Aunque nos extrañe a estas alturas recibir alguna buena noticia, parece que la deuda pública se está vendiendo mejor que de costumbre, e incluso bajan los intereses que el Estado paga por endeudarse. En principio, muchos han respirado aliviados porque al fin empieza a aflojarse la presión sobre la deuda soberana, ya que este puede ser el camino para salir de la crisis.
Por mi parte, no puedo ser tan optimista, y lo que debería alegrarme no hace más que asustarme otro poco. Y voy a tratar de explicarlo:
Cuando los bancos no tenía un duro en sus cajas fuerte no nos prestaban un duro ni nos concedían una hipoteca. Y hasta ahí nos parecía comprensible.Pero resulta que ahora el Banco Central Europeo ha decretado barra libre de financiación y los bancos vuelven a tener pasta, porque la consiguen en el BCE a precios de risa. ¿Y qué sucede? Pues que han decidido que tampoco nos lo van a dar a nosotros, que no nos van a sacar del atolladero, y que el pequeño empresario que no pueda funcionar sin línea de crédito lo que tiene que hacer es cerrar y poner a los trabajadores en la calle, porque prefieren comprar deuda pública o meter esa pasta de nuevo en el BCE.
El dato es devastador: el 85 % de la deuda pública subastada en los últimos meses la han comprado nuestras propias entidades bancarias con el dinero que han pedido al BCE. De este modo, estamos como estábamos, aunque se haya maquillado la cosa: nuestro Estado debe menos, o se financia más barato, y nuestros bancos deben más, pero el dinero no ha llegado a la economía real.
O sea que ahora los bancos SI tienen liquidez, porque se la da el BCE. Lo que no tiene es ganas de arriesgar ese dinero en negocios reales, en dar préstamos o hipotecas, y prefieren meterlo en la economía especulativa (por eso se mantienen las bolsas) o dárselo al Gobierno para que no les mire mucho los balances.
Por eso hay que pensar que la anemia del mercado inmobiliario y de las hipotecas tiene mala solución. Si a los bancos no les gusta ya el negocio de prestar dinero a la gente, ¿quién se ocupará de tan ingrata labor?
Me veo en los viejos tiempos del Mercader de Venecia, vaya…
No a que Papá Estado nos saque las castañas del fuego, pero si los bancos tienen dinero muy baratito para ponerlo en circulación y no lo hacen, ¿el gobierno no tiene nada que decir?
Hola.-
Ladrillez, no eras tu el que hace algún tiempo decías que los bancos éramos todos, Y que Botín tenia un dolor de cabeza muy grande por la crisis.
Ahora se presentan, como entidades que se han puesto a régimen y nos invitan a todos a seguir el ejemplo. Pero como decía mi abuela. ” el que no come en la mesa come en la artesa”. Y para el sistema financiero ahora mismo la artesa es el Banco Central Europeo, pero a nosotros nos invitan a adelgazar. En fin…….
Que tengas un buen dia
Gerardo
Sí señor, era yo: y por eso me quejo de esto. Si los bancos no fuésemos nosotros no podríamos pedirles que cumplieran ninguna misión…
Y muy bueno el refrán de tu abuela…