Archivo del Autor: Ladríllez

Acerca de Ladríllez

Javier Pérez Fernández (Zamora, 1970) Director durante 10 años de la revista universitaria dela Universidad de León, ha participado en casi todos los foros asociativos y juveniles de la ciudad. Escribe desde los 14 años en periódicos y revistas, especialmente Bedunia, como satírico, y en el diarioLA CRÓNICA-EL MUNDO, donde realizó un suplemento dominical sobre historia militar leonesa. Profesionalmente, se especializó en marketing y economía agraria. Trabaja como comercial de publicidad para medios de comunicación y dirige una casa de turismo rural en la montaña leonesa. En cuanto a trayectoria literaria, empezó por el verso satírico, estudió métrica y composición clásica y es autor de más de mil poemas, aunque jamás se consideró poeta. Más constante ha sido su dedicación al columnismo de prensa, medio en el que ha publicado más de ochocientos artículos en los últimos veinte años. Como autor de relatos cortos, ha tratado de conciliar la temática escabrosa con el estilo irónico, lo que le ha valido más reconocimientos que amistades. En total tiene escritos más de doscientos relatos y ha recibido casi una veintena de premios en este campo. Pero el género donde considera que mejor se desenvuelve es el de la novela. Escribió su primera obra de más de doscientas páginas a los dieciocho años, aunque afirma que sólo permitiría su difusión bajo amenaza a punta de pistola. Desde entonces, ha escrito una enorme epopeya espacial de más de dos mil folios, y cinco novelas, una de las cuales,la Crin de Damocles, le valió el premio Azorín 2006. La espina de la amapola, Ed. Planeta 2008. El Gris. Ediciones B. 2010 -La crin de Damocles, Ed. Planeta 2006. Premio Azorín de novela. -Viento Divino. Caja Murcia. Instituto Castillo Puche. -Antología poética Antonia Pérez Alegre. Fundación Espejo 2005. -Apagar el sol. Ayuntamiento de Toledo. Premio narrativa femenina 2005 -Historias para catar. Tropo Editores 2007 -Diversas antologías y colecciones de cuentos.

Vivienda y emigración

Las barbas del vecino

Las barbas del vecino

Muchos ya los sospechábamos, aunque fuera sólo a base de echar cuentas con los dedos y comprobar que quien más y quien menos conoce a alguien que se ha ido al extranjero en los últimos tiempos, pero ahora ha venido el Gobierno, con sus fastuosos Presupuestos Generales del Estado a confirmarlo: la emigración se acentúa, y se espera que la tendencia continúe durante los próximos años.

La cosa sería de risa si no fuese por su gravedad: el Gobierno nos cuenta que va a disminuir el paro en el año 2014, y lo anuncia a bombo y platillo en la presentación de los presupuestos, pero cuando uno se pone a bucear en los miles de folios de las cuentas públicas, descubre que el tan cacareado descenso del paro no se corresponde por ninguna parte con una previsión de incremento del número de personas que trabajan, ni tampoco con una reducción de las prestaciones por desempleo.

¿Qué está pasando aquí, entonces, para que el paro se reduzca pero no trabaje más gente?

Pues obviamente que la gente se muere, se jubila, se muere, o se marcha. Los muertos y los jubilados están perfectamente calculados y ya contábamos con ellos (a nivel general y por inferencia estadística), pero el descenso del número de desempleados procede de la emigración. No en vano, en este año 2013 es el primero desde la guerra civil en que España pierde población, nada menos que 200.000 habitantes, y se espera que la tendencia continúe.

¿Y la vivienda? Pues lo obvio: si las casas siguen ahí, sin venderse, y cada vez hay menos gente, no cabe esperar que el mercado inmobiliario se recupere, ni se recupere la construcción, ni se recupere la concesión de hipotecas ni tampoco los maltrechos balances de los bancos.

En algunas ciudades de gran demanda se podrán ir vendiendo los pisos, pero otras, donde la población ya escaseaba, verán que cada vez hay más viviendas vacías, a la venta, en alquiler, o simplemente abandonadas.

Un panorama estilo Detroit, si no lo remediamos antes.

Recuperar una casa embargada. La hipoteca de ida y vuelta

Los derechos que otros escribieron para nosotros

Los derechos que otros escribieron para nosotros

Una de las situaciones más trágicas a las que puede llegar una hipoteca es el desahucio, y en los últimos años hemos asistido a un importante aumento de su incidencia. Después de darle mil vueltas al asunto, de escraches, protestas más o menos folclóricas y llantos diversos, se ha llegado a una situación en la que, como casi siempre, parece que lo mejor es aprovechar losa resquicios que deja la ley.

Vamos a ver una de estas opciones: el derecho al retracto.

Cuando el banco nos ha quitado la casa, al final la acaba subastando, primero por el valor de la deuda total y luego por cantidades cada vez más pequeñas hasta que nos queda la impresión de que además de haber perdido la vivienda nos han tomado miserablemente el pelo, porque con el importe de la venta (que nos corresponde) no se cubre más que una mísera parte de lo que debíamos, lo que hace que la deuda permanezca mucho tiempo incluso después de haber perdido la casa.

La clave está en que los bancos, para deshacerse de estas viviendas desahuciadas, las venden a veces a fondos, o simplemente las venden con grandes rebajas para no tenerlas en su balance. Y ahí es donde el anterior propietario puede echar mano de los derechos de tanteo de retracto, recogidos en el Código Civil desde tiempos inmemoriales, y quedarse la casa de nuevo por el mismo precio que ha pagado el nuevo comprador. De lo que se trata en suma es de aprovechar los descuentos que los fondos buitres o los fondos de inversión obtienen, porque al antiguo propietario le sigue asistiendo el derecho a comprar la casa por el mismo precio al que la compra otra entidad o persona cualquiera.

Os copio aquí lo que dice el Código Civil:

El retracto legal, según el artículo 1521 del Código Civil, “es el derecho de subrogarse, con las mismas condiciones estipuladas en el contrato, en lugar del que adquiere una cosa por compra o dación en pago”.

El derecho de tanteo es la capacidad de una persona de exigir a otra, con relación a la compraventa de un bien concreto, que se lo venda a él por el precio que ya tenía acordado con un tercero.

El derecho de tanteo puede nacer por una obligación legal o contractual, siendo una de los casos más frecuentes el derecho de tanteo sobre el inmueble arrendado.

Así las cosas. la ley ya prevé la posibilidad de quedarse con una casa que fue nuestra, con lo que sólo hay que echarle paciencia y pedir suerte. La ventaja es que podemos aprovecharnos de esos precios que las compañías financieras negocian entre bellas y de lso que tienen buen cuidado de mantenernos siempre apartados.

La extraña subida de las bolsas y otros mercados

Evolución de la deuda americana hasta 2010. Hoy estamos por 17,62

Evolución de la deuda americana hasta 2010. Hoy estamos por 17,62

En estos momentos asistimos a una subida constante y sostenida de los mercados bursátiles, y algunos creen que se trata de un anuncio, de un pistoletazo de salida para la recuperación del mercado inmobiliario. En esta ocasión, podría estar de acuerdo, pero con algunas salvedades importantes relacionadas con el origen de estas subidas.

Por una parte, hay que tener en cuenta que la subida de los mercados financieros y la recuperación de algunos valores en mercado como el IBEX no se debe tanto a la mejoría de la actividad o de los beneficios de las empresas como a que el mercado financiero está inundado de dinero y hay que meterlo en alguna parte.

¿Que sobra dinero? ¿He dicho eso?

Pues sí. En ciertos estamentos, sí.

Las continuas intenciones de liquidez del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal americana van a alguna parte. Y no van a la economía real porque la rentabilidad que ofrece es demasiado baja comparada con el riesgo que representa.  Así que, ¿a dónde va todo ese dinero que se imprime a manos llenas? A los mercados financieros, y esa es la razón pro la que suben las bolsa.

El efecto de estos movimientos especulativos sobre nuestras hipotecas y nuestras casas sin vender puede ser doble:

-Por una parte, se empezarán a vender más pisos, pero aquellos que sean ya verdaderas gangas y en lugares donde la legislación sobre el alquiler y la demanda de alquiler sean lo bastante atractivas para convertir estos pisos en activos rentables. Es decir: mientras los pisos puedan dar dinero en forma de alquileres, se venderán, pero ya no como depósito de valor o lugar donde atesorar unos ahorros.

-El exceso de liquidez se va a cortar en algún momento, y esto puede suponer que al cortarse el grifo aumenten los tipos de interés. Una economía con tipos de interés por debajo de la inflación es una economía que no pasa el control antidoping. ¿Hasta cuándo puede estar el EURIBOR por los suelos? Ya veremos, pero cuando suba veremos lo que verdaderamente nos ha quedado en los bolsillos después de la crisis.

Y de repente, se vende todo (los misterios del mundo del ladrillo)

No sé... no me da buen fario. Creo que se avecina un truco...

No sé... no me da buen fario. Creo que se avecina un truco...

No es que se haya desatascado el mercado de las hipotecas, no, ni que de pronto haya vuelto la liquidez al mercado inmobiliario, sino que por muy diversas y algunas misteriosas razones parece que los fondos de inversión internacionales han fijado su depredadora vista en España y están empezando a comprar a manos llenas. Eso sí, a lo grande, en conjunto, y nunca de manera individual.  Hago una recensión o resumen de lo leído y luego, si os parece, nos preguntamos juntos qué puede estar pasando aquí:

La Generalitat de Cataluña ha vendido al francés AXA 13 edificios por 172 millones, con el compromiso de ocuparlos acto seguido y pagar un alquiler. La rentabilidad exigida fue del 9,45%, lo que implica que en poco más de una década Axa habrá recuperado su inversión solo con las rentas que abona la Generalitat. Lo que gana AXA es lo que palma la Generalitat. Parece obvio, peor hay que decirlo.

-El fondo HIG se llevó el pasado 6 de agosto la operación Toro, la primera gran venta de viviendas de la Sareb, el Banco Malo. El fondo compró por 50 millones el 50% de un millar de viviendas. El resto se lo queda la Sareb. Son pisos baratos en las afueras de las ciudades en Andalucía, Valencia, Madrid, Murcia y Canarias de un futuro incierto. El rendimiento va a estar en la gestión.

El 24 de junio, la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS) anunció que había vendido a Blackstone, asociado con el español Magic Real Estate, 1.860 viviendas en alquiler social por 128,5 millones.

-El Instituto de la Vivienda de la Comunidad de Madrid (Ivima) adjudicó en Agosto a Goldman Sachs y Azora 2.935 pisos de protección oficial por 201,2 millones. Unos 15 fondos se interesaron y la Comunidad organizó una visita en autobús a las viviendas protegidas en Parla. Azora es, una empresa que ya tiene 7.000 viviendas de VPO en alquiler, 25 residencias de estudiantes, hoteles… valorados en 1.300 millones.

Y sigue, podría seguir un buen rato, porque se han cerrado muchas operaciones de este tipo. La gran pregunta, que os dejo para los comentarios, es ¿qué está pasando aquí?

¿España va a ir bien o cualquier cosa, a nivel internacional, es mejor que tener dinero en efectivo?

Muchas de estas operaciones se han hecho sobre viviendas sociales, viviendas protegidas o VPO, lo cual conduce a la segunda pregunta: ¿Somos de fiar, de pronto, o hay mucha gente por ahí que cree que se les puede sacar la pasta los pobres de las VPO, que no pagan proque no les da la gana?

No sé yo…

Esa extraña mejoría

Vieja gloria

Vieja gloria

Parece que la nueva oleada de esfuerzos publicitarios se dirige a convencernos de que todo está mejorando, y el esfuerzo es encomiable porque en una economía de expectativas la mitad de la recuperación tiene que provenir, necesariamente,m de la recuperación de la confianza.

Mejoramos porque se han incrementado nuestras exportaciones.

Mejoramos porque al reducirse nuestras importaciones la balanza de pagos ser equilibra.

Mejoramos porque la destrucción de empleo parece haberse ralentizado, aun a pesar de que los datos que lo demuestran son más falsos que una Gioconda con mostacho. (Estoy seguro de que este enlace os gustará tanto como a mí y os dejará claro, un poco más claro, en manos de quién estamos)

Mejoramos porque algunos sectores han conseguido magníficas facturaciones en los últimos meses.

Sí, vale, todo estupendo, pero la vivienda sigue cayendo, con lo que se acentúa el efecto pobreza y se disuelve el principal depósito de ahorro de las familias españolas. Las hipotecas pesan más cada vez a pesar de la suavidad del EURIBOR, y todos sabemos lo que pasaría si subiesen lso tipos de interés…

Sí, vale, pero exportar más no significa necesariamente ganar más con lo que exportas, sino que también existe la posibilidad de que se estén tirando los precios, con lo que mueves más mercancías pero ganas menos dinero.

Sí, bien, pero importar menos es consecuencia de la crisis, porque somos más pobres, y decir que estamos a punto de salir de la crisis porque los datos dicen que somos más pobres ya es el colmo del recochineo.

Sí, bueno, el turismo ha mejorado, pero el caso es que hay grandes movidas en Egipto, islamistas en Túnez, jaleos en Turquía… Hemos mejorado porque hay otros que empeoran y el turismo, por ejemplo se aprovecha de esta circunstancia. ¿Es esto algún mérito nuestro o de nuesttro modelo productivo?

Y sobre to, ¿qué demonios pasa con la deuda? ¿Por qué seguimos batiendo records? Las respuesta, me temo, no es muy alentadora: porque los gastos del Estado siguen por las nubes y los ingresos no han podido incrementarse.

Ayer mismos se hablaba de que el Estado recaudará este año, como mínimo, 10.000 millones de euros menos por IRPF. Y esto es así no sólo porque haya mucha gente sin renta y sin empleo, sino porque la bajada general de salarios lleva aparejada una reducción de la recaudación y una disminución del monto total de las cotizaciones a la Seguridad Social.

No. No es recuperación.  Es el reconocimiento de que ganamos menos, podemos gastar menos y pagar menos impuestos, con lo que nos veremos abocados a nueva ronda de recortes.

No es mejoría: Es estabilización en la pobreza.

Tras el verano, el temblor de piernas

Solución española de alta tecnología

Solución española de alta tecnología

Escribo este artículo antes de conocer los datos del paro y de la encuesta de población activa de Agosto. Como soy muy valiente, me atrevo a pronosticar que los datos, con no ser buenos, no han sido malos del todo, porque el verano ha venido ayudado por una serie de circunstancias que, sin quererlo, colaboran con nosotros.

Por una parte, hemos tenido bastante buen tiempo, lo que ayuda, y mucho, a que crezca el número de turistas y el gasto por persona de cada uno de ellos.

Por otro lado, algunos destinos turísticos que competían directamente con España, como Brasil, Turquía y Egipto se han visto afectados por protestas ciudadanas que, justas o no, alejan a quienes solamente quieren disfrutar de unas apacibles vacaciones.

Con todo eso, y con el hecho de que otras economías están empeorando, parece que tanto nuestra prima de riesgo como los datos macroeconómicos han mejorado en las últimas fechas, pero mucho me temo que la cosa no va a continuar por ese camino, una vez que el sector turístico vaya plegando velas rumbo al invierno. Las hipotecas, por supuesto, quedan al margen, porque aún no se ha absorbido el exceso de construcción de los años pasados y mucho me temo que se tardará al menos una década en absorberlo.

España entera se está convirtiendo en uno de esos pueblos de Castilla, abandonados todo el año, y que reviven un par de meses con la llegada de forasteros. Esos meses no son su realidad, sino su espejismo.

Mientras nuestra estructura económica no sea capaz de generar mayor valor añadido, mientras los puestos de trabajo que esperamos que se creen vayan destinados a gente de escasa cualificación, no saldremos verdaderamente del hoyo.

Ni podemos ni debemos competir con los países que tienen su mejor valor en vender la mano de obra más barata que la máquina que la sustituiría. Si nuestro nicho de mercado está ahí, entonces tenemos que reconocer de una buena vez que no podemos permitirnos el nivel de servicios que ofrece nuestro estado del bienestar.

O dicho aún más feo: o aprendemos a hacernos ricos o aprendemos a vivir como pobres. No hay otra.

La levitación existe. Deuda, hipotecas y bancos.

¡¡¡Arriba las manos!!!

¡¡¡Arriba las manos!!!

La prima de riesgo española se está relajando, lo que hace que los intereses que pagamos por la deuda emitida sean muy inferiores a los que tuvimos que sufrir el año pasado, cuando el rescate se daba por cosa hecha. Esto, a primera vista, parece una buena noticia, pero como soy de esa clase de gente (rara, muy rara) a la que le gusta hurgar en los datos en vez de lanzar maldiciones, resulta que la buena noticia no es para tanto, o al menos deja un poso de preocupación si se mira con detenimiento. ¿Y por qué?

Porque estamos demostrando que la levitación existe. Por estamos demostrando que el pintor que se cae de la escalera mientras pinta un techo podría haberse agarrado de la brocha para no golpearse con el suelo. ¿Estoy de coña? Ojalá. Atentos a la jugada:

Según las estadísticas de deuda del Estado, publicadas por el Banco de España,  las entidades financieras españolas habían suscrito nada menos  que 224.378 millones de euros, que supone un 33,7% del total de la deuda viva y bate todas las plusmarcas hasta la fecha. Por si esto fuera poco, esta cifra representa un incremento de más de un 8,2% respecto a los 207.300 millones del mes anterior.  O sea, que los bancos sí que tienen dinero, y lo prestan, 17.000 millones de euros en un mes, pero no para nuestras hipotecas, sino todo y hasta el último céntimo para deuda pública.

Por tanto, levitamos. El Gobierno rescata a los bancos, y los bancos a su vez rescatan al Gobierno, de modo y manera que si un día se nos pasa por la imaginación dejar de pagar la deuda. lo primero que saltará por los aires será nuestro sistema financiero, llevándose por delante los ahorros de los españoles, sin fondo de garantía ni remisión posible.

Y es que el mecanismo sería de chiste si no estuviese detrás nuestra tragedia. Lo describo en pocas palabras:

– Los bancos piden dinero prestado al BCE a un tipo de interés del 0’5%, y ofrecen como garantía ante elkl BCE la deuda pública del Estado.

– Con ese dinero que obtienen del BCE a un 0,5%, los bancos compran deuda pública de España al 4% de interés. Ese 4% l0 pagamos todos.

-Los bancos, sin mover un dedo, sin dar una sola hipoteca y sin correr riesgos, se embolsan un 3’5% por su cara bonita.de lo comprado.

– Y como han comprado deuda pública, que el BCE acepta como garantía, vuelven al BCE y piden más dinero para comprar más deuda.

¿Lo veis? Perfecto.

Un negocio glorioso y sin riesgo. Paga el Estado, y encima, para más recochineo, cuando los bancos tienen problemas son rescatados por ese mismo Estado, que para eso está y para eso debe el favor de no haber tenido que aceptar las condiciones de Bruselas.

Se trata, amigos, del mayor atraco de todos los tiempos.

Por eso me cabreo tanto cuando la gente gasta sus energías en hablar de pufos de cuatro perras, que en el fondo son el cebo con que nos mantienen entretenidos, mientras el dinero de verdad se lo llevan a la vista, por la cara, y por la puerta grande…

Ya está bien de chorradas y vayamos de una vez a lo grande, a los sustancioso. Como hacen ellos…

Por qué se esperan nuevas bajadas en el precio de la vivienda

Panorama del asunto...

Panorama del asunto...

El precio de la vivienda no parece encontrar un soporte en el que detener su caída. El dato, que en sí mismo no debería tener mayor relevancia, resulta que es de máxima importancia por ser en vivienda donde se concentra un porcentaje muy alto de la riqueza de los españoles y por afectar directamente a los balances de los bancos, que tienen también una parte sustancial de sus garantías invertidas en ladrillo.

Así las cosas, cada nueva bajada de la vivienda facilita, en teoría, el acceso a este bien de primera necesidad por parte de los que no la tienen, pero supone un clavo más en el ya de por sí siniestro ataúd de nuestra economía. Cada vez que baja la vivienda, las familias se sienten un poco más pobres (el famoso efecto riqueza) y menos predispuestas a gastar, y los bancos se asustan un poco más por las cantidades que deben provisionar y por los agujeros que aparecerán en sus cuentas con cada nuevo impago.

Pero veamos ahora por qué baja la vivienda y por qué algunas firmas de análisis, como la británica Capital Economics, o la consultora española Acuña y asociados, pronostican que las bajadas continuarán hasta un 30% o incluso un 50%, llegando a alcanzar los niveles de 2002.

-Desempleo: mientras no baje el vergonzoso nivel de desempleo de nuestra economía, será imposible reactivar el sector a través de la demanda.

-Deuda pública: si el Estado absorbe el dinero disponible a un tipo de interés superior al que pagan los particulares, la banca no tiene incentivo alguno para abrir el crédito a las familias, y menos aún para conceder hipotecas.

-Exceso de oferta: el exceso de oferta de los años anteriores no ha podido ser compensado todavía, y de hecho se ha visto agravado por la pérdida de población debida a la crisis económica.

-Segunda vivienda: la penalización que sufren las segundas viviendas por la reforma eléctrica  obliga a algunos propietarios a poner a la venta su segunda vivienda, lo que agrava el problema anterior.

-Caída de los salarios: las viviendas se venden, al final, por lo que la gente puede pagar, y la caída de salarios en España, un hecho cierto y poco discutible, hace que la demanda sea más débil y a precios menores.

Lo gracioso del asunto, si me permitís usar semejante palabra, es que el mayor propietario de viviendas en España es el Sareb, el banco malo, y ese es de todos. Así que encima, la pérdida la pagaremos a escote…

La cuenta que hicimos con la hipoteca del piso

No va bien...

No va bien...

La mayor parte de la gente que tiene problemas con su hipoteca puede encontrar la causa de sus apreturas en dos tipos de razones: o cuentas mal hechas, o vicisitudes personales.

Cualquiera de los dos grupos de motivos puede achacarse a una raíz más profunda: un margen ajustado, que aumenta el riesgo.

Los que hemos estudiado sabemos muy bien que prepararse la mitad de la materia para un examen no te garantiza un cinco, o un aprobado raspado, sino que la mayor parte de las veces te conduce al desastre. Y sin embargo, a la hora de calcular sus posibilidades para hacer frente a una hipoteca, ese fue el sistema de cálculo que emplearon demasiados españoles.

Una pareja cualquiera, con dos sueldos de mil doscientos euros cada uno, no puede hipotecarse por setecientos euros. En teoría, no hay problema, porque si los ingresos son de dos mil cuatrocientos, quedan mil setecientos euros libres al mes, pero luego, en la práctica, si uno de los dos pierde su empleo, resulta que tenemos quinientos euros disponible para vivir, y ahí hay que meter todos los demás gastos comprometidos, el mantenimiento de la vivienda, los recibos de los suministros, y ese pequeño detalle que se llama comer.

¿Y se podía decir, a primera vista, que era una imprudencia? No, pero lo era.

Y podía surgir un traslado, o un divorcio… Podían surgir muchas cosas, más o menos probables, que seguramente no se tuvieron en cuenta en su justa medida, máxime cuando una hipoteca es un compromiso para treinta años y en semejante espacio de tiempo pueden llegar a ocurrir muchas cosas, tanto las probables como las improbables.

La otra causa habitual de ahogo son las cuentas mal hechas. La frase que mejor expresa este agujero contable es “hoy en día es mucho dinero setecientos euros, pero como la vida sube, en pocos años será una miseria”. A esa idea se agarraron y nos agarramos muchos, pero cuando la crisis nos condujo a la bajada de tipos, enseguida nos dimos cuenta de que la realidad iba a ir por el camino contrario: la deflación.

La bajada general de precios y salarios ha hecho que, sobre todo los autónomos, hayan visto reducido su nivel de ingresos. Bajan los precios para poder competir, bajan los salarios, y los setecientos euros que pagábamos hace seis años son más duros de pagar hoy en día, porque en realidad son más dinero.

¿Tiene pinta la cosa de mejorar en ese aspecto? Pues no. La inflación que padecemos nos viene, sobre todo, de la energía, de esa electricidad y esa gasolina que pagamos a precios cada vez más caros pero que, mala suerte, no vendemos nosotros.  El dinero que sale de nuestros bolsillos no va al tendero, ni al profesional de la esquina: va a los saudíes, a los exministros del las eléctricas, ya los impuestos.

Y así, no, ni de broma. Así no vamos a ver descender el peso de nuestras cuotas.

Los estafados resucitan a Franco para intentar recuperar su dinero

Queda inaugurado este pantano...

Queda inaugurado este pantano...

La legislación del franquismo defendía más activamente al consumidor que la actual. O eso parece desprenderse de una noticia que acaba de saltar a la actualidad y que aporta nuevas esperanzas de recuperar su dinero para algunos colectivos, víctimas de estafas inmobiliarias.

Una de las peores pesadillas por las que puede pasar una persona es comprar un piso sobre plano, poner el dinero, hipotecarse incluso, y que la promoción no se llegue a terminar, ya sea por estafa, quiebra de la promotora, o cualquier otra circunstancia que conduzca a que el dinero desaparezca misteriosamente sin que por él te lleguen a entregar la anhelada vivienda.

Hasta ahora, cuando se daba un caso, la víctima tenía que acudir a la justicia para que le diesen la razón pero le recordasen, a continuación, que la promotora había quebrado y que, no existiendo patrimonio, no había gran cosa que hacer para obtener el pago de una sociedad anónima.

Sin embargo, un grupo de compradores británicos que resultaron estafados en una promoción inmobiliaria de Hellín, en la provincia de Albacete, contrataron los servicios de un gabinete jurídico que se lanzó a bucear en la legislación no derogada del franquismo hasta que encontró la ley 57/1968 de 27 de julio de 1968.

Y a esa ley, amigos, hay que echarle un ojo, porque invocándola han conseguido que el banco que financiaba la promoción se haga responsable de las cantidades aportadas por los clientes, y lo dice con tanta claridad que el banco afectado ya está pagando y ni siquiera se ha tomado la molestia de recurrir la sentencia.

Empiezo copiando y pegando lo que decía el legislador del año 68, porque no tiene desperdicio:

La justificada alarma que en la opinión pública ha producido la reiterada comisión de abusos, que, de una parte, constituyen grave alteración de la convivencia social, y de otra, evidentes hechos delictivos, ocasionando además perjuicios irreparables a quienes confiados y de buena fe aceptan sin reparo alguno aquellos ofrecimientos, obliga a establecer con carácter general normas preventivas que garanticen tanto la aplicación real y efectiva de los medios económicos anticipados por los adquirentes y futuros usuarios a la construcción de su vivienda como su devolución en el supuesto de que ésta no se lleve a efecto.”

Y después de esto, folio y pico de ley, nada de cincuenta páginas. Siete artículos en total, pero con uno tan devastador, y tan clarito como el artículo primero (no se esperan a más tarde) que dice:

Artículo primero.

Las personas físicas y jurídicas que promuevan la construcción de viviendas que no sean de protección oficial, destinadas a domicilio o residencia familiar, con carácter permanente o bien a residencia de temporada, accidental o circunstancial y que pretendan obtener de los cesionarios entregas de dinero antes de iniciar la construcción o durante la misma, deberán cumplir las condiciones siguientes:

Primera.

Garantizar la devolución de las cantidades entregadas más el seis por ciento de interés anual, mediante contrato de seguro otorgado con Entidad aseguradora inscrita y autorizada en el Registro de la Subdirección General de Seguros o por aval solidario prestado por Entidad inscrita en el Registro de Bancos y Banqueros, o Caja de Ahorros, para el caso de que la construcción no se inicie o no llegue a buen fin por cualquier causa en el plazo convenido.

Segunda.

Percibir las cantidades anticipadas por los adquirentes a través de una Entidad bancaria o Caja de Ahorros, en las que habrán de depositarse en cuenta especial, con separación de cualquier otra clase de fondos pertenecientes al promotor y de las que únicamente podrá disponer para las atenciones derivadas de la construcción de las viviendas. Para la apertura de estas cuentas o depósitos la Entidad bancaria o Caja de Ahorros, bajo su responsabilidad, exigirá la garantía a que se refiere la condición anterior.”

O sea, que el dinero se devuelve en todo caso, y que si no se devuelve, el banco, bajo su responsabilidad, se hace cargo del pufo por no haber pedido las garantías necesarias.

Y la ley sigue vigente porque nadie la ha derogado, con lo que el banco sigue siendo responsable.

Espero que a alguien le sea útil todo este tema.

Aquí va el enlace al BOE por si alguien lo necesita.

Certificado de eficiencia energética: otro clavo a la vivienda.

Tipos de eficiencia. Lo pagas. Te lo dan. Lo ves. Y todos sigue como antes...

Tipos de eficiencia. Lo pagas. Te lo dan. Lo ves. Y todo sigue como antes...

Hace algún tiempo corrió el rumor de que se iba a obligar a realizar la ITV de las chimeneas, de modo y manera que cada vivienda o bloque de viviendas que tuviese uno de estos artefactos tecnológicos, tuviese que pasar cada dos o tres años la correspondiente revisión de su estado, limpieza y emisión de gases. En aquel entonces, según se dijo, la cosa se paralizó durante un tiempo (estas cosas nunca se aplazan para siempre) por estar el asunto entero sospechosamente relacionado con las actividades de uno de los hijos de Pujol.

El asunto era terriblemente jugoso, pues hay millones de chimeneas en España, y se trata, como en el caso de la ITV de los coches, de cobrarte por mirar, sin responsabilizarse de nada. Los arquitectos, aparejadores y demás gremlins del sector se frotaban ya las manos multiplicando la tarifa por el número de clientes obligados, cautivos y forzosos.

Así que cuando la cosa falló, montaron en cólera y se fueron al Gobierno a pedir un nuevo filón. Y así surgió el certificado de eficiencia energética, obligatorio para poder vender o alquilar la vivienda. Y obligatorio ya desde el 1 de junio, nada de futuribles o posibilidades para más adelante.

Desde esa fecha, y para los inmuebles construidos con anterioridad a 2007 (lo que equivale a decir casi todos, porque en 2008 terminó esta crisis que no va a acabar nunca, será obligatorio incluir en la publicidad de cualquier alquiler o venta la letra correspondiente del certificado de eficiencia energética, tal y como aparece en el gráfico que ilustra el artículo de hoy.

Los propietarios que no cumplan con la obtención y publicidad de este certificado incurren en una infracción contra la legislación de consumo y se exponen a sanciones de entre 300 y 30.000 € según sea la gravedad de la infracción.

Como siempre, los únicos que se salvan son los que alquilan su vivienda en negro, pues ni pagan impuestos por lo que ingresan ni tienen tampoco la obligación de cumplir con este certificado, bastante rechazado pro los propietarios al tratarse de un papel que no les aporta nada y que puede costar entre 300 y 500 €.

Así las cosas, estamos ante un nuevo ataque del monstruo burocrático que nos devora, lanzando una vez más sus dentelladas contra los bienes reales, es decir, contra aquellos que en teoría no se pueden escapar llevándose los fondos o las acciones a otro lado con un click.

A quien lo hayan trasladado y espere pagar la hipoteca de la antigua vivienda con el alquiler de la nueva, más le vale ir sumando también este nuevo coste…

Lo que dicen que ahorran y lo que no vemos

El sargento ya se cachondea de nosotros...

El sargento ya se cachondea de nosotros...

La secuencia lógica está clara: mientras el Estado gaste más de lo que ingresa, emitirá deuda pública, y mientras el Estado emita deuda pública, a los bancos les resultará más interesante prestarle el dinero al Estado que dárnoslo a nosotros o a las empresas en forma de créditos o de hipotecas. Así las cosas, resulta que hasta el Corte Inglés ha tenido que acudir por primera vez en su historia a una emisión de deuda.

Sí, habéis leído bien: la vieja broma bancaria de que “si un día entra por la puerta el director del Corte Inglés le dices que no es lo bastante solvente” se ha convertido en realidad. Aquí tenéis el enlace para que podáis haceros cruces tranquilamente y pensar en qué casos le prestarán dinero a cristalerías Benito o a  instalaciones Manolo.

Y entonces, ¿qué pasa con el gasto público?

Nada. Que diga lo que diga la vicepresidenta sobre que ha llegado el momento del sacrificio de los políticos, todo es una pantomima para que las cosas sigan igual, y hasta se han reunido Rajoy y Rubalcaba para acordar qué se toca y qué no se toca. Eso, y no otra cosa, es el cacareado acuerdo entre los grandes partidos sobre la reforma de las administraciones.

Como ejemplo de lo que tenemos, os cito un dato que he encontrado por ahí: “La Conselleria de Sanidad valenciana tiene empleadas a 1.500 personas, de las cuales 164 son telefonistas, 116 electricistas, 18 pintores, 2 fotógrafos, 80 calefactores y 34 costureras. ¿Cómo creen que un país puede funcionar así? Y con un 22% de absentismo.

Así, por supuesto, no se puede reducir el gasto público, y ni siquiera se plantea la opción de corregir ese tipo de barbaridades, porque hacerlo de veras repercutiría sobre el empleo.

¿Os dais cuenta del eufemismo? Repercusión sobre el empleo. Sí, claro, por supuesto, porque echar enchufados a la calle, repercute sobre el empleo. Porque echar asesores a la calle, de los que se nombran a dedo y cobran una media de 60.000 euros al año, repercute sobre el empleo, porque preguntarse por qué los profesores universitarios obtienen su plaza en oposiciones a las que no se presenta nadie más, repercute y mucho, sobre el empleo.

Lo único que no repercute sobre el empleo es dejarlo todo como está, absorber todo el dinero disponible del mercado y ver cómo los demás rabian y lloran en busca de una financiación o una hipoteca que ni llega ni se la espera.