En los últimos días estamos siendo testigos de un caso atípico de las finanzas nacionales. Mientras el Euribor continúa su tendencia a la baja y comienza a llegar a su mínimo histórico, lo intereses de las hipotecas, por el contrario de lo que se pudiera esperar, están repuntando de forma sorprendente.
Como resultado, se están generando importantes cambios en el mercado hipotecario que están llevando a que las hipotecas variables existentes comiencen a tornarse más baratas que nunca, mientras que las nuevas están repuntando rápidamente para convertirse en las más caras en los últimos cuatro años.
En el caso de las hipotecas fijas, las nuevas también están presentando un incremento en los últimos meses, mientras que las ya existentes se mantienen estables y no presentan de momento variación alguna.
Los tipos de interés de España en relación con la Unión Europea
A pesar de que el Euribor de junio fue el segundo más bajo de la historia, esto no fue suficiente para que los intereses de las hipotecas pudieran tornarse a la baja. Por el contrario, según los datos proporcionados por el Banco Central Europeo, el interés de las hipotecas en España del mes de abril, alcanzaron su punto más alto desde abril de 2015.
De esta forma, la brecha entre los intereses para los préstamos hipotecarios en España (2.14% según los datos del BCE), en relación con la Unión Europea (1.75%), es la más alta registrada en los últimos diez años.
Si te estas preguntando por las causas de semejante situación, es importante observar los siguientes elementos:
El aumento en el precio de la hipotecas
El motivo por el que están repuntando las nuevas hipotecas en España puede deberse a las modificaciones que el gobierno de Pedro Sánchez ha realizado en la ley hipotecaria, la cual se aprobó en marzo y entró en funciones este mismo mes de junio.
Esta información es presentada por el Banco de España (BdE), que luego de haber revisado la inflación sobre los préstamos hipotecarios, logró concluir que el encarecimiento de los créditos podría deberse a los cambios legislativos que se han producido en los últimos meses en materia de crédito inmobiliario y de compra de vivienda.
Los efectos de la nueva ley hipotecaria
En la nueva ley hipotecaria se establece que el banco es quien debe encargarse del impuesto de actos jurídicos documentados, que ya es conocido como el “impuesto de las hipotecas”, y que suele rondar entre el 0.5 y 1.5% de la hipoteca para un préstamo de unos 200,000 euros.
Es decir, con un impuesto del 1%, estaríamos hablando de 2000 euros, lo cual es una cantidad a considerar, sobre todo porque además del impuesto, también se debe correr con los gastos de gestoría, notaría, así como registro y copia de la escritura, lo cual podría requerir a un incremento, a la suma adicional, de otros 1000 euros.
En este caso, la ley protege más los derechos del cliente, sobre todo en aspectos que tienen que ver con cambiar la hipoteca de banco, haciendo más barato amortizarla, y que además pueda pasarse de tipo variable a fijo o de tipo fijo a variable.
Como resultado de estas nuevas condiciones, los bancos comenzaron a protegerse discretamente mediante el aumento de los tipos de interés sobre las nuevas hipotecas, compensación que les hace mucho más fácil cargar 3000 euros de intereses a lo largo de unos 20 años, en los cuales estaríamos hablando de unas 240 cuotas.