Archivo del Autor: Edmart Rusan

No me prestes, que no te pago

morosidad2

Vamos de mal en peor, y si nada lo remedia directamente hacia el abismo, porque cada día que pasa recibimos una noticia peor que el día anterior y así en una sucesión continua de malas noticias que nos están condenando al pesimismo más absoluto, ése en el que se cae por la certeza de los hechos no por la volatilidad del pensamiento.

Y es que si unos meses atrás empezábamos a recibir alguna noticia positiva que nos hacía pensar que la recuperación económica podía encontrarse más próxima de lo que pensábamos, ahora se está dando la situación contraria, y cada día que pasa la noticia es peor que la anterior.

Ayer mismo el Banco de España informó de los datos de la tasa de morosidad de este pasado mes de julio y comprobamos que se colocó en el 6,94%, la cifra más alta desde febrero de 1995, justo cuando estábamos inmersos en otra crisis, sino igual a ésta, sí de grandes proporciones igualmente, cuando la tasa de morosidad se situó en el 6,98%.

Y el problema es que con una tasa de morosidad tan elevada los bancos van a seguir bloqueando el crédito a ciudadanos y empresas por miedo a que éste no sea devuelto a su debido tiempo y que sus balances queden más empantanados aún con créditos de dudoso cobro, lo cuál complicaría sobremanera su obtención de liquidez en los mercados internacionales y la posibilidad de seguir ofreciendo dividendos a sus inversores y accionistas.

Basta con echar un vistazo a los datos a un año vista para darnos cuenta de la tremenda situación en la que nos encontramos, ya que desde julio de 2010 hasta julio de 2011 la tasa de morosidad de las entidades financieras españolas se ha incrementado en un punto y medio, coincidiendo con el incremento de ciudadanos españoles en situación de desempleo y sin ninguna prestación con la que poder ir sobrellevando el día a día.

Hasta que la tasa de morosidad no se recupere, para lo que se necesita una recuperación del empleo, el crédito no fluirá en la economía y no se podrá iniciar una recuperación efectiva.

¿A qué estamos jugando?

Como niños jugando en la calle

Como niños jugando en la calle

De la incoherencia congénita del actual Gobierno presidido por Rodríguez Zapatero ya teníamos ejemplos suficientes como para no llevarnos sorpresas en el futuro, pero da la impresión de que a cada día que pasa la incoherencia es mayor dejándonos a todos en fuera de juego y sin saber a lo que estamos jugando.

Tras vendernos la moto de que a pesar de estar realizando los recortes que están realizando, obligados por la Unión Europea y los mercados internacionales, seguían apostando por la defensa de los intereses de los ciudadanos y por una política de marcado carácter de izquierdas, ahora resulta que nos enteramos de que van a validar las cláusulas suelo en su nueva modificación de la legislación hipotecaria.

Es decir, que nos han tomado por tontos. Porque si hay una cláusula abusiva en los contratos hipotecarios españoles esa es la cláusula suelo. Quizá no tanto por el hecho de existir en sí misma, sino más por la diferencia que existe con respecto a la cláusula techo marcando una ventaja evidente en favor de las entidades financieras y en contra de los propios ciudadanos que quedan indefensos ante los abusos de éstas.

Lo más curioso, por otro lado, es que el candidato socialista, Rubalcaba, sigue apostando por intentar recuperar a ese votante de izquierdo que su Gobierno se empeña en seguir desperdiciando, con lo que los hechos nos siguen demostrando que el PSOE sigue tirando piedras contra su propio tejado, ahondando cada vez más en la crisis de identidad e ideológica que padece desde el comienzo de la crisis.

Por tanto, no nos dejemos engañar más. El tiempo nos dirá si las políticas del actual gobierno son buenas o malas, si han sabido acertar o no, pero de lo que no hay duda hoy mismo, sin necesidad a esperar el paso del tiempo, es que no son políticas de izquierdas, más bien al contrario.

De todas formas, seguro que tendremos a un miembro del PSOE tratando de justificar la defensa de la cláusula suelo con un algún algoritmo ideológico de compleja comprensión, alargando la agonía de un gobierno que se ha visto claramente superado por la actual crisis.

Unos dicen blanco y otros negro

Nadie se pone de acuerdo sobre su validez

Nadie se pone de acuerdo sobre su validez

Uno de los fundamentos para el buen desarrollo económico es el saber a qué atenerse, la seguridad jurídica de que las reglas del juego son unívocas y las mismas para todos, pero en los últimos tiempos parece que la realidad está yendo por caminos totalmente diferentes a lo que la teoría nos marca.

Cada poco tiempo vamos conociendo una nueva sentencia sobre la cláusula suelo, y la verdad es que pasamos del blanco al negro, para volver de nuevo al blanco, sin tan siquiera acordarnos del gris, que se queda como un color ignorado, de manera que unos jueces dicen que las cláusulas suelo son legales y otros que son abusivas, y todos parecen dar argumentos loables y plausibles, pero nadie parece acabar por convencerse de una verdad única.

Ahora ha sido el Juzgado de lo Mercantil número 9 de Madrid el que ha autorizado las cláusulas suelo considerándolas como válidas y no abusivas, bajo el argumento de que en un contrato a tipo de interés variable la entidad financiera tiene derecho a fijar un tipo de interés mínimo, el cuál queda compensado por las condiciones más favorables en otros aspectos, como por ejemplo, un diferencial más competitivo (argumento avalado por el Banco de España).

Sin embargo, lo que no dice la sentencia es que para que el contrato hipotecario fuera justo de manera absoluta, la cláusula suelo debería de ajustarse más a la cláusula techo, algo que no ha sucedido, de forma que la primera era muy fácilmente alcanzable, mientras que la segunda era una utopía colocada más de cara a la galería que con intenciones reales.

Por ejemplo, el BBVA, una de las entidades demandadas y que ha salido bien parada de esta sentencia (con 22 cláusulas anuladas de las 51 que habían sido puestas a disposición del juez), ofrecía un contrato hipotecario en el que la cláusula suelo era del 3%, un valor muy real, mientras que la cláusula techo era del 15%, un valor inalcanzable.

Por tanto, las entidades financieras deberían de fijarse más en estas diferencias y dejar de lado el concepto en sí de la cláusula, que nadie, en su sano juicio, quiere discutir.

Haciendo leña del árbol caído

Así nos estamos quedando los ciudadanos

Así nos estamos quedando los ciudadanos

Éramos pocos…, haciendo leña del árbol caído…, cualquier refrán similar nos hubiera valido par explicar la tremenda situación de la que hemos sido víctimas durante el año 2010 todos los ciudadanos españoles, y seguro que también durante los años anteriores, aunque no tengamos cifras de lo mismo, y es que según ha denunciado la OCU los notarios y registradores de la propiedad cobraron hasta 93 millones de euros de más en las facturas aplicadas por cancelaciones hipotecarias.

Unas cantidades que se cobraron en exceso sobre las minutas fijadas por el Decreto del Gobierno de 2007 que limitaba estas cuestiones con el objetivo de dinamizar, entonces ya, la venta de viviendas y permitir que los gastos no se dispararan hasta cantidades inasumibles para los ciudadanos.

Así, en virtud de dicho Decreto, la tarifa de un notario por una escritura de unas diez páginas no debería de exceder los 70 euros en una cancelación hipotecaria, mientras que la de un registrador de la propiedad, para una operación similar debería de situarse entorno a los 24 euros.

Sin embargo, las facturas analizadas por la OCU referentes al año 2010 muestran cantidades totalmente diferentes, ya que los notarios, por término medio, vinieron cobrando 260 euros por estos servicios, mientras que los registradores de la propiedad 144 euros, en ambos casos cantidades muy por encima de las fijadas por el Gobierno.

Ahora la OCU ha denunciado estos hechos ante el Ministerio de Justicia y ha solicitado que se devuelvan las cantidades a las personas afectadas, de la misma forma que se detengan de manera inmediata estos abusos para permitir que el sector inmobiliario se formalice de una manera justa y equitativa para todas las partes.

Pero no podemos dejar pasar por alto una reflexión que debemos de realizar entre todos y es que si ahora nos enteramos de este abuso gracias a la denuncia de la OCU, de cuantos otros abusos no hemos llegado a conocer nada, o de cuantos otros somos todavía víctimas, sin que ninguna autoridad pública tome cartas en el asunto y haga que los reglamentos y las leyes se cumplan de manera correcta en beneficio del adecuado desarrollo de la actividad económica.

Nos ahogamos en nuestra propia irresponsabilidad

Nadando en el fondo del mar

Nadando en el fondo del mar

Así, dicho de esa manera, suena hasta gracioso porque por mucho que nos pongamos a pensar nos costará imaginarnos lo que en realidad significa una hipoteca underwater, pero ahora bien, después de que conozcamos el significado, o al menos el significado que se le da, ya empezaremos a echarnos a temblar.

Se está llamando hipoteca underwater a esas hipotecas cuya deuda está por encima del valor actual de mercado de la vivienda, es decir, imaginemos una hipoteca de la que todavía queda por pagar, por ejemplo, 200.000 euros, mientras que el valor de mercado de la vivienda sobre la que se constituyó dicha hipoteca se encuentra en los 160.000 euros. Es decir, la deuda es mayor que el valor.

Y el problema es que estas hipotecas underwater están proliferando en nuestra economía de manera exponencial, ya que la caída de precios que se ha producido a consecuencia de la actual crisis económica está haciendo que todas las hipotecas que se concedieron por el 100% del valor de tasación (y no digamos las que lo hicieron al 120%), estén quedando fuera de juego.

Porque si entre todos los que jugamos el juego hipotecario, es decir, bancos y ciudadanos, nos hubiéramos fijado el 80% del valor de tasación como el máximo posible para la concesión de una hipoteca ahora no estaríamos con este problema, porque ese margen del 20% se hubiera encargado de absorber la caída de precios.

Pero los bancos querían vender más y más hipotecas, y nosotros queríamos más y más dinero para poder comprar casas más grandes, coches mejores y muebles más modernistas, el problema es que estas situaciones de vivir en el aire acaban por terminarse y luego hay que pagar las consecuencias de las mismas, como nos está sucediendo en estos momentos.

Y el problema principal es que aunque un ciudadano consiga vender su vivienda no podría, en ningún caso, pagar la totalidad de la hipoteca que todavía tiene, con lo que se quedaría sin vivienda pero con deuda, de la misma forma que las entidades bancarias no aceptarían, bajo ninguna circunstancia, la dación en pago por debajo del valor de la deuda hipotecaria.

Ni bueno, ni malo, sino todo lo contrario

España de vacaciones y el Euribor a lo suyo

España de vacaciones y el Euribor a lo suyo

Recién nos pilla de regreso de las vacaciones y nos encontramos con el cierre del Euribor en el mes de agosto en la pantalla del ordenador, y la verdad es que no sabemos si alegrarnos, llevarnos las manos a la cabeza, o simplemente pasar del tema con toda la paciencia que podamos.

Y es que el cierre del Euribor en agosto ha sido del 2,097%, en tasa media mensual, lo que supone una caída de 0,86 puntos porcentuales con respecto al mes de julio, algo que debería de llenarnos de alegría, si no fuera porque es algo que no nos sirve para nada, se mire por donde se mire.

Porque lo único que importa a la hora de calibrar el impacto que el Euribor, o su modificación, puede tener en nuestras vidas es la comparación interanual, y en ella poco o nada podemos alegrarnos, ya que si tenemos en cuenta que el Euribor cerró el mes de agosto de 2010 en el 1,42% nos enfrentamos a un incremento de 0,68 puntos porcentuales, similar a todos los incrementos que hemos estado teniendo a lo largo del año, lo que provocará una subida de las cuotas hipotecarias entre 50-60 euros.

Un escenario nada positivo, si tenemos en cuenta que cada vez hay más gente sin recibir ningún ingreso mensual, ya que a la elevada tasa de paro que seguimos sufriendo se le añade ahora que las prestaciones y las ayudas que muchas familias estaban recibiendo están llegando a su fin, con lo que la situación se vuelve dramática.

Si a ello le añadimos que el BCE subirá los tipos de interés para la zona Euro en septiembre o en octubre, no nos queda más que echarnos a temblar, porque ello hará que el Euribor siga su tendencia al alza sin solución de continuidad provocando una auténtica quema.

En definitiva, que llegamos de vacaciones, tan felices que estábamos, y nos encontramos con que poco o nada ha cambiado, el Euribor sigue haciendo de las suyas, el paro sigue creciendo y los mercados siguen manejando el cotarro. Si lo sé no vengo y me quedo en la playita tostándome al sol.

O alquiler con opción a compra o nada

El alquiler con opción a compra se convierte en la solución

El alquiler con opción a compra se convierte en la solución

Mientras las entidades financieras sigan empeñadas en no conceder nuevas hipotecas los pisos nuevos seguirán estancados y no habrá forma de que tengan salida ya que nadie, o casi nadie, dispone del dinero necesario para poder pagar una vivienda sin necesidad de financiación.

Por ello los pisos con opción a compra, es decir, con alquiler con opción a compra, están comenzando a proliferar ya que suponen una clara salida al bloqueo de la situación, con vendedores que quieren vender, compradores que quieren comprar, pero bancos que no quieren dar el dinero.

El alquiler con opción a compra da la facilidad de que el comprador no necesita disponer del dinero en el primer momento, sino que empieza a ocupar la vivienda en régimen de alquiler, pagando, por tanto, una renta, y haciéndose con una opción de poder comprar el piso en el futuro, descontando una parte de la renta pagada.

El porcentaje de la renta pagada que se descuenta del precio final del inmueble dependerá del momento en el que se formalice la compra, de forma que en los primeros años es mayor, reduciéndose con el paso del tiempo, aunque siempre manteniéndose como una opción atractiva e interesante.

De esta manera se consigue una vivienda ahora, con la seguridad de que con el paso del tiempo la situación se debería de normalizar, y de que las cantidades que ahora los bancos no conceden, sí que serán ofrecidas en el futuro, con lo que el comprador podrá hacer frente a la compra.

De la misma manera, el vendedor con dificultades para vender su vivienda se encuentra con una renta mensual con la que, al menos, puede hacer frente al pago de su propia hipoteca, como sucede en la mayoría de las ocasiones, para pisos que no vienen directamente de las promotoras.

Por tanto, el alquiler con opción a compra se está convirtiendo en la modalidad preferida de compradores y vendedores, ya que aporta claras ventajas para ambas partes, facilitando que unos, los vendedores, puedan obtener ingresos por su vivienda, y otros, los compradores, puedan disponer de una vivienda.

El Santander se lanza a la caza de los indignados

Así, sí, Botín, así sí

Así, sí, Botín, así sí

Si hay algo que no se le puede negar al Banco Santander es su capacidad para detectar las necesidades de sus clientes y tratar de satisfacerlas. De esa manera se ha convertido en uno de los principales grupos financieros a nivel mundial y así intenta captar ahora las voces de las reivindicaciones del 15-M.

Uno de los principales fundamentos del movimiento de ‘indignados’ es conseguir que las entidades financieras colaboren en el pago de la crisis, permitiendo que las familias con mayores problemas económicos reales puedan hacer frente a sus deudas sin morir en el intento.

Pues bien, el Banco Santander, sabedor de la repercusión que una medida de este tipo tendría en los medios, ha lanzado una carencia de hasta tres años para las hipotecas de sus clientes con problemas económicos, para que puedan seguir afrontando sus pagos mensuales y no caer en situación de impago.

Durante este período de carencia, los hipotecados no tendrán que amortizar capital, y sólo pagarán intereses, con lo que la cuota mensual se reducirá de manera significativa, pudiendo llegar, en algunos casos, hasta el 50% de la misma, o incluso más en los períodos finales de amortización hipotecaria.

Eso sí, para poder beneficiarse de este período de carencia será necesario justificar una pérdida de ingresos de, al menos, el 25%, que bien puede haberse dado por una situación de desempleo, por una reducción en la jornada laboral o en el salario, o bien en una reducción en los ingresos de los autónomos.

Un porcentaje realmente sencillo de alcanzar, porque bastará con que en un matrimonio uno de los cónyuges se haya quedado en situación de desempleo para poder alcanzar ese 25%, y en estos momentos casos de ese estilo abundan en nuestro país.

Habrá que esperar ahora la respuesta del BBVA, porque en los últimos años la guerra entre los dos principales bancos de nuestro país ha sido una lucha de acción y reacción, ya que a cada nueva acción del Banco Santander le ha seguido una reacción del BBVA, y viceversa, con lo cuál, al final, acabamos ganando todos los consumidores y usuarios de ambos bancos.

La dación en pago temporal, la propuesta de moda

Una ventana de esperanza a los hipotecados

Una ventana de esperanza a los hipotecados

Como todo en la vida, los debates sociales también se mueven por modas y ahora estamos de lleno en la moda de la dación en pago temporal que ha sido propuesta desde diferentes puntos como una solución que podría evitar el drama social de las ejecuciones hipotecarias.

Esta dación en pago temporal no sería más que abrir un espacio de tiempo en el que los hipotecados pudieran acogerse a la dación en pago, de manera que pudieran entregar su vivienda a cambio de cancelar la deuda hipotecaria mantenida con la entidad financiera.

Pero la dación en pago temporal no sería barra libre para todos, sino que sería selectiva, de manera que los hipotecados que quisieran acogerse a ella tendrían que cumplir una serie de requisitos económicos, por lo que estaríamos hablando de una dación en pago temporal y selectiva.

Con esta figura se pretendería resolver los casos más extremos y problemáticos, de forma que las familias con mayores problemas financieros estuvieran en disposición de entregar su vivienda, cancelar su deuda y poder empezar de cero.

Sin embargo, no han faltado voces en contra de esta propuesta, ya que consideran que podría incentivar la morosidad. En un momento en el que el valor real de mercado de muchos inmuebles está por debajo de la deuda hipotecaria mantenida a muchos hipotecados les compensaría entregar la vivienda a cambio de cancelar la deuda, aunque su situación económica no fuera extrema.

Esta sería, por otro lado, la única manera que las entidades financieras podrían llegar a aceptar, aunque a regañadientes, una dación en pago retroactiva, es decir, aplicable a hipotecas ya formalizadas.

Incurrirían en pérdidas, no hay duda, pero podrían ser compensables con el hecho de evitar el desprestigio en el que están incurriendo por las imágenes dramáticas que vemos en televisión un día sí y otro también sobre desahucios de familias sin recursos.

En cualquier caso es un buen punto de partida para iniciar un debate social de altura sobre las modificaciones que se pueden aplicar a la legislación hipotecaria, un debate que habrá que ver hasta donde llega, si es que acaba llegando a algún lado.

No se puede ganar siempre

Unas veces se gana y otras se pierde

Unas veces se gana y otras se pierde

Está claro que no se puede ganar siempre y aunque llevaban una racha formidable, esta semana la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y los ‘indignados’ del 15-M han fracasado en su intento de paralizar un nuevo desahucio en la calle Virgen del Lluc.

De hecho más que de un nuevo desahucio se trataba de un desahucio por partes, ya que el pasado día 6 de julio ya se intentó paralizarlo, aquella vez con éxito. Los residentes en la vivienda son una madre con sus dos hijos, uno de los cuáles cuenta con el 77% de discapacidad, y los portavoces de las plataformas han criticado el hecho de que las mismas entidades que reciben dinero del FROB, es decir, dinero público, luego ejecuten sus hipotecas (el desahucio atendía a una hipoteca de Caja del Mediterráneo).

Pero lo sorprendente de este desahucio no paralizado no es tanto el éxito o no éxito de la reivindicación, sino el hecho de que la policía haya actuado por primera vez en contra de los agrupados para la paralización del desahucio, lo que puede marcar un cambio de tendencia en la manera de actuar de la policía.

Sin duda, el debate está planteado en la calle y cada cuál puede obtener sus propias conclusiones. Nadie duda de que echar de su casa a una madre y a sus dos hijos es un drama social con el que todos nos solidarizamos, pero también debemos de entender que existen unas leyes que deben de ser cumplidas por todos, sin excepción, tanto a la hora de la formalización de los contratos como en el momento de atender a las consecuencias de los mismos.

En cualquier caso, lo que está claro es que las plataformas de Afectados por la Hipoteca y del 15-M seguirán luchando por defender sus reivindicaciones que pasan por la dación en pago a la hora de ejecutar la hipoteca y por una moratoria temporal que permita aligerar la carga que se está sufriendo en la economía familiar de los ciudadanos españoles como consecuencia de la crisis y de las excesivas tasas de desempleo que siguen apareciendo mes a mes, más allá de la posible estacionalidad veraniega.

El precio de la vivienda sigue en caída libre

Seguimos en caída libre

Seguimos en caída libre

Otro trimestre más, y ya hemos perdido la cuenta de los que van, el precio de la vivienda ha vuelto a arrojar datos negativos, con una caída, esta vez del 5,2%, con respecto al segundo trimestre del año pasado y del 1,4% con respecto al primer trimestre de este mismo año.

Concretamente, el precio medio del metro cuadrado en nuestro país se ha situado en 1.752,10 euros, un valor similar al que teníamos allá por el año 1995, cuando también pintaban bastos en nuestra economía, lo que supone un descenso del 16,6% con respecto al precio medio que teníamos cuando comenzó la crisis, en el año 2008.

Estos datos, ofrecidos por el Ministerio de Fomento, son algo más optimistas de los que manejan consultoras independientes que fijan la caída de precios de la vivienda por encima del 20%, pero en general apuntan a la misma dirección, a un escenario de ajuste del mercado.

Un ajuste que se está haciendo de manera lenta y pausada, ya que los propietarios, ya sean propietarios o promotores profesionales, no están dispuestos a rebajar en exceso el precio para no perder un dinero excesivo. Lo que parece evidente es que el margen de ajuste todavía es grande.

Sin embargo, este ajuste de precios no es igual en todas partes. Por ejemplo, en San Sebastián todavía se mantienen valores desorbitados en el precio por metro cuadrado (3.660,60), al igual que en Sant Cugat del Vallés (3.427,4 euros por metro cuadrado). En el otro extremo, en el ámbito de los municipios más económicos aparece Tomelloso, con poco más de 800 euros por metro cuadrado.

En cuanto al desglose por regiones nos encontramos con que el ajuste más duro se sigue produciendo en Murcia, con una caída del 8,4%, y Madrid, con el 7,9%, y es que la Comunidad Autónoma de Madrid sigue sufriendo el afán constructor que se disparó en la Comunidad con la burbuja inmobiliaria y que llevó a explorar lugares inexplorables en términos de construcción inmobiliaria.

En definitiva, que cuando deberíamos de estar en la fase final del ciclo recesivo estamos todavía en valores de ajuste, lo cuál nos hace pensar que todavía nos queda mucho, muy mucho, antes de que veamos crecer los brotes verdes.

Bankinter aprovecha que el Pisuerga pasa por Valladolid

Ahora que el Pisuerga pasa por Valladolid

Ahora que el Pisuerga pasa por Valladolid

La entidad financiera Bankinter quiere aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid para quedar a bien con los indignados del 15M a los que ha lanzado su Hipoteca Sin Más, un producto hipotecario que incluye la dación en pago en su articulado, de forma que en caso de embargo la deuda queda zanjada con la entrega de la vivienda.

Así dicho, la verdad es que suena bien, y lo primero que nos viene a la cabeza son las amenazas de la patronal bancaria sobre el encarecimiento que se produciría para los clientes, tanto en términos de diferencial sobre el Euríbor, como en endurecimiento de los requisitos y comisiones cobradas.

Ante ello, Bankinter sostiene que no será así, que la Hipoteca Sin Más tendrá unas condiciones similares a las del resto de sus productos hipotecarios y unos requisitos que se moverán en la misma línea de riesgo que éstas, sin que se incurra en ningún exceso adicional por el hecho de llevar la dación en pago en el articulado.

Ahora bien, cuando se le pregunta a Bankinter por una mayor concreción en las condiciones de esta Hipoteca Sin Más, la entidad financiera no quiere saber nada y se remite a lo anunciado sin querer dar cifras exactas de lo que nos acabará costando esta hipoteca a los ciudadanos.

Y ahí es donde está la trampa, o al menos eso pensamos muchos. Bankinter quiere atraer a sus sucursales a los potenciales hipotecados para negarles la Hipoteca Sin Más, basándose en cualquier estudio de riesgos que se quieran inventar, con el objetivo de derivarles a sus productos hipotecarios tradicionales.

Se trata, por tanto, de un ejercicio de marketing burdo y bastante barato, aunque sin duda, efectivo, porque ha conseguido que todos estemos hablando de Bankinter en estos días. Y es que, si fueran en serio habrían puesto sobre la mesa todos los datos concretos, sin andarse por las ramas.

El hecho de que hayan lanzado la campaña antes de tener el producto preparado no hace sino convencernos de que es puro continente, pero nada de contenidos, un ejercicio de prestidigitación que no se cree nadie.