Llevo tanto tiempo leyendo que el problema de España es la falta de trabajo, que voy a acabar por creérmelo, así que he decidido reflexionar un poco a ver si me despego de esa costra de tópicos, tonterías y lugares comunes que amenazan con pegarse para siempre a los restos de mi pobre lógica.
El problema de España no es que no seamos capaces de crear trabajo, sino que no somos capaces de crear riqueza.
El trabajo lo crea un chimpancé o un comunista cualquiera: basta con darle una escoba a cada desempleado y pagarle un sueldo por barrer el arcén de la autopista transiberiana (cosa que ya se hizo, más o menos) o crear empleos públicos para gestionar la gestión de la gestión de la gestión de la administración del negociado de timbre, rúbrica y papeleo (que aún se hace cuando se puede).
Lo difícil, y a ver si nos enteramos, es cada trabajo genere la riqueza suficiente para pagarse a sí mismo, el uso de los recursos que emplea y la construcción y mantenimiento de las infraestructuras que utiliza. Lo difícil es darle un sueldo a la gente y conseguir que esa propia gente sea la que se lo gane, sin tener que sacarle ese dinero a otros. Hacer cucharas de madera en el río Volga, o cavar zanjas en los Monegros puede ser una manera interesante de saber quién necesita de veras un empleo y quién no, pero desde luego es un sistema perfectamente inútil y perfectamente inmoral de salir de una crisis o de intentar conducir un país por el camino de la prosperidad.
Por eso, los que creen que saliendo del Euro crearíamos más empleo se olvidan de que con semejante medida podríamos tener trabajo todos, pero nuestro trabajo no valdría gran cosa, y nos resultaría complicado conseguir, por ejemplo, las divisas necesarias para comprar el petróleo que consumimos. Por decir algo.
Cualquier remedio económico que no pase por producir más o producir mejor, es en el fondo un retorno a las cucharas de madera, los limpiadores de autopistas o los empleos de farolero, uno para cada farol, con tal de no ver a nadie parado.
Un autoengaño.
Yo siempre hago una pregunta cuando entrevisto para seleccionar personal:
¿Qué sabes hacer por lo que la empresa estaría dispuesta a pagar?
Me da igual la respuesta, el objetivo es ver la capacidad del candidat@ de entender que un trabajo es eso, algo que haces a cambio de tu salario y que ha de tener un valor igual o superior al salario que recibes.
Lo sorprendente es que mucha gente es incapaz de responder a eso sobre si mismo, pero el cabrón por hacer la pregunta soy yo…
Brillante
http://politica.elpais.com/politica/2012/09/08/actualidad/1347129185_745267.html
Grandioso.
Gracias.