Archivo del Autor: Ladríllez

Acerca de Ladríllez

Javier Pérez Fernández (Zamora, 1970) Director durante 10 años de la revista universitaria dela Universidad de León, ha participado en casi todos los foros asociativos y juveniles de la ciudad. Escribe desde los 14 años en periódicos y revistas, especialmente Bedunia, como satírico, y en el diarioLA CRÓNICA-EL MUNDO, donde realizó un suplemento dominical sobre historia militar leonesa. Profesionalmente, se especializó en marketing y economía agraria. Trabaja como comercial de publicidad para medios de comunicación y dirige una casa de turismo rural en la montaña leonesa. En cuanto a trayectoria literaria, empezó por el verso satírico, estudió métrica y composición clásica y es autor de más de mil poemas, aunque jamás se consideró poeta. Más constante ha sido su dedicación al columnismo de prensa, medio en el que ha publicado más de ochocientos artículos en los últimos veinte años. Como autor de relatos cortos, ha tratado de conciliar la temática escabrosa con el estilo irónico, lo que le ha valido más reconocimientos que amistades. En total tiene escritos más de doscientos relatos y ha recibido casi una veintena de premios en este campo. Pero el género donde considera que mejor se desenvuelve es el de la novela. Escribió su primera obra de más de doscientas páginas a los dieciocho años, aunque afirma que sólo permitiría su difusión bajo amenaza a punta de pistola. Desde entonces, ha escrito una enorme epopeya espacial de más de dos mil folios, y cinco novelas, una de las cuales,la Crin de Damocles, le valió el premio Azorín 2006. La espina de la amapola, Ed. Planeta 2008. El Gris. Ediciones B. 2010 -La crin de Damocles, Ed. Planeta 2006. Premio Azorín de novela. -Viento Divino. Caja Murcia. Instituto Castillo Puche. -Antología poética Antonia Pérez Alegre. Fundación Espejo 2005. -Apagar el sol. Ayuntamiento de Toledo. Premio narrativa femenina 2005 -Historias para catar. Tropo Editores 2007 -Diversas antologías y colecciones de cuentos.

La escasez de huecos de mercado

Innovar no es tener ideas peregrinas. Ese es nuestro problema.

Innovar no es tener ideas peregrinas. Ese es nuestro problema.

Llamadme pesado, os lo ruego.

Voy a hablar del exceso de capacidad productiva, otra vez, porque veo que no se acaba de meter la idea en la cabeza ni a nuestros políticos ni a los comentaristas de prensa económica. Yo seré un pelma, pero al menos los que frecuentáis este blog tenéis una idea más, no mejor, pero distinta, de las causas y posibles salidas de esta crisis.

Decíamos el otro día que para crear empleo era necesario encontrar gente dispuesta a asumir un montón de riesgos (y complicaciones) a cambio de un beneficio incierto.

Hoy tengo que añadir que, además de eso, es necesario encontrar un nicho en el mercado, y lo cierto es que cada vez hay menos rincones donde sea posible competir generando empleo, porque las necesidades totales pueden ser ya cubiertas por un número cada vez menor de empresas.

Las verdaderas oportunidades de competir están en hacer lo mismo que ya está haciendo otro, pero más barato, o con menos empleados, y eso puede crear economía y beneficios, pero no crea empleo a nivel global.

La mecanización, las fusiones de empresas, el aprovechamiento masivo de las sinergias, y también, por qué no decirlo, las prácticas monopolísticas tan comunes en algunos sectores hacen que sea muy difícil entrar en el mercado como no sea a a través de la innovación.

Y en ese campo, precisamente, los españoles no somos punteros.

¿Creéis realmente que podemos seguir creando empleo fabricando masivamente ladrillos, barcos, y bordillos de acera? Una sola empresa, en un rincón perdido del mundo, es capaz de producir todos los bordillos que se precisan en el mundo entero. Lo mismo con todos los bolígrafos, etc.

El problema, nuestro problema, es que todo lo que pueda ser fácilmente deslocalizable es más rentable de producir en otro lado, y lo que no lo es, como los servicios, no alcanza ya a cubrir la masa crítica de la economía.

Todo el mundo puede producir mucho, demasiado, y no hay clientes para tanta mercancía. Los almacenes rebosan de productos sin vender y las cuentas de los bancos y las promotoras de pisos sin vender. En esas condiciones, seguir produciendo, es apretarse más la soga al cuello.

Y dejar de producir, pegarse un tiro.

Elijamos.

 

El origen del empleo


Monumento al último empleado fijo.

Monumento al último empleado fijo.

Todos hablamos de crear empleo. Muy bien. Pero para eso hay que hacerse una pregunta: ¿quién lo crea? La respuesta obvia es que los empresarios y emprendedores del país, ya sean públicos o privados. Ya veis que no me meto hoy en ideologías.

El empleo, pro tanto, no se crea solo. Se necesita que alguien, un empresario, lo genere.

Pasamos a la pregunta segunda: ¿cuándo se convierte alguien en empresario? Cuando cree que el riesgo que va a correr le va a merecer la pena, pues ganará más con su empresa de lo que ganaría dejando el dinero en una cuenta corriente o en bonos del Estado.

Tenemos, por tanto, que el empleo se crea sólo cuando hay gente dispuesta a arriesgarse a cambio de un beneficio que puede ser cierto o no.

La situación real, por tanto, y que nadie menciona por su nombre, no es que España necesite empleos. España lo que necesita es empresarios, y mientras se les demonice con manifestaciones, insultos y acusaciones de codicia, no habrás más empresarios.

España necesita empresarios y mientras sea más rentable y más seguro preparar unas oposiciones que montar un negocio, no saldremos del paro estructural y crónico que padecemos desde tiempos del rey Witiza.

España necesita empresarios, y mientras el lucro esté socialmente mal visto, conseguiremos sólo iglesias y sacristías, me da igual si católicas, de una ONG, o de partidos apegados a la misma idea de ensalzar la pobreza porque es guay, mola, y nos iguala.

España necesita empresarios, y mientras el Gobierno le ofrezca mayor rentabilidad a lso que meten su dinero en deuda pública que a los que lo ponen a crear empleo, tendremos cada vez más deuda y cada vez menos empresas, por aquello de los incentivos perversos que animan a cualquier sistema.

O lo entendemos de una vez o nos vamos a tomar por saco.

Hipoteca 100 por cien

A veces hay que echarle un poco de morrro a la vida...

A veces hay que echarle un poco de morrro a la vida...

No, no habéis caído en un blog de literatura fantástica: las hipotecas al 100 % aún existen.

Si no tenéis dinero para la entrada o teméis que para cuando hayáis ahorrado la parte que falta ya os haga más falta un geriátrico que un piso, estáis de enhorabuena, porque aún es posible encontrar hipotecas que financien la totalidad de la compra, aunque habitualmente suelen ser un poco más caras y exigir algunos requisitos extra.

¿Y dónde está el truco? En varias cosas: en primer lugar, como ya dije, el diferencial es un poco más elevado, pero tampoco demasiado. Las hipotecas al 100 por cien suelen comercializarse alrededor del euribor más 0,75.

En segundo lugar, no suele haber hipotecas al 100 por cien para cualquier tipo de piso, sino casi exclusivamente para las que venden los propios bancos. O sea, que hacen lo que sea para soltar lastre, y es comprensible.

En tercer lugar hay que tener en cuenta que suelen concederse a jóvenes de hasta 35 años, porque los plazos de amortización son muy elevados. Se trata, por lo general, de hipotecas a 35 o 40 años, y no es cosa de apuntar en el balance que esperas que el cliente viva hasta los 109 años…

Por último, hay que tener en cuenta que para este tipo de hipotecas se exige el completo: domiciliación de nómina, seguro de hogar, seguro de vida, y estamos pendientes de confirmar si también tres golpes de hisopo.

Pero existir, existe.

Cuadros que no cuentan y cuentas que no cuadran

Colibríes en celo en los lagos de Finlandia. (Con dos cojones) :-)

Colibríes en celo en los lagos de Finlandia. (Con dos cojones) 🙂

Lo peor que le puede pasar a una galería de arte es tener cuadros que no cuentan, y lo peor que le puede pasar a un Gobierno es tener cuentas que no cuadran. Zapatero lleva camino de convertirse en ambas cosas: galerista de estampas costumbristas que no le importan a nadie y un desastre contable sin precedentes.

En cuanto a sus cuadros, tenemos la pantomima de los sindicatos, remisos a convocar una huelga general al Gobierno porque se la querrían convocar a la oposición y eso no les parece del todo serio, así que esperan a que la oposición gobierne para empezar a protestar. Y de momento tragan y callan como si en lugar de viven en un drama o en una tragedia viviesen en otra clase de cine que por pudor no menciono.

En cuanto a los cuadros, tenemos voluntarismo, decir que las cosas se van a arreglar porque sí, y porque es injusto que no se arreglen. Tenemos escenas de pánico disimulado, esperanza autoimpuesta y un intento de ilusión óptica para hacer que el país parezca en movimiento, como la mirada de los antiguos retratos, que simulaban seguir al observador.

¿Y las cuentas? No cuadran. Dicen que el déficit se va a reducir, pero mes a mes se emite nueva deuda. Suben los impuestos para recaudar más, pero las arcas públicas han recibido hasta la fecha hasta un 20 % menos de ingresos que otros años. Piensan potenciar el empleo, pero ya han salido media docena de foros diciendo que los 350.000 trabajos que pensaban crearse con la rehabilitación de viviendas son una broma, porque el problema es que la gente no tiene con qué comprar esas casas. Y casas, lo que se dice casa, hay de sobra.

¿La salida? Dejar la galería de arte. O por una vez olvidarse del abstracto y darse al realismo. Aunque no sea guay. Aunque no cuele cualquier cosa cuando no tienes ni idea…

No queda otra.

 

Ecología y desarrollo

Método de ahorro y defensa del medio ambiente

Método de ahorro y defensa del medio ambiente

En esta clase de temas hay que dejar claros unos cuantos puntos, antes de nada:

-Que ser un cerdo es intrínsecamente malo.

-Que mientras no se demuestre lo contrario, este planeta es nuestra única casa, y si nos lo cargamos, nos vamos a tomar por el saco en columna de a dos y al paso de la oca.

-Que los recursos son limitados y toda economía basada en el perpetuo crecimiento es en realidad un cáncer, que se basa también, como tristemente sabemos, en el continuo crecimiento a costa de los recursos del entorno.

-Que cuidar del medio ambiente no es una opción de entre muchas, sino la única manera de cabal de evitar el suicidio.

Dicho lo cual, y espero que estéis de acuerdo, quiero retrotraerme al artículo de hace unos días sobre el sistema Hoxha, aquel que renunciaba a la mecanización y la tecnología para dar empleo a todos, para preguntaros si algunas de las actitudes de los grupos de defensa del medio ambiente no os recuerdan básicamente a las tesis de ese sistema.

No sé vosotros, pero yo tengo la impresión de que las reclamaciones de los grupos ecologistas han llegado a una dinámica y a unos extremos, y sobre todo a una metodología que parece que están más en contra del desarrollo que a favor del medio ambiente.

Cuando uno oye frases como que la electricidad producida pro las nucleares “podría ser sustituida por ahorro” lo primero que se le viene a la mente es que quieren llevarnos al método Hoxha.

Cuando uno escucha que hay que ahorrar agua incluso en los sitios en los que sobra, por lo saludable del hábito del ahorro, a uno se le viene de nuevo a la cabeza la medievalización de Hoxha.

Cuando la energía eólica empieza a ser mala también porque desorienta a las aves y afea el paisaje, lo que empieza a pensar uno es que tratan de convencernos de que vivamos con menos electricidad. Pero no por razones ambientales, sino ideológicas.

Y el caso es que la defensa del medio ambiente consiste en todo lo contrario: consiste en desarrollar procedimientos y sistemas más productivos y que empleen menos recursos medioambientales. Consiste en investigar, pensar, y generar industria y economía basada en el conocimiento y no en las materias primas. Porque el conocimiento es inagotable, mientras las materias primas tienen un límite.

Pero eso no: insisten en restar. En retroceder. En menguar. Y lo único que consiguen es una reacción negativa hacia las tesis que dicen defender.

Al final, acabaremos por creer lo que dicen algunos: que ecologistas y pacifistas surgieron en Occidente impulsado por los soviéticos para entorpecer el desarrollo industrial del bloque capitalista y que, una vez desaparecida la URSS, les iba tan bien que pudieron seguir sin la subvención rusa.

O es eso, o no lo entiendo.

 

Hipoteca y divorcio

A veces vienen dos desgracias en una. Cosas de los packs...

A veces vienen dos desgracias en una. Cosas de los packs...

Al hilo de lo que contaba el otro día el señor Yunque en su peculiar consultorio, se me ha ocurrido investigar las consecuencias del divorcio en la hipoteca y he encontrado unas cuantas cosas que me atrevo a calificar, como poco, de curiosas. La mayoría ya son sabidas, pero hay que repetirlas de cuando en vez.

En primer lugar, hay que decir, claramente, que la hipoteca es un vínculo más fuerte que el matrimonio, pues cuesta más disolverla que presentar una solicitud de divorcio. Cuando una pareja, casa o no, se separa, el mayor problema es que ninguna de las partes puede afrontar a solas el coste que supone la hipoteca.

Actualmente, el problema es doble, porque además de no poder afrontar la hipoteca no hay modo de vender el piso sin incurrir en unas pérdidas bestiales. Hasta hace dos años, el periodo medio de liquidación de una vivienda después de un divorcio era de cinco meses. Esto incluía también los casos en que uno de los cónyuges pagaba al otra su parte y se quedaba con la casa.

Actualmente el periodo medio de liquidación es de catorce meses, y no son pocos los casos, como un 15 %, que después del divorcio siguen compartiendo la vivienda durante al menos medio año.

Como quiera que la legislación española concede mayoritariamente la vivienda ala mujer, esto supone un problema añadido, pues los hombres se niegan a llegar a cualquier acuerdo sabiendo que todo lo que pongan lo perderán de todos modos.

Así las cosas, la solución más habitual, y a veces la única viable, es rebajar el piso hasta un 40 o 50 %, de modo que se pueda vender de una vez y acabar con el Infierno.

Infierno para unos y cielo para otros, porque siempre hay quien encuentra esa ocasión para comprar a un precio que nunca hubiese soñado.

Y a lo mejor no es tan rara la ocasión, porque en 2009 se produjeron en España 89.983 divorcios. O sea que ojo, tanto por un lado, como por el otro.

 

 

 

La hipoteca multidivisa

A veces no es todo tan estupendo como parece, si se miran los pequeños detalles.

A veces no es todo tan estupendo como parece, si se miran los pequeños detalles.

La hipoteca multidivisa es una opción hipotecaria en la que el dinero que se recibe viene denominado en distintas monedas, de modo que se pueda aprovechar el tipo de interés de otras economías y se amortigüe el riesgo cambiario.

¿Suena bonito, verdad?

Pues bueno, ahora dejamos a un lado la definición oficial y os doy la mía:

La hipoteca multidivisa el puñetero bingo, porque entran en juego tantas variables y tan difíciles de controlar, o siquiera de conocer, que adivinar la cuota que vas a pagar es más difícil que acertar una lotería primitiva.

En teoría puede estar muy bien pagar tu hipoteca en yenes porque e suna moneda que se y ha devaluado mucho, y el que contratase la suya en libras esterlinas se ha ganado ya más de un treinta por ciento. En la práctica, lo que tenemos es una exposición al riesgo, que puede dar pérdidas o beneficios, como un juego de azar cualquiera o como cualquier otra especulación bursátil o financiera.

Además, al tratarse de una operación a muy largo plazo, la hipoteca multidivisa incluye una serie de riesgos difíciles de evaluar, como qué va a ocurrir con el yen japonés en los próximos veinte años, si va a quebrar Nueva Zelanda o qué ocurrirá en las elecciones cantonales de Suiza que pueda afectar a la parte de la hipoteca en francos suizos.

O sea que no: que si es para jugar a la lotería, vale. Pero para algo tan serio como calcular una hipoteca que siempre podamos pagar, no.

O eso creo.

Los sistemas económicos (IV) La alternativa Hoxha. Un paso atrás.

Ingeniero industrial junto a su ordenador.

Ingeniero industrial junto a su ordenador.

Para acabar con la serie de los sistemas económicos y sus distintas posibilidades, quiero acercarme una curiosidad: el sistema Hoxha, abanderado por el presidente albanés, Enver Hoxha, último representante del más férreo estalinismo en Europa.

En primer lugar hay que decir que su desarrollo práctico se basó en la más implacable dictadura y en el comunismo, pero a nivel teórico no tiene por qué ser así, por lo que voy a tratar de explicar el sistema, y no su historia, condicionada por múltiples circunstancias exteriores.

El sistema Hoxha consiste básicamente en dar un paso atrás. Cuando el Estado cree que es imposible dar trabajo a toda la población, porque el exceso de capacidad productiva es superior a lo que se puede absorber, entonces se renuncia a la tecnología y se empieza a producir manualmente lo que antes se producía de modo mecánico.

Por este sistema, se renuncia, por ejemplo, a la mecanización del campo, se prohíben los tractores y las cosechadoras y hay que volver a la tracción animal y al segado a mano. La industria deja su lugar a los artesanos y, en general, se baja de perfil el estado y el desarrollo.

Este sistema se suele conocer también como medievalización, porque pasa por preferir las actividades intensivas en mano de obra a las intensivas en producción. Lo cierto es que da trabajo a todo el mundo, aunque ese trabajo produzca sólo una fracción de lo que podría producir, pero pensando siempre en la autarquía y en que el país viva de sus propios recursos. El fin, por tanto, es trabajar, no producir.

La idea básica que alienta al sistema es que la gente debe poder tener una vida tranquila, sin sobresaltos, y con el sustento asegurado, pero poco más que eso.

Sus problemas son obvios y no me molesto siquiera en detallarlos. Se agravan cuando se es el único país en que lo practica.

La ventaja, porque tiene una, es preocupante: que puede durar eternamente porque este sistema, sí, es realmente sostenible en el tiempo, casi de modo infinito.

Lo he propuesto como curiosidad, para que tengáis algo distinto que contar los que leéis este blog en vez de otros, y para que vayamos pensando a qué sistema se refieren en realidad cuando hablan de un sistema ecológico que no destruya la Tierra.

¿Curioso, verdad?

Esperemos que sólo eso.

Reforma laboral. Opciones

Creo que ya estamos todos un poco quemados...

Creo que ya estamos todos un poco quemados...

Vamos al toro de la reforma laboral, tal y como prometí el otro día:

Estas son las opciones que se barajan para hacer más eficiente el mercado laboral en España y espero de vosotros, por favor, que me digáis cual es vuestra preferida:

-1- Despido libre y alto subsidio de desempleo, al estilo danés. El subsidio va menguando, de modo que cuantas más veces te quedes en el paro más te costará la cotización la próxima vez. Si no has estado en el paro nunca, la cotización es barata.

-2- Impuestos por despidos. El despido es libre, pero el trabajador recibe un subsidio superior al que hay ahora, aunque siempre fijo. Lo que el trabajador recibía de indemnización por despido lo recibe ahora el Estado y lo usa para pagar mejores subsidios. Esta idea significa que la gente no se hará despedir a partir de cierta edad, porque cuesta lo mismo despedir a unos que a otros y no están más protegidos los más antiguos. En teoría, ayuda a los jóvenes.

-3-  Cuentas de jubilación o despido. Cada mes, el empresario y el Estado aportan una cantidad a nombre de una cuenta del trabajador. Esa cantidad será mayor a medida que aumenta la antigüedad. Si el trabajador es despedido, esa será su indemnización. Si no es despedido, todo lo que haya en esa cuenta va a su jubilación. La conclusión es que los que hayan sido despedidos menos veces acaben cobrando una pensión superior.

-4- Despido no libre, creciente. El despido empieza por 12 días de salario por año trabajado al principio y crece en dos días por cada año que se haya trabajado, hasta un máximo de 45. La cantidad es fija, sin distinción entre despido procedente e improcedente.

-5-Despido como el actual, pero acortando la diferencia entre despedir a un joven y a uno mayor. El subsidio de desempleo sería mucho mayor, pero llevaría aparejada la obligatoriedad de trabajar en tareas sociales para poder percibirlo, y sólo por un tiempo. La idea es no dar nunca dinero por estar en casa o pasarse a la economía sumergida. Sólo se paga al que esté ocupado, aunque sea contando piedras, pero nunca en su casa.

-6- No hacer nada, que sea lo que Dios queira, y el que venga detrás que arree. Parece la favorita del Gobierno, pero hay dudas sobre su viabilidad.

Hay más, desde luego, y si a alguien se le ocurre algo  que la explique por favor.

¿He conseguido ser breve?

Competencia y presupuestos

Ya está bien de ideas y soluciones infantiles...

Ya está bien de ideas y soluciones infantiles que sólo ayudan a perder...

Hoy me voy a poner serio: decir que los problemas de España se arreglan rebajando el sueldo a los políticos suena muy bien, pero no deja de ser una chorrada. Lo mismo que decir que todo se arregla subiendo los impuestos a los ricos.

A veces nos gustan tanto estas soluciones, por justicieras, por cainitas o porque nos lo pide una víscera, que el hígado empieza a ser el órgano con el que pensamos de modo más habitual. Y por ese camino lo único que conseguimos es quedar fuera del verdadero debate.

Gruñimos, despotricamos, pedimos tontadas surrealistas y dejamos en manos de los de siempre las opciones que verdaderamente pueden servir de algo, quedando nosotros al margen de la discusión real. Como los niños en una discusión de adultos.

Y no. Vamos a hablar en serio, o por lo menos yo voy a intentarlo. Vamos a hablar de lo que verdaderamente mueve las grandes cifras.

En España tenemos el problema de que nuestros productos no son competitivos y las empresas prefieren marcharse a otros sitios.

Tenemos el problema de que nadie quiere poner una empresa porque son demasiados los riesgos y pocas las ventajas.

Tenemos el problema, en suma, de que no se crea empleo.

Hay que buscar una solución real, porque rebajar el sueldo a los políticos no llega para ahorrar ni el 1 % de lo que necesitamos. Está bien, vale, pero ahorramos el 1 %, y no es serio discutir en primer lugar sobre el 1 %

Aumentar los impuestos a los ricos ni siquiera supone ese 1 %, porque no estamos ya en los tiempos en que el dinero está atado y bien atado. Si se suben los impuestos a los ricos, los ricos se llevan su dinero y podemos perder incluso más de lo que ganamos. Esa medida nos encanta porque hasta los ateos son católicos por aquí y detestan la riqueza. Ser pobre es elegante, según parece, y la riqueza es obscena. No lo juzgo: pero los ricos se marchan de los sitios donde no los quieren, y se llevan su dinero y sus empresas. Las cosas como son: no podemos seguir pensando en los tiempos en los que el dinero no se podía mover.

La discusión, por tanto, según todos los expertos, se centra en la reforma del mercado de trabajo.  Hay que hacer que ofrecer trabajo en España, o creárselo uno mismo, sea una cosa atractiva e interesante. No se crea trabajo por decreto ni por ayudar a los demás, ni porque sí.  El empleo se crea cuando a alguien le interesa crearlo y se convence de que le valdrá la pena asumir los riesgos que eso supone. Y Si ese alguien es sólo el Estado, ya sabéis lo que pasa.

¿Qué proponéis?

Este miércoles os contaré las posibilidades que se maneja, además de no hacer nada, que es la que más le gusta al Gobierno. Pero de momento, vamos a ver cuales son nuestros puntos de partida.

Os leo.

Subsidio vivienda y emancipación

Hastalos jueguetes crecen, y entonces pasan a ser un pcoo monstruosos...

Hasta los juguetes crecen, y entonces pasan a ser un poco monstruosos...

Los jóvenes españoles no se van de casa, y aunque muchos de ellos prefieren incrustarse en la teta de los padres por comodidad, o porque exigen empezar en el mismo punto de partida al que sus padres llegaron después de treinta o cuarenta años de esfuerzos, lo cierto es que muchos, la mayoría, no se emancipan porque no pueden.

La relación entre los salarios y los costes de la vivienda hace pensar que trabajamos en un país y cruzamos la frontera para ir a dormir a otro por las noches, porque de los contrario es imposible comprender qué piruetas han podido hacer la oferta y la demanda para generar esos precios y esos salarios. Y además a la vez.

En todo caso, el Gobierno ha tomado en serio el problema (o eso ha dicho) y ha creado una modalidad de subsidio de vivienda para ayudar a que los jóvenes salgan de casa de sus padres.

El subsidio vivienda o renta de emancipación se rige, en resumen, por estas condicones:

—Pueden ser candidatos al subsidio vivienda las personas con trabajo y una edad de entre 22 y 30 años con ingresos brutos anuales menores de 22.000 euros. Se dan por válidos, además de a los trabajadores por cuenta propia o ajena, a los becarios, los parados que reciban prestación o quienes reciban pensión por incapacidad. O sea: que hay que tener ingresos, pero no se mira mucho de dónde vienen.

— El importe de la ayuda es de de 210 euros mensuales (cantidad revisable), durante un máximo de cuatro años, y sólo para viviendas en régimen de alquiler. Nunca para compra o hipoteca. Los cuatro años máximos pueden ser seguidos o discontinuos. Ojo a esto.

—El contrato de alquiler tiene que estar a nombre del joven que solicita la ayuda.

—Se pueden pedir también 600 euros como préstamo para hacer frente a la fianza. Cuando te devuelvan la fianza devuelves el préstamo.

—Los que soliciten este subsidio vivienda no pueden ser propietarios de otra vivienda, ocupada o no, ni tener un patrimonio mayor de 180.000 euros.

Esto es lo que hay en teoría.

De lo que se tarda en cobrar esa ayuda y de quién se la queda en realidad, ya habláis vosotros. Yo es que hoy vengo contenido y no quiero ponerme a hablar de las diferencias entre emancipación y manumisión.

Quien no lo vea claro, que busque en un diccionario.

Hipoteca y brujería

Sede del Ministerio de Economía que pensó semejante genialidad.

Sede del Ministerio de Economía que pensó semejante genialidad.

Los hipotecados sabemos muy bien que el préstamo significa gastarse hoy los ingresos futuros, pero parece que ese convencimiento no se mete en la cabeza de muchos, que siguen esperando que el dinero florezca, como si naciese en los prados.

Cuando en un país se hipoteca un importante número de personas, y más a los precios a los que se compraron las viviendas en los últimos años, el efecto es que la renta disponible, lo que cada ciudadano puede gastar, queda seriamente tocado y por un periodo importante de tiempo.

La hipoteca es traer a nosotros el dinero del futuro, en una especie de ejercicio de brujería o magia negra. Si nos gastamos el dinero del futuro, el día que ese futuro llegue (o sea, ahora) no tendremos un duro que gastar y nos extrañaremos de que baje la demanda, baje el consumo y se contraiga la economía, pero es obvio.

Además, la brujería económica que se ha practicado en España tiene otra vertiente: durante los años de la bonanza lo que se hizo también fue traer demanda del futuro, y no sólo dinero.

Lo explico: cuando en cinco años se construyen los pisos que se van a vender en veinte, no sólo estamos gastando el dinero del futuro, sino también haciendo el trabajo que habría que hacer más adelante, con lo que el día de mañana (o sea el de hoy, insisto) ese trabajo ya está hecho y la gente queda en el paro porque su ocupación depende de tareas que ya están hechas. Si el trabajo es prosperidad, y lo es, hacer hoy el trabajo de los próximos años es comernos su empleo. Como eso se hizo en España a fuerza de inmigración, la conclusión es obvia: se trajo gente hoy para que los nuestros estuviesen en el paro mañana. Los jóvenes, como veis, tienen razones para estar MUY cabre3ados.

Por eso he dicho siempre que traer mano de obra de fuera para hacer las cosas de golpe, en vez de ordenadamente, es un camino al suicidio: porque hacer hoy el trabajo de toda la semana está muy bien si luego puedes descansar, pero si eso te va a dejar sin empleo ni sueldo la semana que viene, es de locos.

Y eso hemos hecho: agotar el dinero del futuro y cubrir la demanda del futuro.

Demasiado aprendiz de brujo…