La noticia de que Bankia y Caixabank se fusionan se ha robado todos los reflectores, y ahora que la fusión se ha concretado, hay varios aspectos a destacar. Con la fusión, estas entidades se convierten en el primer banco español en operar un volumen de activos por encima de los 650,000 millones de euros.
No solo eso, Bankia y Caixabank ahora cuentan con más de 6,700 oficinas, y gestionan alrededor de 20 millones de clientes. Evidentemente mucho se ha dicho respecto a las implicaciones, en relación con las comisiones.
Bankia y Caixabank se fusionan y mantienen las mismas condiciones
Se ha revelado que la nueva política de cargos por servicios en cuentas, será notificada a los clientes con dos meses de anticipación. Sin embargo, parece ser que el segmento de las hipotecas experimentará la mayor afectación.
Es decir, inicialmente, Caixabank no puede cambiar las condiciones del préstamo hipotecario, con interés en un préstamo hipotecario a tipo fijo, o con tipo variable sobre el Euríbor.
Los efectos de esta fusión pueden alcanzar los productos de duración indefinida, como es el caso de las tarjetas de crédito, o incluso las cuentas corrientes. No sucede lo mismo en aquellos productos de duración determinada, como es el caso de las hipotecas.
Esto se debe a que las condiciones de las hipotecas quedan establecidas en un escrito público realizado por un notario.
Las hipotecas se volverán más caras
Cabe mencionar que tanto las cláusulas hipotecarias escrituradas, como las comisiones bancarias, los plazos de reembolso, y el tipo de interés, no pueden ser modificados de forma unilateral.
A pesar de ello, es posible que los productos contratados para conseguir mejores condiciones, si pueden experimentar alteraciones. Algo a destacar es que Caixabank sí puede modificar los costes de los productos asociados al préstamo hipotecario.
Se trataría de productos vinculados que a cambio de una mejor relación con el banco, el hipotecado puede obtener mejores condiciones en los préstamos hipotecarios. Estos serían productos como los seguros de hogar, o las tarjetas de crédito.
Es decir, productos cuyas condiciones usualmente no están incluidas en el contrato del préstamo hipotecario, y que al cancelarlos, se incrementará notablemente su coste. Además, la entidad puede aumentar los precios de renovación de las tarjetas de crédito.
Incluso puede incrementar los costes de los productos de protección, así como las comisiones de custodia, o de los fondos. En pocas palabras lo que sucede es que al final se incrementa el préstamo hipotecario.
La subrogación esta de moda
Para los clientes la subrogación es una posibilidad, sobre todo considerando que el año pasado, se ha visto cómo los bancos intentan captar préstamos hipotecarios de otras entidades.
De hecho, y de acuerdo con el INE, la cantidad de préstamos hipotecarios con modificaciones en sus condiciones que se registraron en marzo de 2020, fue de 21,462. Esto representa un 378,2% más, en comparación con el mes de enero de ese mismo año.
La buena noticia es que ante este escenario, los bancos, ante el temor de perder clientes, estén dispuestos a negociar comisiones más atractivas. Sin embargo, con la subrogación es posible ahorrar hasta 100€ mensuales.