Archivo del Autor: Edmart Rusan

Agua de borrajas

Todo queda, una vez más, en agua de borrajas

Todo queda, una vez más, en agua de borrajas

Los políticos, como los malos amantes, siempre acaban decepcionando, y esta ocasión no iba a ser menos. Tras anunciar a bombo y platillo el pacto entre los dos grandes partidos políticos de este país con supuestas mejoras en el marco legislativo hipotecario, nos hemos encontrado con que todo ha quedado en nada, con papel mojado que acaba por beneficiar a casi nadie y no hace sino generar aún más frustración entre la ciudadanía.

Se preveía una moratoria hipotecaria de verdad, una paralización de los desahucios para la gran mayoría de los ciudadanos, pero todo se ha quedado en restricciones, restricciones y más restricciones, de manera que en los titulares de prensa todo queda muy bonito, con el acuerdo entre los dos partidos, pero en realidad todo se queda en nada, en absolutamente nada.

Porque la única salida a la actual crisis económica pasa por asegurar la vivienda a las familias que realmente lo necesitan. Hubiera bastado una moratoria hipotecaria para todas las familias que sólo contaran con una vivienda y ésta fuera su residencia habitual, con ello se hubiera evitado la especulación y se hubiera conseguido proteger a estas familias.

Pero claro, el peso del sector financiero es demasiado importante y las deudas de los políticos con los banqueros demasiado grandes. El temor ante posibles, aunque improbable, impagos de la mayoría de los ciudadanos haces que los bancos se pongan la venda antes de la herida e intenten protegerse de algo que todavía no ha sucedido.

La consecuencia más evidente es que nos encontraremos con una situación que se seguirá perpetuando en el tiempo sin una solución plausible que pueda hacernos pensar en un futuro prometedor, más bien en una historia mil veces repetida en la que siempre perdemos los mismos y siempre acaban ganando los mismos, los bancos.

Lo más triste de todo es que el PP cree que con esta reforma hipotecaria a medias se ha conseguido apuntar un tanto, cuando nada más lejos de la realidad, ya que la sociedad, hastiada ya de tanta mentira repetida y reiterada que no hace sino repercutir en los más necesitados y en aquellas personas con menor capacidad adquisitiva y menores posibilidades ante la situación económica actual.

A buenas horas mangas verdes

Siempre tarde, muy tarde

Siempre tarde, muy tarde

Cómo siempre suele suceder la política marcha detrás, muy detrás, de la calle y por fin parece que anoche el PP y el PSOE han llegado a un acuerdo sobre los desahucios en nuestro país, una modificación legislativa que, aunque todavía no es oficial sí que presentará los siguientes puntos estrella:

1. Moratoria: Todas aquellas familias más desfavorecidas, aunque todavía no han quedado fijados los requisitos para ser consideradas como tal, tendrán una prórroga de dos años en el pago de sus hipotecas, a partir de cuyo momento tendrán que empezar a volver a hacerse cargo de sus deudas.

2. Valor de la vivienda: En estos momentos las familias con todos sus miembros en paro pueden detener el desahucio de su vivienda por impago si el valor de éste no supera los 200.000 euros. Con la modificación legislativa se intentará incrementar este umbral con la posibilidad de llegar incluso a duplicarlo en el caso de familias numerosas.

3. Umbral de ingresos: Se fijará unos ingresos mínimos por debajo de los cuáles no se podrá ejecutar un desahucio. La cantidad que ha salido de manera extraoficial es de 19.000 euros, es decir, 2,5 veces el SMI.

4. Avalistas: Se intentará proteger la figura del avalista para que su responsabilidad esté más limitada y sólo se pueda ir contra ellos en el caso de que estén apuradas todas las pobilidades contra el deudor.

En definitiva, se trata de medidas que, a priori, buscan la protección de las familias y lo cierto es que, de alguna manera sí que lo puede conseguir, al menos en la teoría del papel. Ahora habrá que ver como se implementan estas ideas en el día a día de las familias con una hipoteca a cuestas, porque de buenas leyes está lleno el limbo de la realidad.

En cualquier caso todo parece que llega demasiado tarde, con demasiadas familias hundidas en la miseria como consecuencia de las dificultades hipotecarias acumuladas durante meses y meses de falta de ingresos de manera reiterada, y, la retroactividad, que era una de las reivindicaciones de los grupos de presión popular no parece que vaya a ser ni tan siquiera tenida en cuenta.

Alquiler social en lugar de dación en pago

Migajas del pobre

Migajas del pobre

Ante el miedo que el sector financiero sigue provocando entre los partidos políticos nacionales, tanto el Gobierno como la oposición parecen haberse puesto de acuerdo en la opción de apostar por el alquiler social como una manera de contentar a su electorado a la vez que no perjudican demasiado al sistema financiero.

¿En qué consiste el alquiler social?

Se trataría de obligar a la entidad financiera correspondiente a negociar un alquiler social con su cliente en caso de que éste no pudiera hacer frente al pago de las cuotas hipotecarias, de forma que se fijara una renta mensual en función de los ingresos del cliente hasta que la situación volviera a la normalidad.

Sería una especie de carencia, pero en lugar del pago de los intereses se estaría abonando un alquiler por la vivienda. En esta situación la entidad financiera se garantizaría unos ingresos, algo menores, eso sí, pero ingresos al fin y al cabo, mientras que el cliente podría mantener su vivienda en estos tiempos difíciles.

La gran ganancia de las entidades financieras es que de esta forma conseguirían no perder tanto dinero como sí harían en caso de la dación en pago, que les obligaría a hacerse con una vivienda por un precio muy inferior al que fijaron inicialmente en la hipoteca, perdiendo con ello mucho dinero, ya que el valor de mercado de estos inmuebles hoy en día está por los suelos.

En definitiva, se trata de contentar a la mano que te da de comer, porque no podemos olvidar la gran cantidad de créditos y préstamos que han sido condonados por parte de las entidades financieras a los partidos políticos bajo la idea de que con ello se conseguiría un futuro más prometedor para dichas entidades, como el tiempo se ha empeñado en demostrarnos con las continuas ayudas que están recibiendo.

Porque aunque el propietario de la vivienda pueda seguir viviendo en la misma pagando el alquiler social, no se contempla la posibilidad de que éste prefiriera en un momento dado deshacerse de la misma mediante el proceso de dación en pago, con lo que los ciudadanos volvemos a salir perjudicados en favor de los bancos y cajas.

¡Qué viva el desplome del Euríbor!

Las cuentas siguen sin salir

Las cuentas siguen sin salir

Si alguien nos hubiera dicho hace unos años que el Euríbor estaría por debajo del 1% le hubiéramos tachado de iluminado, en la peor de las acepciones de la palabra, y si hubiera osado a anticipar un valor del indicador hipotecario sobre el 0,65% nos hubiéramos reído en su cara, mandándole a la hoguera en el mismo momento en el que nos hubiera hablado de una comparativa interanual en caída de un punto porcentual y medio.

Sin embargo, la realidad siempre supera a la ficción y ese ese el panorama con el que nos encontramos en este mes de octubre. El Euríbor sigue marcando sus mínimos históricos y cerrará este décimo mes del año en valores sobre el 0,65%, lo que supone el valor más bajo desde que se utiliza el Euríbor como principal índice para el cálculo del tipo de interés de las hipotecas.

Por tanto, no podemos por menos que decir que nos encontramos en un buen momento para todas aquellas familias que ya tienen contratada una hipoteca, porque, en caso de que no tengan cláusula suelo podrán disfrutar de un ahorro importante en sus cuotas mensuales, y en el caso de que sí que la tengan instaurada, al menos sus cuotas se mantendrán estables.

Otra cosa es lo que sucede con las familias que intentan obtener una nueva hipoteca ahora, ya que a pesar de que el Euríbor está por los suelos, la verdad es que el diferencial que se está aplicando por las entidades financieras hace que todo quede en nada y que el tipo de interés resultante acabe siendo elevado para los tiempos que corren.

En definitiva, nos alegramos de la caída del Euríbor, porque en líneas generales es una buena noticia, pero no tan buena como podría serlo por culpa de las entidades financieras que quieren seguir ganando dinero a costa de los ciudadanos de una manera legal, pero ilegítima, y de las propias administraciones públicas que no son capaces de hacer fuerza contra las entidades a las que han estado financiando en estos últimos años a base de ayudas públicas que acaban por caer en saco roto en lo que a beneficio general de la sociedad se refiere.

La vivienda sigue cayendo, pero ¡sigue sin ser suficiente!

Seguimos hundiéndonos

Seguimos hundiéndonos

Todos los expertos económicos nos advirtieron de la situación en la que nos encontrábamos en plena burbuja inmobiliaria y de las dificultades con las que nos encontraríamos en cuanto la burbuja estallara, bueno no todos, sólo algunos, pero el caso es que se veía venir, y entonces se apuntaba a que los precios de la vivienda debían de caer drásticamente antes de que nos pudiéramos empezar a plantear la recuperación.

Pues bien, según el Indice de Mercados Locales que elabora periódicamente la tasadora Tinsa, una de las más importantes del país, el precio de la vivienda en nuestro país ha caído un 46,5% de media desde que se alcanzaran los máximos históricos en el año 2007, es decir, que según estos datos nos encontramos con que los precios se han reducido en casi la mitad.

Y no es sólo que nos encontremos con precios que se han desplomado, sino que además el proceso parece seguir sin solución de continuidad a juzgar por los valores que cada trimestre van apareciendo. Si nos atenemos a los valores que ofrece la propia Tinsa nos encontramos con que en el tercer trimestre de este año 2012 la caída de precios ha sido de un 11,5%, similar a la caída que se experimentó en el trimestre inmediatamente anterior.

Las Comunidades Autónomas con una mayor caída de los precios de la vivienda fueron Cataluña, Navarra, Baleares y Aragón, con un descenso respectivo del 19,1%, 16,8%, 15,4% y del 15%, es decir, claramente por encima de la media nacional, agudizando su situación de crisis importante en la que se encuentran inmersos.

Pero la situación se agrava aún más sin tenemos en cuenta que se considera que los precios de las viviendas tienen que seguir cayendo durante los próximos meses ya que la creación del banco malo debería, al menos en teoría, generar un descenso en los precios de los pisos de en posesión de las entidades financieras.

Es decir, que el próximo índice no debería de ser muy diferente, incluso peor, que el actual y ofrecernos una situación realmente desoladora en lo que al sector inmobiliario se refiere, provocando una perpetuación de la crisis sin un límite temporal claro.

Seguimos sin hipotecas

El sector hipotecario sigue en su pozo sin fondo particular

El sector hipotecario sigue en su pozo sin fondo particular

La nueva estadística del Instituto Nacional de Estadística referente a las hipotecas concedidas durante este pasado mes de agosto no deja títere con cabeza ya que refleja una caída del 28,5% en el número de hipotecas constituidas en tasa interanual, hasta completar un volumen global de 21.106 préstamos hipotecarios, un valor que nos retrotrae al año 1995, justo en el peor momento de la última crisis vivida por nuestra economía hasta la actual.

Es decir, que nos encontramos con un sector hipotecario que, muy lejos de iniciar la senda de la recuperación, sigue cayendo en picado sin solución de continuidad y sin que parezca que haya luz en el horizonte a juzgar por las perspectivas de todos los expertos económicos que siguen apostando a la baja con la economía española.

Esta caída de hipotecas no hace sino reflejar el estado del sector financiero español, que sigue anclado en sus propios problemas internos, y que se encuentra empantanado hasta decir basta con la presión incesante y constante de las autoridades europeas y sin que nadie quiera hacer nada para intentar remediarlo.

Ahora bien, esta situación viene provocada por el propio sector financiero, no nos engañemos, ya que las entidades financieras concedieron préstamos hipotecarios muy por encima de sus posibilidades (permanente letanía utilizada en contra de la ciudadanía), ya que se olvidaron de las buenas prácticas financieras que determinan la concesión de créditos en función de los depósitos obtenidos y se lanzaron a la obtención de liquidez a través de los mercados mayoristas.

De aquellas tierras estos lodos, y ahora están totalmente apalancados, haciendo que la concesión de hipotecas se desplome, negando el crédito a los autónomos y empresas y con ello redundando en la actual situación de crisis en la que nos encontramos inmersos.

Y el problema es que no sólo están negando los créditos hipotecarios, sino que además, los que se están concediendo tienen unas condiciones realmente duras, con un tipo de interés medio del 4,23%, según los propios datos del INE para el mes de agosto, algo realmente paradójico si tenemos en cuenta los valores actuales del Euríbor, superando los mínimos históricos del indicador.

La decepción del banco malo

Papel mojado

Papel mojado

A pesar de que la semana pasada nos congratulábamos de la creación del banco malo bajo el prisma de que con ello se conseguiría una importante rebaja en el precio de las viviendas, ahora nos tenemos que despertar del sueño a tenor de las informaciones que han venido apareciendo en estos últimos días.

Según diferentes expertos, que citan fuentes del Ministerio de Economía, el banco malo dispondrá principalmente de suelo en lugar de viviendas. Es decir, que el número de viviendas que este banco malo podrá poner a disposición de los ciudadanos será muy limitado, en contraposición al suelo que pondrá en manos de los promotores y constructores.

Es decir, nos encontramos, una vez más, con la injusticia de una medida que beneficiará a los constructores en detrimento del ciudadano de a pie, que tras frotarse las manos con la promesa inicial ahora se encontrará con que todo quedará en agua de borrajas.

Podemos intuir entonces que el Gobierno busca dinamizar el sector inmobiliario poniendo en manos de promotores y constructores solventes el suelo de otros que no lo fueron a precios altamente competitivos.

Sin embargo, mucho me temo que esto no resuelve el problema, ya que los pisos seguirán con precios artificialmente elevados, beneficiando a la vez a la banca, pero perjudicando a los ciudadanos y a la economía en general.

Porque no podemos perder de vista el hecho de que necesitamos que el precio de la vivienda toque suelo de una manera definitiva para que podamos empezar a hablar de una recuperación.

Por tanto, el Gobierno se vuelve a equivocar en la dirección de sus medidas, bajo la ceguera de devolver favores debidos y manteniendo sus intereses creados, perjudicando, de nuevo, a los ciudadanos que somos los que les hemos votado.

En definitiva, nos enfrentamos de nuevo a la ceguera general de los políticos europeos, en general, y españoles, en particular, en función de la cual priman los intereses de las grandes corporaciones y de las grandes empresas en detrimento de los ciudadanos, sin percatarse de que sin unos ciudadanos que puedan consumir todo lo demás carece de ningún sentido.

Alquiler, venta, o lo que sea

Cualquier opción es válida

Cualquier opción es válida

En un contexto como el actual en el que la venta de vivienda sigue por los suelos, en parte por la crisis económica, pero también en gran parte por la especulación y el miedo, cada vez es más difícil que los ciudadanos que se han visto encorsetados con una vivienda comprada durante la burbuja inmobiliaria puedan ahora deshacerse de este cargo mensual.

Por ello, cada vez más habitual encontrarnos con diferentes alternativas a la venta, de forma que muchas veces parece que el vendedor está esperando que el comprador ofrezca una forma viable, cualquiera, para poder deshacerse de la misma y de los pagos mensuales.

Lo más habitual está siendo intentar utilizar el alquiler como vía de escape más rápida. De esa forma el dueño de la vivienda puede conseguir unos ingresos regulares que, aunque en muchos casos no llegan a cubrir el pago mensual de la hipoteca sí que permite reducir la carga de la misma facilitando así el sobrevivir mes a mes.

Otra de las alternativas que se está utilizando es el alquiler con derecho a compra, una opción que gana adeptos día a día. Con ello, el dueño de la vivienda consigue los mismos ingresos mensuales que con el alquiler y el comprador consigue mantener viva la cultura española de la compra y evitar ese concepto erróneo de que el alquiler es una manera de tirar el dinero.

Los expertos inmobiliarios consideran que esta opción del alquiler con derecho a compra acabará sustituyendo a la compra habitual ya que dota de flexibilidad al sistema de compra-venta, de forma que el comprador tiene la libertad de poder marcharse antes de ejercer el derecho a compra, con lo que todo habría sido un alquiler habitual, mientras que se guarda la opción de mantener una opción de compra de la vivienda, con lo que ganaría una vivienda reduciendo la totalidad, o parte, de las cuotas ya pagadas vía alquiler.

En definitiva, en un escenario de dificultad el ingenio se agudiza hasta el punto de encontrar las vías de escape a la situación actual para el bien de compradores y vendedores.

¿Bajará el precio de la vivienda?

La verdadera realidad del sector

La verdadera realidad del sector

A pesar de que en un principio el Gobierno español había negado por activa y por pasiva la opción de la creación del banco “malo”, algo que se le había venido recomendando durante largo tiempo, su recapitulación en favor de esta opción puede generar un importante vuelco en el mercado inmobiliario español con una más que esperada caída de los precios de la vivienda en nuestro país.

¿Por qué bajará el precio de la vivienda?

Hasta ahora nos encontrábamos con un mercado de la vivienda artificialmente dirigido por las entidades financieras que mantenían el precio de los pisos que tenían en cartera demasiado alto, aprovechando el monopolio de financiación del que disfrutaban y siguen disfrutando ante los ciudadanos que quieren lanzarse a la compra de una vivienda.

De esta forma, para no perder dinero en sus balances valoraban las viviendas que habían embargado por su precio de adquisición en lugar de por su precio actual de mercado, con lo que, si tenemos en cuenta que la tendencia del precio de la vivienda ha sido claramente a la baja en estos últimos años generaba un desfase importante.

Ello hacía que los particulares que quisieran vender su vivienda no bajaban tampoco el precio tanto como deberían, ya que se movían en un escenario de precios altos, convirtiendo la situación en la pescadilla que se mordía la cola.

Entonces, con la creación del banco “malo” las viviendas comenzarán a valorarse por su precio de mercado de una manera definitiva produciéndose un vuelco evidente en el precio de los inmuebles de nuestro país, claramente a la baja, permitiendo así la adecuación general a la realidad que estamos viviendo en estos momentos.

Esto es importante porque es la única manera de que se pueda iniciar la recuperación del sector inmobiliario en España, porque se necesita, ante todo, que el precio toque fondo de una manera definitiva. A partir de ese momento podemos empezar a plantearnos la lenta y paulatina mejora del sector en favor de precios más competitivos y de ausencia de chantaje, en virtud del poder de la financiación, por parte de las entidades financieras.

Un rayo de esperanza o la antelación de la subida del IVA

A la rica vivienda, oiga

A la rica vivienda, oiga

Según los datos que ha publicado el Instituto Nacional de Estadística sobre la compraventa de viviendas nos encontramos con que, ¡al fin!, los datos son algo positivos, con un crecimiento del 3% durante este pasado mes de agosto, en tasa interanual, hasta totalizar un volumen de 27.708 operaciones de compraventa de las que un 49,8% se ejercieron sobre viviendas de segunda mano y un 50,2% sobre viviendas nuevas.

Estos datos que podrían tomarse como un rayo de esperanza, deben de ser tomados en perspectiva para comprobar que, en realidad, no aportan ninguna solución plausible a la actual situación, ya que puestos en contexto nos encontramos con que se produjeron durante el mes inmediatamente anterior a la subida del IVA.

Por tanto, es lógico pensar que muchos compradores adelantaron el momento de la compra para poder ahorrarse así el incremento impositivo que tuvo lugar a partir del 1 de septiembre, relativizando, por tanto, la importancia de la subida de compraventa de viviendas, quedándose ésta en nada.

Los expertos de la cuerda del gobierno confían, por otro lado, en que este incremento del mes de agosto se convierta en tendencia durante los próximos meses basándose en la creación del banco malo que debería de ayudar a rebajar los precios de la vivienda en nuestro país, al hacer que las propias entidades financieras empiecen a valorar las viviendas que tienen en cartera por su precio real de mercado y no por el precio de adquisición.

Pero retornando a los datos presentados por el INE, nos encontramos con que en tasa intermensual, es decir, en la comparativa entre los datos del mes de agosto y los de julio, tenemos que se produce un incremento del 1,2%, muy inferior al repunte que habíamos observado en el mes anterior, ya que julio con respecto a junio supuso un crecimiento del 7,8%.

Y en el desglose regional, tenemos que el mayor número de compraventas por cada 100.000 habitantes, La Rioja lidera el ránking con 106, seguida de Baleares, con 101 y Comunidad Valenciana, con 99. En términos absolutos, más del 60% de las compraventas se realizaron en Andalucía, 5.526, Valencia, 4.073, Cataluña, 3.835 y Madrid, 3.343.

En definitiva, datos que no invitan precisamente a la esperanza en cuanto se hurga un poco en la noticia, más allá del titular.

¿Bajarán los pisos con el banco malo?

¿Seguimos con el agua al cuello?

¿Seguimos con el agua al cuello?

Curiosa metamorfosis la que ha sufrido nuestro Ministro de Economía que ha pasado de negar una y mil veces la posibilidad de la creación de un banco malo para la maltrecha situación financiera de muchas entidades nacionales a valorar positivamente todo lo que puede generar para la economía en su conjunto, especialmente de cara al descenso del precio de la vivienda, cosas de la política, supongo.

Aún así, no podemos negar que De Guindos tiene razón. Uno de los principales lastres de la economía está siendo que las viviendas no están descendiendo tanto como deberían ya que las entidades financieras se niegan a depreciar el valor de sus activos, de todas esas viviendas que han estado embargando durante todos estos años de crisis.

Ello ha provocado un desajuste claro en el sector con lo que no ha podido lograr la recuperación que debió de haberse producido ya hace unos meses, porque las entidades financieras han estado manteniendo precios desorbitados en un momento de coyuntura económica que pedía precisamente lo contrario, aprovechando su capacidad para mantener clientes cautivos gracias a su monopolio en concepto de financiación para los clientes.

Según los expertos en la materia, con la creación de una entidad financiera “mala” los bancos y cajas podrán derivar hacia ella sus activos tóxicos, aquellas viviendas que han perdido gran parte de su valor, y éstos serán vendidos al precio que corresponde en el mercado, con lo que se beneficiarán las propias entidades, que aunque sufrirán pérdidas, al menos se desharán de sus activos tóxicos, y los propios ciudadanos que podrán acceder a viviendas mucho más económicas.

A pesar de que ya se han lanzado pequeños trazos de como se orquestará este banco malo lo cierto es que todavía no tenemos clara la letra pequeña con lo que no podemos pronunciarnos sobre su viabilidad futura en un escenario de recesión económica como la actual. Sin embargo, todo apunta a que podemos estar ante la solución menos mala para conseguir que las entidades financieras solventes no se contagien de la situación que han generado el resto de entidades, especialmente las Cajas, gobernadas en su mayoría por políticos caprichosos y guiados por los intereses creados.

Cuanto tenemos que aprender de los americanos, al menos en esto

Ya podrían sufrir lo mismo las entidades financieras españolas

Ya podrían sufrir lo mismo las entidades financieras españolas

En un momento como el actual en el que la sensibilidad hipotecaria, financiera y bancaria está a flor de piel, noticias como la que nos llega desde el otro lado del charco no hacen sino echar sal en la herida que tenemos abierta todos los ciudadanos españoles.

Viendo como las autoridades europeas no hacen sino ayudar a las entidades financieras, no digo que sin razón, ni con ella tampoco, el comprobar como la ciudad de Nueva York haya decidido demandar al gigante financiero JPMorgan por fraude hipotecario nos pone los pelos como escarpias.

Porque después de haber ayudado a su sistema financiero, como el inicio de la crisis demandaba, ahora ha llegado el momento de empezar a exigir responsabilidades, algo que todavía no hemos hecho en Europa, y en lo que los Estados Unidos se nos ha adelantado.

La base de la demanda está en las hipotecas de alto riesgo que aceptaron los directivos de JPMorgan sin el sustento económico y financiero de las familias necesario como para garantizar el pago de las cuotas resultantes, y el haber utilizado estos productos hipotecarios de alto riesgo como garantía y aval de otras operaciones financieras.

Según las propias autoridades de la ciudad de Nueva York, este sólo es el principio de toda una serie de demandas contra las entidades financieras que realizaron abusos durante los años de crecimiento económico y que han provocado gran parte de la terrible crisis que todavía nos asola.

Viendo este comportamiento, los españoles nos preguntamos como es posible que los directivos de las Cajas que se dedicaron a malversar el dinero de todos los contribuyentes y ahorradores se vayan de rositas, o peor aún, cobrando indemnizaciones millonarias sin tener que dar la cara por ningún tipo de responsabilidad.

Lo justo sería que todas estas personas que tuvieron en sus manos miles de millones de euros pasaran a disposición judicial para, al menos, responder con su patrimonio por el tremendo agujero que provocaron en las cuentas de estas instituciones, que ahora han tenido que desaparecer.

Porque no podemos olvidar que las Cajas realizaban un servicio a la comunidad, dotándonos de integración y desarrollo territorial, que ahora ha pasado a mejor vida en favor del negocio puramente financiero de los bancos. Y toda la culpa de ello la tienen los directivos de las mismas, políticos y sindicalistas en su mayoría.