Estamos en época de presentar resultados ante los amados accionistas y los bancos, por sus buenas o malas costumbres, no se pueden permitir reconocer que el negocio no va como antes. Este es el peaje que hay que pagar por la democratización de la economía que significa el acceso general a los mercados financieros, y por depender más de la imagen pública que del estado real de las cuentas.
Como la economía real no parece darse por aludida con los altisonantes llamamientos de las cumbres europeas, el FMI y el sursum corda, los bancos han decidido tirar por la cale del medio y apretar allí donde creen que habrá menos reacción negativa por parte de los clientes.
Para ser más precisos, las comisiones por mantenimiento de las cuentas bancarias ha pasado en en septiembre a 26 euros de media, desde los 22,5 que costaban en diciembre del año pasado. Lo mismo pasa con las comisiones pro las cuentas de ahorro y casi todos los demás productos financieros, a lo que hay que añadir que el descuento de efectos financieros, como pagarés, además de una labor titánica se ha convertido en un producto prohibitivo.
En lo que respecta a las tarjetas, lo que pagamos anualmente por tener una tarjeta de débito pasa ahora a una media de 20 euros, desde los 17,50, aproximadamente, que costaba el año pasado. Si la tarjeta es de crédito, en lugar de ser de débito, el precio anual de esta tarjeta pasa a una media de 37 euros.
En lo que a nosotros nos ocupa, que son los créditos y las hipotecas, la comisión de estudio para la apertura de una cuenta de crédito, esas que usamos en las reformas de los pisos, o en el funcionamiento diario de un negocio, las comisiones de estudio y apertura llegan ahora a un 1,2% y a un 3,20% respectivamente. Para las hipotecas, la comisión media de estudio es casi ya del 1 % y la de apertura llega a una media del 3,80 %.
Y todo esto sin contar con que también se han encarecido todos esos productos colaterales que nos exigen a menudo, como las pólizas de seguros, los planes de pensiones , etc.
O sea que va siendo hora de que hagamos cuentas de veras sobre lo que sacamos de los bancos y lo que nos cobran por ello, porque poco a poco empieza a ser una sangría importante.
Lo peor son los gastos que producen tener nuestro dinero guardado. Abusivo tener que pagar para que tengan nuestro dinero a su antojo. Invito a todo el mundo a vaciar sus cuentas corrientes.
Putos bancos, puto EURIBOR que sigue subiendo poquito a poco: por esto si que estaran encantados los bancos
¿Pero entendeis lo que significa EURIBOR? El Euribor es el “Europe Interbank Offered Rate”, es decir lo que le paga un banco a otro cuando le prestan. Por tanto una aproximación muy cercana a lo que le cuesta el dinero al banco.
Cuando el euribor sube el banco no hace el negocio de su vida, ya que que también el propio banco paga más por ese dinero (dejemos de lado para la explicación las guarradas de liquedez que está haciendo el BCE).
Con un ejemplo:
El banco te presta 100.000 € con un EURIBOR al 1.5% + 0,5% de diferencial – aunque tu pagues el 2000 € de interés, el banco, paga a su vez 1500 € al banco que se lo prestó para que te lo prestase a tí.
Si ahora el euribor sube al 2%, y tu mantienes tu diferencia del 0,5%, aunque tu pagues 2500 € de interés, el banco paga a su vez 2000 € al banco que se lo prestó para que te lo prestase a tí.
O sea, que sin el intervencionismo del BCE, al banco se la repampimfla que el euribor suba, porque el gana lo mismo. Enteded de que hablais antes de poner el grito en el cielo.