Con la nueva norma hipotecaria que se espera que el Congreso saque en las próximas semanas, se tiene previsto que la cláusula cero que ha estado que ha tenido en el punto de mayor enfrentamiento a bancos y clientes desaparezca. Con la nueva norma hipotecaria los contratos ni siquiera podrán incluir de manera transparente esta condición, con la cual las entidades blindan sus ingresos a referencia de los índices como es el caso del Euribor.
A cambio de ello, esta ley llegara a establecer un suelo en común para todo y cualquier contrato hipotecario que se fijara en el cero, esto quiere decir que si el tipo de interés se sitúa en negativo, los clientes no podrán llegar a exigir el pago de los intereses a las entidades correspondientes que les han prestado el dinero.
Los partidos se pusieron de acuerdo para suprimir las clausulas suelo, la cual ha sido una de las mayores problemáticas entre las entidades financieras y los clientes y la razón de suprimirla es poder terminar con la situación de que los bancos estén pagando por prestar dinero lo cual va contra toda lógica.
A partir de la aprobación de la nueva norma los contratos hipotecarios ya no podrán incluir de ninguna manera suelo a la caída de tipo de interés, no obstante si tendrán la posibilidad de incluir techo. Esto recae en que el suelo vendrá marcado por la ley lo que impedirá que los clientes puedan beneficiarse con intereses positivos de las hipotecas, esto quiere decir, que pueda ocurrir que un diferencial negativo pueda llevar a la institución financiera a que le pague al cliente por prestarle dinero.
Por otro lado, uno de los principales avances del Congreso, que prepara la nueva ley de crédito inmobiliario, consiste en que las entidades verán aplazado el tiempo en que el cliente deje pagar el crédito hipotecario y su derecho a iniciar trámites para la ejecución de tal crédito y el embargo. Con esta nueva ley se pretende cerrar la litigiosidad que sufre el mercado inmobiliario de parte de los clientes contra los bancos.
La nueva ley ya lleva dos años de retraso, pero se espera que el congreso saque el nuevo texto lo antes posible y una de las razones más urgentes para ello es que la Comisión Europea podría aplicar una multa de 100,000 euros diarios si la ley no se publica antes de fin de año. Otra de las razones importantes para la nueva ley es que el marco regulatorio que rige al mercado hipotecario está causando negativas hacia a los bancos y positivas a los clientes en todo tipo de frentes. Un riesgo importante para ambos es que sin la nueva ley, los bancos se exponen a riesgos millonarios y los clientes a restricciones de créditos para una vivienda.
El Congreso espera contar con dicho nuevo texto lo antes posible, se espera se publique antes de que termine el año 2018.