Archivo del Autor: Ladríllez

Acerca de Ladríllez

Javier Pérez Fernández (Zamora, 1970) Director durante 10 años de la revista universitaria dela Universidad de León, ha participado en casi todos los foros asociativos y juveniles de la ciudad. Escribe desde los 14 años en periódicos y revistas, especialmente Bedunia, como satírico, y en el diarioLA CRÓNICA-EL MUNDO, donde realizó un suplemento dominical sobre historia militar leonesa. Profesionalmente, se especializó en marketing y economía agraria. Trabaja como comercial de publicidad para medios de comunicación y dirige una casa de turismo rural en la montaña leonesa. En cuanto a trayectoria literaria, empezó por el verso satírico, estudió métrica y composición clásica y es autor de más de mil poemas, aunque jamás se consideró poeta. Más constante ha sido su dedicación al columnismo de prensa, medio en el que ha publicado más de ochocientos artículos en los últimos veinte años. Como autor de relatos cortos, ha tratado de conciliar la temática escabrosa con el estilo irónico, lo que le ha valido más reconocimientos que amistades. En total tiene escritos más de doscientos relatos y ha recibido casi una veintena de premios en este campo. Pero el género donde considera que mejor se desenvuelve es el de la novela. Escribió su primera obra de más de doscientas páginas a los dieciocho años, aunque afirma que sólo permitiría su difusión bajo amenaza a punta de pistola. Desde entonces, ha escrito una enorme epopeya espacial de más de dos mil folios, y cinco novelas, una de las cuales,la Crin de Damocles, le valió el premio Azorín 2006. La espina de la amapola, Ed. Planeta 2008. El Gris. Ediciones B. 2010 -La crin de Damocles, Ed. Planeta 2006. Premio Azorín de novela. -Viento Divino. Caja Murcia. Instituto Castillo Puche. -Antología poética Antonia Pérez Alegre. Fundación Espejo 2005. -Apagar el sol. Ayuntamiento de Toledo. Premio narrativa femenina 2005 -Historias para catar. Tropo Editores 2007 -Diversas antologías y colecciones de cuentos.

Hipoteca, alquiler y publicidad

Cartel MUY explícito.

Cartel MUY explícito.

Hablan en este otro blog, dedicado al fraude fiscal, de lo importante que sería que los pisos, tanto en venta como en alquiler, apareciesen anunciados obligatoriamente con sus precios correspondientes, y el caso es que después de leer el artículo no acabo de estar convencido del razonamiento.

Por una parte, es cierto que los precios que no se muestran se prestan a toda clase de chanchullos, como subidas de precio al ver la cara del cliente, o rechazo frontal dependiendo de la tonalidad de piel del solicitante. Es cierto también que el que se anuncia se compromete con el precio que muestra, igual que sucede en el resto de productos, y que desaparecerían unos cuantos alquileres en negro, de los que no se declaran o cambian de precio en cuanto olfatean una ayuda a los jóvenes o cualquier otra subvención. Pero por otro lado, no puedo menos que pensar que la obligatoriedad de publicar los precios haría aún más rígido el mercado de las hipotecas y de los alquileres, metiendo a la gente el temor en el cuerpo a negociar.

Porque si fuese completamente obligatorio publicar todos los precios, y esos precios pudiesen utilizarse como contrato, ¿quién se metería luego en negociaciones y a quién se le sacaría una rebaja? En los bienes de tan alto valor, la posibilidad de negociar sin cortapisas entre las dos partes es la mitad del negocio. Y además, la vivienda no es un bien homogéneo, como un coche o un teléfono móvil, que son todos iguales unos a otros si coinciden en marca y modelo. Las viviendas están en distintos barrios, a distintas alturas y con distintas orientaciones, y eso no parece tenerse en cuenta.

Mucho me temo, y a eso es donde quiero llegar en este artículo, que el mayor problema de España no es la falta de normativa razonable para que los españoles funcionemos mejor, sino nuestra falta de deseo, como sociedad, de que las cosas funcionen un poco mejor.

Da igual que los precios se publiquen o no: los alquileres y las entregas en negro continuarán. Da igual que cualquier Gobierno saque adelante más o menos reformas laborales o sociales: me temo que aquí el que pueda llevarse cien millones se llevará cien millones, y el que no, pues se llevará  a casa en cuanto pueda los folios del trabajo…

Y no: el precio de la manceba no convierte el meretricio en disco-bar…

Triste historia…

La caída en el precio de los pisos bate todos los records

Se para el reloj de cuerda...

Se para el reloj de cuerda...

Sí, ya sé que es de primero de economía, pero hay que decirlo: como no hay dinero en el mercado, los precios se desploman. De momento, se trata solamente de la vivienda, un bien de alto valor y hoy muy denostado, casi maldito, en el mundo de los inversores.

Y un bien, hay que decirlo, donde los españoles han depositado una buena parte de los ahorros de toda su vida y que es, en buena medida, la mayor expresión de capacidad de inversión y capital en este país.

Según apunta el Banco de España a través de uno de sus informes periódicos, el descenso sufrido por el precio de la vivienda no se había visto ni durante la crisis de 1979, ni durante la de 1991, porque la caída de los precios no sólo no se modera sino que parece acelerarse, en una especie de movimiento de pánico.

A lo mejor, convviene por una vez inserta un gráfico para que veamos cómo ha evolucionado el descenso de los precios:

grafica-viv

Por tanto, aunque parezca una buena noticia, el hecho es que la bajada en los precios de los pisos nos va a suponer un serio compromiso en el futuro, ya que nuestra riqueza es menor y es menor también la riqueza de los bancos que los poseen, con lo que tendrán mayores dificultades para hacer llegar el imprescindible flujo de crédito al mercado de hipotecas y a la economía real en conjunto.

No quiero ser tremendista, pero si el pánico se desata, nuestras entidades financieras lo van a pasar muy mal en el mercado exterior.

Y nosotros, con ellas.

Por qué tanta gente pidió una hipoteca

A un panal de rica miel...

A un panal de rica miel...

Hoy, como es lunes, ataco con uno de esos artículos teóricos en los que trato de buscar el por qué de las cosas, aunque a veces sólo me encuentre con razones circulares, de las que se muerden la cola, no sé aún a ciencia cierta si por extravío o por rabia.

El caso es que la burbuja inmobiliaria se produjo por una demanda desaforada de pisos, y esta demanda sólo fue posible por una especie de fiebre hipotecaria, en ella que aquel que no tenía una hipoteca era poco menos que un leproso o un apestado.

Pero veamos: ¿Por qué tanta gente pido una hipoteca?

La respuesta obvia, aunque parezca una tontería, es porque las daban y porque había demanda. Las daban porque con la entrada en el Euro se produjo un enorme diferencial entre la economía real y la economía financiera. En España empezó a entrar dinero a chorro, y como a los españoles no nos gusta nada, pero nada,  cualquier cosa que tenga que ver con la industria, se canalizó este exceso de oferta monetaria a lo que verdaderamente nos gusta a los españoles: el ladrillo, y el inmovilizado para toda una vida.

Por tanto, tenemos aquí una doble vertiente, económica y sociológica: afluencia masiva de liquidez, bajos tipos de interés y un producto, el ladrillo, muy del gusto de una sociedad donde la frase “los pisos nunca bajan” había sustituido al Evangelio en las bocas de los gurús y los sacerdotes de nuevo cuño.

La otra razón mencionada es que había demanda. Y la había, porque los españoles hemos deseado, desde tiempos inmemoriales, anclarnos a una tierra y una comarca mediante el capital, y no mediante el gasto. Y esta es la diferencia que algunos no consiguen entender: que el piso en alquiler es gasto, mientras que la hipoteca y el piso en propiedad son expresiones de capital, con lo que los ciudadanos de a pie se quisieron insertar en el círculo del capital saliendo del circuito del gasto.

Con el dinero escapando a raudales del consumo para entrar en las arcas del capital, aunque sea familiar y fragmentado, el desastre estaba servido.

Por eso, cuando los que no pueden pagar su hipoteca piden leyes que les defiendan del capital no puedo menos que preguntarme si han entendido que el capital quisieron ser ellos mismos. O quizás sea aún más duro preguntarse si los que todavía pagan sus recibos mensuales sin problemas se arrepienten o no de haber entrado en esa rueda.

Dejamos esas cuestiones para otro día. O para los comentarios, si os parece.

La hipoteca nos costó más

Acabaremos intentando bajarnos una casa de internet...

Acabaremos intentando bajarnos una casa de internet...

A veces, a fuerza de querer entrar en detalles y ofrecer una información más especializada nos dejamos atrás el lenguaje de  la gente normal, o si no su lenguaje, sí sus preocupaciones. Por eso, creo que esta vez me lo voy a plantear de otro modo y afirmar, simplemente, que la hipoteca nos costó más en 2011.

¿Y cómo se calcula eso? Como lo calculan millones de familias españolas: comparando sus ingresos con la parte que se come la hipoteca.

Atrás han quedado ya los tiempos en que teníamos sensación de riqueza tragándonos los dos trucos principales para convencer al pobre de que debe gastar aunque no tenga, o de que tiene cuando no tiene. hablaré de ellos más adelante en detalle, pero son fundamentalmente dos: sustituir la renta por el endeudamiento y abaratar los productos de relumbrón.

Pasada la fiesta, nos damos ahora de bruces con el hecho, ya intuido, de que la vivienda nos cuesta más cada vez, de que ya no se trata de compararnos con nuestros padres, que compraban su casa con treinta o cuarenta sueldos, sino de pensar en cuándo podremos darnos de nuevo el gusto de pensar que estamos un poco desahogados.

Pero vamos a los datos:

Según publica el banco de España, en 2011 las familias destinaron al pago de la vivienda un 29,1% de su renta bruta, lo que significa que el esfuerzo real, o la parte de la renta que se lleva la vivienda, ha crecido dos puntos sobre 2010, año en el que la vivienda consumió el 27,3% de la renta familiar disponible.

Ahora tengamos en cuenta que este dato es global, y que hay un montón de gente que tiene ya la vivienda completamente pagada. Al final, la conclusión es que si la vivienda ha bajado  y el Euribor no ha subido, lo que tenemos es un empobrecimiento general de la nación, con un descenso generalizado del nivel de renta.

Dedicamos más a la vivienda porque nuestros ingresos se reducen más deprisa que el precio de los inmuebles. Y con unos ingresos que se reducen, mientras la confianza permanece por los suelos, es imposible que la economía despegue.

La cosa no pinta bien. Nada bien.

La hipoteca y sus mariachis

Yo sé bien que mi destino era pagar y pagaaaaaaaaaaaar

Yo sé bien que mi destino era pagar y pagaaaaaaaaaaaar

Como muchos de vosotros ya sabéis, el problema de las hipotecas no es  sólo que no se den, que pidan el certificado de vacunación contra la rubeola o que exijan dos firmas compulsadas de Georges Soros y Bill Gates como avalistas. El problema, actualmente, es lo que piden que se firme con ellas, creando eso que ahora llaman un pack y que toda la vida le llamamos un timo.

Así, resulta que el Euribor está bajando, pero el diferencial aumenta. Y así resulta que para que no te suban ese diferencial tienes que contratar otros productos aledaños cuyas condiciones no están muy claras. Que si domiciliar la nómina, que si un plan de pensiones, que si un seguro de vida, que si un seguro de hogar…

Sobre las tarjetas, las domiciliaciones de nómina y otras zarandajas propias de zocos magrebíes hablamos otro día. Hoy os quiero contar un tema sobre los seguros para que andeis con ojo, ya que acabo de ver cómo se abusa del cliente: los seguros.

A menudo se firma con la hipoteca una cláusula por la que, si no se contrata el seguro de vida o el seguro de hogar de la vivienda hipotecada con el propio banco, el diferencial sube automáticamente un 0,6 % o hasta un punto. Como la ley obliga a tener asegurado el bien objeto de la hipoteca, lo normal es que nos encojamos de hombros y aceptemos esa cláusula, que nos la presnetan al revés: una rebaja si hacemos el seguro con ellos.

Hasta ahí, todo está muy bien. Lo que pasa es que luego, a la hora de contratar esas pólizas de seguros no nos tomamos la molestia de consultar lo que cuestan en realidad si las contratamos en otro sitio, porque muchos bancos cobran el doble y hasta el triple por esas pólizas de lo que te cobra LA MISMA ASEGURADORA si lo haces por tu cuenta. O sea, que si vas a una compañía de seguros y pides una cobertura te conbran una cosa, pero tu banco, lo duplica. Y si no aceptas el precio, te meten el punto de diferencial.

Por tanto, tengamos un poco de vista con este tema: pólizas de seguros con el banco, sí, pero a un precio que noi sea nunca superior al de mercado. Y que el contrato lo refleje.

No vaya a ser que la hipoteca venga con mariachis de rechufla…

La hipoteca que no nos dan y el dinero que no nos prestan

Pues te chinchas...

Pues te chinchas...

Aunque nos extrañe a estas alturas recibir alguna buena noticia, parece que la deuda pública se  está vendiendo mejor que de costumbre, e incluso bajan los intereses que el Estado paga por endeudarse. En principio, muchos han respirado aliviados porque al fin empieza a aflojarse la presión sobre la deuda soberana, ya que este puede ser el camino para salir de la crisis.

Por mi parte, no puedo ser tan optimista, y lo que debería alegrarme no hace más que asustarme otro poco. Y voy a tratar de explicarlo:

Cuando los bancos no tenía un duro en sus cajas fuerte no nos prestaban un duro ni nos concedían una hipoteca. Y hasta ahí nos parecía comprensible.Pero resulta que ahora el Banco Central Europeo ha decretado barra libre de financiación y los bancos vuelven a tener pasta, porque la consiguen en el BCE a precios de risa. ¿Y qué sucede? Pues que han decidido que tampoco nos lo van a dar a nosotros, que no nos van a sacar del atolladero, y que el pequeño empresario que no pueda funcionar sin línea de crédito lo que tiene que hacer es cerrar y poner a los trabajadores en la calle, porque prefieren comprar deuda pública o meter esa pasta de nuevo en el BCE.

El dato es devastador: el 85 % de la deuda pública subastada en los últimos meses la han comprado nuestras propias entidades bancarias con el dinero que han pedido al BCE. De este modo, estamos como estábamos, aunque se haya maquillado la cosa: nuestro Estado debe menos, o se financia más barato, y nuestros bancos deben más, pero el dinero no ha llegado a la economía real.

O sea que ahora los bancos SI tienen liquidez, porque se la da el BCE.  Lo que no tiene es ganas de arriesgar ese dinero en negocios reales, en dar préstamos o hipotecas, y prefieren meterlo en la economía especulativa (por eso se mantienen las bolsas) o dárselo al Gobierno para que no les mire mucho los balances.

Por eso hay que pensar que la anemia del mercado inmobiliario y de las hipotecas tiene mala solución. Si a los bancos no les gusta ya el negocio de prestar dinero a la gente, ¿quién se ocupará de tan ingrata labor?

Me veo en los viejos tiempos del Mercader de Venecia, vaya…

Hipoteca y gasolina. Un extraño parentesco

En medio de ningún lado...

En medio de ningún lado...

Aunque parezca que voy a hablaros de la velocidad y el tocino, os ruego que me deis una oportunidad para explicar un nuevo problema que les ha surgido a los bancos en su intento por deshacerse de su enorme stock inmobiliario, algo totalmente necesario para desintoxicar sus balances y que la economía real vuelva a funcionar movida por el crédito a las empresas y los profesionales.

El caso, como ya hemos hablado en otras ocasiones, es que la mayor parte de los inmuebles que tienen atascados los bancos en sus cuentas son segundas viviendas, y viviendas en urbanizaciones o grandes barrios construidos en las afueras de las grandes ciudades o en zonas costeras y de vacaciones, pensadas como segunda vivienda. Los pisos en el centro de las ciudades siguen vendiéndose bien, o se venderían si le gente tuviera dinero, que es a es otra, y si los bancos concediesen hipotecas.

En las previsiones de los bancos figuraba ya la necesidad de tener que rebajar los precios de esas viviendas para hacerlas más atractivas, pero les ha surgido el problema de los combustibles: a medida que la gasolina sube de precio, y se está acercando ya al salvaje nivel de los 1,5 €, es más caro y menos interesante vivir en las afueras o tener una segunda vivienda.

Por tanto, el precio de lso combustibles está presionan a la baja los precios de cualquier inmueble que esté a cierta distancia de lso centros habituales de trabajo, ya que el compprador echa las cuentas y acaba convencido de que lo que ahorra en hipoteca lo va a pagar en gasolina.

Desplazarse es caro, y va a ser más caro cada día, toda vez que los combustible sno tienen trazas de bajar su precio, pro lo que las viviendas que requieran el uso intensivo del automóvil se verán devaluadas en la misma medida para poder competir con aquellas mejor comunicadas, más cercanas a los centros de trabajo o que dispongan de transporte público.

El precio real de los chalés de las afueras y las macrourbanizaciones tipo “Pocero de Seseña” sufre así un nuevo recorte, agravando la situación de los bancos en primer lugar, y luego, poco después, la nuestra, porque estas cosas las pagamos los de siempre.

Así que, como veis, éramos pocos y la abuela se ha ido de juerga…

El Euribor podría estar siendo manipulado

Y no sólo el orujo debería llevar esta marca...

Y no sólo el orujo debería llevar esta marca...

La verdad es que a veces uno se pregunta si estas noticias no sería mejor dejarlas, por el miedo que no dan, pero como hay que ser serios y responsables, pues lo contamos.

Informa Europa Press que la Comisión Europea lleva varios meses, desde noviembre concretamente, realizando inspecciones en las sedes de diversas entidades financieras europeas para comprobar si el cálculo de este índice está sujeto a fluctuaciones distintas de las derivadas por los flujos de oferta y demanda monetaria.

De momento, ni ha trascendido el nombre de ningún banco, ni tampoco los países en los que se están realizando estas inspecciones, por lo que no podemos saber si la banca española está entre las entidades investigadas. Recordamos, aunque no haga falta, que el Euribor es el índice más utilizado para el cálculo de las hipotecas, por lo que es un dato de máxima sensibilidad.

A las preguntas sobre el alcance de estas manipulaciones,  la Comisión Europea emitió un comuinivcado que citamos textualmente:

“La Comisión teme que las empresas en cuestión pueden haber violado las normas antimonopolio de la UE que prohíben los cárteles y las prácticas comerciales restrictivas”

¿Lo traducimos? Pues que temen que se estén poniendo de acuerdo para manipular este índice según sus intereses, de manera que puedan perjudicar a la competencia o imponer unas condiciones distintas, de favor, a las del libre mercado.

De momento, no se ha informado públicamente de que se hayan abierto expedientes al respecto, por lo que ya no sabemos si debemos tranquilizarnos o debemos echarnos a temblar más aún.

Por mi parte, y para que no me llaméis neurótico, sólo una opinión: mientras el Euribor permanezca bajo, me fío un poco, sólo un poquito. Como suba de repente, me dejo de fiar. ¿Vosotros no?

Hipoteca, deducción por vivienda y borrón contable

Idea original para medir el tiempo

Idea original para medir el tiempo

Como decía el otro día, el Gobierno recuperó la deducción por vivienda y lo hizo con carácter retroactivo, también para 2011. A primera vista la cosa suena bien, aunque sólo sea porque el cuerpo nos pide respiros, ayudas y un poco de alegría, después de los palos que han caído y los que seguirán cayendo.

Todavía está por ver si esto ayudará en algo a que los bancos suelten la pasta y dejen de pedir hasta el certificado de vacunación contra las paperas para conceder una hipoteca, aunque mucho me temo que no será así, por mucho que los bancos sean los principales impulsores y beneficiarios de esta medida que, no lo olvidemos, va a costar un montón de pasta a las arcas públicas en uno de sus momentos más famélicos.

La idea subyacente en esta medida, al menos a mi juicio, no es ayudar a los ciudadanos, sino tratar de limpiar los pringosos borrones ladrilleros que adornan en estos momentos los balances de nuestros bancos e intentar de paso reactivar el sector de la construcción, ese sector en el que se basó durante tantos años nuestra economía demostrando su pujanza innovadora y tecnológica.

El Gobierno, con esta medida, parece olvidar que los pisos han dejado de venderse por falta de empleo, de capacidad de consumo y de financiación bancaria, y no porque las condiciones fiscales para su compra fuesen desfavorables. O dicho de otro modo: si no se venden los pisos no es porque no se desgrave, sino porque no hay un duro, las viviendas siguen siendo caras y los bancos no se fían no de su ángel de la guarda. Y además, esta deducción retrasará el ajuste de precios, alargando el problema, pero esa ya es otra historia para otro día…

Lo que más miedo da, o por lo menos me lo da a mí, es que un Gobierno recién elegido tenga tan pocas ideas originales y regrese al viejo tópico del ladrillo incluso a sabiendas del batacazo que nos dimos la última vez que basamos en construcciones e hipotecas nuestra actividad productiva.

Lo que más miedo da, francamente, es que no se les ocurra otra cosa.

Y volvió la deducción por vivienda

España de espaldas al mundo.

España de espaldas al mundo.

Este es uno de los grandes problemas del país, un problema que estamos pagando carísimo en los mercados internacionales y carísimo también en forma de inversiones exteriores perdidas: el cachondeo.

Zapatero quita la deducción por compra de vivienda a finales de 2010 para que la gente se apresure a comprar piso,  se produce en ese momento un repunte en la venta de viviendas, se pone un límite de 24.000 euros al año y se crea toda una parafernalia de condiciones que ayudan a los bancos a forzar la mano en ese momento, ¿para qué? Para que en cuanto cambiamos de gobierno recuperen la deducción por vivienda, sin condiciones, y con carácter retroactivo.

Si la medida es buena o mala da para mucho discutir, pero lo que está claro es que de ninguna manera puede ser bueno dar esta imagen de ejército de Pancho Villa donde no vale la pena planificar nada y donde los riesgos normativos, o sea aquellos derivados de los posibles cambios de legislación son tan altos.

¿Quién va a hacerse en España un plan de pensiones, por ejemplo, cuando cada cuatro días cambian las condiciones fiscales para su rescate, las desgravaciones a las aportaciones y las normas de contabilización? ¿Quién va a poner desde el exterior dinero para esa clase de asunto, o para un fondo hipotecario, si es imposible saber lo que van a decidir mañana y cómo afectará eso a la evolución del negocio?

Las hipotecas y los fondos de pensiones son decisiones a largo plazo, y en los temas a largo plazo es necesaria una estabilidad jurídica que consolide los derechos y obligaciones, porque en caso contrario nos vamos a encontrar con la famosa crucecita marcada por un analista de Singapur al lado de la palabra “Spain”, y esa crucecita significará que es un país con riesgos, lo cual llevará a que perdamos treinta mil millones de dólares de inversión de un fondo al que todo le da igual salvo la rentabilidad y la seguridad de sus inversiones.

Porque eso es lo que nos falta por aprender: que el dinero, el que genera empleo y riqueza, pertenece hoy en día a los fondos de inversión internacionales, esos fondos que rinden cuentas anualmente a jubilados de medio mundo y que le pagan sus pensiones y sus seguros médicos. Y a todos esos viejecitos americanos, japoneses y centroeuropeos, nuestras peculiaridades y nuestras peleas internas les traen al fresco.

Del regreso de la deducción ya hablaremos…

El Euribor baja y las hipotecas suben

Hipotecado descendiendo a los infiernos. La autora es Élodie Durand y le puso otro título...

Hipotecado descendiendo a los infiernos. La autora es Élodie Durand y le puso otro título...

La  noticia de las últimas semanas es que las hipotecas siguen subiendo en coste para quien quiere contratar una, mientras que el Euribor continúa su descenso, como podéis comprobar en el gráfico que aparece en el margen izquierdo de esta web

Aunque parezca una parad0ja, es una reacción bastante lógica para la situación actual. Lo que no es lógico, seguramente, es la situación actual, pero si los bancos disponen de dinero suficiente el Euribor tiene que bajar. Lo que los bancos no tienen tan clara es la evaluación del riesgo que soportan por conceder una hipoteca, y como el diferencial que se aplica por encima del Euribor es el que mide ese riesgo, resulta que la paranoia de los bancos, o su síndrome del gato escaldado, es lo que está presionando al alza las hipotecas.

De todos modos, y aunque esta combinación de datos ha sido muy criticada en distintos medios, a mí me parece que es una buena noticia. Y me explico: que las hipotecas se iban a encarecer ya lo sabíamos todos, y además es un problema menor, puesto que lo realmente complicado no es el precio de las hipotecas sino su acceso a ellas. O sea, no es que se pongan caras, sino que no nos las dan.

Sin embargo, la bajada del Euribor siempre es una buena noticia para la inmensa mayoría de españoles que ya tenemos una hipoteca firmada y que estamos esperando a la revisión anual o semestral. Con la bajada del tipo de referencia, seremos muchos los que veremos bajar unos euros nuestro recibo hipotecario mensual y eso es siempre una alegría.

O sea, que si hacemos balance, la situación para la mayoría es que suben las hipotecas que nunca les darán  y bajan las que ya tienen.

No me parece algo de lo que lamentarse, la verdad.

Cuando son los bancos los que meten el dinero debajo del colchón

Será por liquidez...

Será por liquidez...

Estaba pensando titular el artículo “2011, el año que no subió el Euribor“, después de repasar lo que habíamos escrito por aquí a finales de 2010. Porque el caso es que una de las  principales noticias hipotecarias de este año es que los que las revisiones hipotecarias no han sido tan desastrosas como pensábamos.

Las hipotecas nuevas han sido cada vez más caras y más difíciles de conseguir, pero al menos las antiguas no se han puesto por las nubes, acabando de aplastar las economías familiares, como temíamos.

¿Y por qué sospechábamos que podía ocurrir algo así? Por la ausencia de liquidez, la ausencia de crédito y la desconfianza generalizada de los bancos a prestarse dinero entre ellos en el mercado interbancario.

Y ahí es donde cambié de opinión sobre el título de este último artículo del año.

Porque lo cierto, amigos, es que los bancos vuelven a tener dinero. Lo cierto es que el Banco Central Europeo a metido dinero a espuertas en las últimas subastas de liquidez, y lo cierto también es que los bancos han decidido que prefieren no tener dinero a tenerlo. Una cosa muy extraña y muy peligrosa para familias y pymes.

Trato de explicarlo, porque tiene miga:

El Banco Central Europeo ha lanzado enormes subastas de liquidez a tres años. Nada menos que quinientos mil millones de euros. A esas subastas acudió alegremente toda la banca europea, y acto seguido, de los quinientos mil millones de euros que tomaron prestados, volvieron a depositar en el BCE cuatrocientos diez mil millones. O sea que cogieron el dinero para tenerlo disponible si lo llegaban a necesitar, pero no para ponerlo en circulación.

En estas circunstancias, lo que tenemos no es ya una crisis de liquidez, sino una situación en la que los bancos se niegan a actuar como bancos, dejando a las autoridades monetarias sin capacidad de maniobra, porque lo más que pueden hacer los goibiernbos es prestar dinero a los bancops para que estos lo hagan llegar a la calle. ¿Pero qué pasa cuando los bancos no se fían ni de sí mismos y el dinero no llega a la calle?

Lo veremos en el próximo episodio de este culebrón al que llamamos Crisis del Euro.

De momento, feliz Año Nuevo.