La discusión es antigua, pero en los últimos meses se ha acentuado. Para que la economía española mejore, es necesario que los ciudadanos puedan volver a consumir, y que la movilidad geográfica sea más fácil de cara a que las familias puedan desplazarse más sencillamente a donde hay trabajo en lugar de tener que esperar, en precario, a que el trabajo se genere donde ellos residen.
Y es cierto, porque en España, en el caso del famoso dilema de si debe ir Mahoma a la montaña o la montaña a Mahoma, nos hemos decidido siempre por esperar que venga la montaña. Reflejo de ese carácter y esas idea es la casi obligatoriedad de tener un piso en propiedad, rechazando otras fórmulas, como el alquiler, que quedan reservadas a los que no tienen otra alternativa.
Ahora que las hipotecas antiguas son cada vez más difíciles de pagar y las nuevas cada vez más difíciles de conseguir, todo indica que de una vez nos decidiremos a tomarnos el alquiler en serio. Sin embargo, lo que más me llama la atención en este sentido, es toda la batería de propuestas que he leído para eliminar las deducciones por compra de vivienda y desincentivar la compra de vivienda para que de una vez se alquilen pisos en vez de comprarlos.
Porque nos falta una pregunta: ¿de quién son las viviendas que se alquilan? Las que ya están construidas y no se venden, de acuerdo, pueden ser redirigidas al mercado de alquiler, pero si pretendemos reactivar algún día la construcción, tenemos que pensar de una buena y santa vez que una vivienda en alquiler es una vivienda que alguien compró, posiblemente con una hipoteca, y que luego, sólo luego, pone en alquiler.
Criminalizar a los propietarios o complicarles la vida no va a ser el camino. De hecho, el camino para salir de cualquier crisis es hacer las cosas más fáciles a todo el mundo.
Porque hay propietarios sin alquiler, pero no hay alquiler sin propietarios. Ojo al detalle.
Eso del alquiler estaría muy bien, si
1º.- El precio a pagar fuera el 30% de la renta como maximo
2º.- No te pudieran hechar a los 5 años, así nadie puede asentar a su familia
3º.- Tuviese un incentivo fiscal inamovible
4º.- Que el inquilino que no pague, se pueda hechar a un maximo de tres meses
5º.- etc.
Mis padres vivieron en un piso de alquiler durante toda la vida y jamas tuvieron ningún problema, hasta que alguien dijo de poner un plazo para el uso de la vivienda, así que si no te dicen que te vayas, te aumentan el alquiler y ya te vas tu solito.
¿Y qué propones Marc?
– El propietarios es propietario, si no puede disponer de su bien cuando se cumplan las condiciones pactadas por las dos partes, entonces no hay ni incentivo a alquilarlo ni seguridad jurídica. Los 5 años son por defecto en caso de que no haya otro pacto vigente entre las partes… Porque lo que pides es que el Inquilino tenga libertad de movimiento para poder cambiar de vivienda (osea, cambio de arrendador) si le conviene más, pero que el arrendador no tenga la libertad de poder cambiar inquilino si le conviene.
– ¿Porqué hay que incentivar al arrendador? Cualquier incentivo lo sacamos de nuestros impuestos, y concretamente cuando un incentivo se utiliza para aumentar ficticiamente la capacidad de adquisición del receptor, el resutado final, SIEMPRE es el mismo, que el incentivo se acaba transfiriendo al coste del bien. Es decir, que si incentivas el alquilar financiando al inquilino, al final el precio del alquiler sube en valor similar al del incentivo. Osea, generar INFLACION e ineficiencias de mercado (ENCARECIMIENTO) con nuestros impuestos.
– Sobre lo del 30%… ¿a qué te refieres? ¿A fijar el precio de los alquileres por ley saltándonos el derecho básico a poder ofrecer lo que es tuyo al precio que tú quieras? ¿A que si un inquilino se queda sin trabajo y con su nuevo empleo cobra menos y por tanto, aumenta el coeficiente entre lo que paga de alquiler y lo que ingresa, se le tenga que bajar el alquiler? Acláralo por favor, porque realmente, el punto 1 no tiene ningún sentido tal y cómo lo planteas…