Archivo del Autor: Edmart Rusan

Éramos pocos, y habló La Caixa

La Caixa justifica a las entidades financieras

La Caixa justifica a las entidades financieras

El Servicio de Estudios de La Caixa ha puesto en bandeja de plata una excusa para que las entidades financieras puedan seguir incrementando los diferenciales y las comisiones que cobran a sus clientes, aludiendo a la compleja situación actual de los mercados y las incertidumbres sobre el futuro.

Y es que La Caixa considera que con el desempleo por las nubes y los gobiernos europeos sufriendo para conseguir mantener su independencia de los mercados, lo mejor que pueden hacer las entidades financieras es proteger su liquidez y su solvencia ante lo que se pueda dar en el futuro.

Porque el primer objetivo que deben de perseguir todas las entidades financieras españolas, sostiene La Caixa, es el de evitar la morosidad pase lo que pase, y para ello la mejor forma de conseguirlo es evitando la concesión de nuevos créditos y el filtro ideal para conseguirlo es encarecer el acceso al crédito.

Un crédito que se hará más y más difícil a medida que avancen los meses y nos acerquemos a los exámenes de solvencia a los que el BCE someterá a las entidades financieras europeas a mediados de año, en los que estas entidades tendrán que demostrar su liquidez y su solvencia en situaciones complejas.

Por ello, todos los analistas coinciden en afirmar que los próximos meses supondrán un agravamiento de la sequía creditica al que la economía está siendo sometida por parte de las entidades financieras en estos últimos meses, lo cuál no redundará precisamente en una mejora de la economía real, que seguirá claramente estancada y sin visos de solución.

Por tanto, debemos de prepararnos para lo peor, para unos momentos de tremendas dificultades que afectarán a todos los ámbitos de la sociedad, pero especialmente a aquellos ciudadanos que ya están sufriendo mayores dificultades como consecuencia de la falta de empleo y de la pérdida de sus viviendas.

Porque, a pesar de lo que algunos habían llegado a pensar, la llegada del nuevo Gobierno no ha supuesto ningún cambio sustancial, porque la capacidad ejecutiva de los gobiernos nacionales en este mundo globalizado es realmente escasa, ya que las grandes decisiones vienen dadas desde corporaciones supranacionales.

El precio de la vivienda sigue cayendo

Esto sigue bajando

Esto sigue bajando

Parece que la caída del precio de la vivienda en nuestro país no tiene fin, ya que según los datos que ha publicado el Ministerio de Fomento esta misma semana, nos encontramos con que se ha producido un descenso interanual del 6,8%, intertrimestral del 1,6%, y desde que comenzara la crisis del 19%.

Es decir, que en los cuatro años que llevamos sufriendo el parón del sector de la construcción y sector inmobiliario, nos hemos encontrado con una caída cercana al 20%, que era la previsión inicial de todos los expertos sobre la necesidad del sector para iniciar la recuperación.

Sin embargo, lejos de iniciar la recuperación nos encontramos con que la situación sigue en un estado muy similar al que teníamos cuando comenzó la crisis, con un parón casi absoluto de la construcción y con una demanda efectiva inexistente, como consecuencia de la constante negativa de las entidades financieras a conceder financiación a los particulares para que puedan disponer de hipotecas.

Una situación que se extenderá durante todo este año 2012, a juzgar por los análisis que se están haciendo desde todos los sectores, ya que la economía no tiene visos de iniciar una recuperación definitiva que pueda lleva a pensar en el inicio del relanzamiento de la misma.

En este sentido, todos los analistas coinciden en afirmar en que la situación del empleo es clave. Una vez que comience a reducirse la tasa de desempleo y que se estabilice la contratación, los ciudadanos tendrán perspectivas de futuro optimistas y unos ingresos más o menos fijos, con lo que podrán empezar a plantearse consumos e inversiones de largo plazo.

El problema radica en que el nuevo gobierno de Rajoy intentará recuperar el empleo a través de la construcción, sin plantearse alternativas diferentes, con lo que corremos el riesgo de caer en una nueva burbuja inmobiliaria que pueda llevarnos a unos años de prosperidad que culminen en nuevo pinchazo que nos hunda de nuevo.

Y es que no nos podemos dejar llevar por el cortoplacismo y debemos de pensar en el medio-largo plazo, apostando decididamente por fórmulas económicas alternativas que nos permitan obtener un crecimiento económico a largo plazo.

Las subastas extrajudiciales, la nueva estratagema de los bancos

Los bancos quieren ser el único postor

Los bancos quieren ser el único postor

Está claro que echa la ley echa la trampa, y para trampas “legales” no hay nadie mejor que las entidades financieras que saben adentrarse en las entrañas de los textos jurídicos para obtener su beneficio permanente en cada situación, le pese a quien le pese.

Y así está sucediendo con las subastas extrajudiciales, que es una manera de esquivar las subastas tradicionales que se vienen realizando en los tribunales, para poder conseguir las viviendas a unos precios mucho más económicos, compensando así sus pérdidas patrimoniales.

Una subasta extrajudicial se realiza ante notario, y exige que el primer precio de salida del inmueble sea el 100% del valor de tasación del mismo, pasando, en caso de que no haya ningún comprador, al 75%, en segunda subasta, quedando, entonces, en precio libre para las siguientes pujas.

De esta manera, se puede dar el caso, y de hecho se ha dado, de entidades financieras que se han quedado con una vivienda en propiedad por el módico precio de 1 euro, gracias a que no había otros pujantes y la subasta se resuelve por esa cantidad antes de quedar desierta.

No podemos olvidar que en una subasta judicial el precio por el que la entidad financiera se queda el inmueble es el 50% del valor de tasación del mismo, con lo que la diferencia es notable y explica la voluntad de las entidades financieras de apostar por las subastas extrajudiciales como una manera de resolver sus problemas de balance, a costa de los intereses de sus antiguos clientes.

El problema radica en la laxa moralidad de esta práctica, ya que no está muy claro hasta que punto puede ser ético el quedarse con una vivienda por un euro, por mucho que la ley lo permita, aunque el nulo interés de las entidades financieras por las cuestiones éticas y morales es sobradamente conocido, y respetable, por otra parte, porque no dejan de ser entidades con pleno ánimo de lucro.

Son las administraciones públicas las que deberían de tomar cartas en el asunto y evitar que se produjeran estos abusos a todos los niveles si quieren, como dicen, defender los intereses de los ciudadanos.

Ni un buen dato para empezar el año

Aquí no vende un piso ni el tato

Aquí no vende un piso ni el tato

Aunque en el pasado mes de noviembre se contabilizaron un total de 5.000 operaciones de compraventa más que en el mes anterior, es decir, más que en octubre, en términos interanuales nos encontramos con un descenso del 14,4%, lo que no hace más que seguir con la tendencia que habíamos venido observando en los últimos meses.

De esta manera, el Instituto Nacional de Estadística, certifica que la situación del sector inmobiliario español está todavía muy lejos de iniciar la recuperación y aún se encuentra en proceso de caída libre sin solución de continuidad, y sin que parezca que pueda haber una solución en el corto-medio plazo.

El total de las operaciones de compraventa realizadas ascendió a 27.549, aunque, como siempre, debemos de relativizar los datos, ya que no se refieren a operaciones que se cerraran en el mes de noviembre, sino que son operaciones realizadas, en su plena totalidad, durante el mes de septiembre, y la estadística del INE sólo las recoge una vez que han sido registradas por el Colegio de Registradores de la Propiedad.

En cualquier caso nos encontramos con una serie negativa que ya acumula un total de 9 meses consecutivos de descensos, con el más marcado en agosto, con una caída del 38%, seguida de julio, con el 34,8%, abril, con el 29,7%, septiembre, con un descenso del 28,2%, junio, con una caída del 22,9%, mayo, con el 18,3%, octubre con el 18% y marzo, con un descenso del 11,9%.

En definitiva, que el nuevo gobierno del Partido Popular tendrá que realizar un gran cambio en la política inmobiliaria y de vivienda si quiere relanzar el sector que se encuentra bajo mínimos, y que necesita, de manera urgente, una ayuda global que le permita iniciar la senda del crecimiento económico, para lo que requerirá, sin duda, de la activación del crédito.

Un crédito que seguirá paralizado, al menos, hasta la segunda mitad del año 2012, una vez que las entidades financieras superen, las que puedan, los tests de solvencia y de liquidez impuestos por las autoridades europeas. A partir de ese momento se espera una cierta recuperación al no verse obligadas las entidades financieras a guardar liquidez para protegerse ante los estrictos requisitos financieros.

A falta de hipotecas, bueno es el alquiler

Ya sólo nos queda el alquiler

Ya sólo nos queda el alquiler

La sociedad española se ha tenido que adaptar a las nuevas circunstancias sociales en las que se encuentra, y comprender que la tradicional voluntad de compra ha tenido que pasar a mejor vida ante la falta casi absoluta de concesión de créditos por parte de las entidades financieras españolas, que siguen empeñadas en guardar toda la liquidez posible para afrontar los tests de solvencia que se les vienen encima.

Por ello, el número de viviendas en alquiler sigue creciendo año a año, con familias que tienen que apostar por esta opción al encontrarse con que no pueden obtener la financiación que necesitan para su vivienda, y apostando por el alquiler antes de caer en la red familiar, tan importante en nuestra sociedad.

Esta creciente demanda de viviendas en alquiler provocaría, en una situación normal, un incremento, a su vez, del precio de las rentas mensuales, el cuál no se está produciendo, sí en términos nominativos, pero no en términos reales, que es lo realmente importante.

Este crecimiento de la renta por debajo del valor de la inflación se debe, sin duda a que cada vez más propietarios optan por colocar sus viviendas en el mercado de alquiler ante la imposibilidad de lograr deshacerse de ellas a través de la venta de las mismas.

Por tanto, en el mercado inmobiliario, o más concretamente, en el mercado inmobiliario de alquiler, se está produciendo una doble fuerza que está logrando mantener los precios de manera estable durante estos meses de crisis. Por un lado, la demanda crece y tira del precio hacia arriba, pero, por otro lado, la oferta también crece, tirando del precio hacia abajo, y compensando cualquier subida teórica.

Un escenario con el que hemos cerrado el año 2011 y con el que seguiremos durante todo 2012, a poco que la situación se mantenga como hasta ahora, como parece. Y es que el horizonte temporal de los tests de solvencia exigidos por el Banco Central Europeo, que tendrán lugar a mediados de este año, es demasiado restrictivo e importante como para que las entidades financieras se quieran jugar su presencia en el mercado por la concesión excesiva de hipotecas.

Seguimos sin tocar fondo

Por más cálculos que se hagan, la vivienda sigue a la baja

Por más cálculos que se hagan, la vivienda sigue a la baja

Hay una ley física irrefutable que nos dice que para poder rebotar, para poder recuperar el impulso es condición necesaria, aunque no suficiente, el llegar a tocar fondo, el llegar a una superficie inferior que nos permita tomar impulso para iniciar una cierta recuperación.

Y como todas las leyes físicas ésta no iba a ser una excepción, por lo que se aplica sin condiciones y sin solución de continuidad a todos y cada uno de los ámbitos de nuestra vida, incluyendo, por supuesto, el sector de la vivienda, totalmente hundido en estos momentos de dificultad.

Porque, a pesar de lo que se nos había anunciado repetidamente, 2011 no ha sido el año de la recuperación del sector inmobiliario, más bien al contrario. Con cada vez más gente en situación de desempleo y con la crisis financiera azotando duramente al bolsillo de los ciudadanos, nos encontramos con que cada dato que recibimos es aún peor que el anterior.

El último ha sido el precio de la vivienda nueva durante 2011, que según la Sociedad de Tasación ha caído un 4% en tasa interanual, es decir ha caído sobre un precio que ya estaba en caída, así que ha sido una caída doble, lo que demuestra que no estamos mal, estamos peor.

Es evidente que el tremendo stock de viviendas acumuladas en nuestro país durante los años de burbuja inmobiliaria está impidiendo que se inicie la recuperación, ya que en un momento en el que la demanda no empuja lo suficiente, el exceso de oferta es el causante principal de la caída de precios.

Todos los agentes del sector inmobiliario esperan, sin embargo, que la llegada al gobierno del Partido Popular pueda suponer una inyección a este sector en declive, con subvenciones e inyecciones fiscales que puedan permitir un incentivo real para la recuperación.

No obstante, el optimismo es ciertamente relativo, ya que a pesar de estas ayudas la recuperación será larga y no se producirá en el corto plazo, por lo que habrá que esperar a finales de 2012, sino 2013, para empezar a ver si se ha conseguido definitivamente una recuperación convincente y duradera.

Hasta entonces, no nos queda otra que seguir recibiendo malas noticias un día sí y otro también.

El Euríbor da un respiro a las familias hipotecadas

Una alegría para empezar el año

Una alegría para empezar el año

El Euríbor ha querido hacer un regalo a las familias hipotecadas y ha cerrado el mes de diciembre en el 2,004%, lo que supone un importante retroceso con respecto al cierre de noviembre, cuando lo hizo en el 2,044%, y lo que es más importante, un aumento relativamente asumible con respecto al cierre de diciembre de 2010, el que sirve para calcular el incremento de cuota de las familias hipotecadas.

Así, si tenemos en cuenta que diciembre de 2010 cerró en el 1,526%, en tasa media mensual, nos encontramos con una diferencia positiva de 0,478 puntos porcentuales, lo que arrojará un incremento de unos 35-40 euros mensuales para una hipoteca media.

Sin duda, se trata de un incremento importante, pero muy inferior a la que habíamos venido observando durante los meses anteriores, lo cuál debería de llenarnos de alegría, y más si tenemos en cuenta que este incremento puede tornar en decremento en los próximos meses.

Y es que si el tipo de interés se mantiene, como parece que va a ser, en el 1%, el Euríbor no puede hacer otra cosa más que cotizar a la baja, lo cuál debería hará que el cierre de diciembre en el 2,004% se vaya viendo rebajado en los próximos meses.

Así, si tenemos en cuenta que en febrero de 2011 el Euríbor cerró en el 1,714%, no sería descabellado pensar en una cuota hipotecaria inalterada para las hipotecas que utilicen el cierre de febrero para realizar la comparativa de sus hipotecas, con posibilidad de, incluso, descenso de cuota en lo que se refiere a las hipotecas que utilicen el Euríbor de marzo, ya que el año pasado cerró en el 1,924%.

Por tanto, si la situación económica sigue como hasta ahora, con el riesgo de recesión congelando la voluntad de lucha contra la inflación del BCE, y por tanto, garantizando el mantenimiento de tipos en el 1% para la zona Euro, en los próximos meses deberíamos de observar cotizaciones a la baja del Euríbor.

Un respiro que todos los que tenemos hipotecas podremos disfrutar, mientras que los que soliciten nuevos préstamos hipotecarios no podrán más que envidiar, ya que los excesivos diferenciales aplicados por las entidades financieras en estos momentos impiden beneficiarse de un buen valor del Euríbor.

Se nos acaba el año 2011, un año perdido

El 2011 se nos ha perdido sin darnos cuenta

El 2011 se nos ha perdido sin darnos cuenta

Ahora que ya sabemos lo que gana realmente el Rey de España podemos empezar a analizar desde la transparencia lo que ha dado de sí el año 2011 que este sábado termina, y la verdad es que las perspectivas no son nada halagüeñas, porque a pesar de que se trataba del año llamado a iniciar la recuperación definitiva, nos hemos encontrado con que todo sigue como estaba, o todavía peor.

El sector inmobiliario sigue paralizado, con miles de casas vacías y sin vender, y con el sector financiero incapaz de devolver a la sociedad todos los favores realizados por las administraciones públicas en forma de avales e incluso créditos blandos para que pudieran afrontar sus momentos de mayor dificultad.

Además, y como si no hubiéramos aprendido nada de los años precedentes, el nuevo Gobierno de Rajoy amenaza con recuperar todas las medidas que nos han traído al lugar en el que estamos ahora, con incentivos claros al sector de la construcción y apoyo a la compra de vivienda.

Por ello, el 2012 es un año como para echarse a temblar. Con la tasa de desempleo creciendo aún más, con pérdida de derechos sociales añadida, con las entidades financieras preparándose para superar los tests del BCE, y con los mercados acechando cualquier debilidad de la deuda soberana de los países de la Unión Europea, no nos queda otra que cruzar los dedos y ponernos a rezar, el que crea, o a llorar, el que no crea.

Por tanto, si situamos el inicio en los finales de 2007 y, siendo optimistas, podemos situar el inicio de la recuperación a finales de 2012, nos encontraremos con 5 años de rigurosa crisis que ha empobrecido a los ciudadanos occidentales y nos ha hecho darnos cuenta de todos los excesos que cometimos.

Sin embargo, debemos de ser optimistas ante el futuro y obtener la lectura positiva de la crisis que nos ha permitido aprender que no se puede vivir por encima de nuestras posibilidades y que debemos siempre ajustarnos a lo que tenemos, sabiendo que no es por ello por lo que se nos juzga, porque lo importante, por mucho que los grandes centros comerciales lo quieran negar, es lo que somos, no lo que tenemos.

Feliz Año Nuevo.

Cuando parecía que nada podía ir a peor, el sector de la construcción sigue a la baja

El balancín de la crisis inmobiliaria sigue a la baja

El balancín de la crisis inmobiliaria sigue a la baja

A pesar de que muchos analistas se las prometían muy felices con respecto a los datos con los que nos podríamos encontrar en este año 2011, lo cierto es que la realidad ha echado por tierra cualquier pronóstico y nos ha dejado realmente preocupados ante la situación que nos avecina.

Tras tres años de crisis inmobiliaria, con la burbuja pinchada y repinchada, todos esperábamos que a partir de este año 2011 podríamos comenzar a atisbar ciertos visos de recuperación, pero nada más lejos de la realidad, porque la crisis financiera internacional y el tremendo colapso de la deuda soberana están provocando que el sector de la construcción siga estancado y sin que parezca que nada puede cambiar.

Esta misma semana el Banco de España ha publicado los datos del saldo vivo de crédito hipotecario sostenido por las entidades financieras españolas para el mes de octubre, y éstas reflejan una caída del 5,69% en tasa interanual, lo que hace prever a la Asociación Hipotecaria Española (AHE), que el saldo vivo hipotecario pueda cerrar 2011 un 6% por debajo de 2010.

Pero lo que todavía es más preocupante es que se puede producir un descenso del 30% en el nuevo saldo hipotecario, es decir en el saldo neto de nuevas hipotecas concedidas, con respecto al año 2010. Si tenemos en cuenta que ya 2010 fue un año pésimo en este sentido, nos podemos dar cuenta del estado en el que se encuentra el sector.

La única buena noticia que parece haber recibido el sector de la construcción en nuestro país en los últimos años es la llegada al poder del Partido Popular, ya que durante toda la campaña electoral Rajoy y su equipo han venido anunciando a los cuatro vientos que su política económica pasa, principalmente, por conseguir recuperar al sector inmobiliario, por las sinergias que genera en el resto de sectores.

Por ello, todos apuestan por la recuperación de la universalidad de la desgravación fiscal por compra de vivienda, amén de otros incentivos fiscales por descubrir que apoyen tanto a constructores y promotores, como a los compradores para que se dinamice así la demanda.

Por tanto, 2012 podría ser el año del inicio de la recuperación del sector. Otra cosa es que a España, en su conjunto, le interese esta recuperación.

El alquiler crece, aunque por debajo del IPC

Ya ni el alquiler es una buena inversión

Ya ni el alquiler es una buena inversión

Según publicó el Instituto Nacional de Estadística a finales de la semana pasada, el alquiler medio en España creció un 0,9% en tasa interanual durante el pasado mes de noviembre, es decir, comparado con el mismo período del año anterior, una cifra que aunque parece positiva es negativa.

Y lo es porque es un crecimiento que se encuentra ampliamente por debajo del Indice de Precios al Consumo, el cuál cerró noviembre en el 2,9%, con lo que se advierten dos puntos porcentuales de diferencia que revierten de manera negativa en los propietarios de las viviendas en alquiler, que llevan ya once meses de manera consecutiva sufriendo esta situación de alquileres creciendo por debajo del IPC.

Desglosando por regiones españolas, nos encontramos con que el País Vasco fue la región donde más creció el alquiler de la vivienda durante el mes de noviembre, ya que se produjo un crecimiento del 1,6%, quedando por delante de Cataluña, con un crecimiento del 1,3%, y de Asturias y Galicia con el 1,1%. Después vendrían Andalucía, Cantabria, Castilla y León y Castilla La Mancha, con el 1% cada una, y Canarias, justo en la media, con el 0,9%.

Por debajo de la media nacional se encontraron Aragón, con el 0,8%, Islas Baleares y Extremadura, con un incremento del 0,7%, la Comunidad Valenciana con el 0,5%, Melilla, con un incremento del 0,4%, Madrid, con un alza del 0,3%, Ceuta, del 0,2%, y Murcia y La Rioja, con un incremento del alquiler del 0,1%.

En el otro extremo, la única región española que sufrió un descenso en el precio del alquiler de sus viviendas fue Navarra, donde se produjo una caída del 0,4%, algo que ya se había venido observando en los últimos meses y que no hace sino certificar la tremenda burbuja en la que vivía la Comunidad.

En definitiva, seguimos anclados en una situación insostenible para los propietarios, tanto de viviendas para la venta como de vivienda para el alquiler, lo que demuestra que la vivienda, en estos momentos, ha dejado de ser claramente una buena inversión convirtiéndose, por contra, en un lastre del que es muy difícil deshacerse, al menos hasta que se produzca una ligera recuperación en la economía en su conjunto.

El precio de la vivienda sigue a la baja

Cada vez las casas valen menos, y el dinero más

Cada vez las casas valen menos, y el dinero más

A pesar de que algunos expertos coincidían en afirmar que el precio de la vivienda comenzaría a recuperarse durante este año 2011, lo cierto es que la coyuntura económica ha roto cualquier expectativa y ha hecho que cualquier previsión que se hiciera con anterioridad se fuera al traste de manera definitiva.

Y es que los datos del tercer trimestre del año son realmente desalentadores desde cualquier punto de vista, con una caída interanual del 7,4%, lo que supone el décimocuarto mes consecutivo de caídas, a la vez que la segunda caída más importante durante este período tras la que se produjo en el segundo trimestre de 2009, con una caída del 7,7%.

Ello viene a significar que no sólo es que no se esté recuperando el sector de inmobiliario y de la construcción de este país, sino que más bien al contrario, estamos experimentando una mayor caída a cada momento, lo cuál nos hace pensar que no hay una solución en el corto-medio plazo.

Porque si comparamos los datos de este tercer trimestre con los que habíamos recibido en los dos trimestres anteriores de este mismo año 2011, nos encontramos con que en los segundos tres meses del año teníamos una caída del precio interanual de la vivienda de un 6,8%, mientras que en el primer trimestre de 2011 la caída fue del 4,1%, con lo que nos encontramos con un acentuamiento de los descensos.

Analizando en términos intertrimestrales, tenemos que en este tercer trimestre del año se ha producido un descenso del 2,8% con respecto al segundo trimestre, el cuál es superior al que se había experimentado durante el segundo trimestre con respecto al primero, cuando los precios de la vivienda cayeron un 1,2%.

Una caída de precios que ha sido más pronunciada en la vivienda de segunda mano, donde se ha experimentado una caída interanual del 9,6%, realmente insostenible a todas luces, mientras que la vivienda nueva ha soportado mejor el chaparrón con una caída del 5%, como consecuencia, sin duda, de la reducción del IVA aplicado por el Gobierno de Zapatero a todas las compras sobre vivienda nueva y que ahora el PP tiene previsto ampliar durante un año más, durante todo 2012.

Alquiler social vs. viviendas vacías

Vacía o a precio de saldo

Vacía o a precio de saldo

Si hay una situación lacerante que hace daño a la vista y que certifica el estado en el que la burbuja inmobiliaria dejó a nuestro país tras su estallido, es la ingente cantidad de edificios repletos de viviendas vacías que pueblan nuestra geografía a lo largo y ancho de todo el país, lo que provoca una situación de indignación si tenemos en cuenta la gran cantidad de familias que no pueden acceder a una vivienda en estos momentos.

Por ello, las asociaciones de consumidores parecen haber encontrado una calle de en medio que podría beneficiar tanto a las familias con dificultades económicas como a las propias entidades financieras, con lo que se generaría una situación de suma positiva, en la que todos ganarían.

Se trataría de ofrecer las viviendas vacías en propiedad de las entidades financieras en el mercado de alquiler, pero con unas rentas por debajo de las de mercado, lo que se llama alquiler social, bajo unos estrictos y rigurosos requisitos de renta que eviten el fraude.

Con ello, las familias con mayores dificultades económicas reales podrían optar a una vivienda digna por un precio asequible y asumible para sus bolsillos, pudiendo destinar el resto del dinero a cubrir otras necesidades primarias que pudieran tener.

Por otro lado, las entidades financieras también saldrían ganando, ya que obtendrían liquidez, convertirían en líquido sus pasivos, algo especialmente importante en un mercado inmobiliario en el que no hay salida para la venta de viviendas y la acumulación de inmuebles se está convirtiendo en una situación puramente insostenible.

Sin embargo, de momento no parece que las entidades financieras en su conjunto estén por la labor, salvo honrosas excepciones, como el de la Caixa, que hace unas semanas lanzó al mercado una propuesta similar, garantizando así el acceso a la vivienda de las familias con mayores dificultades económicas reales.

En definitiva, se trataría de darle un uso a las viviendas vacías para que familias que, de otra forma, tendrían que vivir en casa de familiares o de la beneficiencia, pudieran tener un futuro digno con un alquiler pagado por sus propios ingresos y soñar con posibilidades de recuperación de su situación en cuanto el escenario económico fuera propicio.