de manera gratuita.
Algo que también puede ser una ventaja con la nueva ley, es que los bancos están obligados a pagar todos los gastos de constitución de la hipoteca, excepto la tasación y esto podría significar un ahorro para el cliente, sin embargo, ya existen algunas instituciones que ofrecen estos pagos así como los de la tasación.
El cliente podrá elegir libremente los seguros del hogar o vida con la compañía que crea más conveniente sin que el banco pueda subirle los intereses por dicha acción o perjudicar de otra manera.
Posibles desventajas
Un contra podría ser que como los bancos están obligados a asumir mayores costes como los de constitución, podrían empeorar las condiciones de sus hipotecas para no verse afectados en sus ganancias.
La posibilidad de que algunas entidades bancarias aumenten sus intereses en los préstamos hipotecarios o suban su comisión de apertura es alta, de hecho es algo que ya se ha estado viendo entre algunas entidades.
Como puede observarse, la nueva Ley Reguladora de Contratos de Crédito Inmobiliario ofrece múltiples beneficios, especialmente al consumidor, por lo que al firmar la hipoteca con esta nueva ley se obtiene mayor flexibilidad y menos costes.
Sin duda esto generará algunos cambios a la hora de obtener un crédito hipotecario y las entidades bancarias harán lo posible para no tener pérdidas significativas, por lo que es bueno revisar las diferentes opciones y ver detenidamente cada cláusula de la hipoteca, ejerciendo también, el derecho de asesoramiento gratuito para tomar la mejor decisión.