Si no fuese tan trágico, me daría la risa: al Gobierno se le ha ocurrido por aquí hablar de la figura de los hispabonos, y ya hay un montón de gente echándose las manos a la cabeza por lo descabellado de la propuesta. De hecho, como se lleguen a aprobar van a ser una fuente inagotable de conflictos y un sumidero de de dinero.
¿Y qué son los hispabonos? Son unos títulos de deuda pública mediante los cuales el Estado garantiza la deuda de las autonomías, con un mecanismo que hace que unas autonomías se hagan responsables y avalistas de las deudas que contraigan las otras. ¿Les parece bien a los murcianos tener que pasgar las deudas que contraiga el Gobierno extremeño? ¿Les parece bien a los navarros pagar la deuda de Galicia?, ¿le parece bien a Madrid y Cataluña avalarse las deudas entre ellos? La verdad es que no, y antes aún de que se haya aprobado la emisión de esta herramienta financiera ya ha comenzado la gresca.
Esto lo entendemos todos, ¿verdad? Pues aún así nos empeñamos a que a los holandeses, los alemanes y los austriacos les parezca bien pagar nuestras deudas. Somos capaces de comprender que dentro no parece razonable, pero no queremos entenderlo fuera e insistimos en mandangas como la insolidaridad y el odio a los niños pequeños. Los países del centro de Europa no quieren oír hablar de eurobonos porque eso supone dar dinero a países donde no controlan el presupuesto. La contrapartida, obviamente, es pedir el control sobre los presupuestos generales del Estado y su ejecución, pero conceder eso significa, ni más ni menos, convertirse en una colonia.
¿Avalarías la Volver a la botica de la abuela de tu vecino de portal?, ¿avalarías la hipoteca de tu vecino de calle?, ¿avalarías la deuda de los locales comerciales del edificio donde vives? ¿Pagarías la hipoteca del edificio de enfrente sin que te diesen voz y voto en sus cuentas?
A lo mejor la respuesta a todo este maremágnum está en estas preguntas tan simples.
Una sociedad transparente sería lo ideal. ¿Pero quién la quiere? A mí no me importaría que en mi propio municipio existiera un órgano que fiscalizara las cuentas, es decir, que me auditara mi patrimonio, mis ingresos y mis gastos; incluso hasta cómo obtuve los ingresos.
¿Nos imaginamos un tablón de anuncios donde en cada actividad empresarial saliera reflejada el número de trabajadores en activo, de baja, etc.?
¿Nos imaginamos un tablón de anuncios que expusiera todas las actividades de los que trabajan empleados para el Estado y luego también lo hacen como privados, cobrando en negro? ¿Nos imaginamos una lista de jubilados cobrando pensión que luego tienen, algunos, hasta dos y tres trabajos? ¿Nos imaginamos una lista donde se expusiera lo que ingresan miembros de consejos de administración de grandes empresas que nos meten sus agujeros negros en el déficit estatal y son muchos de ellos unos vrdaderos golfos?
Si hay algo de lo que más carecen estas soiedades del mundo esquizofrénico en que vivimos es : Honradez, Empatía, Solidaridad, Comprensión, Equidad y Transparencia. Cualidades que la no existencia de las mismas, a veces, lo justificamos que son “innecesarias por el bien de nuestra ¡LIBERTAD! Pues si es por eso, entonces me cago (perdón) en ese concepto de LIBERTAD.
Buenas tardes.
Con todos los respetos a la opinón en el tema de hoy, creo que lo de avalar unas autonomías a otras es lo que se lleva haciendo ya desde un inicio de las mísmas.
¿O no llevan avalando las autonomías más fuertes, como Madrid y Cataluña, a las menos ricas y desarrolladas?
Se podrá vender hipócritamente como principio de solidaridad. Yo lo veo como aval a la improductividad.
Buen fin de semana.