Las ejecuciones hipotecarias y desahucios se han vuelto un tema común desde la crisis en el mercado inmobiliario. Desafortunadamente en la actualidad sigue siendo algo que preocupa a los titulares de préstamos hipotecarios que enfrentan dificultades para liquidar sus hipotecas. En este sentido, se ha dado a conocer que las ejecuciones hipotecarias se incrementaron un 37% en 2020.
Se trata de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales, que al terminar el 2020 se ubicaron en 7,367. Esta cantidad supera la que se registró en 2017 ya que representa un incremento del 37.4% con relación al 2019. También es el mayor aumento anual desde el comienzo de la serie en 2014.
Las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales
Este repunte en las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales, termina con la tendencia a la baja de los últimos cinco años. Es decir, desde 2015 a 2019, se había presentado un descenso en las ejecuciones hipotecarias.
Cabe destacar que únicamente en el cuarto trimestre de 2020 se presentaron 3,018 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales. Esta cantidad representa un 67,3% más en comparación con el trimestre del 2019. También es más del doble que lo registrado en el cuarto trimestre de ese mismo año.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, el propósito de esta información es conocer la cantidad de ejecuciones hipotecarias que se presentan cada trimestre, y que son inscritas en los Registros de la Propiedad correspondientes.
No todas las ejecuciones se traducen en desahucios
Si bien la cantidad de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales se ha incrementado, vale la pena aclarar que no todos estos procedimientos se traducen en desahucios.
El INE indica que la crisis provocada por la pandemia de coronavirus, ha originado que la cantidad de inscripciones para certificados por ejecuciones haya sido distinta en las diferentes etapas del año.
Por lo tanto, durante este período de confinamiento, la atención al público en los diferentes Registros de la Propiedad se llevaron a cabo a través de email, o también por teléfono. Como resultado, se presentó una reducción significativa en la cantidad de inscripciones por ejecuciones hipotecarias.
De hecho, esto ha provocado que se presente el más grande descenso en tasa anual durante el segundo trimestre con un -64.3%. Por obvias razones, a partir de que la sociedad regresó a la nueva normalidad, la cantidad de inscripciones de certificaciones presentó un incremento gradual.
¿Qué tipo de viviendas fueron las más afectadas?
Del total de las 34,750 ejecuciones hipotecarias durante el 2020, 33,156 afectaron a las fincas urbanas, incluyendo las viviendas. Por su parte, un total de 1,594 fincas rústicas también fueron afectadas.
No sucedió lo mismo con las fincas urbanas, donde las ejecuciones hipotecarias de hecho bajaron un 38,6% con respecto al 2019. De este total de fincas urbanas, 18,903 ejecuciones fueron para viviendas, lo que representa un 31,2% en comparación con un año antes.
En cuanto a las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas de personas jurídicas, se presentó una disminución del 52,8%. Por su parte, las ejecuciones sobre solares también descendieron, en este caso un 62,2%.
Finalmente y con respecto a las ejecuciones sobre viviendas usadas, la cifra se sitúo en las 15,791. Por el contrario, las ejecuciones en viviendas nuevas disminuyeron un 51,6%.