El otro día reproducíamos aquí el caso de una persona que no conseguía recuperar su piso a pesar de tener que seguir pagando los plazos de la hipoteca. Muchos de nosotros, indignados, nos preguntábamos qué demonios está pasando en un país donde el que no paga tiene todas las de ganar y el legítimo ahorrador o propietario se ve obligado a enfrentarse a toda la maquinaria judicial para, después de grandes gastos y penalidades, recuperar su vivienda, a menudo destrozada.
Hoy me he enterado de que este tema se ha convertido en un nicho de negocio y que hay ya quien ofrece una solución a este tipo de problema, sin gastos judiciales, sin interminables esperas, y sin el riesgo de que los okupas o morosos desmonten la vivienda pro piezas antes de tener que marcharse. La empresa se llama desokupa y en la foto de arriba podéis ver a algunos de sus socios y trabajadores.
Para los que sepan catalán, dejo aquí el enlace a la noticia, pero la cuestión reside básicamente en que un grupo de militares de los países del Este y nazis españoles expertos en artes marciales ofrecen a los dueños de los pisos ocupados, o con inquilinos morosos, la posibilidad de hablar con los ocupantes de la vivienda y convencerlos de que se vayan sin necesidad de procedimiento judicial.
Según dicen en este y otros medios, parece que resultan bastante convincentes, y su publicidad habla de un coste de 1500 € respecto a los 4000 € de media que cuesta el procedimiento judicial y de un plazo de veinticuatro horas, respecto a los aproximadamente dieciocho meses que cuesta el procedimiento legal común.
En estas circunstancias, parece que estos tipos resultan bastante competitivos, y según afirman ello mismos (y dejamos el beneficio de la duda) les basta simplemente con presentarse en el inmueble y decir que volverán al día siguiente para que, sin mediar fuerza alguna, ni violencia, el inmueble se desaloje casi mágicamente.
Cinismos aparte, me parece muy duro que lleguemos a una situación en que sea más rentable comparecer ante el juez como acusado que como víctima.
Terrible.
Es terrible, si, pero ¿a quién no se le ocurriría, al menos un par de veces, de usar estos “procedimientos” si es nuestra casa la que es ocupada, o nuestro dinero el que nos deben?
En mi Empresa estamos hartos de demandar a morosos y no cobrar ni un euro. Y al día siguiente el mismo individuo abre un negocio similar, con otro nombre, en la puerta de al lado. Y mientras tanto te has de aguantar y tragar, por que si vas y le dices que le demandas, pues que se rie en tu cara, y te dice que lo hagas, que no vas a cobrar nada.
Pues es normal que al final se nos acabe la paciencia y que al menos pensemos en usar estos “métodos” para recuperar, nada más y nada menos, que lo que es nuestro.
En fin, que es una pena, pero no me extraña en absoluto.
Feliz día.
La clave de cualquier negocio es el valor que ofrece. En este caso, el valor ofrecido es tan alto, que bien vale sus tarifas.