Dicen por ahí en los comentarios, y en montones de foros y medios de comunicación, que la desconfianza de los mercados hacia España no tiene base real, y quizás tienen razón. Nuestros datos reales son mucho mejores que los de otros países que, sin embargo, no pasan nuestras apreturas para conseguir crédito. Desde aquí, lo percibimos como una injusticia y seguramente lo es, pero no está de más entender qué influencia tiene en los mercados ese concepto tan difuso que es la confianza.
Para ver lo que está pasando, tenemos que partir de dos premisas: que la confianza es una variable humana, y no macroeconómica. Y que los mercados se basan en hacer cábalas sobre el futuro, pero no tienen una bola de cristal.
Pongámonos ante el más que pedestre y cotidiano caso de que vamos a pedir una hipoteca. ¿A quién se la dan antes?, ¿al auxiliar administrativo, funcionario, del ayuntamiento de Matalascañas, o al becario microbiólogo investigador del CSIC? Obviamente, se la lleva el funcionario, aunque sea muy posible que el otro, en un par de años, esté ganando mucho más y hasta tenga la posibilidad de ganar una pasta gansa con sus conocimientos.
¿A qué amigo le prestarías tú el dinero si ambos te lo pidiesen? ¿Al que pasa de rollos y trabaja en una panadería, o al revolucionario agitador que encabeza todas las manifestaciones, aunque trabaje de jefe del panadero y gane el doble? Casi todo el mundo se lo presta al primero, porque supone menos riesgo, ya que el segundo, aunque ahora gane más, puede acabar en la cárcel, despedido o en una movida gorda cualquier día…
Eso es lo que les pasa a los mercados. Resulta que la cantidad de dinero para prestar es limitada, y la cantidad de gente que lo pide es muy grande, así que los que tienen el dinero pueden permitirse elegir. Y eligen al que les da mejor aspecto y les suena a menos riesgo. Y he dicho aposta”les suena”, porque es cuestión de oído.
-Cuando el gestor del fondo de inversión de Dubai ve que los asistentes a la final de la Copa del Rey silban al Príncipe, no se tira diez horas intentando saber qué coño pasa. Pone una crucecita junto a España y anota: país inestable. Riesgo político. Y nos jodemos.
-Cuando el gerente de un banco de Singapur oye decir que el Presidente del Gobierno español pospone los presupuestos generales hasta después de unas elecciones regionales, no llama a un asesor para enterarse de qué se juega en esa región. Pone una crucecita junto a España y anota: no se toman en serio la situación. Y nos jorobamos de nuevo.
-Cuando luego esas elecciones arrojan como resultado la victoria de los mismos que llevaban treinta años, y que enarbolan una cifra récord de desempleo en su región y grandes jaleos judiciales por corrupción, el gestor de los fondos soberanos de Singapur no manda a un embajador a saber qué puede estar pasando. Pone una crucecita junto a España y escribe: autoridades corruptas. Pueblo tolerante con la corrupción. Y pagamos medio punto más.
Y así sucesivamente. No pongo más casos porque son muchos y los conocemos todos.
Vivimos en un mundo donde es forzoso pedir prestado. Para ello, además de ser solvente hay que parecerlo. Nos sucede como a la mujer del César , si lo recordáis…
Y mientras demos fuera la impresión de ser un meretricio desbocado en riñas, revoluciones fallidas y jaleos cuaternarios, nadie se fiará de nosotros ni de nuestras cifras. Y pagaremos por eso, más que por nuestra verdadera situación.
Es el destino de todos los que hablan mal de su país, su pueblo y su familia: que los demás les creen y luego se lo cobran.
Estimado Ladrillez, tu planteamiento me parece perfecto, pero a mí me da mucha pena que un pueblo se deje dominar por algo tan mediocre y asqueroso como el mercado “libre” de las finanzas; si a ese pueblo no le hierbe la sangre ante todas estas injusticias, y además se tiene que comportar como los tres monos famosos para que no nos pongan la cruz en la casilla, entonces prefiero comer basura luchando, eso sí, con dignidad; que tener que doblar la cabeza para mostrarles lo sumiso y anestesiado que estoy.
Todo el dominio que tienen sobre nosotros se basa en nuestra deuda.
Si gastásemos sólo lo que tenemos, no nos dominarían NADA.
Dignidad también es austeridad…. me temo.
Por supuesto que austeridad también es dignidad, no sólo eso, sino que también es coherencia e inteligencia. Pero debemos tener muy presente que la austeridad, forzada hasta limites de miseria, provocada por la ostentación de otros, soportarlo, sin rebelarse, es indignidad.
Lo de la miseria es ahora, a toro pasado.
No se puede ir de fiesta y pedir que paguen los vecinos…
Si probamos a hacer eso en la comunidad de nuestro portal, nos capan 🙂
¡Por favor! quiero reñirme a mí mismo : la sangre cuando se calienta mucho, hierVe, pero por lo visto la mía hierBe. Esto de los teclados y no fijarse traen consecuencias graves que les hierve la sangre a los de la RAE.
Un saludo de Víctor
Yo es que de erratas prefiero ni hablar….
🙂
Víctor no es “que el pueblo se tenga que comportar como los 3 monos” para que no le pongan cruz, es que precisamente se la ponen por comportarse como los 3 monos.
Fíjate en los ejemplos de Ladríllez: en el fútbol se pita al Rey (ej.1) y en la morosidad y la corrupción se tolera y se sigue votando a los mismos (ej.3) – eso no es de monos, es peor…
dabeman, sólo un dato: El 90%, por no decir el 95%, de la ciudadanía con derecho a voto no se lee ni analiza los presupuestos de su Ayuntamiento; desconoce la normativa urbanística de su municipio; no se lee las actas del Pleno; sólo participa, no toda la ciudadanía, a la hora de votar. No analiza los programas-contrato que cada organización política presenta antes de las elecciones; no fiscaliza; no contrasta, no reivindica. Y esto por qué pasa; por falta de educación política; ésta se entiende como algo nefasto, por lo menos es lo que un día sí y otro también se trata de llevar a efecto por la clase explotadora y manipuladora. Los pueblos no despiertan de la noche a la mañana, sobre todo cuando el poder económico, que es el que lo maneja todo, tenga esa estrategia manipuladora tan bien estructurada.
Hay otra cuestión que también debemos de analizar, es la del voto por inercia, “pasional”, fanático; que se hace sin ningún criterio político; tal como si votáramos a nuestros equipos de fútbol, y esto lo hacen, incluso gente que se la supone con gran capacidad política y capacidad de saber discriminar la coherencia de lo irracional; estos pudieran estar encasillados en el grupo de los que lo hacen por intereses espurios.
Hay otra cosa que también avala este argumento: La mayoría de las familias, casi todos sus componentes suelen tener las mismas afiliaciones políticas; su ideología es muy similar, por no decir idéntica, ¿Es que esto de la ideología y de entender y hacer la política es cuestión genética…?
De todos modos de que te sirve conocer toda esa informacion? Para que te HIERVA (XD) aun mas la sangre?
No recuerdo ningun gobierno de derechas o izquierdas que haya cumplido con su plan electoral, y mucho menos el gobierno actual. La depreciacion de la clase politica crece exponencialmente al igual que el conformismo de la sociedad, conformando asi un pais de hipocresia y desvegüenza: “os prometo el oro y el moro, me votais, me quedo con el oro, me cargo al moro y ya nos veremos dentro de otros 4 años” (Andalucia y Valencia constituyen buenos ejemplos).
En fin, el que escribe solo vota en las municipales, donde parecen que tienen mas consideracion con el ciudaadano. Ademas, si no cumplen los tengo cerca pa soltarles un rapapolvo
Resumen, Victor: cuando el pueblo es idiota, la democracia es una mierda.
😀