Como sabéis, me gusta hablar siempre en términos generales sin entrar en particularismos de un lado o de otro, pero el caso Canario merece una excepción a esa regla. Parece que la insularidad y sus particulares condiciones económicas tiene una repercusión especial en el tema hipotecario. Eso, y que a todos nos queda la superstición de que allí suceden las cosas una hora antes…
Según datos de Ausbanc, nada menos que entre un quince y un veinte por ciento de los canarios se encuentran es estos momentos con cuotas hipotecarias atrasadas y el porcentaje de impagos puede seguir creciendo hasta el punto de que estas mismas fuentes consideran que se podría llegara los 20.000 desahucios en los próximos años.
La combinación es explosiva, y por esa misma razón me parece importante ponerla aquí de manifiesto: tasas de paro muy altas, o altísimas, encarecimiento paulatino pero incesante de los suministros (recibos de la luz, IBI, agua, etc.) y un historial de cláusulas abusivas como el Swap o la cláusula suelo que los bancos no quieren renegociar en estos momentos tratando de salvar lo que puedan.
En estas condiciones, el emprobrecimiento de la sociedad canaria parece mucho más acusado que en otras regiones españolas y podría servir como laboratorio, a la vez que campo de batalla, para saber lo que se hará en el resto del país si la crisis continúa sin arreglarse o llega va agravarse aún más, tal y como vaticinan algunos expertos.
El equilibrio es difícil: si se mantienen las condiciones actuales de la hipotecas, cada vez más familias se verán incapaces de pagarlas, especialmente si siguen subiendo los tipos de interés. Por contra, si se traslada la carga a los bancos, la falta de crédito dañará a lo que queda de economía productiva.
¿Habéis leído la Alternativa del Diablo, de Frederick Forsyth?
Yo sí. Y miedo me da…
COMPRAD, COMPRAD MALDITOS!!! sin importar el precio ni las consecuencias… (país de ignorantes y garrulos)…