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Pasando revista al panorama bancario

Más o menos lo que tenemos hoy en día...

Más o menos lo que tenemos hoy en día...

Parece, dicen comentan e insisten en que la cosa va mejorando. Hoy han saldo los datos del paro del mes de noviembre y son los mejores de toda la serie temporal, desde que se apuntan estas cosas.

A mi juicio, habrá que ver todavía lo que dice la Encuesta de Población Activa, no sea que los cuarenta mil parados menos se conviertan en cien mil emigrantes más, cosa que no me extrañaría teniendo en cuenta el pelaje de los que nos gobierna, pero no adelantemos acontecimientos.

Lo cierto es que por razones económicas o coyunturales, el crédito a las familias y a las empresas se sigue contrayendo a niveles nunca vistos.Los últimos datos que tenemos son del mes de Octubre, y aunque asustan mucho no dejan de reflejar el hecho de que el dinero ni fluye, ni llega, ni parece que de momento se le espere, pro más que el BCE baje los tipos para que los bancos comerciales comiencen a prestar de una buena vez.

Según estos datos, la deuda de las familias se redujo un 5,2% en octubre, hasta los 793.940 millones. Esto, interpretado, significa que la gente devolvió muchas más cuotas de préstamos de los que otra gente ha conseguido que le concedan. O sea, que tenemos una contracción del crédito.
La deuda de las empresas cayó un 10%, hasta los 1,081 billones de euros. Sigue siendo una burrada, por supuesto, sobre todo en una época en la que muchas empresas no venden y tienen cada día más problemas para devolver esas cantidades, pero una reducción del 10% habla muy claramente de lo que está sucediendo con las líneas de crédito que caducan y sus dificultades para renovarlas.

En cuanto a las hipotecas, la cuestión está clara: las pocas que se conceden corresponden a la venta de inmuebles pro parte del Sareb (banco malo) o de las carteras de los bancos. O sea, que los bancos están dispuestos a convertir, en su balance, pisos en préstamos, pero no dinero en préstamos como se supone que es la base de su negocio.

Si estás pensando en pedir una hipoteca, quizás estas sean las líneas maestras a seguir:

-Comprar un piso de un banco, y si es posible, del banco malo.

-Vigilar muy bien los tipos de interés y los diferenciales, porque los intereses pueden subir y entonces será el llanto y el crujir de dientes si creemos que el tipo de interés siempre será el 0,25%.

-Fuera de estas dos premisas, puede ser el mejor momento para ahorrar y vivir de alquiler otro par de años. Pero de eso ya hablaremos en otro artículo, porque las condiciones han cambiado, y condiciones cambiantes conducen a soluciones diferentes.

Al menos cuando se está vivo..

Las peores previsiones pueden haberse quedado cortas

Escenarios y previsiones

Escenarios y previsiones

Pues sí, hemos salido del rescate bancario y lo han anunciado a bombo y platillo, con desfiles de gigantes y cabezudos. Los gigantes eran de cartón y los cabezudos prefiero no mencionarlos por su nombre, pero así ha sido.

Sin embargo, cuando la troika ha comparado la situaación de la economía española con las previsiones que se hicieron en su momento, resulta que estamos entre el escenario central (ni bueno ni malo) y el más adverso de todos, con algunas cifras aún peor de lo que se estimó para lo que se pintaba como un armagedón económico.

Le echamos un vistazo a los datos reales, o a los que tenemos, vaya, porque no sé ya si hay alguien que conozca los datos reales:

– El crédito concedido a empresas ha caído por encima de la peor de las previsiones. Según los datos del FMI, 2013 se saldará con una caída del crédito a las empresas del 9,4%, cuando en el peor de los escenarios posibles se pensaba en un descenso del crédito del 5,3%. Tenemos, por tanto, que las empresas han visto menguado su crédito en casi el doble de lo previsto en el caso más horrible. He insistido mucho en eso y se confirma: hay dinero, hay saneamiento de cuentas, pero no llega a la economía real, en gran parte porque el Estado lo absorbe todo a través de la deuda pública.

-El crédito a las familias parece un poco mejor, pero sólo un poco, y también se acerca a la peor de las previsiones. En 2013, los préstamos a los hogares bajan 4,2%, y el peor escenario posible fijaba un 6,8% de descenso. Las causas, pro supuesto, son las mismas que las citadas en el punto anterior, unidas al hecho de que los bancos encuentran cada vez menos familias que cumplan los criterios de solvencia para poder considerarlos préstamos seguros.

-El precio de la vivienda no parece encontrar suelo. Esto, que puede parecernos positivo es realmente malo, porque si los bancos y las familias tienen en viviendas sus principales activos, la devaluación de estos conduce a la quiebra técnica tanto a entidades como familias. La comparación entre la realidad, con descensos del 9,4% y el peor de los escenarios previstos, que hablaba de un 4,5% es desalentadora. Caen los precios y caen las hipotecas concedidas: un cóctel peligroso. Si a esto le añadimos que un buen pellizco del dinero de todos los españoles está sepultado en el Sareb, el banco malo, y que este banco tiene sobre todo inmuebles, las pérdidas no son sólo privadas, sino que vamos a pagarlas todos a escote, tengamos o no una hipoteca pendiente.

Y esto, sólo con la evolución actual, mientras nos cuentan que la economía está repuntando hacia mejor.

No sé si será cierto o no, pero con estos datos, lo que me parece claro es que cualquier mejora será sólo temporal, porque es imposible de con solidar una mejora en la actividad y la inversión mientras no fluya el crédito y mientras las familias no puedan ayudar a que se recupere la demanda.

Sin dinero y con devaluación de activos, no hay recuperación. Es de libro.

Se acercan los exámenes para los bancos

Algunos tendrían que gritar...

Algunos tendrían que gritar...

Mario Dreaghi prepara el examen de solvencia de 128 entidades financieras europeas, y tras la salida española del rescate parece que esta vez los bancos españoles no están en el punto de mira de los más críticos.

Por lo que parece, será dieciséis los bancos españoles que se someterán a estas nuevas pruebas. BBVA, Santander, Banco de Sabadell, Banco Financiero y de Ahorros (BFA), Banco Mare Nostrum, Ibercaja, La Caixa, Caja España, Cajas Rurales Unidas, Catalunya Banc, Kutxabank, Liberbank, Unicaja, y NCG Banco,  Banco Popular Español y Bankinter.

El optimismo con el que se abordan estas pruebas, creo que tiene dos orígenes:

-Por un lado, las entidades españolas han destapado más porquería oculta que las de muchos otros países, con lo que en el caso de España no es que la cosa está como para tirar fuegos artificiales, pero al menos se tiene una idea aproximada de lo que se va a encontrar.

-Por otro, los bancos españoles se han saneado más y mejor que los de otros países, pero a fuerza de guardar cada euro en la hucha para reforzar su capital, lo que ha asfixiado el crédito y llevado a las hipotecas a su mínima expresión. Por no mencionar que todo es estupendo cuando los demás, o sea nosotros, ponen el dinero. Ya pueden estar saneados los bancos cuando se han saneado de nuestro bolsillo…

Por el lado de las dudas, os planteo yo dos:

-1- ¿Qué valor se dará a los montones de deuda pública española que tienen los bancos en su balance? parece ser que este dato es clave y que de eso dependen en buena parte los resultados de los test de solvencia. Como ya he explicado en algún otro artículo, en España estamos asistiendo a uno de esos inventos que dan miedo: el Gobierno rescata a los bancos, y los bancos compran deuda pública, con lo que están rescatando al gobierno. Por supuesto, semejante situación es como la del pintor que, pintando un techo, no tiene mido a que se rompa la escalera porque siempre podrá garrarse a la brocha.

-2- ¿No asistiremos a una nueva ronda de “patada a seguir”? Muchos tenemos la sospecha de que, pase lo que pase y vean lo que ven, dirán que todo va bien, aunque sólo sea para ganar tiempo y evitar que una nueva caída de la confianza agrave el batacazo. No sé si sucederá tal cosa, y de hecho la gracia está en que nadie lo sepa, pero me temo que la tentación será muy fuerte.

Entre tanto, nuestras hipotecas, las que hay, se vuelven más asequibles, y las que no se han firmado,  se detectan más lejanas.

El año próximo será clave.

Y bajaron los tipo de interés (tralará)

Gráfico de Idealista.com sobre los tipos oficiales de interés.

Gráfico de Idealista.com sobre los tipos oficiales de interés.

No dudo que hablo de una noticia que ya conocemos todos: el Banco Central Europeo ha situado el precio oficial del dinero en el 0,25%, bajando por sorpresa los tipos.

Al principio, se desató la fiesta y todas las bolsas europeas subieron con fuerza celebrando la nueva llegada de dinero que se esperaba con esta medida. Recuerdo que en ese momento estaba yo haciendo algunas cosas por casa y me pregunté pro qué puñetas se alegraban tanto los mercados por una cosa así, que a mí me parecía bastante negativa. Lo comenté en voz alta y me dijeron que para eso estaban los expertos. O sea, que me tocó encogerme de hombros.

Dos horas después, la noticia era que los mercados se habían dado la vuelta y caían por fuerza, una vez que los analistas habían tenido tiempo de contemplar el alcance de la medida. y sí, me cubrí de gloria con la frase “eso ya os lo dije yo hace dos horas”. Es raro, pero a veces tiene uno estas pequeñas satisfacciones.

¿Tenía yo una bola de cristal? Ni de broma.

Lo que tenía, y tengo, es el convencimiento de que una baja de tipos de interés  cuando ya están por los suelos anuncia que el BCE teme más a la deflación que a la inflación. Lo que significa este abaratamiento del precio del dinero hasta la barrera casi definitiva es que hay que pisar el acelerador monetario hasta donde se pueda, porque el enfermo está en una fase tan terminal que ya da igual si es prudente o no lo que se hace: lo único que importa es que sobreviva.

La baja de los tipos de interés responde a la caída general de precios, con IPC negativos en diversos países.

La bajada de los tipos de interés responde a la caída general de los ingresos, con menos actividad y peores sueldos para los que han tenido la suerte de encontrar un trabajo,

La baja de los tipos de interés es un esfuerzo desesperado pro responder al problema que mencionaba en mi anterior artículo: el aumento desaforado de la morosidad.

Y sí, es cierto que el que tenga una hipoteca se va a ahorrar unos euros, pero el que no la tenga que se olvide de pedirla, porque ahora es aún más rentable la deuda pública y menos el préstamo a particulares y Pymes.

No digo que estemos en deflación, pero esta clase de medidas proclaman que si no la tenemos, la tememos.

No es una buena noticia, de veras, pro mucho que nuestra vieja mentalidad, nos invite a pensar lo contrario.

Se dispara la morosidad hipotecaria

Una gráfica...

Una gráfica...

Dicen por mi tierra que a perro flaco todo son pulgas, y con el tema de los bancos va a resultar que tienen razón: con una morosidad elevada y buena parte de sus activos invertidos en esa bomba de relojería a la que llaman deuda pública, los bancos están en estos momentos pendientes del contante aumento de la morosidad hipotecaria.

El famoso 3% del que habló hace tiempo el Banco de España como límite racional para los impagos hipotecarios ha quedado ya ampliamente pulverizado. No sé si recordáis aquellas declaraciones, así que las copio:

“Las hipotecas nunca van a pasar del 3% de mora en España por una cuestión cultural, el ciudadano español deja de comer antes que dejar de pagar la hipoteca”

Pues vale: ahora estamos cerca del 6% de morosidad hipotecaria, o sea el doble de esa famosa línea roja, y no sabemos si los españoles han dejado de comer, que también, o se ha perdido el miedo al desahucio, o simplemente nos enfrentamos a la segunda ley de la termodinámica, aquella que afirma que la materia ni se crea ni se destruye y que, coloquialmente, enunciamos por aquí como que “de donde no hay no se puede sacar”

Curiosamente, la morosidad también va por barrios, sufriendo un mayor número de créditos morosos los bancos con más dificultades, los que nos inclina a pensar que concedieron hipotecas sin ton ni son y están como están precisamente por este motivo.

Lo peor, no obstante, de este alarmante dato, es lo que denota en otros sectores: si la morosidad hipotecaria es siempre la más baja de todo el sector de los préstamos, y tenemos el dato de que se ha disparado, podemos creernos a pies juntillas, nos digan lo que nos digan, que la morosidad se ha disparado en el campo de los negocios y los créditos personales.

Los efectos de esta nueva vuelta de tuerca están por ver, pero hay dos cosas que veo indiscutibles:

-Si los préstamos a los consumidores privados y las Pymes se vuelven más arriesgados, veremos crecer los diferenciales y veremos una nueva restricción de crédito, pues los bancos preferirán, aún más, prestar sus escasos recursos a los Gobiernos invirtiendo en deuda pública, un producto que en teoría es completamente seguro y que pueden canjear por más dinero en el Banco Central Europeo. Un mecanismo perverso, por supuesto, pero es lo que hay.

-Si la morosidad aumenta, la solvencia de los bancos disminuye, con lo que podemos estar en puertas de un nuevo rescate bancario, aunque no se me ocurra, ni por asomo, cómo le van a llamar esta vez y con qué nombre nos lo van a vender.

¿Aguantaremos otra ronda de rescates?

Sangría...

Sangría...

Hay un hecho médico comprobado: un enfermo que no empeora, pero tampoco mejora, se acaba muriendo. Las razones son múltiples, pero se basan sobre todo en los efectos nocivos de la vida en el hospital: inactividad, llagas de tanto estar en la cama, problemas circulatorios, riesgo de infecciones hospitalarias, generación de resistencias a los medicamentos y un largo etcétera.

Pues con la economía pasa lo mismo. La mejoría de la que habla el Gobierno es imaginaria, o tan baja, que no puede esperarse de ella que produzca cambios significativos. De hecho, la mejoría anunciada es tan escuálida, que puede deberse al margen de error en las mediciones. Si es que queremos pensar bien y llamarle error, por supuesto.

Al final, el problema del que partíamos se convierte en otro muy distinto, aunque parezca el mismo: los pisos dieron un gran batacazo, y la economía detrás de ellos al pararse un sector tan sensible como el de la construcción. Con la economía en la UVI, mucha gente se quedó sin trabajo y comenzaron a crecer las tasas de morosidad, y no sólo las hipotecarias. Así se aceleró la destrucción de valor acumulada en los inmuebles, lo que llevó al efecto pobreza del que hemos hablado aquí muchas veces y a la consiguiente reducción del consumo que, obviamente, generó más paro, iniciando así una nueva ronda en la danza macabra.

El Gobierno, entonces decidió rescatar a los bancos con dinero de todos, creó el banco malo y le llamó Sareb como le podía haber llamado Sauron. ¿Pero se acabó ahí el problema? Yo creo que no.

Como no se ha creado empleo, y hasta consideramos buena noticia que se destruya más despacio, las insolvencias seguirán creciendo, más que nada porque muchos que han pagado hasta ahora su hipoteca con los ahorros se irán quedando sin ahorros hasta llegar a la insolvencia. De ese modo, los bancos que parecían saneados, dejarán pronto de estarlo, porque sus balances deberán reflejar este nuevo goteo de insolvencias.

La prueba de que esto es así, y no me ha dado un ataque de pesimismo, es el comportamiento de la deuda pública. Si la deuda no deja de crecer y lo hace a marchas aceleradas no sólo es porque el Gobierno se aun manirroto, que puede que también, sino porque la situación de la economía no permite recuperar los niveles de recaudación.

Pues lo que le pasa al Estado le pasa al resto, sólo que el resto no puede volver a endeudarse este año para pagar las letras del año pasado como hace el Gobierno.

Y no, ya no se pueden seguir bajando los tipos de interés. Por ese lado, mejor no esperar noticias. Ninguna. Las únicas que pueden llegar son malas, peores o devastadoras.

Esa extraña mejoría

Vieja gloria

Vieja gloria

Parece que la nueva oleada de esfuerzos publicitarios se dirige a convencernos de que todo está mejorando, y el esfuerzo es encomiable porque en una economía de expectativas la mitad de la recuperación tiene que provenir, necesariamente,m de la recuperación de la confianza.

Mejoramos porque se han incrementado nuestras exportaciones.

Mejoramos porque al reducirse nuestras importaciones la balanza de pagos ser equilibra.

Mejoramos porque la destrucción de empleo parece haberse ralentizado, aun a pesar de que los datos que lo demuestran son más falsos que una Gioconda con mostacho. (Estoy seguro de que este enlace os gustará tanto como a mí y os dejará claro, un poco más claro, en manos de quién estamos)

Mejoramos porque algunos sectores han conseguido magníficas facturaciones en los últimos meses.

Sí, vale, todo estupendo, pero la vivienda sigue cayendo, con lo que se acentúa el efecto pobreza y se disuelve el principal depósito de ahorro de las familias españolas. Las hipotecas pesan más cada vez a pesar de la suavidad del EURIBOR, y todos sabemos lo que pasaría si subiesen lso tipos de interés…

Sí, vale, pero exportar más no significa necesariamente ganar más con lo que exportas, sino que también existe la posibilidad de que se estén tirando los precios, con lo que mueves más mercancías pero ganas menos dinero.

Sí, bien, pero importar menos es consecuencia de la crisis, porque somos más pobres, y decir que estamos a punto de salir de la crisis porque los datos dicen que somos más pobres ya es el colmo del recochineo.

Sí, bueno, el turismo ha mejorado, pero el caso es que hay grandes movidas en Egipto, islamistas en Túnez, jaleos en Turquía… Hemos mejorado porque hay otros que empeoran y el turismo, por ejemplo se aprovecha de esta circunstancia. ¿Es esto algún mérito nuestro o de nuesttro modelo productivo?

Y sobre to, ¿qué demonios pasa con la deuda? ¿Por qué seguimos batiendo records? Las respuesta, me temo, no es muy alentadora: porque los gastos del Estado siguen por las nubes y los ingresos no han podido incrementarse.

Ayer mismos se hablaba de que el Estado recaudará este año, como mínimo, 10.000 millones de euros menos por IRPF. Y esto es así no sólo porque haya mucha gente sin renta y sin empleo, sino porque la bajada general de salarios lleva aparejada una reducción de la recaudación y una disminución del monto total de las cotizaciones a la Seguridad Social.

No. No es recuperación.  Es el reconocimiento de que ganamos menos, podemos gastar menos y pagar menos impuestos, con lo que nos veremos abocados a nueva ronda de recortes.

No es mejoría: Es estabilización en la pobreza.

Tras el verano, el temblor de piernas

Solución española de alta tecnología

Solución española de alta tecnología

Escribo este artículo antes de conocer los datos del paro y de la encuesta de población activa de Agosto. Como soy muy valiente, me atrevo a pronosticar que los datos, con no ser buenos, no han sido malos del todo, porque el verano ha venido ayudado por una serie de circunstancias que, sin quererlo, colaboran con nosotros.

Por una parte, hemos tenido bastante buen tiempo, lo que ayuda, y mucho, a que crezca el número de turistas y el gasto por persona de cada uno de ellos.

Por otro lado, algunos destinos turísticos que competían directamente con España, como Brasil, Turquía y Egipto se han visto afectados por protestas ciudadanas que, justas o no, alejan a quienes solamente quieren disfrutar de unas apacibles vacaciones.

Con todo eso, y con el hecho de que otras economías están empeorando, parece que tanto nuestra prima de riesgo como los datos macroeconómicos han mejorado en las últimas fechas, pero mucho me temo que la cosa no va a continuar por ese camino, una vez que el sector turístico vaya plegando velas rumbo al invierno. Las hipotecas, por supuesto, quedan al margen, porque aún no se ha absorbido el exceso de construcción de los años pasados y mucho me temo que se tardará al menos una década en absorberlo.

España entera se está convirtiendo en uno de esos pueblos de Castilla, abandonados todo el año, y que reviven un par de meses con la llegada de forasteros. Esos meses no son su realidad, sino su espejismo.

Mientras nuestra estructura económica no sea capaz de generar mayor valor añadido, mientras los puestos de trabajo que esperamos que se creen vayan destinados a gente de escasa cualificación, no saldremos verdaderamente del hoyo.

Ni podemos ni debemos competir con los países que tienen su mejor valor en vender la mano de obra más barata que la máquina que la sustituiría. Si nuestro nicho de mercado está ahí, entonces tenemos que reconocer de una buena vez que no podemos permitirnos el nivel de servicios que ofrece nuestro estado del bienestar.

O dicho aún más feo: o aprendemos a hacernos ricos o aprendemos a vivir como pobres. No hay otra.

La levitación existe. Deuda, hipotecas y bancos.

¡¡¡Arriba las manos!!!

¡¡¡Arriba las manos!!!

La prima de riesgo española se está relajando, lo que hace que los intereses que pagamos por la deuda emitida sean muy inferiores a los que tuvimos que sufrir el año pasado, cuando el rescate se daba por cosa hecha. Esto, a primera vista, parece una buena noticia, pero como soy de esa clase de gente (rara, muy rara) a la que le gusta hurgar en los datos en vez de lanzar maldiciones, resulta que la buena noticia no es para tanto, o al menos deja un poso de preocupación si se mira con detenimiento. ¿Y por qué?

Porque estamos demostrando que la levitación existe. Por estamos demostrando que el pintor que se cae de la escalera mientras pinta un techo podría haberse agarrado de la brocha para no golpearse con el suelo. ¿Estoy de coña? Ojalá. Atentos a la jugada:

Según las estadísticas de deuda del Estado, publicadas por el Banco de España,  las entidades financieras españolas habían suscrito nada menos  que 224.378 millones de euros, que supone un 33,7% del total de la deuda viva y bate todas las plusmarcas hasta la fecha. Por si esto fuera poco, esta cifra representa un incremento de más de un 8,2% respecto a los 207.300 millones del mes anterior.  O sea, que los bancos sí que tienen dinero, y lo prestan, 17.000 millones de euros en un mes, pero no para nuestras hipotecas, sino todo y hasta el último céntimo para deuda pública.

Por tanto, levitamos. El Gobierno rescata a los bancos, y los bancos a su vez rescatan al Gobierno, de modo y manera que si un día se nos pasa por la imaginación dejar de pagar la deuda. lo primero que saltará por los aires será nuestro sistema financiero, llevándose por delante los ahorros de los españoles, sin fondo de garantía ni remisión posible.

Y es que el mecanismo sería de chiste si no estuviese detrás nuestra tragedia. Lo describo en pocas palabras:

– Los bancos piden dinero prestado al BCE a un tipo de interés del 0’5%, y ofrecen como garantía ante elkl BCE la deuda pública del Estado.

– Con ese dinero que obtienen del BCE a un 0,5%, los bancos compran deuda pública de España al 4% de interés. Ese 4% l0 pagamos todos.

-Los bancos, sin mover un dedo, sin dar una sola hipoteca y sin correr riesgos, se embolsan un 3’5% por su cara bonita.de lo comprado.

– Y como han comprado deuda pública, que el BCE acepta como garantía, vuelven al BCE y piden más dinero para comprar más deuda.

¿Lo veis? Perfecto.

Un negocio glorioso y sin riesgo. Paga el Estado, y encima, para más recochineo, cuando los bancos tienen problemas son rescatados por ese mismo Estado, que para eso está y para eso debe el favor de no haber tenido que aceptar las condiciones de Bruselas.

Se trata, amigos, del mayor atraco de todos los tiempos.

Por eso me cabreo tanto cuando la gente gasta sus energías en hablar de pufos de cuatro perras, que en el fondo son el cebo con que nos mantienen entretenidos, mientras el dinero de verdad se lo llevan a la vista, por la cara, y por la puerta grande…

Ya está bien de chorradas y vayamos de una vez a lo grande, a los sustancioso. Como hacen ellos…

Por qué se esperan nuevas bajadas en el precio de la vivienda

Panorama del asunto...

Panorama del asunto...

El precio de la vivienda no parece encontrar un soporte en el que detener su caída. El dato, que en sí mismo no debería tener mayor relevancia, resulta que es de máxima importancia por ser en vivienda donde se concentra un porcentaje muy alto de la riqueza de los españoles y por afectar directamente a los balances de los bancos, que tienen también una parte sustancial de sus garantías invertidas en ladrillo.

Así las cosas, cada nueva bajada de la vivienda facilita, en teoría, el acceso a este bien de primera necesidad por parte de los que no la tienen, pero supone un clavo más en el ya de por sí siniestro ataúd de nuestra economía. Cada vez que baja la vivienda, las familias se sienten un poco más pobres (el famoso efecto riqueza) y menos predispuestas a gastar, y los bancos se asustan un poco más por las cantidades que deben provisionar y por los agujeros que aparecerán en sus cuentas con cada nuevo impago.

Pero veamos ahora por qué baja la vivienda y por qué algunas firmas de análisis, como la británica Capital Economics, o la consultora española Acuña y asociados, pronostican que las bajadas continuarán hasta un 30% o incluso un 50%, llegando a alcanzar los niveles de 2002.

-Desempleo: mientras no baje el vergonzoso nivel de desempleo de nuestra economía, será imposible reactivar el sector a través de la demanda.

-Deuda pública: si el Estado absorbe el dinero disponible a un tipo de interés superior al que pagan los particulares, la banca no tiene incentivo alguno para abrir el crédito a las familias, y menos aún para conceder hipotecas.

-Exceso de oferta: el exceso de oferta de los años anteriores no ha podido ser compensado todavía, y de hecho se ha visto agravado por la pérdida de población debida a la crisis económica.

-Segunda vivienda: la penalización que sufren las segundas viviendas por la reforma eléctrica  obliga a algunos propietarios a poner a la venta su segunda vivienda, lo que agrava el problema anterior.

-Caída de los salarios: las viviendas se venden, al final, por lo que la gente puede pagar, y la caída de salarios en España, un hecho cierto y poco discutible, hace que la demanda sea más débil y a precios menores.

Lo gracioso del asunto, si me permitís usar semejante palabra, es que el mayor propietario de viviendas en España es el Sareb, el banco malo, y ese es de todos. Así que encima, la pérdida la pagaremos a escote…

Pon un Simulador de Hipoteca en tu Blog

calculadoraComo es domingo y verano he aprovechado para programar un simulador de hipoteca sencillo que se pueda incluir en cualquier blog o web con solo 2 lineas de código. Más adelante pondré con más colores y otras utilidades para que los bloggers podais ofrecerselo a vuestros lectores. Es una forma de enriquecer vuestro blog. El Código es el siguiente (Selecionarlo y pegarlo en vuestra sidebar):

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Se mostrará como el simulador de nuestra sidebar.

Lo que dicen que ahorran y lo que no vemos

El sargento ya se cachondea de nosotros...

El sargento ya se cachondea de nosotros...

La secuencia lógica está clara: mientras el Estado gaste más de lo que ingresa, emitirá deuda pública, y mientras el Estado emita deuda pública, a los bancos les resultará más interesante prestarle el dinero al Estado que dárnoslo a nosotros o a las empresas en forma de créditos o de hipotecas. Así las cosas, resulta que hasta el Corte Inglés ha tenido que acudir por primera vez en su historia a una emisión de deuda.

Sí, habéis leído bien: la vieja broma bancaria de que “si un día entra por la puerta el director del Corte Inglés le dices que no es lo bastante solvente” se ha convertido en realidad. Aquí tenéis el enlace para que podáis haceros cruces tranquilamente y pensar en qué casos le prestarán dinero a cristalerías Benito o a  instalaciones Manolo.

Y entonces, ¿qué pasa con el gasto público?

Nada. Que diga lo que diga la vicepresidenta sobre que ha llegado el momento del sacrificio de los políticos, todo es una pantomima para que las cosas sigan igual, y hasta se han reunido Rajoy y Rubalcaba para acordar qué se toca y qué no se toca. Eso, y no otra cosa, es el cacareado acuerdo entre los grandes partidos sobre la reforma de las administraciones.

Como ejemplo de lo que tenemos, os cito un dato que he encontrado por ahí: “La Conselleria de Sanidad valenciana tiene empleadas a 1.500 personas, de las cuales 164 son telefonistas, 116 electricistas, 18 pintores, 2 fotógrafos, 80 calefactores y 34 costureras. ¿Cómo creen que un país puede funcionar así? Y con un 22% de absentismo.

Así, por supuesto, no se puede reducir el gasto público, y ni siquiera se plantea la opción de corregir ese tipo de barbaridades, porque hacerlo de veras repercutiría sobre el empleo.

¿Os dais cuenta del eufemismo? Repercusión sobre el empleo. Sí, claro, por supuesto, porque echar enchufados a la calle, repercute sobre el empleo. Porque echar asesores a la calle, de los que se nombran a dedo y cobran una media de 60.000 euros al año, repercute sobre el empleo, porque preguntarse por qué los profesores universitarios obtienen su plaza en oposiciones a las que no se presenta nadie más, repercute y mucho, sobre el empleo.

Lo único que no repercute sobre el empleo es dejarlo todo como está, absorber todo el dinero disponible del mercado y ver cómo los demás rabian y lloran en busca de una financiación o una hipoteca que ni llega ni se la espera.