Por diferentes motivos y circunstancias no es una necesidad pedir lo que es una hipteca, pero en muchos casos, la gran mayoria por la juventud no sabemos como tramitar estos papeleos, tampoco desconocemos lo que debemos de considerar mucho antes de tramitar este importante documento, por ello aquí te mostramos unos consejos que debes de pensar mucho antes de pedir lo que es una hipoteca, para que de esta manera puedas evitar incomodos problemas a futuro.
Cuida las cuotas.
Puede ser un punto obvio, pero es algo que no debemos de tener confianza, recuerda que una cuota es acumulativa y se ira sumando a lo que debes, por ello deberas de ser constante con respecto a los pagos que se te iran pidiendo, para que de esta manera no haya ningún problema.
Acorta los plazos.
De ser posible para ti y para la institución que te sedera la hipoteca, intenta acortar los plazos de la hipoteca, ya que de esta menera cuando menos te des cuenta ya habras terminado de pagar, recuerda que las situaciones cambian y puede llegar a ser necesario.
Acata las condiciones.
Un punto importante ya que a veces por no atender las condiciones que se nos están dando, nos podemos meter en problemas, asi que antes de acordar debes de pedir que te expliquen en su totalidad las condiciones que debe de traer la hipoteca.
Una hipoteca es una buena opción, pero siempre hay que acordar los términos y seguir el seguimiento del documento hasta su finalización.
Además debes saber los tipos de interes que existen para elegir bien tu hipoteca.
Es muy habitual hablar de intereses y sólo preguntarnos cuánto nos van a cobrar “de más” por un dinero que estamos pidiendo a nuestro banco o cuánto dinero conseguiremos si hacemos algún ingreso en unas determinadas condiciones.
Es por esto que es necesario entender que existen varios tipos de interés y que podemos utilizarlos a nuestro favor y conseguir que sean a nuestro beneficio. Siempre y cuando sepamos como calcularlos o de qué tipo de interés nos están hablando.
Tipo de interés fijo y variable:
Estos tipos de interés son muy utilizados en las hipotecas y pueden permanecer fijos o cambiar mientras dure nuestro contrato con la entidad dependiendo del tipo de interés que elijamos. El variable, por ejemplo, depende del valor del euríbor y cambiará en mayor medida que el fijo.
Tipo de interés simple:
En este caso, hablamos de unos intereses que serán liquidados al final de un período que se acuerde, por ejemplo al final del año. Si el préstamo tiene un interés simple 10% y es de 1.000 euros, tendríamos que pagar 100 euros al finalizar el período acordado.
Tipo de interés nominal:
En este caso, los intereses se liquidan en el período en el que el tipo de interés refleje: tipo de interés mensual, tipo de interés anual, etc. Por ejemplo, si son 1.000 a un tipo de interés mensual del 5%, al finalizar el mes tendríamos que abonar 50 euros.
También encontramos otros tipos de interés que también podemos utilizar como: tipo de interés compuesto, tipo de interés efectivo, en el caso de que existan descubiertos, etc.