Vaya, vaya, aquí no hay quien se aclare, unos días nos cuentan la moto de que el precio de la vivienda ya ha alcanzado su punto más bajo, y al día siguiente nos vienen con la milonga de que el precio seguirá cayendo, y además de manera importante, concretamente hasta el 30%, tomando como referencia los precios de 2008, momento más álgido de la burbuja inmobiliaria.
Y no es que lo diga cualquiera, lo dice Fitch, una de las firmas de rating y de elaboración de informes de más prestigio, así que si ellos lo dicen habrá que creerlos, sobre todo porque sostienen que las estadísticas que está arrojando el Ministerio de Vivienda no son rigurosas.
No lo son porque no están teniendo en cuenta la falta de liquidez del sector inmobiliario, que está provocando la escasez de demanda, y por tanto, la consecuente bajada de precios para ajustar la oferta, lo que es un duro golpe para uno de los ministerios más castigados por la opinión pública.
Fitch argumenta su previsión de disminución de precios sobre una referencia muy concluyente. En 2008 una familia media tenía que destinar sus ingresos de 7,7 años para poder pagar una vivienda (antes de que comenzara la burbuja esa misma medida se situaba en 3,9 años), mientras que la agencia calcula que lo ideal es que una familia destine 5,5 años.
De ahí saca el porcentaje del 30% con respecto a los precios de 2008. Imagínate 5,5 años de todos los ingresos de tu familia para poder pagar un piso. Ya está la solución a la crisis, basta con no comer, no vestirse y no cubrir las necesidades básicas durante cinco años y medio y tendrás pagado el piso.
Bromas aparte, estoy en parte de acuerdo con Fitch y en parte en desacuerdo. Es cierto que las estadísticas del Ministerio de Vivienda están puestas en tela de juicio demasiado a menudo, porque carecen de la rigurosidad que se debería exigir a este tipo de estadísticas, pero por otro lado, también es cierto, que las estadísticas que maneja la agencia también pecan de parcialidad.
Porque no valoran las diferentes circunstancias de cada contexto geográfico y social. No es lo mismo comprarse un piso en Madrid capital, que en un pueblo de Madrid. No es lo mismo comprarse un piso en primera línea de playa que a 5 kilómetros.
Lo que está claro es que todavía nos queda un largo trecho que recorrer para comenzar a tener estadísticas rigurosas, de verdad, que tengan en cuenta todas las variables que afectan al funcionamiento del sector inmobiliario. Y hasta que eso ocurra seguiremos viviendo de puras especulaciones.
No hace falta tener la experiencia de fitch, lo dicta tambien el sentido común y los planteamientos y conclusiones que se venían realizando antes de la burbuja. La cuota para la hipoteca de una vivienda no debería superar un tercio de los ingresos de una persona (33%). Yo ponía un ejemplo, si consideramos un sueldo de 2.000 € la cuota saldría a 666,666…7 el número del diablo no se si alguien lo recuerda, y está es la formula que racionalmente me parece la mas correcta. Los mercados son reacios a admitirlo, sobre todo despues del despelote, perdón , de estos últimos años, pero esa es la cuota y hasta que no se consiga esto no parará, espero
El adquirir un bien inmobiliario es muy dificil ya que no todas las personas podran sufragar una responsabilidad crediticia de tal embergadura, es el estar dando parte de tu sueldo a traves de años o mas bien decadas para terminar de pagarlo. En comparacion con los demas bienes , este es de los mas caros y que todos desean poseer.
Está claro que todos vivíamos por encima de nuestras posibilidades, y aquellas personas que más al límite vivían han sufrido las consecuencias en una mayor dimensión, mientras que los que tenían un mayor colchón han conseguido aguantar.
Muchas personas compraban mercancias a traves de tarjetas de credito o solicitaban prestamos para poder adquirir lo que desearan , y eso llevo a que sobrepasaran sus limites , pues no era dinero que tuviesen disponible sino que estaban adjudicandose un compromiso de pago , que en multiples ocasiones no podian ser cubiertos.
Es increíble a los extremos que nos ha llevado la dichosa burbuja inmobiliaria. Yo me acuerdo perfectamente de cuando los (entonces) jóvenes terminábamos la carrera o el aprendizaje de un oficio, y en cuanto empezábamos a trabajar podíamos ya comprarnos una casa a un precio razonable, y con hipotecas a entre 15 y 20 años.
Creo que eran condiciones buenas de vida, pero después llegó el tiempo de la riqueza y todo se disparó: la ambición de quien quiso comprarse una casa más grande, la del que prefería irse de viaje a Australia en lugar del al pueblo, la del que quería un Audi como el del vecino… Ahora estamos pagando las consecuencias de nuestra poca cabeza y menos previsión.
Así es, nos creímos ricos cuando en realidad seguíamos siendo el farolillo rojo de Europa en casi todo, menos en economía sumergida, que dicho sea de paso, es lo que mantiene el nivel de vida aceptable en un país con un 20% de paro.
Se han endurecido las politicas de los bancos para no entregar credito a un gran numero de personas , eso viene a coartera de manera sustancial nuestra posibilidad de tener lo que anhelamos , es en ese momento donde el Estado debe dar soluciones sino es un ente social inutil.
Quizás lo que tengamos que hacer es pensar muy bien qué es lo que anhelamos, lo que realmente necesitamos y los que puede hacernos felices. No creo que un coche grande y caro (que después supone un dineral en repuestos, seguros, reparaciones, neumáticos…), una casa con piscina y pista de pádel que no vamos a utilizar más de diez días al año, o un viaje a la otra punta del mundo que nos va a suponer dieciocho horas de viaje en avión (y otras dieciocho de vuelta), nos vayan a hacer más felices que un buen rato con los amigos o un paseo por la sierra.
Si no tenemos dinero para permitirnos lujos, la cuestión no es pedírselo al banco, sino disfrutar de otros placeres que son completamente gratis.
Está claro que uno de los principales problemas de nuestra sociedad ha sido la pérdida de valores que hemos sufrido, gran causante, sin duda de la crisis que estamos viviendo.
Sí, Edmart, yo también pienso que no todo son cifras macroeconómicas, que algo estaremos haciendo mal a nivel moral y ético para ver que este sistema está fracasando estrepitosamente. Es buen momento para replantearnos muchas cosas y también nuestra escala de valores y prioridades.
Como seres humanos que somos, y por lo tanto defectuosos, hemos cometido gran cantidad de errores de todo tipo y no sólo económicos. Aunque es algo disculpable, lo que no puede ser es que no aprendamos de estos errores para intentar hacer las cosas mejor en un futuro.
Tristemente, yo soy de los que piensan que, si las cosas vuelven al estado de bonanza de hace unos años, volveremos a repetir las mismas actitudes que nos han traído a esta debacle actual.
Cuando se tiene todo dado, las cosas son fáciles, etc. es cuando la gente se acomoda y comete errores. ¿Por qué? Porque se ha olvidado de nuestras raíces, de que nuestros antepasados tuvieron que luchar mucho por lo que hay ahora, y el no seguir luchando y el acomodarse con lo que hay y olvidar lo que nos trajo hasta aquí es dar un paso hacia atrás. Todo lo que sube baja, y lo que baja, deberá de volver a subir.
El individualismo a imperado en nuestro ideario , pensando en satisfacer todas nuestras necesidades sin pensar por un momento en las que tiene mi semejante , esa empatia hacia los demas nunca se ha tenido , nuestra etica ya esta mas que desgastada y la moral viene a ser solo algo que marca pautas pero no son cumplidas .
Es que el precio de la vivienda y su tendencia depende de quién te lo diga. Unos opinan una cosa, otros otra y nosotros, como no tenemos opinión propia ni muchos medios para tenerla salvo lo descoloridos que están los carteles del barrio, Fulano que no venden el piso y nuestro gran deseo de que bajen más, de que bajen hasta donde deben bajar para que sean asequibles y no nos arrodillemos tanto con el banco, pues nos creemos casi cualquier cosa que nos digan.
Precisamente hoy, un amigo que compró su casa hace dos años por un precio que en su momento calificó de “chollo” se preguntaba por qué no habría esperado más para comprar, que ahora se lo habrían regalado. ¿Estamos locos o qué? Esto de las casas parece un juego, el monopoly.
Es que es el Monopoly. La realidad siempre supera a la ficción, y estos años atrás mucha gente que ha podido ha jugado al Monopoly en la vida real. Ha comprado pisos y los ha vendido luego sin esfuerzo y ha ganado un dinero increíble por ello. Eso es la vida: como un juego de tablero.
Hacer dinero con la compra venda de inmuebles es algo de lo más lícito. Lo que sucede es que todo el mundo quiso sacar tajada de la burbuja. Y como de todos es sabido que la economía capitalista es una ecuación igual a cero, para que unos ganen mucho, muchos tienen que perder.
El dinero que entra rápido, rápido se va. Y créeme, no suele hacerlo solo. Todo aquel que creyó encontrar a la gallina de los huevos de oro y se enriqueció, ahora lo paga. Porque si algo funciona, es muy difícil dejar de hacerlo. Así que el que paró a tiempo fue por accidente.
En tiempos de crisis la produccion y el empleo bajasn de manera vertiginosa por ende no es de esperarse que con ello venga menos demanda de los productos que se ofrecen en el mercado , la vivienda es uno de ellos. Un punto crucial es combatir el desempleo e impulsar la produccion pero de manera adecuada.
El individualismo siempre ha estado ahí. Por muchas teorías que existan acerca de comunismos primitivos, es algo que llevamos escrito en nuestros genes y que difícilmente se podrá cambiar. Sólo hay que ver a los niños, todavía no alineados por la sociedad, y ya son egoístas con sus juguetes.
Todo depende de la situación en la que te encuentres. El que vende se cree aquello de que ya han llegado a su punto más bajo, pero el que compra se cree que todavía han de bajar más.
Pues yo no entiendo cómo las estadísticas pueden variar tantísimo de un mes para otro. Entiendo que los datos se deriven hacia el lado más conveniente para el que los hace públicos, pero algo tan específico como saber si el precio de la vivienda ha tocado suelo o seguirá bajando no puede tener tanta diferencia de criterios.
Yo ya no pongo la mano en el fuego por nada de lo que digan, pero de creer a alguien me creo más a la empresa ésta que al gobierno. 1: por sentido común y 2: porque el gobierno se ha caracterizado por mentir y por maquillar las cosas a su antojo.
Sólo de pensar que tienes que pasar 5 años y medio trabajando para pagar una vivienda es como para echarte a temblar. Eso si tienes la suerte de tener trabajo, claro está, que hoy en día no todos pueden presumir de ello.
Efectivamente no todo el mundo puede decir que tiene trabajo y la mitad del país acepta cualquier cosa en el suyo con tal de no perderlo porque tiene miedo de que así ocurra. Las empresas lo saben y siguen abusando y explotando, en tanto que los bancos no nos dan un chavo, así que si estás en el paro imagínate que hipoteca te van a dar.
A mí me la dieron estando en el paro, pero mi pareja tenía ingresos fijos y un contrato indefinido. Es un drama que te la denieguen y otro drama que lo pases mal para pagar porque pierdes el trabajo.
No obstante, los que pagan no dedican todos 5 años del sueldo, ese cálculo será una media, ¿no? Hay muchos pisos y muchos sueldos, amigo.
El dinero entero de 5 años de la familia para pagarte un piso. Me pregunto si no sería mejor dar suelo a los españoles para que pudieran ellos construirse sus propios pisos, y permitir crear sus propios pueblos. Con la cantidad de suelo inservible que hay a lo largo y ancho del país…
Pues no veo nada descabellada la propuesta, Carmelo, aunque tal y como somos los españoles habría “chanchullos” seguro. Los que tienen influencias conseguirían un suelo mejor y los que no tendrían que conformarse con lo les tocase y encima contentos. Si es que no tenemos remedio.
El Ministerio de Vivienda es muy criticado, pero yo no creo que sea tan prescindible. Realmente son muy pocas los altos cargos trabajando en él (creo que no llegan ni a la decena) y muchos de ellos son funcionarios de carrera, con lo cual seguirían cobrando del Estado si de repente desapareciera el Ministerio. Aun a riesgo de que me lapiden por lo que voy a decir, yo sí creo que se debería mantener.
El hecho de que las estadísticas varíen sólo hace generar más y más desconfianza. Yo tengo un piso vacío y me encantaría venderlo, pero me ofrecen muy poco. Así que, mientras sigan saliendo estos datos, yo continuaré esperando, porque no me urge la venta. Prefiero esperar y no perder tanto dinero en la operación.
Me ocurre exactamente lo mismo, Pedro. Una cosa es venderlo y otra regalarlo. Lo he bajado hasta su máximo en la zona en la que está, pero es que me vienen compradores con ofertas irrisorias y aún tienen la desfachatez de decirme que ya me llamarán dentro de un año, a ver si he logrado venderlo a ese precio. Ese piso me costó doce millones de las antiguas pesetas y lo vendo, veinte años después, por veinte. Durante esos veinte años le he hecho mejoras y en la zona no hay uno que baje de veinticinco, ¿me estoy pasando? Yo creo que no y ahí seguiré mientras pueda aguantar.
Lo cierto es que no sé vosotros, pero yo estoy muy pendiente de las estadísticas y de lo que dicen uno y otros porque quiero comprarme un piso y hasta que no bajen algo más no voy a hacerlo porque me parece que siguen estando demasiado caros, por encima de su valor real y entre los más caros del mundo en proporción a nuestra renta per cápita.
Me hubiera gustado haberlo comprado antes de la subida del IVA, pero me parece que por haber esperado ahora me costará más caro.
Fitch asegura que el precio de la vivienda en España aún tiene recorrido a la baja, igual que Jones Lang Lasalle, mientras que el Banco de España dice que el ajuste del sector inmobiliario limitará el recorrido de la recuperación y critica fuertemente la última estadística del INE sobre el aumento de la compraventa de viviendas en abril, acusando al Instituto Nacional de Estadística de que sus datos son poco fiables.
Se quitan la razón unos a otros, lo que no contribuye a que nos hagamos una idea clara del panorama real. ¿Qué conclusiones sacáis vosotros?
Pedro y Francisco, no quiero ser agorero pero los pisos van a bajar, mirar lo que dice Raquelilla que es compradora, si estuviéramos con la alegría económica de hace unos años, podrían subir y volver a la estupidez de antaño, pero con esta crisis que puede durar años ¿quien va a comprar? Pero solo opino, no aconsejo nada
Yo pienso como tú, Enryque, pero también entiendo la postura de Pedro y Francisco. “Regalar” lo que te ha costado un buen dinero tampoco es cuestión, sobre todo si tienes capacidad para aguantar. Quizá se arriesguen, pero a lo mejor acabamos dándoles la razón. Total, con tanto adivino y experto a ver de quién te fías. Saludos.
Sin o con estadisticas rigurosas nos damos cuenta que el nivel adquisitivo de las personas ha disminuido a causa del alza en los precios de los bienes , esto viene a causar desconfianza entre los consumidores y el comprar una vivienda es de las transacciones mas importantes y que implica una cantidad de recursos elevada
Vamos a ver, si primero vinieron los ingleses de The Economist diciendo que el precio de la vivienda tenía que bajar un 30% en España, luego vino el INE y dijo que un 20% más, y ahora vienen los señores de Fitch y dicen que otro 30%. ¡Al final resultará que las viviendas se venderán en los quioscos junto con el periódico del día!