Archivo del Autor: Edmart Rusan

El IRS llega a nuestras vidas

Cruce de caminos

Cruce de caminos

Aunque ya llevamos un tiempo escuchando este nombre hasta el punto de que se ha convertido en algo familiar para nosotros, lo cierto es que hasta ayer mismo las entidades financieras no podían ofrecer hipotecas referenciadas al IRS ya que hacía falta que se publicara este cambio en el Boletín Oficial del Estado, algo que no ha sucedido hasta este pasado viernes.

Ahora ya cuando cualquiera de nosotros se acerque a una entidad financiera a solicitar una hipoteca tendrá la posibilidad de contratarla referenciada al Euríbor o al IRS, en función de lo que considere más oportuno y más ajustado a sus propias necesidades y deseos.

Lo cierto es que en estos momentos en los que el Euríbor se encuentra por los suelos, con cotizaciones diarias que ya bajan del 1,1%, parece que este índice podría ser el más interesante para los hipotecados, aunque hay que reconocer que el IRS, a pesar de ofrecer un precio más elevado, dota de cierta estabilidad a las hipotecas, al mantener el tipo de interés durante, al menos, unos cinco años.

Sin embargo, las asociaciones de consumidores han criticado que el IRS comience a funcionar en estos momentos, justo cuando el Euríbor se encuentra en sus mínimos históricos, lo cuál considera que abrir la puerta a las entidades financieras para que éstas puedan obligar a los consumidores a contratar sobre esta referencia y no sobre el Euríbor.

Y es que en estos momentos en los que las hipotecas concedidas son las menos, las entidades financieras tienen la sartén por el mango y pueden derivar a sus clientes hacia el tipo de hipotecas que a ellas les interese más, ya que basta con que no concedan las referenciadas al Euríbor y punto.

Por tanto, nos encontramos con que, una vez más, las entidades financieras vuelven a controlar el cotarro y que los consumidores estamos a expensas de los abusos que bancos y cajas decidan seguir haciendo en su propio beneficio, perjudicando, una vez más a las familias, que ya demasiado tienen con sus problemas diarios en un escenario de tasa de desempleo elevada y sin visos de que empiece a disminuir en los próximos meses.

El BCE cede a las presiones de toda Europa

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Sí, sí, parece que el Banco Central Europeo también es permeable a las presiones y en su reunión de esta mañana ha decidido rebajar el tipo de interés del dinero en la zona Euro en un cuarto de punto, dejándolo, por primera vez en la historia en el 0,75%, una gran noticia para todos los hipotecados en general, y para todos aquellos que quieran ir a pedir un préstamo.

Porque mientras que el Euríbor siga siendo la principal referencia para la fijación del tipo de interés sobre el que se va a constituir los préstamos, toda bajada del tipo oficial del dinero en la zona Euro repercutirá directamente sobre el interés que pagamos todos a las entidades financieras, ya que provocará una reducción del Euríbor.

Ahora, con un tipo en el 0,75% no sería descabellado pensar en un Euríbor en el 1%, algo histórico y que nunca creímos que podíamos llegar a ver, especialmente no hace unos cuatro años cuando el índice de referencia hipotecario se disparaba muy por encima del 4%.

Con esta reducción del tipo de interés del dinero el BCE demuestra su voluntad clara y meridiana de apoyar las políticas de crecimiento en las que se ha instaurado la Unión Europea, al menos últimamente, en favor de que se pueda producir una combinación entre el ahorro y la responsabilidad presupuestaria y un estímulo permanente a la generación de riqueza.

Hay incluso analistas financieros que augura nuevos descensos del tipo de interés para la zona Euro antes del final de año, con la posibilidad más que clara de que pudiéramos manejarnos en un entorno del 0,50% de tipo de interés, algo que llevaría al Euríbor a quedar por debajo del 1% a poco que se alargara este tipo de interés durante un tiempo suficiente.

La mejor noticia, sin embargo, no es tanto la reducción del tipo de interés en sí, que también, sino principalmente lo que ello supone en cuanto a entrada en razón del máximo organismo financiero europeo que, hasta ahora, se había obsesionado con luchar por la austeridad a costa de lo que fuera, perjudicando claramente a la sociedad en su conjunto.

Se acabó la crisis, ¿o no?

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La mejor noticia que podía tener Mariano Rajoy en estos meses de gobierno no ha venido precisamente desde Bruselas, sino desde Ucrania, y nada que ver con temas políticos o económicos, sino más bien desde una perspectiva deportiva, que todo lo puede, y todo lo tapa, hasta el punto de que las noticias económicas, nefastas habitualmente, han pasado a un segundo plano en los medios de comunicación.

Y nadie niega, y menos yo que soy un apasionado del fútbol, que la gesta del equipo nacional ha sido de aúpa, pero ello no debe distraernos, y espero que no lo haga, del camino en el que nos estamos metiendo, un camino que bajo el prisma de una supuesta recuperación económica nos está llevando hacia un rescate que nos va a generar más problemas que otra cosa.

Porque aunque hace unos días hemos celebrado con todo el ardor patriótico el acuerdo de los gobiernos de la Unión Europea, en función del cuál los rescates bancarios irían directamente a través de las entidades financieras, sin pasar previamente por los Gobiernos, con lo que no se convertirían en deuda, y ayudaría a relajar las tensiones de los mercados, lo cierto es que estos cambios legislativos no entrarán en vigor hasta el año 2013, con lo que el rescate a España sí se convertirá en deuda.

Con ello, a pesar de que en el largo plazo podremos estar en una mejor situación gracias a que los bancos no dependerán tanto de sus activos inmobiliarios, lo cierto es que en el plazo más inmediato nos quedamos como estábamos o incluso peor, con los intereses de nuestra deuda disparándose y con la prima de riesgo que aunque amaga con tender a la baja, siempre vuelve a subir antes de que podamos hacer nada por remediarlo.

En definitiva, alegrémonos todos por la victoria de España, pero no olvidemos que, al fin y al cabo, no es más que fútbol, y con esta victoria no se nos arreglan los problemas que tenemos acumulados en nuestra sociedad, tanto de ámbito económico como de índole político, lo cuál nos repercute en un futuro realmente desolador.

Donde digo digo, digo Diego

Ahora digo blanco, y luego ya diré negro

Ahora digo blanco, y luego ya diré negro

La verdad es que el actual Gobierno se está teniendo que comer todas y cada una de sus palabras durante la campaña electoral, e incluso teniendo que rectificar determinadas medidas que ha ido tomando durante estos escasos 6 meses de gobierno.

La última prueba de capacidad tragadera del Gobierno ha venido por parte de la Unión Europea que parece estar obligando al Ejecutivo español a retirar la desgravación por compra de vivienda, sí, sí, esa por cuya eliminación pusieron el grito en el cielo cuando el PSOE la retiró parcialmente, y que luego repusieron nada más llegar al Gobierno.

Parece que no está teniendo los efectos que pensaban que tendrían y se están encontrando con que les está saliendo demasiado cara, es decir, que están teniendo que pagar por desgravación fiscal mucho más de lo que consiguen obtener por los impuestos de las compras de vivienda.

Los expertos económicos ya habían advertido de que era un error volver a recobrar una figura claramente obsoleta y que no aportaría nada nuevo al sistema económico español, más allá de tratar de recuperar las esencias de la burbuja inmobiliaria, aunque con el problema de que el crédito en estos momentos no fluía con la suficiente fuerza.

Una vez más se demuestra que el Gobierno no ha comprendido la dimensión de la crisis. Pensó que con las mismas artimañas de 1996 podría volver a conseguir los mismos resultados, pero no entendió que el sector inmobiliario ya estaba demasiado sobredimensionado y que las empresas públicas de valor ya estaban vendidas al mejor postor.

Con ello, nos encontramos con un Gobierno que está teniendo que dar marcha atrás en todo lo que pensaba, negando la mayor en cada momento e intentando hacer ver a la ciudadanía que es el único camino posible, cuando basta un mínimo de inteligencia para comprender que siempre hay un camino mejor, y éste parte del plan a medio plazo

Un plan que no está teniendo el Ejecutivo, dedicado a gobernar a base de improvisación, exactamente de la misma forma en la que gobernó el gobierno anterior, porque, por mucho que algunos se empeñen, al final todos son iguales.

La Izquierda Plural solicita la dación en pago con carácter retroactivo

Derecho al pataleo

Derecho al pataleo

La dación en pago es una de esas figuras que nos ha estado persiguiendo desde que estallara la crisis, con asociaciones y agrupaciones solicitando su aplicación tanto a las nuevas hipotecas como a las ya constituidas, aunque parecía haberse instaurado como general la opción de que sólo se aplicara a nuevas hipotecas.

Sin embargo, la Izquierda Plural, agrupación parlamentaria que recoge a IU, ICV y CHA, ha presentado una petición en la sede legislativa en función de la cuál apuesta por la aplicación de la dación en pago, pero no sólo para las nuevas hipotecas sino también para las hipotecas ya constituidas siempre y cuando se cumpla un requisito básico.

Un requisito que no sería otro más que se tratara de la vivienda habitual de la familia, y que ésta pudiera demostrar que no tuviera otro inmueble a su nombre. En este caso, la Izquierda Plural considera justo que sea la familia la que decida si quiere apostar por la figura de la dación en pago para resolver la situación hipotecaria, con lo que anularía la deuda a cambio de entregar la vivienda.

Como no podía ser de otra forma, esta petición ha levantado ampollas en el sector financiero que ya se encuentra en graves dificultades como para empezar a plantearse un agujero mayor que supondría la reducción de la deuda hipotecaria de las familias y la acumulación de más stock de viviendas.

Una vez más, los intereses de los ciudadanos colisionan claramente con los de las entidades financieras, que lejos de solidarizarse con la situación a la que se ven sometidos los ciudadanos, prefieren apostar por sus propios intereses creados y generar una situación insostenible para el conjunto de la sociedad.

Es evidente, a poco que se aplique algo el sentido común, que esta propuesta no va a salir adelante y que quedará en una mera petición sin recorrido, más de cara a la galería que con una funcionalidad real que se pueda aplicar a la economía del día a día.

Y es que este es uno de los problemas de la clase política española, que trabajan más en función de la opinión pública que de los intereses comunes.

Seguimos en caída libre en lo que a hipotecas se refiere

Al menos tú llevas paracaídas

Al menos tú llevas paracaídas

En lo que supone la mayor caída de la historia de esta serie estadística, el saldo hipotecario de las entidades financieras cayó este pasado mes de abril en un 7,05%, en tasa interanual, según los datos aportados por la Asociación Hipotecaria Española, hasta situarse en los 966.514 millones de euros.

Pero no sólo eso, ya que en tasa intermensual también nos encontramos con una caída del 0,9%, importante por las cifras que se manejan, y que dejan en entredicho la viabilidad de las tasas por encima del 20% de crecimiento interanual a la que asistíamos un mes sí, y otro también, durante los años de bonanza económica.

En términos absolutos se produjo una reducción de 73.264 millones de euros en comparación con los datos de abril de 2011, y de 8.780 millones de euros con respecto al mes de marzo de este mismo año

Siguiendo con la valoración absoluta nos encontramos con que del total del saldo hipotecario vivo sostenido por las entidades financieras españolas, 887.416 millones de euros pertenece a los bancos y cajas de ahorros (lo que supone una caída del 7,64%), 65.409 millones de euros a las cooperativas de crédito (con una reducción interanual del 4,95%) y 13.689 millones de euros a establecimientos financieros de crédito, los grandes beneficiados de la crisis.

Y es que estos establecimientos, fuera del cauce habitual de entidades que ofrecen hipotecas, incrementaron su saldo hipotecario en un 35% durante el mes de abril, y en comparación con el mes de abril de 2011, lo que certifica, en cierto modo, la existencia de demanda hipotecaria.

Porque los clientes que acaban acudiendo a estos establecimientos financieros de crédito son ciudadanos que han acudido previamente a su banco o caja habitual y han recibido un no por respuesta, lo que les lleva a apostar por esta nueva alternativa.

Con ello no podemos por menos que redundar en la idea generalizada de que los bancos y cajas españoles están haciendo mucho daño a la economía con su incapacidad de participar en la economía real y su obcecación en enrocarse en sus propias necesidades y dificultades financieras, lo cuál está repercutiendo en el bloqueo generalizado de todos los sectores de producción y de consumo.

La Unión Europea gana las elecciones griegas

Buenos chicos, amigos griegos

Buenos chicos, amigos griegos

Aunque pueda parecer un atentado contra la propia idiosincrasia de la democracia, lo cierto es que en estas pasadas elecciones griegas éramos el resto de ciudadanos europeos los que nos jugábamos las habichuelas, porque una victoria de un partido contrario expresamente a las condiciones del rescate griego hubiera provocado una tormenta de consecuencias impredecibles.

Sin embargo, con la mayoría del partido conservador, junto a unos resultados nefastos, pero aceptables, habida cuenta de como están las cosas, del partido socialista, todo apunta a que se debería de formar un gobierno estable que otorgue tranquilidad a los mercados y permita que el Euro siga adelante.

Otra cosa será lo que suceda con los ciudadanos griegos, exprimidos hasta las últimas consecuencias, y que parece que no preocupan a nadie, siendo responsabilizados de todo, sin que ellos sean culpables de nada más allá de dejarse llevar por la ola del capitalismo más atroz.

Pero si nos centramos en los ciudadanos españoles, podemos prever que los resultados electorales han sido positivos, ya que permitirán que los mercados dejen de descontar la salida de Grecia del Euro y comiencen a valorar positivamente el rescate financiero anunciado la pasada semana, que hasta ahora ha servido para bien poco.

Eliminada la incertidumbre sobre el futuro de Grecia dentro del Euro, ya sólo queda aguardar a que los bancos españoles comiencen a solicitar el dinero de la línea de crédito y con ello se encuentren en disposición de sanear sus balances y empezar plantearse la posibilidad de reiniciar la concesión de créditos a familias y pequeñas y medianas empresas.

Todo dependerá, claro está, de como se comporten los mercados, los temidos mercados, durante esta semana, a la espera de que el BCE pueda rebajar el tipo de interés para la zona Euro en un cuarto de punto en su reunión de este próximo mes de julio, ayudando así a que las empresas se decidan a invertir en el futuro.

Incógnitas, incógnitas y más incógnitas, que se ciernen sobre nuestra economía y sobre nuestro modelo de vida, condenados como estamos a vivir sobre la base de lo que sucederá mañana, sin posibilidad de previsión de cara al medio-largo plazo.

La pelota va de tejado en tejado y el rescate sigue siendo papel mojado

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Parece mentira que estemos gobernados por tal pléyade de políticos inoperantes incapaces de llevar a buen puerto un rescate que había tranquilizado a los mercados en un primer momento pero que ante las incertidumbres que se han vuelto a generar los ha vuelto a poner nerviosos.

Y es que si el sábado se anunciaba a bombo y platillo el rescate financiero de España, aunque lo puedes llamar como tú creas más conveniente, a día de hoy, jueves, todavía no conocemos los detalles del mismo más allá de las elucubraciones realizadas desde los diferentes medios de comunicación.

Si se cumplen estas especulaciones al respecto estaríamos hablando de un 3% de interés, de un período de carencia hasta 2017, y de la ausencia de obligaciones macroeconómicas para con el Gobierno español, es decir, que habría que reconocer que las condiciones son muy ventajosas.

Con estas condiciones las entidades financieras españolas ya no tendrían excusa para no sanearse y para no poner en circulación dinero para empresas y familias en forma de créditos, tanto al consumo como a la inversión, para permitir que puedan iniciar su propia senda de recuperación.

Ahora bien, parece que las autoridades europeas no han tenido en cuenta los efectos que se van a producir en los otros países rescatados, los cuáles querrán exigir unas condiciones parecidas a las que ahora obtiene España, y estoy pensando en Grecia, Portugal e Irlanda.

Se puede producir entonces una ola de peticiones de renegociación de los rescates de estos países, que estarían en su derecho de solicitarlas, habida cuenta de lo que ha ocurrido con España, y ello podría provocar que la Unión se volviera a tambalear.

Porque una petición de renegociación provocaría volver a comenzar con todo el proceso que tuvo lugar en los momentos previos a la concesión de los rescates a estos países, alargaría todo en una burocracia interminable y acabaríamos condenados a los pies de los mercados, que esta vez tampoco harían prisioneros.

Por tanto, es de vital importancia que se conozcan de una manera definitiva las condiciones del rescate y con ello consigamos ahuyentar el fantasma de la ruptura de la Unión.

No lo llamen rescate, llamémoslo chollo

El tijeretazo que se nos viene encima

El tijeretazo que se nos viene encima

Tras varias semanas de rumores repetidos este pasado sábado al fin se consumó la realidad y España será rescatada, bueno, su sector financiero en realidad, bueno, algunas entidades del sector financiero, para ser más certeros, y ya puestos a ser tiquismiquis con la palabra, una línea de crédito en condiciones favorables, como nos quiere vender el Gobierno.

Pero no nos podemos engañar, se trata de un rescate puro y duro, con la salvedad de que no es un rescate directo al Gobierno, sino al sector financiero, pero a poco que arañamos en las condiciones nos quedamos con que el tipo de interés del rescate repercutirá en las cuentas del Estado en forma de déficit, lo cuál obligará al Gobierno a tomar nuevas medidas de austeridad.

Por tanto en los próximos meses podemos estar seguros de que el IVA se incrementará, tal vez al 20%, y se eliminarán muchos productos de IVA reducido, además el mercado laboral se volverá a tocar, las pensiones a debatir y el sueldo de los funcionarios a congelar.

Y, ¿para qué nos servirán todos estos esfuerzos?

Pues si somos rigurosos hay que aceptar que era la única solución posible, por mucho que los miembros del Gobierno la estuvieran negando hasta hace dos días. España no podía seguir endeudándose por encima del 6-7%, porque ello es insostenible, y las entidades financieras españoles con dificultades no tenían capacidad para obtener una liquidez que pudiera ayudarles a salir adelante.

Ahora, con esta línea de crédito podemos encontrarnos con que los mercados vuelvan a confiar en la estabilidad del sector financiero español gracias a esta capacidad de liquidez que tendrán las entidades financieras, lo cuál repercutirá en una mayor solidez del sistema.

Un sistema que, entonces, podrá volver a plantearse la recuperación del crédito para la economía real, para las familias y las empresas españolas, pero, eso sí, no podemos pensar que será una recuperación a corto plazo, más bien al contrario, no antes de 2013.

Por tanto, no es cuestión de que descorchemos el champán, es la menos mala de las noticias y una solución a un problema enquistado, pero todavía nos queda un tiempo de sufrimiento.

Europa sigue exprimiendo el limón

Europa sigue haciendo de las suyas

Europa sigue haciendo de las suyas

Si hay algo que todos los analistas financieros tienen claro es la solidez de gran parte del sistema financiero español y el tremendo agujero negro en el que se encuentra una pequeña parte del mismo, perjudicando al conjunto y dando la impresión de que estamos al borde del precipicio.

Que lo estamos, no te digo yo que no, pero es cierto que hay que saber distinguir entre aquellas entidades que sí hicieron bien su trabajo de las que se lanzaron al riesgo supremo sin importar las consecuencias. Una buena inyección de liquidez a estas entidades con problemas hace cuatro años hubiera solventado el problema y habría evitado que se juntara en la misma cesta las manzanas sanas de las podridas.

Ello nos lleva a la realidad actual en la que gran parte del sistema financiero se encuentra sobreprovisionado, estamos hablando de entidades como, por ejemplo, el Banco Santander, BBVA o, incluso, Ibercaja, mientras que otras entidades se encuentran en caída libre sin solución de continuidad, a pesar de las ayudas públicas.

Y ahora la Unión Europea, gran desconocedora de la situación real del sistema financiero español, se tira a la piscina con la idea de exigir mayores provisiones, las cuáles, en muchos casos, no serían necesarias a juzgar por la sostenibilidad de los balances de estas entidades.

Estas provisiones vienen como un requisito previo antes de inyectar dinero en las entidades, como ha solicitado el Gobierno español, en una especie de rescate encubierto al realizarse a través de las entidades financieras y no directamente sobre el Estado español.

Hay que recordar que mayores provisiones repercuten directamente en una reducción drástica del dinero previsto para la concesión de créditos e hipotecas, los cuáles se reducirán aún más ya que las entidades financieras tendrán que guardar más dinero y no dispondrán del mismo para sus clientes.

Vamos a ver en que acaba todo ésto, pero lo cierto es que no tiene muy buena pinta si nos atenemos a lo que ha venido pasando en estos últimos meses, cuando siempre que nos hemos temido lo peor, lo peor ha sucedido, sin ningún rayo de esperanza al que poder aferrarnos.

La sociedad no aguanta más la situación con Bankia

Todos a por Bankia

Todos a por Bankia

Este domingo unos 200 indignados se han manifestado en la Plaza de Lavapiés de Madrid con el objetivo de reclamar una solución real al rescate de Bankia, más allá del beneficio evidente del que está disfrutando la entidad financiera como consecuencia de la inyección de dinero público.

En concreto, los manifestantes reclamaban una medida de clara justicia social, como sería el estatuto de alquiler social para todas las viviendas que la entidad financiera tiene vacías y en propiedad, las cuáles han ido pasando a sus manos como consecuencia de los impagos de las hipotecas y posteriores embargos.

Desde la plataforma de indignados se considera que es de justicia social que estas viviendas vayan a parar a manos de los ciudadanos, los cuáles hemos pagado el rescate a Bankia con nuestro dinero de los impuestos, por lo que no parece de recibo que la entidad financiera pueda seguir manteniendo estos inmuebles sin sacarlos al mercado a precios sociales.

Sin embargo, no parece que Bankia esté por la labor de ofrecer esta posibilidad a los ciudadanos, ni que el Gobierno esté por la labor de presionar a la entidad financiera para que así sea, en un nuevo ejemplo de desgobierno al que asistimos, certificando que seguimos en manos de los mercados, tanto nacionales como internacionales.

Además, hay que reconocer que la manifestación no tuvo el seguimiento que se podía haber esperado, principalmente porque faltó algo de publicidad al acto, por lo que no parece que pueda tener la fuerza social suficiente como para forzar un cambio en la dirección del Gobierno.

En este sentido, desde la plataforma de indignados han iniciado otras campañas con el mismo objetivo de lograr la justicia social. Destaca por ejemplo el crowdfunding que han lanzado para conseguir el dinero suficiente que permita sacar adelante una querella contra Rodrigo Rato, por su mala gestión al frente de Bankia.

En definitiva, la sociedad sigue diciendo basta ante los desmanes de los dirigentes políticos y las altas esferas financieras, pero el problema es que mucha gente sufre pero poca protesta, con lo que los desmanes se siguen produciendo y los responsables se van de rositas.

El PP ya tiene su presa

Ya cayó el objetivo del PP

Ya cayó el objetivo del PP

Cómo diría Jack el destripador, vamos por partes. Es evidente que Miguel Ángel Fernández Ordoñez, Gobernador del Banco de España, no ha cumplido su labor de manera eficaz y se ha ido metiendo en jardines ajenos sin ser capaz de regar el suyo propio, por lo que su dimisión no debería de ser una sorpresa ni una mala noticia para nadie.

Ahora bien, lo que no es de recibo es la campaña mediática a la que se ha visto sometido durante las últimas semanas por parte de la derecha española, tanto política como mediática, responsabilizándole de todos los males de la economía española, independientemente del daño que hacían con ello a España.

Fernández Ordoñez no ha cumplido su labor de supervisión del sistema financiero español y avaló la salida a bolsa de Bankia, cuando ésta se producía sobre la base de un balance más que irregular. Ello ha puesto en tela de juicio a ojos internacionales todo el sistema financiero español, y al borde del precipicio del rescate a la economía española.

Ordoñez se ha dedicado durante todos estos años de crisis a exigir reformas estructurales al Gobierno, mientras que las Cajas seguían siendo un agujero negro del que era muy difícil escapar y las fusiones entre ellas no provocaban más que peores resultados generales para los balances de las mismas.

Ahora se abre un proceso de elección del nuevo Gobernador que, como no podía ser de otra manera, será del ala conservadora, el cuál tendrá que lidiar con una situación realmente peliaguda y de difícil resolución, con una economía española que no parece tener solución en el corto-medio plazo.

El problema es que toda esta situación no hace sino revertir en contra de los ciudadanos, de las familias y de las pequeñas y medianas empresas, que se chocan de frente con las dificultades del sistema financiero español para financiarse y, por tanto, para poder ofrecer créditos a las familias y empresas, a lo que se añade la alta morosidad que prefieran otras fuentes de ingresos.

En definitiva, Miguel Ángel Fernández Ordoñez no pasará a la historia como el mejor Gobernador del Banco de España, pero hay que reconocer, para ser justos, que no tiene la culpa de todo como el PP nos quiere hacer creer.