Archivo del Autor: Edmart Rusan

Estamos un poco mejor, ¿o no?

Ni mejor ni peor, sino todo lo contrario

Ni mejor ni peor, sino todo lo contrario

En términos absolutos no podemos decir que hayamos mejorados, ya que seguimos en una situación en la que las operaciones de compraventa siguen reduciéndose en tasa interanual, pero si lo comparamos con el escenario que teníamos antes podemos empezar a plantearnos una mejoría, o, al menos, una estabilización.

En este sentido, nos encontramos con que las operaciones de compraventa de vivienda durante el tercer trimestre de este año 2011 se han reducido en un 6,3%, con respecto al mismo período del año anterior, mucho mejor que el 30,4% del primer trimestre y del 40,8% del segundo, aunque todavía nos encontramos en cifras negativas y las 75.462 ventas de viviendas supongan el segundo valor más bajo desde el estallido de la crisis.

Una ligera mejoría, ya con poco nos conformamos, que tiene su fundamento en dos factores fundamentales. Por un lado, al tratarse de un valor comparativo, tiene mucho que ver con la situación en la que estábamos en el tercer trimestre de 2010. Entonces, tras el adelanto de compra que se produjo antes del incremento del IVA del 7% al 8%, las operaciones de compraventa sufrieron un descalabro importante, lo que explica que en términos comparativos la caída ahora sea menor.

Por otro lado, también ha afectado el descenso del IVA que el Gobierno aprobó recientemente para la compraventa de viviendas, pasando éste del 8% al 4%, lo cuál ha servido de incentivo a los compradores de vivienda. De hecho, el porcentaje de reducción en las operaciones de compraventa de vivienda nueva ha sido de apenas un 1%, contra el 8,7% de las operaciones de compraventa de vivienda de segunda mano, que a pesar de ello siguen suponiendo más del 60% del total de operaciones realizadas.

En cuanto al desglose por regiones, nos encontramos con 5 Comunidades Autónomas en las que se ha producido un incremento en la compraventa de viviendas, destacando, por encima de todas, Navarra y Cataluña, con incrementos del 14,4% y del 13,6%, respectivamente.En el otro extremo nos encontramos a Ceuta y Melilla, con decrementos del 36,9%, a Canarias, con el 23,6%, y Galicia, con el 22%.

En definitiva, el mercado inmobiliario español sigue en estado de coma, sin que se empiece a atisbar ningún indicio de recuperación real que pueda hacer plantearnos el inicio del crecimiento económico.

La CAM se vende a precio de saldo

banc-sabadell

Según anunció el Banco de España en el día de ayer, el Banco Sabadell adquirirá próximamente la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) por el módico precio de un euro, a cambio de hacerse cargo del tremendo agujero que la entidad valencia todavía sufre.

Con esta compra, el Banco Sabadell pasará a disponer de una posición de privilegio en el ránking de entidades financieras en nuestro país, alcanzando claramente al Banco Popular, a pesar de que éste haya visto incrementado su volumen de activos claramente en los últimos meses por la integración del Banco Pastor en la estructura del Popular.

En conjunto, el Banco Sabadell pasará a disponer de un volumen de activos de hasta 167.000 millones de euros, muy por encima de los poco más de 95.000 que disponía hasta ahora, aunque eso sí, su balance ser verá penalizado por el agujero de la CAM.

Un agujero que será compensado, en gran medida, por el Fondo de Garantía de Depósitos de las Entidades Bancarias (FGD), que aportará una cantidad inicial de más de 5.000 millones de euros para que el Sabadell pueda salir indemne de los primeros meses de trabajo con la CAM en su estructura.

Por otro lado, esta adjudicación del Banco de España al Sabadell se ha producido, en última instancia, por la retirada del resto de entidades que se han ido retirando de la puja paulatinamente hasta dejar al banco catalán como única alternativa para el máximo organismo financiero español.

De esta forma se sigue con el proceso de integración de entidades que permitirá a los bancos y cajas españolas salir adelante en este escenario de crisis en el que vivimos y en el que estamos inmersos sin solución de continuidad, porque la atomización de la que era presa el sistema financiero español hasta la actualidad provocaba su falta de eficiencia y condenaba a la entidad a una falta de eficiencia general muy poco beneficiosa para sus intereses.

Habrá que ver como se desarrolla el futuro, pero todo apunta a que se pueden producir nuevas fusiones e integraciones de entidades financieras dotando de mayor tamaño a las organizaciones resultantes, con lo que tendrán mayores garantías en los mercados internacionales.

Cuarenta euros más en la cuota mensual

El Euríbor, el causante de nuestros desvelos

El Euríbor, el causante de nuestros desvelos

El Euríbor, principal índice de referencia hipotecaria para la mayoría de las hipotecas españolas y europeas, al menos de momento, ha cerrado el mes de noviembre en el 2,044%, lo que supone un importante decremento con respecto al cierre del mes inmediatamente anterior, octubre, que lo hizo en el 2,11%.

Sin embargo, todas las hipotecas que tengan que revisar el tipo de interés aplicado en función del cierre del mes de noviembre, que serán, principalmente, aquellas que lo hagan en el mes de enero, se verán encarecidas en unos cuarenta euros mensuales, como consecuencia del incremento interanual del porcentaje del Euríbor.

Así, el índice de referencia hipotecaria cerró en noviembre de 2010 en el 1,541%, lo que supone 0,5 puntos porcentuales menos que el cierre de noviembre de 2011, lo que viene a determinar el incremento monetario de la cuota a pagar mes a mes por los titulares hipotecarios.

Este incremento no hace sino sumarse a todos los que se han venido produciendo durante este año 2011, que ha sido en su totalidad un año de aumentos de cuota, aunque la buena noticia es que parece que la senda alcista se ha detenido y tiene visos de seguir por el camino.

Si analizamos los primeros días de cotización del mes de diciembre nos encontramos con que la tasa media del Euríbor se encuentra en el 2,033%, es decir, a la baja con respecto al cierre de noviembre, y podrían producirse cambios drásticos si el BCE toma alguna decisión importante en su reunión de esta semana.

No hay grandes expectativas de reducción del tipo de interés para la zona Euro, pero lo cierto es que el máximo organismo financiero ya sorprendió a propios y extraños este pasado mes de noviembre reduciendo el tipo de interés para la zona Euro por sorpresa.

Una sorpresa por otra parte necesaria, ya que el crecimiento prácticamente nulo de la zona Euro reclamaba una acción rápida de los organismos financieros para dinamizar en cierto modo el comportamiento económico de la zona, todavía en horas bajas, y con necesidades extremas de financiación externa para iniciar procesos de inversión de medio-largo plazo, algo que parece impensable en estos momentos de incertidumbre.

Las grandes inmobiliarias al borde del precipicio

Las inmobiliarias a puntito de caer

Las inmobiliarias a puntito de caer

La mejor manera de medir el calado de la actual crisis es, sin duda, analizar las consecuencias que están sufriendo las principales inmobiliarias de este país a la hora de vender más o menos inmuebles, y en este sentido los datos son realmente demoledores con un decremento en ventas de grandes dimensiones.

Así, las seis principales empresas inmobiliarias de este país, como son Metrovacesa, Martinsa Fadesa, Colonial, Reyal Urbis, Realia y Quabit, han presentado datos de ventas hasta septiembre de 2011 realmente desoladores con apenas 1.3329 viviendas vendidas durante todos los primeros nueve meses del año.

La que más actividad ha presentado ha sido Martinsa Fadesa con 717 ventas, aunque se trata de una cifra engañosa ya que la gran mayoría de estas ventas se han realizado al mercado internacional, con lo que la influencia de la crisis nacional en este apartado ha sido menor.

Las otras cinco empresas inmobiliarias han reducido sus ventas en porcentajes superiores al 60-70% con respecto a los períodos previos al pinchazo de la burbuja inmobiliaria, en gran parte como consecuencia de la falta de demanda por las familias españolas, pero también como consecuencia del parón generalizado del crédito en nuestro país.

Sin embargo, desde el sector inmobiliario se confía en que la llegada del Partido Popular al Gobierno sirva para dinamizar la compra-venta de viviendas a gran escala y permita que el sector se vaya, poco a poco, recuperando e inicie la senda del crecimiento.

En este sentido, durante la campaña electoral Rajoy ya anunció la recuperación inmediata, y de manera retroactiva, de la desgravación fiscal por compra de vivienda a todos los ciudadanos, y no sólo a aquellos con rentas inferiores a los 24.000 euros, como aprobó el Gobierno socialista.

Durante la campaña se apuntó también a dinamizar el crédito por parte de las entidades financieras, con incentivos fiscales apropiados y exigencias en función de los avales que el Gobierno español ha venido concediendo desde el estallido de la crisis.

En definitiva, nos encontramos en una situación límite, ya que los pagos de los créditos de estas empresas inmobiliarias están a punto de vencer y necesitan urgentemente una solución para conseguir vender sus viviendas, y poder reactivar el sector, lo cuál redundará, necesariamente, en una recuperación del empleo.

El seguro de crédito, el flotador de la crisis

La vía de escape de la crisis de crédito

La vía de escape de la crisis de crédito

Independientemente de nuestras opciones políticas seguro que estamos todos de acuerdo en el hecho de que España necesita un sistema hipotecario de calidad que evite que se vuelva a producir una situación como la que todavía estamos sufriendo y que podamos mirar al futuro con cierto optimismo.

Por ello, las propuestas de mejora del sistema se suceden de manera continuada desde todos los sectores, siendo tres las que han ganado más adeptos, como son la dación en pago, el límite legal al 80% del valor de tasación del inmueble y el seguro de crédito.

En primer lugar, la dación en pago parece desechada por los analistas hipotecarios porque consideran que generaría una restricción mayor al crédito, a la vez que se encarecería el mismo mediante un incremento en los diferenciales aplicados por las entidades financieras. Sería una manera de penalizar a la mayoría para beneficiar a una minoría.

En segundo lugar, el límite legal al 80% del valor de tasación de los inmuebles obligaría a las familias que quisieran comprar una vivienda a tener ahorrado el restante 20%, o bien a contar con un apoyo familiar que se lo pudiera ofrecer. En este sentido, las familias más humildes y, sobre todo, el colectivo inmigrante, se quedaría claramente fuera de la posibilidad de adquirir una vivienda, con lo que podría ser socialmente injusto.

Y, en tercer lugar, el seguro de crédito parece ser la opción más viable porque no restringiría el crédito ni las opciones de las familias españolas, aunque sí encarecería el diferencial aplicado por las entidades financieras, en un porcentaje que rondaría el punto porcentual, según los expertos.

En definitiva, la clave está en comprender que cualquier opción elegida genera unas consecuencias positivas y otras negativas, y que ambas deben de ser colocadas en una balanza a la hora de poder calibrar la mejor opción de cara al futuro y al presente.

En este sentido, parece que la menor distorsión provocaría en el sistema hipotecario sería el seguro de crédito, ya que garantizaría unas condiciones de acceso adecuadas, a la vez que no penalizaría en exceso en cuanto al precio que habría que pagar.

El saldo hipotecario sigue cayendo en picado

El crédito está bien amarrado por las entidades financieras

El crédito está bien amarrado por las entidades financieras

El saldo hipotecario es uno de los parámetros que determinan la buena o mala salud del sistema hipotecario español, ya que en condiciones normales debería de incrementarse, tal vez no en valores como en los previos al estallido de la burbuja inmobiliaria, pero sí de manera estable.

Sin embargo, durante todo este año 2011 se ha venido reduciendo en tasa interanual, y desde abril también en tasa intermensual, lo que pone de manifiesto que lejos de empezar la recuperación nos encontramos de lleno dentro de la crisis, sin que parezca que haya una solución cercana.

Así, según los datos de la Asociación Hipotecaria Española, el saldo hipotecario se redujo durante el pasado mes de septiembre en un 5,12% con respecto a septiembre de 2010, para totalizar algo más de 1,03 billones de euros, con un descenso intermensual del 0,26%.

Ello significa que las nuevas constituciones hipotecarias no son suficientes como para compensar las amortizaciones que se van produciendo por parte de los titulares hipotecarios o para cubrir los embargos realizados por las entidades financieras, que reducen al 50% la deuda mantenida.

En este escenario es muy complicado plantearse una recuperación del sector inmobiliario español, porque a nadie se le escapa que el crédito hipotecario es fundamental para intentar plantearse una recuperación en lo que a compra-venta de viviendas se refiere.

Por tanto, el primer objetivo que debe plantearse Mariano Rajoy en cuanto tome posesión de su cargo será, sin duda, la normalización del flujo crediticio por parte de nuestras entidades financieras, de forma que el crédito llegue definitivamente a los particulares y pequeñas y medianas empresas.

Una vez que el crédito pueda recuperarse nos encontraremos con una mejora en las inversiones y en el consumo, porque a pesar de la incertidumbre generalizada que impera en nuestra sociedad en estos momentos, especialmente en lo que se refiere a temas económicos, la liquidez que genera el crédito sirve para dinamizar estos parámetros.

Sin embargo, de momento Rajoy ha preferido no decir nada y mantener todas las incógnitas abiertas hasta que llegue a tomar posesión de su cargo, lo cuál está siendo recibido con cierto nerviosismo por parte de los mercados financieros que quieren acciones más rápidas.

Buscando el crédito desesperadamente

La que se me viene encima

La que se me viene encima

Jamás una victoria fue tan exigente como la que consiguió este pasado domingo el Partido Popular en las elecciones generales, con una mayoría absoluta que le da margen de maniobra suficiente para tomar todas las medidas que necesite, sin hipotecarse por la necesidad de la consecución de apoyos, lo cuál, a su vez, le genera una elevada exigencia de responsabilidad.

Y es que hasta ahora el Partido Popular se ha movido en la indefinición como estrategia política, una ambigüedad que le ha llevado al poder, pero de la que no podrá hacer uso ahora que está en el, sino que tendrá que tomar decisiones, dolorosas la mayoría, si quiere ayudar a España a salir de la crisis.

Medidas que deben comenzar por la recuperación inminente del crédito, tanto a particulares como a empresas, de forma que pueda servir de base sobre la que construir una economía sólida y en recuperación, alejando los fantasmas de la recesión.

Un crédito que se ha ido perdiendo a medida que las entidades financieras perdían liquidez por los embargos hipotecarios y se enfrentaban a la sequía de los mercados internacionales, que al no fiarse de España se negaban tajantemente a conceder préstamos a las entidades financieras españolas.

Por ello, el Partido Popular se enfrenta a dos objetivos fundamentales ahora que se encuentra en el poder. Por un lado tendrá que conseguir que los mercados internacionales vuelvan a confiar en España, y, por otro lado, tendrá que propiciar la absorción del stock de viviendas vacías que sigue lastrando al sector financiero.

Porque hasta que no se consiga liberar los balances de las entidades financieras éstas seguirán restringiendo el crédito de manera dura, sabedoras de que tienen que mantener su liquidez y no exponerla ante la elevada tasa de morosidad que sigue golpeando a la economía española.

En definitiva, nos enfrentamos a un comienzo de la legislatura que promete con ser apasionante, con un partido nuevo en el poder que ya no se podrá ocultar nunca más y con todos los agentes económicos a la expectativa por las nuevas medidas que éste pueda llevar a cabo en pos de la recuperación económica.

La CAM no quiere más clientes, por lo que se ve

El juego del despiste financiero

El juego del despiste financiero

La CAM nos ha demostrado una vez más que nunca terminaremos de verlo ni de escucharlo todo, con una medida que ha levantado ampollas en el sector financiero por tratarse de algo que va en contra del sentido común y de cualquier política anterior.

Y es que la caja valenciana ha decidido ofrecer un 10% de descuento en la compra de las viviendas que comercializa su filial inmobiliaria a todas aquellas personas que traigan una hipoteca contratada con otra entidad diferente, o que, en su caso, paguen al contado.

Se trata de una medida desesperada en tiempos desesperados, ya que pretende dejar de ofrecer hipotecas y que, a cambio, la venta de las viviendas que acumula en su cartera por culpa de los embargos y desahucios no se vea afectada de manera negativa. Y es que la CAM no puede apalancarse más, y concediendo más hipotecas caería en esa condena del medio-largo plazo.

La consecuencia negativa, sin embargo, es que la concesión de hipotecas es uno de los negocios fundamentales de las entidades financieras y el decidir no utilizarlo nunca más no es sino una muestra de rendición ante los mercados y ante las circunstancias.

En este escenario no sería descabellado pensar que la CAM acabara saliendo de las reglas del juego en breve, condenada por su mala gestión previa, porque una entidad tendrá muy difícil mantenerse en el mercado si no cuenta con las herramientas de beneficio habituales.

Por otro lado, en el juego de la venta de viviendas también lo tendrá complicado, ya que los compradores que quieren lanzarse, y pueden hacerlo, a la compra de una vivienda lo que necesitan es financiación y no un descuento del 10%, así que esta medida acabará por pasar factura, sin duda.

Además, la actitud de la CAM coincide con las palabras del director de estudios de la Caixa, que ha afirmado que para poder salir de la crisis como país se necesitará que algunas entidades financieras queden en el camino, y me temo que la CAM tiene casi todas las papeletas compradas, en una clara muestra de que la gestión política de una entidad financiera es algo nefasto a todas luces.

Límite diez días

Ya no hay excusas para las viviendas vacías

Ya no hay excusas para las viviendas vacías

Durante años y años los propietarios de viviendas en alquiler han venido reclamando una legislación más favorable a sus intereses de manera que tuvieran un respaldo en el caso de que los inquilinos no pagaran sus rentas y no tuvieran que verse abocados a procesos judiciales interminables que acababan por arruinarles.

Ello provocaba que gran cantidad de propietarios prefirieran mantener sus viviendas vacías antes que arriesgarse a encontrar un inquilino moroso y quedar preso del sistema judicial español, aletargado y eterno. Sin embargo, parece que este problema se ha solucionado.

Y es que desde este pasado 31 de octubre ha entrado en vigor la Ley de Medidas de Agilización Procesal que modifica la Ley de Enjuiciamiento Civil, y permite que los procesos de alzamiento por impago de renta de alquiler se reduzcan a un plazo máximo de diez días.

De esta manera en el momento en el que un propietario presente una demanda por impago en la renta de un alquiler, el secretario judicial pertinente enviará una carta al inquilino solicitando el pago de la deuda, el abandono de la vivienda o bien la presentación de las alegaciones pertinentes para justificar el impago.

Si transcurrido ese plazo de diez días el inquilino no ejerciera ninguna de estas opciones, el secretario judicial fijaría, de manera directa, una fecha para el alzamiento de la vivienda, sin que tenga que mediar ningún proceso judicial que pueda aletargar y retrasar la recuperación de la vivienda por parte del propietario.

Sin duda se trata de una modificación legislativa que incentivará a los propietarios a poner en el mercado sus viviendas vacías, ya que, por fin tendrán una resolución rápida a sus problemas. Mientras que, por otro lado, los inquilinos con voluntad de pago no se verán perjudicados, ya que siempre tendrán un período para posibles alegaciones por imprecisiones en la demanda del propietario.

En definitiva, se trata de una medida que ayudará a flexibilizar y agilizar los procesos, con lo que se evitarán las ineficiencias que ha venido arrastrando durante tantos años por un error de concepto, se intentaba proteger al inquilino, y sólo se protegía al estafador.

No hablaré si no es delante de mi abogado

Yo no voy a decir nada, ¿y tú?

Yo no voy a decir nada, ¿y tú?

Que los políticos eran maestros de decir todo sin decir nada haciéndote pensar que habían dicho lo que querías escuchar era algo que ya sabíamos, pero que durante el único, sí, sí, único, debate electoral previo a las elecciones generales del próximo 20 de noviembre ninguno de los dos candidatos con opciones de llegar a ser Presidente del Gobierno hable del problema hipotecario es algo realmente sospechoso.

Porque si aceptamos que el desempleo es el principal problema de este país, el problema hipotecario podría ser perfectamente el segundo, con miles de familias a punto de ser desahuciadas, otras tantas ya en la calle y no menos con el agua al cuello para poder llegar a fin de mes pagando religiosamente su cuota mensual.

Sin embargo, ni Rubalcaba ni Rajoy, ni Rajoy ni Rubalcaba, mencionaron nada, absolutamente nada, al respecto. Parecía como si en este país las hipotecas no existieran y como si los abusos de las entidades financieras durante tantos y tantos años se hubieran evaporado por arte de magia.

La dación en pago, una cuestión que sí ha aparecido en algún mitin político de los candidatos, sobre todo de Rubalcaba, no fue ni tan siquiera mencionada, y no hablemos de una posible ley de transparencia bancaria o de incentivos al crédito. Sólo de habló del sector inmobiliario para echarse a la cara mutuamente la creación de la burbuja inmobiliaria.

Un hecho histórico, sin duda, y que no tiene debate. El PP la creó y el PSOE se aprovechó de ella en su fase de crecimiento y está sufriendo las consecuencias en su pinchazo, todo lo demás son palabrerías. El problema es que la ciudadanía no quería escuchar de donde veníamos sino hacia donde íbamos, y en ello nadie dijo nada.

Este es el tipo de democracia que tenemos y que, probablemente, nos merecemos. Dos políticos de nivel medio optando a ser Presidentes del Gobierno sin enterarse de la misa a la media de lo que van los verdaderos problemas de la ciudadanía española, que sigue sumida en una auténtica depresión crónica por no poder hacer frente al pago de sus hipotecas y el temor de perder su vivienda habitual.

Algo huele a podrido en Dinamarca

Ser o no ser, he ahí la cuestión

Ser o no ser, he ahí la cuestión

Hace unas semanas el Banco de España sorprendió a propios y extraños proponiendo la sustitución del Euríbor como índice de referencia hipotecaria en nuestro país, algo de gran calado si tenemos en cuenta que este indicador se utiliza en más del 80% de las hipotecas que se constituyen en España.

El principal argumento de la autoridad financiera española era que el Euríbor a 12 meses es demasiado volátil y provoca que las cuotas hipotecarias de los titulares fluctúen demasiado provocando grandes niveles de incertidumbre. Para solventarlo proponía el Interest Rate Swap (IRS), que fijaría el tipo de interés de las hipotecas para cinco años, momento en el que se procedería a la revisión de las mismas.

Es evidente que con el IRS se conseguiría una mayor estabilidad en la cuota, ya que se pagaría el mismo tipo de interés durante los cinco años que no se revisaran las condiciones, pero lo que el Banco de España no dijo, o, al menos, no explicitó claramente, fueron las consecuencias negativas que ésto podría traer para los propios ciudadanos.

Y es que el IRS suele estar por encima del Euríbor de manera permanente, con lo que una sustitución de índice de referencia provocaría directamente un incremento en el tipo de interés que pagarían los titulares hipotecarios para devolver sus préstamos.

Este incremento de tipo de interés iría directamente a la cuenta de resultados de los bancos y cajas españolas que recibirían un mayor precio por el dinero prestado en forma de hipotecas, con lo que generarían una mayor liquidez en el corto, medio y largo plazo.

En definitiva, “algo huele a podrido en Dinamarca”, ya que todo apunta a que se trata de una estrategia orquestada por las propias entidades financieras, con el beneplácito explícito del Banco de España, y que tiene, una vez más, a los ciudadanos como principales víctimas.

Porque no podemos olvidar que el Banco de España tiene como principal premisa velar por la buena salud de las entidades financieras que operan en nuestro país, y consiguiendo que obtengan más dinero por el dinero que prestan es una condición fundamental para ello.

El Euríbor a la expectativa de la primera decisión de Draghi

La sonrisa que todo lo sabe

La sonrisa que todo lo sabe

Parece que el Euríbor, como espectador de lujo que es, está pendiente de la primera decisión de Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo que se producirá en el día de hoy, y para la que sólo quedan dos alternativas, o bien mantiene los tipos en el 1,50% o bien aprueba una rebaja de un cuarto de punto hasta el 1,25% (una subida es absolutamente impensable por la irresponsabilidad que ello supondría).

Todos los expertos coinciden en afirmar que lo que la economía europea necesita en estos momentos es una reducción de tipos que ayude al dinamismo de la economía, pero ya sabemos todos que las preferencias del BCE suelen ir por camino opuesto a las necesidades de la sociedad en todo aquello que no sea la lucha por el control exhaustivo de la inflación.

Una inflación que ahora parece ser la última preocupación de la economía de la zona Euro, más interesada en luchar contra el colapso generalizado que está sufriendo a todos los niveles. Sin embargo, Draghi pasa por ser una continuidad casi clónica de Trichet, por lo que hay pocas esperanzas de que la política del BCE se vea modificada con su mandato.

De momento, durante el mes de octubre hemos experimentado una estabilidad casi absoluta, ya que la primera cotización del mes se situó en el 2,085%, mientras que la cotización media del mes se situó en el 2,11%, es decir, poco más de 0,02 puntos porcentuales de crecimiento en todo el mes.

Un crecimiento que, comparado con el mes de septiembre se situó en los 0,04 puntos porcentuales, y, lo que es más importante, si lo comparamos con el mes de octubre de 2010 se incrementó en 0,6 puntos porcentuales, lo que supone un incremento en cuota mensual de unos 45 euros, para una hipoteca media, es decir, 540 euros extrapolados al conjunto de los 12 meses del año.

Se trata, en definitiva, de un incremento menor del que se ha venido experimentando en los últimos meses y que llena de optimismo a las familias hipotecadas ante una posible estabilidad en los próximos meses, lejos de las opciones del 2,5% que se venían barajando hace unos meses atrás.