Comprando vivienda sigue siendo un símbolo de madurez y autonomía, a pesar de que muchos jóvenes alrededor del mundo se niegan a comprar una vivienda propia por miedo a despilfarrar todos sus ahorros en una sola inversión, no obstante la adquisición de un bien inmueble siempre es una buena inversión cuando lo hacemos de manera consciente.
Realizar la adquisición de un bien inmueble conlleva también conocer algunos factores que se mueven alrededor de dichos productos, así es, un bien inmueble también es un producto a pesar de que podamos creer que por su tamaño y las condiciones en las cuales se oferta pueden no categorizarse de esa manera lo cierto que es que es así.
A diferencia de muchos otros productos la adquisición de un bien inmueble conlleva una erogación mucho más significativa para la mayor parte de la población que vive dentro de una clase socioeconómica que podemos determinar como clase media, una que sobrevive gracias a los préstamos personales y facilidades de crédito en su vida diaria.
La calidad importa, la belleza no.
Cuando deseamos conseguir un bien inmueble siempre somos atraídos por aquellos que tienen los mejores terminados y la mejor ubicación, de cierta manera esto no está muy alejado de aquello que deberíamos buscar un bien inmueble, pero significativamente se convierte en una distracción de los aspectos importantes para un hogar.
La ubicación llega a ser importante debido a que nuestro trabajo puede localizarse lejos de nuestro hogar y por tal motivo sería un gasto mayor tener que desplazarnos durante varios años una larga distancia debido a este factor.
Por otro lado muchos de los trabajos que hay disponibles en el mercado laboral actualmente no suponen una seguridad o certidumbre que nos dé la capacidad de predecir la situación laboral con la cual estaremos viviendo dentro de algunos años.
Sabemos que el desarrollo urbano es inminente y las zonas sólo pueden determinarse a través de aquello que está cercano a una fuente de empleo.
Te recomendamos no guiarte tanto por la belleza o el aspecto de un bien inmueble, quizá sí por su ubicación o la distancia que hay de tu trabajo a tu hogar o de tu hogar a cualquier otro punto central de la ciudad, pero no por aspectos estéticos.
Elige un hogar, no una casa.
No realmente deseamos comprar un bien inmueble que sea completamente nuevo debido a que creemos que permanecerá así por el resto de nuestras vidas, contrario a lo anterior mencionado un bien inmueble suele tener distintas fallas por asentamiento y el que sea nuevo el día de hoy no garantiza que dentro de 15 años sus materiales de construcción lo mantengan de la misma manera.
Tener un hogar significa esforzarse por mejorar el aspecto y las comodidades que podemos tener dentro de ese espacio, no es algo que simplemente podemos comprar significa también la inversión de tiempo y esfuerzo para conservar nuestra presencia.
Piensa en finanzas, el dinero es importante.
Siempre hay que tener listo un presupuesto y seguirlo tal y como lo hemos planteado, muchas veces dos proyectos ambiciosos como la compra de un bien inmueble para una vivienda suelen fracasar debido a una mala planificación a futuro.
Los jóvenes compradores caen en el error de creer que ir a comprar una vivienda es igual a comprar un buen par de zapatos, dentro de algunos aspectos puede que sea muy parecido pero dentro de otros que conllevan el análisis financiero y la estimación de nuestro presupuesto son completamente diferentes.
Hay que caer en cuenta de que nuestra meta debe ser realista y debe ser una que podamos cumplir, esto quiere decir que los ingresos que percibamos dentro del periodo que establecimos sea posible y no sea uno que podríamos fantasear o terminar desechando.
Conclusiones.
Adquirir un bien inmueble siempre es una buena inversión, no obstante hay quienes no saben utilizar la planificación a su beneficio y creen ciegamente que la adquisición de una vivienda es algo muy sencillo, conlleva la planeación de objetivos y concretar aquello en lo que hemos depositado, tiempo dinero y esfuerzo.
Dicho de otra forma: adquirir una vivienda conlleva compromiso.