Las cuentas no cuadran. Por mucho que el Gobierno hable de recuperación, lo cierto es que al prima de riesgo sigue siendo noticia, ahora para alivio común, porque el Estado debe seguir acudiendo constantemente a las subastas de deuda. Esto significa, lo pinten como lo pinten, que gastamos mucho más d e lo que ingresamos (del orden de setenta mil millones de euros al año, y sin contar los intereses de la deuda anterior).
En una entrevista que el presidente Rajoy concedió a El País, se desveló un poco por dónde van a ir los tiros en la próxima y temida reforma tributaria: “España no tiene un problema de gastos, sino de ingresos”. O lo que es lo mismo: no vamos a recortar los gastos, porque eso nos joroban, pero vamos a subir los impuestos aunque aún no se ha decidido cómo lo haremos para que eso no nos machaque en las próximas elecciones.
Según lo que se ha ido filtrando por ahí, y las declaraciones del propio Presidente, se va a bajar el IRPF para que los trabajadores paguen menos. Veremos.
Asimismo, se pretende poner un tipo mínimo de impuesto de Sociedades para que las empresas, aunque contraten un millón de abogados y se desgraven todo lo desgravable no paguen nunca menos del 15%. Bien estaría.
En cuanto al IVA, el Gobierno ha prometido no volverlo a subir, aunque podría llegar al 23% en breve. La idea, en cambio, es eliminar productos de los que ahora gozan de IVA reducido (10%) y superreducido (4%) y pasarlos a la cesta general del 23 %.
Pero lo que más controversias ha generado es la posibilidad de crear un impuesto sobre la propiedad que sustituya al actual impuesto del Patrimonio. Este impuesto gravaría el simple hecho de tener bienes, y sería, pro lo que se cuenta, muy superior al actual 2% que se considera rendimiento de la propiedad a la hora de calcular el IRPF.
La idea está clara: ir a por el dinero donde esté y obligar a la gente humilde a deshacerse de sus propiedades en un momento en que hay un exceso de liquidez en los mercados y una escasa apetencia por vender los activos que verdaderamente podrían interesar.
Si en España se crea un impuesto sobre la propiedad, la hipoteca puede considerarse un producto muerto para siempre, y los inmuebles vacíos no se venderán nunca, con todas las consecuencias que eso puede tener para la solvencia de la banca. Sin embargo, agotada, sumida ya la vaca de los trabajadores, sólo quedar echar mano a lo que se pueda de los propietarios, aunque sin olvidar que tener algo no significa, ni de lejos, disponer de dinero para pagar los impuestos de ese algo, por lo que podríamos encontrarnos ante una inmensa avalancha de embargos de bienes cuyos propietarios no pueden pagar los impuestos correspondientes.
Quizás el PP se haya hech0 comunista, pero en fino.
Vete a saber…
Súmale a esto los rumores que hablan de que van a eliminar la desgravación por vivienda para los que aún siguen disfrutando de ella (ósea los que compraron antes de 2013).
Con lo que un hipotecado se enfrentaría a la perdida de la desgravación y además tendría que pagar un impuesto adicional por tener una casa que aún está pagando.
Veamos números:
Una pareja desgrava al máximo y le devuelven 2.700 €
Además la hipoteca es de 150.000€ pero la casa está tasada en 200.000 por lo que además pagará un impuesto que por ser conservador digamos que es el 2% de la casa que son 4.000.
A dicha pareja, que ya hace malabares por pagar la hipoteca y salir adelante le acaban de enchufar 6.700 euros extras….. casi 600€ más al mes … imposible de asumir.
descarte, si desgravan el máximo, es que pagan 18.000€ (+-/) entre los dos, asi que 600€ al mes si seria posible de asumir viendo esa posibilidad de pagar tanto de hipoteca.
Pero dudo lo de los 4.000€ (2% 200.000€), porque si no la tienen pagada (hipoteca) no deberián pagarlo… a ver si llega ya la dichosa reforma y vemos por donde van los tiros, a ver a cuantos joden esta vez.