Archivo de la categoría: Hipotecas

El pueblo se une para luchar contra la injusticia hipotecaria

El pueblo unido jamás será vencido

El pueblo unido jamás será vencido

Dice la teoría de la democracia que en las elecciones elegimos a nuestros representantes para que promulguen las leyes que demandamos como pueblo, pero del dicho al hecho hay un buen trecho, y al final nuestros representantes promulgan leyes al antojo de los grupos de interés, que son los que, al final, ponen y quitan cargos públicos.

La aparición de la crisis inmobiliaria no ha hecho más que confirmar esta situación, con peticiones desde diversos ámbitos para que los políticos tomaran medidas en favor del pueblo, y no de las entidades financieras (por ejemplo, Obama ha prohibido los embargos en Estados Unidos), pero todas estas peticiones han caído en saco roto, por la sencilla razón de que no provenían de un grupo de presión.

Pero hartos ya de esta situación, ADICAE Cataluña ha decidido recurrir a una figura jurídica poco conocida en nuestro ordenamiento, aunque sí muy utilizada en otros países, como es la Iniciativa Popular Legislativa, que, entre otras cosas, dio pie a la prohibición de las corridas de toros en esa Comunidad.

La principal propuesta que quieren incluír en esta ILP es la dación en pago como figura exigible en todo contrato de préstamo hipotecario, así como también una ley de sobreendeudamiento, que prohiba a las famlias sobrepasar cierto umbral de deuda.

Si el asunto prospera, tendrá el apoyo de la mayoría de la población que sigue ahogada por la situación crítica en la que se ha visto envuelta sin comerlo ni beberlo, por la excesiva especulación de las entidades financieras por medio mundo.

Sin embargo, no hay que olvidar la parte de responsabilidad que todos los ciudadanos tenemos en nuestra propia situación. Durante la época de burbuja inmobiliaria, todos quisimos vivir por encima de nuestras posibilidades, y los bancos y cajas se limitaron a alimentar un sentimiento que ya teníamos en nosotros.

Hoy, sobreviven sin problemas las familias que supieron administrarse adecuadamente y no cayeron en la vorágine consumista de la compra impulsiva de viviendas. Por ello, no hay que caer en la excesiva regulación y apelar a la responsabilidad personal de los ciudadanos.

El Parlamento, eso sí, debe de evitar que las entidades de crédito tengan las herramientas, que han tenido durante estos meses, para abusar de estos ciudadanos. Y como el Parlamento no lo ha hecho por sí mismo, es interesante que surgan iniciativas como la IPL.

¿Sabemos algo en realidad sobre cómo evolucionan las hipotecas?

A veces las brujas nos cazan a nosotros...

A veces las brujas nos cazan a nosotros...

A veces creo que no, que estamos a oscuras, o que nosotros mismos nos nublamos el pensamiento a fuerza de estar atentos a las noticias, los gráficos y la evolución del Euríbor. Hay gente, incluso, que cree que la constante información desorienta, y ese puede ser nuestro caso. Por eso en este blog tratamos de hablar de todo un poco aunque nuestro tema principal sea el hipotecario.

Sobre este asunto, se realizó hace unos años un curioso experimento: se  mostraba a dos grupos de personas una imagen desdibujada de una boca de incendios, siempre lo bastante borrosa como para que no fuese reconocible.  En el primer grupo, iban aumentando poco a poco la resolución de la imagen en diez pasos. En el segundo, lo hacían más deprisa, en cinco pasos, de tal modo que sólo se les mostraban las imágenes pares de las que veía el primer grupo.

Cuando se llega al punto en que ambos grupos han visto la misma imagen, por ejemplo cuando el primero va por la sexta imagen y el segundo por la tercera, resulta que es mucho más probable que los miembros del segundo grupo, que han visto menos fotos, identifiquen lo que están viendo. Pero no un poco más probable, sino mucho más probable.

De esto parece deducirse que cuanta más información  tenemos, menos conocemos las cosas, porque las hipótesis que vamos formulando por el camino nos restan capacidad de análisis de la siguiente información. El problema es que tratamos nuestras ideas preconcebidas, o nuestras hipótesis y conclusiones preeliminares como si fueran bienes, y nos cuesta deshacernos de ellas, por lo que se van convirtiendo poco a poco en un lastre.

Quizás esto sea también el origen de la gran crisis hipotecaria que padecemos y del batacazo bancario que al precedió: demasiada gente estaba  aferrada a sus ideas preconcebidas sobre que “los pisos no bajan nuncca”, y se informaba demasiado a menudo sobre las alzas constantes en los precios como para darse cuenta de lo que tenía que llegar irremediablemente.

En estos momentos, quizás vayamos por el mismo camino. O sea que ojo. Información, toda, pero sin perder la perspectiva y manteniendo una mínima higiene mental. De lo contrario acabnaremos creyendo que el coste de una hipoteca es sólo lo que nos cobra el banco. Y hay otros. Muchos otros.

Las hipotecas de mal en peor

¿Te acuerdas cuando los bancos te entregaban las casas en la palma de tu mano?

¿Te acuerdas cuando los bancos te entregaban las casas en la palma de tu mano?

Está claro que nos pueden vender tantas motos como quieran, pero los datos estadísticos nos acaban dando la razón a nosotros, al pueblo llano, a los que seguimos viendo que las cosas están todavía mal, muy mal, a los que seguimos viendo como nuestros amigos se quedan en paro y las tiendas de nuestro barrio siguen cerrando.

Aunque los últimos datos macroeconómicos nos habían hecho creer que la recuperación económica era inminente, ahora ha llegado “Paco con las rebajas” y el Instituto Nacional de Estadística ha hecho público los datos de hipotecas firmadas del mes de julio.

Y los datos son más que esclarecedores. Por tercer mes consecutivo, el número de hipotecas firmadas ha descendido. En concreto, durante el mes de julio de 2010 ser firmaron un 6,8% menos de hipotecas, en comparación con el mismo mes del año anterior.

Este dato es más que relevante, si se tiene en cuenta que en julio de 2009 estábamos en un punto álgido de la crisis inmobiliaria y financiera y apenas se firmaban contratos de compra-venta, ni, claro está, hipotecas.

Bien es cierto, por otro lado, que sí que parece que hemos superado lo peor. Si nos atenemos a los datos de junio, observamos que el número de hipotecas firmadas crece en julio un 0,8%, con respecto al mes anterior, que no es gran cosa, pero tal como estamos es suficiente.

Otro indicador que nos puede marcar el comienzo del fin de las vacas flacas es el valor de las hipotecas. Se firman menos hipotecas, pero el volumen global de éstas es mayor, concretamente un 6%, lo que viene a demostrar que el precio de la vivienda ha llegado, en términos generales, a su nivel más bajo y que ahora se encuentra en progresión alcista.

De todas formas, no se pueden sacar conclusiones concluyentes al amparo de estos datos de julio publicados ayer por el INE, porque se trata de valores coyunturales y en situación de inestabilidad.

Habrá que seguir analizando estos valores en lo que queda del año para poder llegar a afirmar si nos encontramos en recuperación, o si, como da la impresión en la calle, todo es un cuento chino, y seguimos en las catacumbas de la crisis.

La hipoteca china y el gran Yuyu

Qué tiempos aquellos en que nos comparaban con los ricos...

Qué tiempos aquellos en que nos comparaban con los ricos...

Dicen que China está revuelta porque un trabajador de ese país tiene que ahorrar el salario de catorce años para poder comprarse una vivienda, mientras que en otros países la media es de seis o siete.

Dejando aparte la malsana envidia que producen esos países donde la vivienda se compra con el sueldo de seis años, uno no puede dejar de preguntarse, ante semejantes datos, a qué altura empezamos a quedar aquí, cuando un piso medio cuesta alrededor de 180.000 euros y una salario medios ronda los 1400 euros. La cuenta, a ojo, y para los términos medios, son diez años y medio. Y las hipotecas, cada vez más largas, como sabéis, pero esa es otra.

Ahora, si me lo permitís, os diré por qué estamos peor que ellos y luego, si queréis, lo debatimos en los comentarios.

Catorce años es más que diez y medio, de acuerdo, ¿pero no os dais cuenta de que aquello es una dictadura y aún así este tema supone una amenaza para la paz social? El hecho, al menos el que yo deduzco, es que ellos están peor que nosotros, pero nosotros somos mucho más mansos y conformistas que ellos, o vivimos en una dictadura mucho más férrea que la china aunque no queramos darnos cuenta.

A veces este tipo de comparaciones ayuda a abrir los ojos. El otro día, pro ejemplo, me enteré de que una gran empresa quería poner un call center para llamadas a larga distancia en mi ciudad. Todo el mundo lo celebraba, pero yo me pregunté: si pueden elegir Marruecos, Colombia, Ecuador o tu pueblo, y eligen tu pueblo, ¿de veras crees que es como para celebrarlo?

Algo va aún peor de lo que pensábamos, me temo.

 

El gran agujero de los alquileres de pisos

Mejor no tocar....

Mejor no tocar....

Todos lo sabíamos ya, o al menos lo intuíamos, pero ahora tenemos alguna razón más para creerlo: según la asociación de técnicos de Hacienda, aproximadamente el 55% de los alquileres de pisos en España no se declaran, lo que supone unos 3000 millones de euros.

El dato lo han obtenido cruzando los datos de Hacienda con los del Ministerio de la Vivienda, así que lo que menos se explica uno es por qué lo publican y no le acaban de meter mano.

La respuesta, quizás, esté en que saben que aflorar toda esa economía sumergida tendría seguramente consecuencias muy graves y prefieren hacer la vista gorda, como en casi todo, ya que estamos en el país donde las leyes se publican con mero carácter folclórico.

El peligro de destapar este fraude, tan sencillo de detectar desde que la ley obliga, por ejemplo, a que las compañías eléctricas declaren los consumos de cada vivienda, tiene básicamente dos frentes:

El miedo a que una mayor presión fiscal sobre los alquileres redundara en un encarecimiento automático de estos, en un momento en el que las economías familiares no están para muchas alegrías y la popularidad del gobierno menos aún. En ese sentido, me parece que llevan razón: si los propietarios tienen que pagar ochocientos euros al año, por poner una cantidad, no dudan ni un segundo en subir el alquiler lo que haga falta para trasladar ese coste al inquilino, como pasó con la subvención.

-La consciencia de que muchos propietarios de viviendas alquiladas no son especuladores o terratenientes, sino gente que ha cambiado de vivienda por razones de trabajo y que pagan la hipoteca con el alquiler, o pensionistas que complementan su pensión alquilando la vivienda antigua, después de mudarse a una más pequeña. En cualquiera de los dos casos, apretar el pistón podría suponer un problema político, económico y social demasiado grave.

¿Vosotros cómo lo veis?, ¿pedimos que cada cual pague lo suyo o miramos para otro lado?

 

 

Propuestas y más propuestas para cambiar la Ley de Economía Sostenible

Sí, nosotros tampoco lo entendemos

Sí, nosotros tampoco lo entendemos

Si ha habido un invento curioso en esta legislatura de Zapatero, y mira que tengo donde elegir, ha sido la Ley de Economía Sostenible, una especie de cajón de sastre en la que se ha metido todo lo habido y por haber, todas las cuestiones económicas y sociales. Más que la Ley de Economía Sostenible se tenía que haber llamado la Ley del Ahorro Burocrático.

En cualquier caso, y entre todas esas cosas que han ido dentro de esta ley, hay aspectos que nos interesan a nosotros, aspectos relacionados con la vivienda, y a las que el resto de partidos políticos han lanzado enmiendas rectificativas de ciertos aspectos polémicos.

Por ejemplo, el Partido Popular ha propuesto que se mantenga la deducción por la compra de vivienda para todos los ciudadanos, y no sólo para aquellos que cobren menos de 24.000 euros anuales. La esencia de la eliminación de esta deducción es el fomento del alquiler, pero mucho me temo que la cultura de la compra seguirá en nuestra sangre a pesar de que no podamos deducir nada por ella.

También es cierto, sin embargo, que la deducción ha sido trasladada al precio durante todos los años anteriores, y al final el consumidor se deducía lo que pagaba de más al constructor, que era el que realmente ganaba.

Por otro lado, CiU y el PNV han propuesto que se exijan seguros de desempleo y seguros de morosidad en las hipotecas. Lo que no han dejado claro es quien tendría que pagar esos seguros, porque mal vamos si los tuviera que pagar el consumidor.

La idea que proponen es que para todas las hipotecas concedidas por encima del 70% del valor de la vivienda se tenga que contratar un seguro por si se producen impagos. De la misma forma, el seguro de desempleo cubriría posibles momentos sin trabajo de los titulares de la hipoteca.

Todas estas ideas, y otras que no están relacionadas con el mundo de la vivienda y de las hipotecas, se están debatiendo estos días en el Parlamento. Unas saldrán adelante y otras no, pero lo sorprendente es que ningún telediario esté hablando de ello, ocupados como están en los sucesos nuestros de cada día y en el desfile de modelos de cualquier pasarela alrededor del mundo.

¡Cuánto mejor nos iría si las noticias nos ofrecieran la información que realmente nos importa!

A por la “dación en pago”

Tú me das una casa, y yo te cancelo la deuda

Tú me das una casa, y yo te cancelo la deuda

Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca llevan un tiempo luchando por conseguir un objetivo que, al principio, parecía imposible, pero que, poco a poco, va cobrando forma ya que han conseguido que, al menos, se discuta en el Parlamento sobre ello.

Esta asociación de consumidores y usuarios de hipotecas solicitan que el régimen jurídico español se equipare al de otros países europeos, y, sobre todo, al de Estados Unidos, un verdadero referente en este aspecto, a la hora de finalizar el trámite de embargo por parte de la entidad financiera.

En España, cuando el banco o caja ejecuta la hipoteca se queda con la vivienda en propiedad, pero ahí no termina la deuda del usuario con la entidad. La deuda seguirá existiendo por la diferencia entre el valor restante de la hipoteca y el valor de venta del inmueble en subasta pública, lo cuál provoca que, al ser, normalmente, un precio de venta bajo, siga existiendo una deuda importante.

Lo que piden desde la Plataforma, y están cargados de razón, es que la deuda finalice con la entrega de la vivienda, lo que jurídicamente se conoce como “dación en pago”. Es decir, que una vez que el banco se queda con la vivienda la deuda quede zanjada, por lo que el daño que recibe el consumidor es menor.

Sin embargo, no están pidiendo esta figura para todas las hipotecas, que en mi opinión sería justo, sino que lo solicitan para los “deudores de buena fe”, es decir, aquellos deudores que pudieran probar fehacientemente su incapacidad para hacer frente a los pagos de las cuotas, y, siempre, para primera residencia, evitando así posibles fraudes y especulaciones.

Con un poco de suerte estas propuestas saldrán adelante, por parten del sentido común, y en breve conseguiremos tener un régimen jurídico con cierta lógica, con cierta equidad entre las entidades financieras y los usuarios, porque actualmente la balanza está claramente inclinada hacia las primeras, que tienen toda la situación bajo control y la sartén claramente agarrada por el asa, haciendo lo que les viene en gana.

Es de agradecer que, ante la falta de firmeza de los legisladores españoles, aparezca un grupo de ciudadanos dispuestos a hacer valer sus derechos y a exigirlos siguiendo los cauces democráticos.

La hipoteca y el factor demográfico

El caso es parchear...

El caso es parchear...

Está claro: sobran pisos porque no se venden los que hay, y también, hay que decirlo, porque algunos que estaban siendo ocupados por inmigrantes van quedando vacíos a medida que algunos extranjeros regresan a sus paises ante la mala situación que padecemos. A esto se le llama un movimiento procíclico: en los buenos tiempos hacen falta más viviendas, y en los malos se desocupan las antiguas y quedan sin vender las recién construidas.

Creo que ya he dicho alguna vez que la salvación del sector inmobiliario sólo puede venir por el aumento de la natalidad o el aumento de los divorcios. Bromeo, por supuesto, pero procuro decir algo de verdad también en las bromas: el hecho es que el tamaño de la unidad familiar y su progresiva desintegración ha tenido mucho que ver con el auge inmobiliario y de las hipotecas que hemos “disfrutado” los años anteriores.

Cuando una familia se convierte en dos, por un divorcio, se necesitan dos pisos en vez de uno. Cuando la gente prefiere vivir sola a compartir piso, se necesitan más viviendas. Todo eso es tan obvio como que el sector de la construcción podría reflotarse por el simple método de ayudar a los jóvenes a emanciparse.

Si hubiese verdaderas ayudas para que los jóvenes salieran de casa de sus padres, o se consiguiese de algún modo que en España no viviera la gente con sus padres hasta los treinta años, tendríamos media crisis solucionada.

Pero en un país donde el paro juvenil es el 40 % y el nivel educativo sigues desplomándose sin que nadie sepa dónde puede acabar, es muy difícil que las generaciones más jóvenes entren en el mercado laboral, y si no entran en el mercado laboral, no se emancipan, no demandan la viviendas que deberían demandar, no cotizan ala seguridad social y no tienen hijos que sirvan de reemplazo en el futuro.

¿Os dais cuenta de qué clase de desastre estamos describiendo?

A veces las raíces de una crisis como esta son mucho más profundas que cuatro pufos bancarios y un exceso de alegría a la hora de gastar.

 

 

Crece la venta de viviendas en julio, o eso dicen las estadísticas

Las estadísticas mienten más que hablan, si no se leen bien

Las estadísticas mienten más que hablan, si no se leen bien

Las estadísticas, estadísticas son y tienen sus limitaciones, sus restricciones, que hacen que tengan que ser leídas con atención y entendidas con perspectiva para no tomarlas al pie de la letra, lo cuál llevaría a un engaño evidente.

El ejemplo más claro es la estadística del INE sobre la venta de viviendas. Ayer el Instituto de Estadística publicó los datos del mes de julio y todo apuntaría a que el sector se está recuperando a pleno pulmón.

Con respecto al mes de julio del año 2009 se ha producido un incremento del 16,4%, mientras que si se realiza la comparación con los datos de junio la mejora es de un 17,5%.

A priori, parece que la situación es buena, mejor, incluso, si tenemos en cuenta la subida del IVA del 1 de julio, lo cuál nos podría llevar a concluir que el sector está creciendo a pesar de esta subida impositiva.

Sin embargo, hay que saber analizar la conformación de la estadística, ¿qué datos se utilizan para realizar estas cifras?

La estadística que publica el INE sobre la compra-venta de viviendas se realiza a partir de los datos ofrecidos por los colegios de registradores de vivienda de España, es decir, que refleja las viviendas registradas.

¿Y cuándo se registran las viviendas?

Nunca en el momento de compra-venta, sino, al menos, un mes después, por lo que los datos de julio no reflejan necesariamente la compra-venta de ese mes, sino, como mínimo los datos del mes de junio, previo a la subida del IVA.

Por tanto, podemos sacar una conclusión diferente, podemos destacar que este dato refleja como se aprovecharon los últimos momentos previos a la subida para formalizar cuantas más operaciones inmobiliarias mejor.

En ese sentido nos llevaría a aguardar el dato del mes de agosto, con el cuál obtendríamos la realidad aproximada de las operaciones realizadas durante el mes de julio.

Como siempre, las estadísticas tomadas puntualmente no nos aportan nada más que confusión, a no ser que sean analizadas con detenimiento y conociendo el origen de los datos. Las estadísticas, para que sean válidas, deben de ser analizadas en el largo plazo, con series largas que eliminen los factores coyunturales.

Por tanto, hasta que empecemos a conocer datos reales de este segundo semestre del año no sabremos como ha afectado realmente la subida del IVA.

Hipotecas a 90 años (más allá de la cadena perpetua)

Tu fantasma se preguntará qué pasa...

Tu fantasma se preguntará qué pasa...

Hasta ahora se habían visto las hipotecas a treinta, treinta y cinco y hasta algunas, muy raras, a cincuenta años. Los bancos tradicionales estiran poco a poco estos plazos y algunos hipotecan ya a cincuenta y cinco años, pero como novedad algunas entidades privadas de préstamo están ya empezando a realizar hipotecas a noventa años, tentadas por la posibilidad de competir con cuotas más bajas y asequibles para el castigado bolsillo del ciudadano.

La idea, copiada de Gran Bretaña y Japón, donde se las conoce por hipotecas hereditarias, responde al alargamiento de la esperanza de vida y a la necesidad, cada vez más acuciante, de dar flexibilidad a los pagos en una época en la que la renta disponible ha resultado no ser la prevista.

Con estos plazos, la hipoteca está pensada para endeudarse desde muy pronto y con cuotas muy pequeñas, lo que permite emanciparse a los jóvenes ya que pueden contar desde los venite o veinticinco años con su propia vivienda, pero tiene la desventaja, obvia por otra parte, de que el coste final de la vivienda es desmesuradamente alto. De hecho, es tan alto, que uno cabe poreguntarse para qué puede servir en la práctica una hipoteca así y cual es la ventaja competitiva frente a un alquiler.

Basta con coger una calculadora para darse cuenta de que en los primeros cuarenta o cincuenta años se pagan casi exclusivamente intereses, con lo que si se quiere liquidar la hipoteca habría que pagar prácticamente entero el valor del piso, ¡y cuando el piso ya tiene cuarenta años! Y si no, habría que seguir pagando cincuenta años más. El envejecimiento de la vivienda puede no se runa variable muy importante cuando hablamos de quince o veinte años, pero cuando hablamos de noventa, la cosa cambia.

En mi opinión, no vale la pena ser propietario de algo que nunca llegará a ser tuyo y que supondrá una carga para los que vengan detrás, máxime cuando el cálculo de las cuotas hace que sigas debiendo casi lo mismo después de 40 años de pagar.

Id a nuestra sección de calculadoras y veréis cual es el precio final de un piso de 200.000 euros con un a hipoteca a 90 años. Por echaron unas risas, más que nada.

 

 

 

Menos hipotecas justo antes de la subida del IVA

Los expertos quedan planchados ante la realidad económica

Los expertos quedan planchados ante la realidad económica

Menos mal que no me dedico a hacer previsiones económicas, al menos de una forma profesional, porque si no estaría de los nervios todo el día, viendo como todos los análisis profesionales y basados en la lógica económica se vienen abajo por cuestiones que nadie conoce, cuestiones a las que todavía no llega la Economía.

Con la subida del IVA que entraba en vigor el 1 de julio, todos los analistas, y yo entre ellos, coincidíamos al afirmar que se produciría una subida de compra venta de viviendas, y, por tanto, de constitución de hipotecas, pero nada, nada de nada.

Y mira que los primeros meses del año parecían darnos la razón, pero a medida que se acercaba el tan temible incremento impositivo parece como si los compradores se hubieran echado para atrás.

Si los primeros meses del año se constituyeron más hipotecas que en los cuatro primeros meses del año 2009, los dos últimos del primer semestre, es decir, mayo y junio, la tendencia cambio de rumbo y el número de hipotecas empezó a descender.

Así, en el mes de mayo la caída fue del 2,9%, comparando los datos de mayo de 2010 y mayo de 2009, mientras que en el mes de junio esa caída se ha disparado hasta el 10,73%, una cifra realmente significativa.

¿Qué significa?

Pues yo creo que nadie lo tiene claro, porque esta caída contraviene una ley económica que parecía universal, y que no es otra que ante una subida de precios los consumidores adelantan el consumo.

¿Puede haber alguna explicación?

Sin duda, la principal verdad que rige la vida de un economista es que cualquier hecho económico se puede explicar desde alguna perspectiva, todo es cuestión de encontrarla. En este caso, esta cifra de constitución de hipotecas debería de ser contrastada con el volumen de operaciones de compra-venta, para sacar un valor real.

Porque puede haberse dado la situación de que efectivamente se hayan comprado más viviendas, adelantando el consumo ante la subida del IVA, pero se hayan constituido menos hipotecas, bien debido a pagos con dinero negro o bien debido a subrogaciones, que no implican novaciones, y por tanto no entran en la contabilización para este dato.

En cualquier caso, está claro que el dato es sorprendente y debe ponernos sobre alerta ante la ralentización de la recuperación que todos parecíamos haber adivinado.

El pico del petróleo (y la pala que lo acompaña)

Tendremos que adoptar extrañas formas económicas, me temo.

Tendremos que adoptar extrañas formas económicas, me temo.

Para que no digáis que no regresamos con ideas nuevas, voy a hablar hoy de un tema que aparentemente se aleja de la temática de este blog pero que, en realidad, tiene mucho que ver con la futura evolución del precio de la vivienda y las hipotecas.

Se trata de la posibilidad, cada vez más cierta, de que hayamos llegado a lo que se llama el pico de la producción de petróleo.

No voy a ser uno más de los que, cada cierto tiempo y desde los años del rey Sigifredo, dicen que el petróleo se va a acabar en breve. El petróleo se acabará, cierto, pero no será esta semana ni tampoco de repente.

Lo que sí ha sucedido, y vamos a analizar juntos su impacto, es que la producción mundial de petróleo ha dejado de crecer desde 2005. Los datos son de la Organización Internacional de la Energía y vienen a significar que, aunque la demanda ha seguido creciendo a buen ritmo, sobre todo por la incorporación de las economías emergentes, la producción no ha crecido al mismo ritmo, lo que explica el encarecimiento del barril, que se ha estabilizado alrededor de los 80 $, un precio que antes considerábamos insostenible.

Por tanto, si no se produce una reducción de la demanda, el precio seguirá aumentando, y de manera mucho más rápida que hasta el momento, porque lo cierto es que existe un problema añadido: el petróleo hay que sacarlo cada vez de capas más profundas o extraerlo de yacimientos más pobres, y aunque todos pensemos que el petróleo se mide en barriles, no es cierto: se mide en la energía que produce, una energía que ha descendido en casi un 20 % desde los años setenta pro la menor calidad del crudo.

¿Os parece raro? No lo es. La alcoholemia no se mide en vinos, cubatas y cañas, sino en tasa de alcohol en sangre. Con el petróleo pasa igual: si antes se extraían 100 litros de gasolina de un barril, por ejemplo, hoy sólo se extraen 75.

Ese es el camino por el que nos movemos hacia una terrible crisis energética que encarecerá todo el desplazamiento.

Las consecuencias son variadas y las iremos analizando poco a poco, pero pensad en dos: intenresa menos deslocalizar la producción e interesa menos residir lejos del puesto de trabajo. Las implicaciones de ambos temas son enormes.

Os dejo incluso un enlace a un artículo en el que se habla de la modificación teórica del radio de la Tierra: http://www.quintopino.org/economia/el-radio-de-la-tierra-es-variable/

¿Cómo lo veis?