Como muchos de vosotros ya sabéis, el problema de las hipotecas no es sólo que no se den, que pidan el certificado de vacunación contra la rubeola o que exijan dos firmas compulsadas de Georges Soros y Bill Gates como avalistas. El problema, actualmente, es lo que piden que se firme con ellas, creando eso que ahora llaman un pack y que toda la vida le llamamos un timo.
Así, resulta que el Euribor está bajando, pero el diferencial aumenta. Y así resulta que para que no te suban ese diferencial tienes que contratar otros productos aledaños cuyas condiciones no están muy claras. Que si domiciliar la nómina, que si un plan de pensiones, que si un seguro de vida, que si un seguro de hogar…
Sobre las tarjetas, las domiciliaciones de nómina y otras zarandajas propias de zocos magrebíes hablamos otro día. Hoy os quiero contar un tema sobre los seguros para que andeis con ojo, ya que acabo de ver cómo se abusa del cliente: los seguros.
A menudo se firma con la hipoteca una cláusula por la que, si no se contrata el seguro de vida o el seguro de hogar de la vivienda hipotecada con el propio banco, el diferencial sube automáticamente un 0,6 % o hasta un punto. Como la ley obliga a tener asegurado el bien objeto de la hipoteca, lo normal es que nos encojamos de hombros y aceptemos esa cláusula, que nos la presnetan al revés: una rebaja si hacemos el seguro con ellos.
Hasta ahí, todo está muy bien. Lo que pasa es que luego, a la hora de contratar esas pólizas de seguros no nos tomamos la molestia de consultar lo que cuestan en realidad si las contratamos en otro sitio, porque muchos bancos cobran el doble y hasta el triple por esas pólizas de lo que te cobra LA MISMA ASEGURADORA si lo haces por tu cuenta. O sea, que si vas a una compañía de seguros y pides una cobertura te conbran una cosa, pero tu banco, lo duplica. Y si no aceptas el precio, te meten el punto de diferencial.
Por tanto, tengamos un poco de vista con este tema: pólizas de seguros con el banco, sí, pero a un precio que noi sea nunca superior al de mercado. Y que el contrato lo refleje.
No vaya a ser que la hipoteca venga con mariachis de rechufla…