Archivo del Autor: Edmart Rusan

Como nos estafaron con las hipotecas subprime

El Modus Operandi de la gran estafa

El Modus Operandi de la gran estafa

Seguro que todos hemos oído hablar miles de veces de las hipotecas subprime durante el estallido de la crisis, y seguro que todos las hemos maldecido una y otra vez por el daño que nos han causado, pero hasta ahora no habíamos escuchado a ningún responsable de ninguna entidad reconociendo el negocio y como operaban.

Ha tenido que ser el diario El País, en un magnífico reportaje que publicó el domingo, 12 de diciembre, el que ha conseguido que el Director de CreditServices, Javier López, hable abiertamente sobre como funcionaba su negocio y en que basaban su tremendo crecimiento. No hay que olvidar que esta empresa llegó a tener 596 oficinas y firmaba 50.000 hipotecas al año.

Como Javier López dice en el reportaje, su público objetivo era la población inmigrante que llegaba a España con una familia, es decir, con voluntad de echar raíces en nuestro país. Este público no tenía acceso a la red oficial de hipotecas a través de entidades tradicionales y tenían que recurrir a empresas de intermediación financiera, como CreditServices, para optar a la compra de una vivienda.

Entonces, recibían la gran noticia. Se les ofrecía hasta el 120% de tasación de la vivienda, con lo que se cubría el coste total de la operación, incluyendo todas las comisiones aplicadas, y bastaba con que llevaran tres meses en el país. Eso sí, el tipo de interés que tenían que pagar era más elevado que el de mercado en ese momento.

Estas hipotecas eran concedidas por bancos estadounidenses que encontraban así un negocio redondo, ya que cobraban tipos de interés muy elevados con lo que ingresaban más dinero por sus hipotecas concedidas. Aunque, eso sí, se trataba de hipotecas contaminadas.

Todos los analistas coinciden en que una hipoteca sin riesgo para una entidad financiera debe de estar concedida por el 80% del valor de tasación, para evitar vaivenes en los precios y debe de suponer un esfuerzo económico del núcleo familiar de hasta el 35%. Pues bien, todas las hipotecas firmadas por CreditServices y por empresas similares estaban, claramente, en la zona de riesgo.

Entonces, era cuestión de tiempo que la situación estallara y con ello se llevara a las pobres familias que no podían pagar sus hipotecas, y a las entidades financieras que arriesgaron demasiado.

Se cerró la sangría hipotecaria

La sangría comienza a reducirse

La sangría comienza a reducirse

La sangría hipotecaria que habíamos estado viviendo durante los últimos dos años, por la reducción de la demanda de las familias, y el cierre, casi absoluto, del grifo del crédito por parte de las entidades financieras ha llegado a su fin, a tenor de los últimos datos publicados por el Banco de España.

Según estos datos en octubre se produjo un incremento en la deuda hipotecaria de un 0.6%, con respecto al mismo indicador del año anterior. En concreto, estamos hablando de 678.095 millones de euros de deuda hipotecaria en nuestro país.

Si dejamos a un lado los meses previos al incremento del IVA en los que se produjo un incremento importante, y si tenemos en cuenta que los meses de agosto y septiembre sufrieron la caída tras un alza irregular, parece que octubre por fin ha estabilizado la tendencia y habida cuenta de que la eliminación de la desgravación fiscal no está teniendo el efecto que en un principio se podía pensar, muestra una recuperación general del sector.

Al menos ya no se está produciendo la caída que habíamos estado viendo durante toda la crisis, y una vez que nos movemos en cifra de más/menos 1%, podemos hablar de estabilidad, plataforma necesaria e indispensable para comenzar la senda de la recuperación.

Es de prever que en el año 2011, siguiendo el cauce de la recuperación económica en la que todos los analistas coinciden, certifique este cambio de tendencia y poco a poco nos vayamos moviendo de manera regular en cifras de crecimiento hipotecario sostenibles y sostenidos.

Este incremento de las hipotecas tirará, indefectiblemente, del sector inmobiliario que aunque nunca llegará, al menos no en el futuro cercano, a las cifras en las que se movió durante el mayor esplendor de la burbuja, sí que iniciará un camino sin vuelta atrás hacia cierta normalización.

La cuál repercutirá en una mejora del nivel económico del país, todavía muy dependiente de este sector, y con ello de todos los ciudadanos, debido a los empleos directos e indirectos que el ladrillo sigue produciendo en España, a pesar de promesas electorales de cambio de estructura productiva, la cuál, como tantas otras, se ha quedado en el limbo.

Nada de nada

José Blanco, pensando en su futuro cargo de Consejero en una Corporación financiera

José Blanco, pensando en su futuro cargo de Consejero en una Corporación financiera

Y vuelve la burra al trigo en el Gobierno, a cada nueva propuesta por parte del resto de partidos políticos para que se empiece a generalizar por ley la opción de la dación en pago en las ejecuciones hipotecarias, el Ejecutivo responde siempre con una negativa rotunda y contundente.

Porque el Gobierno se ha propuesto claramente mantener vivos los intereses del sector financiero, sabedores de la importancia de este sector para la economía en su conjunto, sin importarles que atrás queden los ciudadanos sin otra capacidad de respuesta más que el pataleo.

Desde el comienzo de la crisis el Gobierno ha despejado todas las dudas que pudiera haber sobre sus preferencias y se ha decantado siempre por proteger los intereses de la banca y del sector financiero en su conjunto. Primero fueron los avales a todas las posiciones de las entidades financieras, sin exigir nada a cambio, lo que provocó el injusto bloqueo a la circulación del crédito por parte de los bancos y cajas.

Y ahora nos viene con el bloqueo de un posible debate parlamentario sobre la opción de la dación en pago como resolución a los procesos de ejecución hipotecaria, lo cuál sería claramente más justo y equitativo para con los ciudadanos, independientemente de lo que sucedería con los bancos y cajas.

Sin embargo, algún favor debe de haber pendiente, alguna financiación hecha como trato de favor, o algún puesto de Consejero en cualquier da las empresas dominadas por el sector financiero debe de estar en juego, que el caso es que el Gobierno se sigue cerrando en banda.

A pesar de que la dación en pago ya se ha estado utilizando durante muchos años en países como Estados Unidos, con corporaciones bancarias de gran poder, o en Francia, de tradición financiera importante. Pero en España nada de nada, seguimos con la injusticia de que un hipotecado pierda su vivienda y mantenga la deuda a pesar de los pesares.

Son estas medidas las que están desconcertando a los votantes socialistas, que ya no saben a lo que atenerse con su propio partido, porque casi todas las últimas decisiones se están alejando peligrosamente de la izquierda y decantándose, más peligrosamente, hacia la derecha.

Izquierda Unida utiliza las hipotecas para hacer política

Izquierda Unida quiere hacerse notar

Izquierda Unida quiere hacerse notar

Parece que Izquierda Unida quiere aprovechar la crisis que nos está golpeando por todos lados, por derecha y por izquierda, para rascar votos por el ala izquierda del PSOE, para lo que se está aliando con aquellas posiciones que más cercanas se encuentran al ciudadano, y, sin duda, la que más nos afecta a todos es el tema de las hipotecas.

Ya lo anunciaron hace un tiempo, y aquí nos hicimos eco, pero ahora lo han presentado de manera formal dentro de su “Plan de Iniciativa Social frente al desempleo y las consecuencias de la crisis”, cuyo pomposo nombre no hace más que dotar de cierto sentido común a todas las políticas sociales y económicas ejercidas por los gobiernos.

Referidos a lo que nos toca, al tema de las hipotecas, y como ya habían anunciado, su propuesta estrella es la formalización de la dación en pago como forma única de finalización de una ejecución hipotecaria. Por si todavía hay alguien que desconozca el concepto, se trataría de que la deuda hipotecaria quedara zanjada con la entrega del bien hipotecado, en este caso, la vivienda.

En la actualidad, la deuda se mantiene si el valor de venta del inmueble queda fijado por debajo del valor de la deuda, quedando ésta por la diferencia entre ambas cantidades. El sentido común nos dice a todos que la ley actual es injusta y que la dación en pago es la única forma viable, pero ahora habrá que dejar actuar a los favores debidos y las obligaciones adquiridas por los partidos políticos.

Por otro lado, también presenta una medida más discutible, como es la paralización de la ejecución hipotecaria si uno de los miembros de la unidad familiar se encuentra en situación de desempleo. Esta medida puede ser muy popular, pero si somos serios no tiene ningún fundamento, ni jurídico ni económico.

El aceptar una propuesta de este tipo pondría en peligro el funcionamiento mismo de la economía y la validez de los contratos privados. Por lo que no lo veo más que como un toque de propaganda política, que nunca viene mal.

Ahora habrá que ver si Izquierda Unida consigue captar algún voto a través de este toque de atención a la izquierda electora de este país. El primer envite nos llega ya con las elecciones municipales y autonómicas.

Una de cal y otra de arena

El sector inmobiliario español es un vaivén de alegrías y tristezas

El sector inmobiliario español es un vaivén de alegrías y tristezas

El sector inmobiliario español está viviendo una auténtica noria de cambios drásticos en las cifras que maneja, tan pronto son positivas como se vuelven negativas, y viceversa, en una locura muy difícil de sostener que hacen que las empresas que operan en el sector y los ciudadanos que se lanzan a la compra de viviendas no sepan a que atenerse.

El viernes pasado supimos que el número de hipotecas constituidas durante el mes de septiembre había caído en casi un 16%, en tasa interanual, y aunque tomando como referencia el mes de agosto había un leve crecimiento del 3%, lo preocupante es el tremendo descenso en un año, y que sea ya el quinto mes en el que se da esta situación.

Sobre todo teniendo en cuenta que nos encontramos en un año en el que el adelantamiento de la inversión inmobiliaria está siendo la nota predominante, con dos fenómenos que han hecho que el que pudiera intentara adelantar la compra de la vivienda.

Así, hasta julio nos encontrábamos con el fenómeno del IVA. Con la modificación de la tasa de IVA, pasando del 7% al 8%, todo aquel que tenía en mente la compra de una vivienda intentó formalizarla antes del 1 de julio para ahorrarse este punto porcentual de impuestos.

Y, por otro lado, tenemos la eliminación de la desgravación fiscal que tendrá lugar a partir del 1 de enero de 2011, lo que podía haber tirado también de la demanda para aprovechar así un elemento interesante para el ciudadano, aunque distorsionador para el mercado.

Sin embargo, ni uno ni otro parece haber sido suficiente para hacer frente al recorte del crédito que las entidades financieras vienen realizando desde el estallido de la crisis con el objetivo de sanear sus cuentas y no entrar en problemas en el corto plazo.

Este recorte del crédito está provocando que se formalicen pocas hipotecas, poco más de 50.000 durante el mes de septiembre, independientemente de que los ciudadanos estén solicitando préstamos hipotecarios, o no. De esta forma, no sería de extrañar que la cosa siguiera por los mismos derroteros de aquí a final de año.

En esto, como en tantas otras cosas, son los bancos los que determinan el funcionamiento del sistema.

El Euribor nos vuelve locos

Locos de remate, así terminaremos todos ante las idas y venidas del Euribor

Locos de remate, así terminaremos todos ante las idas y venidas del Euribor

El Euribor ha decidido aliarse con el gremio de los psicólogos y darles de comer gracias a sus tremendos vaivenes que están provocando las dificultades psicológicas de todos los hipotecados que viven pendientes de un hilo esperando que el indicador suba o baje.

Pues bien, parece que esta semana va a bajar, o al menos apunta a ello. Tras un par de semanas de estabilidad total con una tasa media mensual anclada en el 1.544%, este martes cerró en el 1.543%, es decir, una milésima por debajo del cierre de octubre, que, en principio es poco más que nada, pero que sí que determina un cierto cambio de tendencia, o al menos, la confirmación de que el Euribor no se disparará en lo que queda de año.

Y es que, bien mirado, no es que sean buenas noticias, tampoco, porque si nos fijamos en el cierre del Euribor en noviembre de 2009 vemos que cerró en el 1.231%, por lo que, en cualquier caso estaremos hablando de una subida de alrededor de 3 décimas, lo que supondrá un incremento importante en la cuota de las hipotecas que revisen con el Euribor de noviembre.

Sin embargo, del mal el menos, y esta estabilidad que se adivinaba en las últimas semanas, y que en esta semana se está decantando por cierta tendencia a la baja, permite asegurar que el mes de noviembre cerrará entorno al 1.55% (teniendo en cuenta que ya sólo quedan 4 sesiones para terminar el mes), y que es casi seguro que el valor del Euribor al finalizar el año no superará el 1.60%, a no ser, claro está, que la “gripe financiera” de Irlanda nos acabe de contagiar de una manera definitiva.

De cualquier forma todos los hipotecados quedamos libres de las peores expectativas que se crearon tiempo atrás, en las que se nos hablaba de un Euribor cercano al 2% al acabar el año, algo que podemos descartar de manera casi absoluta, viendo la evolución actual del indicador.

Una vez más se demuestras que cualquier previsión que se haga sobre una variable económica, tanto macro como micro, no es más que un ejercicio de sadomasoquismo, porque la realidad siempre tergiversa las palabras de la teoría.

Cuando no hay tarta para todos

¿Quién se ha comido mi porción de tarta?

¿Quién se ha comido mi porción de tarta?

Ya no hay suficiente tarta para todos, el hartazgo de hace unos años se ha convertido ahora en escasez, cada vez hay menos demanda de hipotecas y cuando se demanda no se cumplen los requisitos que las entidades financieras consideran necesarias para concederlas, con lo que no se producen tantas operaciones como se deberían.

Ante este hecho de falta de clientes, de falta de porciones de tarta para todas las entidades, la única solución plausible es tomar las porciones de la competencia de su mismo plato, es decir, si no puedes captar tus propios clientes robáselos a la competencia.

Y si hay una estratagema, o táctica, que suena más ética y menos maquiavélica, es la de facilitar la subrogación a los clientes. El mayor miedo que tienen las personas hipotecas a la hora de decantarse por una subrogación no radica en el diferencial que van a ganar en la nueva entidad, o en los menores costes que allí van a tener, sino en los costes que genera la operación.

Pues bien, se ha puesto de moda entre algunas entidades, cada vez más, y seguro que el número seguirá creciendo, el hacerse cargo de los gastos que genera la subrogación, como puede ser la notaría, el registro, la gestoría, etc., hasta un límite, que suelen fijar en los 3.000 euros, aunque hay algunas que se atreven con cantidades aún mayores.

De esta forma, el cliente se encuentra con que una entidad bancaria le está ofreciendo unas condiciones hipotecarias más ventajosas, y, a la vez, se hace cargo de los gastos que pueda llegar a generar la operación. Se trata, por tanto, de una operación de coste cero para el cliente.

Y si la intención del cliente no es la de cambiar de entidad por encontrarse a gusto con la que tiene en la actualidad, esta actitud de las entidades financieras otorga un gran poder de negociación a la hora de revisar las condiciones de su hipoteca actual, porque no está la cosa como para andar perdiendo clientes.

De cualquier forma, la lucha legal entre empresas para captar clientes siempre es buena para los clientes, porque se genera una mejora en la eficiencia de los procesos, que lleva, inexorablemente, a una reducción de precios en los productos o servicios ofertados.

Rebajando la cuota de la hipoteca

Rebajando de donde se puede y de donde no se puede

Rebajando de donde se puede y de donde no se puede

Nos podemos devanar los sesos buscando tres pies al gato, pero al final lo que le importa a una persona que está pagando una hipoteca es la cuota que debe de ir pagando mes a mes, porque es la que determinará su situación financiera al final de cada 30 días.

Por ello, me ha llamado la atención un buen artículo que he leído en Invertia.com, en el que se dan ocho consejos para rebajar la cuota de la hipoteca, y los voy a compartir contigo, matizando las cuestiones importante:

1. Ampliar plazo: Esta es una buena opción siempre que negocies comisión de cancelación parcial al 0%. Al ampliar plazo pagas más intereses, pero consigues una cuota más baja. Teniendo la amortización parcial gratuita puedes ir rebajando los plazos sin períodos fijados, a medida que vayas acumulando capital.

2. Período de carencia: Esta medida no la suelo recomendar. Se basa en que durante ese período dejas de pagar capital y sólo pagas intereses, con lo que la cuota, evidentemente, se reduce, pero no amortizas nada de lo que debes. Creo que es una medida sólo interesante para situaciones de emergencia plena.

3. Capital diferido: Esta práctica consiste en dejar una parte del capital (normalmente hasta el 30%) para la cuota final, con lo que la cuota mensual se calcula sólo sobre el 70% del capital. No todos los bancos aceptan esta acción, así que depende de la entidad.

4. Negociar tipo de interés: Para ello es necesario tener cierto poder de negociación, es decir, estar en una situación buena con el banco, el no deber nada, el tener muchos productos contratados. Aún así, en estos momentos los bancos no están por la labor, así que no es muy efectiva.

5. Ofertas vinculantes de otros bancos: Se trata de obtener una oferta mejor de otro banco por escrito y utilizarla a la hora de negociar. Más efectiva antes de contratar la hipoteca, aunque también puede servir para el caso anterior, para poder negociar el tipo de interés dese una posición de poder de negociación.

6. Amago de subrogación: Esta práctica es muy habitual en la telefonía móvil. Se trata de solicitar una subrogación, con lo que tu entidad estará más por la labor de negociar. Es una especie de chantaje al banco, que si quiere retener tu hipoteca con ellos te ofrecerá condiciones más interesantes.

7. Aplazamiento de cuota: Algunos bancos la aceptan, pero en general no suele ser de su agrado. Se trata de saltarse alguna cuota, es decir, pagar 11 cuotas al año, por ejemplo, con lo que el cómputo general se reduce.

8. Subrogación: Si ya hemos intentado todas las opciones con nuestra entidad habitual, ya sólo nos queda la opción de la subrogación a un producto hipotecario más competitivo, en el que podamos obtener una cuota mensual inferior.

En definitiva, ocho opciones, unas mejores que otras, que nos pueden ayudar a rebajar la cuota mensual que pagamos a nuestro banco. Repásalas todas y utiliza la que mejor se ajuste a tu perfil y a tu situación.

El Euribor nos da una tregua

La casa de tus sueños, igual de lejos que antes

La casa de tus sueños, igual de lejos que antes

Ya casi nos habíamos olvidado de que el Euribor existía, llevaba un tiempo sin hablarte de él porque me daba miedo acercarme a su cotización que se había disparado durante los primeros días de noviembre de forma que todos los expertos comenzaron a temerse lo peor.

Pero parece que se ha cansado de subir y este lunes cerró, por quinto día consecutivo, en el 1.546%, una estabilidad máxima que no se le recordaba al indicador hacía mucho tiempo. Con esta tasa diaria, la tasa media mensual se queda en el 1.544%, dentro de las previsiones.

Si todo sigue con la normalidad aparente que tenemos ahora, el Euribor debería de cerrar el año 2010 alrededor del 1.60%, por debajo o por arriba (esperamos que por debajo), en un valor que servirá como referencia para las subidas que se vaticinan para este año 2011.

Sin embargo, el principal problema de los hipotecados no es el Euribor, como venía siendo habitual, sino el cambio de modificaciones de las entidades financieras. Como bien escribía Ladríllez este pasado viernes, los diferenciales que aplican los bancos y cajas a sus préstamos hipotecarios se están disparando.

Ello se debe a que las entidades deben de compensar el incremento de morosidad que están provocando un mayor riesgo en los productos financieros que están lanzando al mercado. Además, deben de hacer frente a las mayores restricciones que el Banco Central Europeo está imponiendo a la hora de obtener liquidez a los bancos europeos.

Estas dos variables están provocando que los bancos y cajas estén cargando unos mayores diferenciales e incrementando el número y la exigencia de los productos vinculados a las hipotecas, que es una forma de incrementar el coste real de la hipoteca para los usuarios.

Por tanto, de ahora en adelante habrá que seguir muy atentos a la tendencia del Euribor, pero no podemos dejar de un lado los movimientos que se están viendo en el sector financiero en lo que se refiere a los diferenciales y a los productos vinculados.

Lo que está claro es que los hipotecados nunca estamos tranquilos, cuando el Euribor se estabiliza, y nos da con ello una gran noticia, llegan los diferenciales y se incrementan.

Hipotecas online vs. Hipotecas físicas

El gran dilema de nuestros días

El gran dilema de nuestros días

Seguro que tienes la bandeja de entrada de tu correo electrónico repleto de mensajes spam de bancos o cajas ofreciéndote la mejor hipoteca del mercado, las mejores condiciones si lo contratas online, y demás bagatelas para intentar captar tu atención y cazar tu hipoteca.

Pero, ¿es oro todo lo que reluce? ¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes de las hipotecas online?

Las principales ventajas son:

1. Diferencial: Las hipotecas online siempre ofrecen los mejores diferenciales. Es normal, porque Internet es el mercado más transparente que existe y el diferencial de la competencia se encuentra a un click de distancia. Por ello, la competencia es brutal, lo que redunda en diferenciales más económicos.

2. Productos vinculados: Prácticamente nada de nada. Por la misma razón que antes, se ven obligados a competir en el fango, y por ello no pueden empantanarse con muchos productos vinculados.

3. Transparencia: Todo tiene que estar claro en la oferta que realizan a través de la web, porque si no es así pueden ser multados por el Banco de España. Por esa razón no hay letra pequeña, ni sorpresas de última hora. Siempre sabes lo que vas a contratar al cien por cien.

Las desventajas, por otro lado, podrían ser las siguientes:

1. Rigidez: Parte de la esencia de sus condiciones tan competitivas. Como ya han recortado tanto de tantos sitios no negociarán ni un ápice. La oferta es la que es y son lentejas, si quieres las tomas y si no las dejas.

2. Requisitos financieros: Por la misma razón que antes, como han recortado sus márgenes tanto no se pueden arriesgar a un cliente moroso, por lo que las exigencias financieras son muy elevadas y hay que disponer de unos ingresos mensuales altos para poder acceder a las hipotecas online.

Por tanto, las hipotecas online no son ni mejores ni peores que las hipotecas físicas, sólo diferentes, con diferentes ventajas y diferentes desventajas. Creo que una unidad familiar con altos ingresos estará más interesada en una hipoteca online, por las mejores condiciones que le ofrece, pero una familia que ande “a la quinta pregunta”, que le cueste llegar a fin de mes, tendrá que decantarse por la hipoteca física, en la entidad bancaria de toda la vida.

Como siempre, todo depende de la situación personal y económica de cada uno.

A buenas horas, Izquierda Unida

¡Qué fácil es repetir lo que dicen todos!

¡Qué fácil es repetir lo que dicen todos!

Que Izquierda Unida había perdido el rumbo hace mucho tiempo ya lo sabíamos, pero que anduviera tan retrasada con sus propuestas la verdad es que nos pilla un poco descolocados, porque ya no sabemos a lo que atenernos con esta formación política.

Lejos de ir a la vanguardia de la lucha social, o de liderar cualquier tipo de movimiento, resulta que este pasado fin de semana se han presentado a bombo y platillo con una propuesta, con la que estoy de acuerdo, dicho sea de paso, pero detrás de la cuál ya llevan mucho tiempo las asociaciones de usuarios y consumidores.

Se trata de la figura de la Dación en Pago, de la que ya te he hablado en otras ocasiones. La idea de esta figura financiera es que la deuda hipotecaria quede cancelada con la entrega de la vivienda, y es algo que se viene realizando con éxito en países como Estados Unidos y Francia.

En la actual legislación española, la deuda hipotecaria tras un embargo se mantiene por la diferencia entre el precio de venta del inmueble que obtenga el banco y el capital de la hipoteca pendiente de amortizar, con lo que el drama de las familias embargadas es aún mayor, ya que se quedan sin vivienda y con deuda.

Por otro lado, y en la misma conferencia de prensa en la que pedían la Dación en Pago, la formación política presentaba una propuesta extraña y de imposible aplicación. Pedían que el embargo de una vivienda se paralizara siempre y cuando al menos una de las personas que formaran la unidad familiar se encontrara en situación de desempleo.

En ese caso, ¿qué sucede con la deuda? ¿El banco se queda sin cobrar? Además, puede dar lugar a situaciones picarescas, como no aceptar ningún puesto de trabajo en el que el salario supere ampliamente la cuota hipotecaria que habría que pagar.

Se trata de una propuesta que no se la creen ni ellos mismos, pero que la han lanzado por pura demagogia, aunque no creo que ni a sus votantes les haya parecido una medida coherente.

En definitiva, está bien que Izquierda Unida se quiera hacer notar, pero debería de hacerlo liderando el camino, no yendo detrás de todo el mundo.

Leña al mono que es de goma…

Leña al mono que es de goma, hasta que hable inglés

Leña al mono que es de goma, hasta que hable inglés

hasta que hable inglés, o mientras siga pagando los platos rotos de la crisis, ¡qué importa! Mientras el sistema esté montado de esta forma seguiremos necesitando a las entidades financieras para todo y caeremos en sus redes siempre que ellos quieran.

Ahora, hartos de vivir en la angustia del incremento de los ratios de morosidad que se vienen produciendo desde el comienzo de la crisis, han decidido compensar esas pérdidas a través del incremento de todos los servicios que facilitan a sus clientes, en definitiva, que pagamos justos por pecadores, o que, como tantas veces se ha dicho, “socializan las pérdidas”.

Según datos del Banco de España, los bancos y cajas españolas han encarecido todos sus servicios durante el mes de octubre de este año, desde el mantenimiento de tarjetas, hasta las comisiones por sacar dinero en cajeros de otras entidades, pasando, por supuesto, por las comisiones de los préstamos hipotecarios.

Por ejemplo, la comisión aplicada por la apertura de un préstamo hipotecario se situó en el mes de octubre en el 2.72% de media, mientras que la cancelación anticipada fue gravada con un 3.81% y la subrogación a otra entidad se pagó al 1.71%, siempre en porcentajes medios.

Como vemos, aún cuando la recuperación económica es un punto difuso en el horizonte, los bancos y cajas no están dispuestos a colaborar con esa recuperación abaratando costes a sus clientes. Durante estos años de crisis todas las empresas han ofrecido precios especiales en sus productos y servicios, sabedores de la dificultad de la venta en otra circunstancia, pero las entidades de créditos, conscientes de su situación de poder no sólo no reducen sus precios, sino que los incrementan.

Y el problema es, como te decía al comienzo, que los usuarios no tenemos otra alternativa porque necesitamos de sus servicios para poder llevar adelante nuestra vida diaria, así que no nos queda otra que el derecho al pataleo y, como mucho, acudir a los tribunales si sufrimos algún abuso de poder, como por ejemplo, las cláusulas suelo.