El tipo de acciones más común para invertir son las acciones ordinarias. Este tipo de acciones representan una parte de la propiedad de una empresa. A diferencia de otro tipo de acciones, comprar acciones ordinarias te da derecho a voto.
No solo eso, estas acciones ordinarias tienen el potencial de dividendos y crecimiento del capital. En contabilidad, el balance general contiene información sobre las acciones ordinarias de una empresa.
¿Por qué invertir en acciones ordinarias?
Una pregunta recurrente en el ámbito de la Bolsa, es por qué muchos inversores invierten en acciones ordinarias. La respuesta es que cada acción ordinaria representa una parte de la propiedad de una empresa.
Dicho lo anterior, las acciones ordinarias pueden aumentar de valor si una empresa se desempeña bien, o si aumenta el valor de sus activos. Una acción ordinaria, por otro lado, puede perder valor si una empresa tiene un desempeño deficiente.
Otro atractivo de las acciones ordinarias es que permiten a los inversores participar en el éxito a largo plazo de una empresa. Como resultado, se les considera el tipo de acciones más convenientes en cuanto a inversiones a largo plazo. Y como se dijo antes, las acciones ordinarias, en general, vienen con el poder de votar, ya sea por directores corporativos, así como por cambios de política y división de acciones.
Sin embargo, existen varias excepciones a esta regla. Una de ellas son las corporaciones con dos clases de acciones ordinarias, unas con derecho a voto, y otras sin derecho a voto. Un ejemplo de ello es Alphabet (Google). Las acciones de clase A (NASDAQ: GOOGL) de esta corporación tienen derecho a voto, mientras que las acciones de clase C (NASDAQ: GOOG) no lo tienen.
Lo que debes saber sobre las acciones ordinarias
Algo que debes saber cuando inviertes en acciones ordinarias, es que algunas corporaciones optan por pagar una parte de sus ganancias como dividendos a los accionistas, por lo que cada accionista recibe una parte proporcional.
Por ejemplo, los inversores de acciones ordinarias recibirán 0,50 dólares por cada acción ordinaria que posean, en caso de que una empresa declare un dividendo de 10 millones de dólares, y existan 20 millones de accionistas.
Existe otro tipo importante de acciones conocidas como acciones preferentes. En este caso son un tipo de acciones que operan de una manera algo diferente. La distinción fundamental es que las acciones preferentes proporcionan un ingreso fijo y garantizado, mientras que los dividendos de las acciones ordinarias pueden fluctuar o incluso desaparecer con el tiempo.
Como resultado, el precio de las acciones preferentes no fluctúa tanto como si lo hace el precio de las acciones ordinarias. Por otro lado, si inviertes en acciones ordinarias tendrás el mayor potencial de ganancias. Sin embargo, debes tener en cuenta que también serás de los últimos en la fila si las cosas en la empresa salen mal.
De hecho, los accionistas ordinarios se encuentran en el escalón más bajo respecto al derecho sobre los activos de una empresa en caso de quiebra. Siempre están detrás de los acreedores garantizados como los bancos, y los acreedores no garantizados como los tenedores de bonos y los accionistas preferentes.
Dicho lo anterior, cuando una empresa se liquida, o atraviesa por una reestructuración debido a la bancarrota, los inversionistas de acciones ordinarias generalmente no reciben nada y sus acciones pierden todo su valor.