Con eso de que tenemos sesenta o setenta administraciones, y me refiero sólo a las grandes, porque si cuentos ayuntamientos ya no paro, parece que prolifera el deseo de hacer una ley de vivienda a la medida de cada ego y cada gana de figurar.
Empezando por la Constitución, y siguiendo por los Estatutos de Autonomía, resulta que Galicia, Cataluña, Comunidad Valencia, Navarra, Castilla y León, y algunas más, han creado ya su propia ley que regule el uso de la vivienda y su distribución. Lo más divertido, por supuesto, son los primeros artículos, donde se dicen siempre gansadas del tipo de que todo el mundo tiene derecho a esto, a lo otro y a lo más allá, sin que se mencione cual es el alcance real de esos derechos y quién va a pagar nuestro derecho a algo.
Al final, y os reto a que leáis alguna de estas leyes, lo que se viene a decir en todos estos mamotretos legislativos es que la vivienda es un derecho, que la administración procurará facilitar que la gente tenga donde vivir, que se regularán las características de construcción y arrendamiento de estas viviendas, que se velará por los derechos de los ciudadanos a la hora de adquirir o arrendar una vivienda y que se vigilará la calidad, diseño y usabilidad de lo que se construya. O sea: que amenazan con más control, sobrecoste y obligaciones, pero no concretan ni una facilidad.
O sea que si estáis esperando que una ley de vivienda os ayude a pagar la hipoteca, o a que no engañen al firmarla, o incluso a que se abarate por algún medio la adquisición de una vivienda, vais apañados. La realidad es que la vivienda sigue y seguirá suponiendo una parte enorme de nuestra renta disponible, que eso retira y detrae recursos para consumir en otra cosa y activar la economía, que el que tiene donde vivir porque ha heredado o comprado hace quince años es un nuevo aristócrata y el que tiene que pagar durante treinta años, un nuevo paria. Si alguien lo arregla, será el mercado, no la ley. Si se abaratan, será porque sobran o porque hay que sacarlas de los balances de los bancos, no por las sandeces que publican en los boletines.
¿Cual es el resumen de todas estas leyes de vivienda? Literatura barata. Los políticos inventaron los boletines oficiales para poder publicar en alguna parte, porque no los aguantaban en otro sitio.
Otra cosa, no se entiende.
Ninguna ley de vivienda va acorde con la realidad. Deberían tener menos palabrería, ser más útiles y sobre todo observarse y cumplirse más.
No tendría por qué haber facilidades para comprar viviendas si el precio de la misma estuviera en consonancia con el precio de la vida y los sueldos.
Los boletines oficiales se inventaron más bien para esconder lo que se está haciendo y se tiene la obligación de publicar pero no se quiere que se conozca.
Muy buena la foto de la cow parade.
Ya sabes más que yo, porque nos abía de dónde había salido la foto, pero gracias 🙂
El problema de las leyes es que empiezan a ser consejos. Y así, vamos de cabeza.
🙁
La Cow Parade fue una exposición de esculturas con forma de vaca pintadas de diferentes colores y con distintas formas y estilos según los diferentes artistas que las crearon. Se exhibieron en las calles de Madrid hace un año y luego se subastaron no sin que antes alguien se llevara una a cuestas a casa haciendo oídos sordos a lo de “pesas más que una vaca en brazos”.
No sé si esa foto será de la Cow Parade de Madrid pero desde luego la escultura de la vaca es del mismo estilo que las que se exhibieron. Buscad fotos en internet, son divertidísimas, no tienen desperdicio 😀
http://www.cowparademadrid.com
Antes que en Madrid se hizo en Salamanca en 2002, con un resultado especialmente interesante. Y creo que antes de en Salamanca se hizo en otros lugares de Europa.
¿Necesitarán estas vacas de la cow parade una ley de vivienda? Espero que no…
No sabría decirte si las leyes, en este caso la de vivienda, van acordes con la realidad, pero sí que tengo la sensación que van tarde, muy tarde. En consecuencia, no sirven para corregir ni dirigir nada, pues aquello para lo que fueron creadas ya es historia.
Eso las leyes, McDonut.
Pues anda que las sentencias….
Acordes a la realidad? Qué realidad? La de los empresarios, bancos y demás ricachones? Como dice el artículo, la ley tiene los mismos derechos que antes (o sea, ninguno) y más obligaciones. Ésa es la realidad. Y si hay nuevos derechos, lo publicarán en el BOE, el ente público no dirá ni mú y no se enterará nadie!
Ladríllez, estoy contigo en que resulta irrisoria la retahíla de cosas a las que tenemos derecho y a muchas de las cuales jamás accederemos, por ejemplo una vivienda digna. Suena más a utopía que a realidad y tratándose de necesidades básicas parece incluso un insulto.
El problema es que tenemos derecho a muchas cosas, pero nadie tiene el deber de proporcionárnoslas, así que estamos exactamente igual que si no tuviéramos derecho a nada. Y yo no creo que las cosas tengan que proporcionárnoslas nadie, pero sí que es obligación de los poderes públicos facilitarnos las cosas dando más información y repartiendo de forma justa y equitativa el dinero de los impuestos.
La Ley Vivienda no es más que un compendio de naderías que se diluyen entre las garras de las entidades financieras y los promotores ladrones. La pura realidad, como dice el artículo.
En efecto, son palabras huecas, que no significan nada. No hay un ámbito donde las palabras signifiquen menos que en la política. Creo que estamos en nuestro máximo apogeo en este gobierno ZP. ¿Os acordáis de los pisos vpo de alquiler de 30 metros?
Si el derecho a la vivienda fuera de verdad un derecho fundamental, estaría por encima del derecho a la propiedad, con lo cual la ley no podría permitir que ningún casero echara a sus inquilinos que no le pagan ni el banco podría embargar las casas de los hipotecados que no satisfacen regularmente sus cuotas.
O bien, pasaría lo de ese matrimonio catalán, que volvió de vacaciones y se encontró con la realidad de que su casa estaba ocupada por un par de listos, y ese par de listos han encontrado la comprensión de un juez que les deja quedarse.
El lenguaje tuvo la función de comunicar conceptos. Sin embargo, se fue sofisticando para conseguir todo lo contrario: confundirnos. El tener derecho a una vivienda digna está a la misma altura que el término “parking público”. Es curioso. Yo de pequeño pensaba que público significaba que era de todos y, por tanto, un parking público era un aparcamiento gratuito. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Con el derecho a una casa estamos en las mismas. Todos tenemos derecho a comprar una casa, siempre que el vendedor nos la venda a nosotros y tengamos el dinero para comprarla.
Muy bien explicado, si realmente el precio del piso fuese acorde con los sueldos y cualquiera tuviera de verdad acceso a la vivienda sin tener que hipotecarse de por vida todo cambiaria mucho. Ese dinero que nos ahorriamos por ahí podriamos gastarlo en otras cosas ( porque somos así lo gastariamos igualmente ), y así el consumo aumentaria.
Pero bueno… hablar de esto es hablar de utopias… bajarán 4 pesetas.
Lo que hemos dichio aquí más veces: nos han hecho más pobrs, peor nos han dejado contraer más deuda.
el papel que debe de fungir el gobierno es el de otorgar los debidos satisfactores a la colectividad, teniendo un buen trabajo , que todos los productos no esten en un precio elevado , y que haya solidez en la economia de la nacion , seria suficiente para cubiri los requerimientos en todos los ambitos que atañen a la pluralidad.
El caso es que lo ´más sobranbte de todo es la mano de obra.
Y eso es como decir que sobra gente.
Ninguna ley de vivienda, ni ninguna otra, va con la realidad, porque todas las leyes van por detrás de la realidad, Single. Cuando se plantea la necesidad de legislar sobre algo, es porque ya ha habido unos cuantos casos que evidencian la necesidad de reordenar ese algo.
El problema es que cuando se decide legislar, se acaba llegando tarde.
La realidad es que la vivienda es un territorio sin ley. Se han impuesto unos precios muy altos y estoy de acuerdo contigo en que esperar que bajen porque sí, porque les toca regularse, es una fantasía. Al menos me queda el consuelo de que las constructoras y los bancos, así como algunos propietarios de viviendas usadas, ya no saben qué hacer con los pisos y tal vez bajen un poco más.
Una vergüenza que haya tantas leyes y que todas sean la casa de tócame, Roque. Soy profesora y lo mismo pasa en Educación, hay una sola ley nacional pero llevamos una decena en 25 años y encima la que sale nueva suele ser peor que la anterior. Que Dios nos ampare.
Es posible que las viviendas bajen, porque el precio es el de transacción, hno el de demanda, y se venden en primer lugar las que más han bajado, pero no se deben esperar milagros.
Y repito: cuando las leyes son consejos, el delincuente, en vez de delincuente, es simplemente un desconsiderado.
Y poerdona que me apoye tanto en un simple matiz.
Totalmente de acuerdo. Habrá oportunidades puntuales, pero no grandes movimientos.
Mientras no se saneen las entidades financieras ni bancos ni gobierno pueden permitirse la bajada porque si esta se produjera quebraría a más de un banco o caja, y a ver cómo lo salvaban. Las ayudas del FROB deberían servir para eso, pero en vez de usarse adecuadamente se utilizan para crear “entidades engendro”, más grandes, más burocratizadas, con más intereses y sobretodo, más peligrosas por el mayor riesgo que acumulan.
Pero volviendo a las leyes, no es tan complicado:
– Ley que obligue a valorar en los activos de los banco las viviendas a precio de mercado. ¿No habla el gobierno de un 15% – 20%? Pues que sea consecuente y exija a los bancos esa valoración. La consecuencia, muchos entrarían en quiebra técnica – entonces o se les quiebra en un periodo pre-fijado o se les absorbe, pero sin politiqueo ni intereses partidistas, y los bufones de los que están plagados a la calle.
Veríamos como ante este tipo de movimiento se reactivaba el mercado, se asumirían perdidas y para generar liquidez se proporcionaría acceso a la vivienda a muchos que hoy en día no lo tienen.
Voy a volver al mundo feliz de Huxley, lo estoy releyendo y disfrutando como no lo hice la primera vez.
Cuando lo termine, empiezo con La espina de la Amapola, alguien lo recomendó por aquí hace tiempo, me ha llegado hoy y sólo leer el fragmento del reverso de la portada parece que promete.
Buen finde.
De lo que ocurre cpon el dinero que se presta, o más bien con el que no se presta, hablo este lunes. Estoy ya un poco cansado de tonterías sobre el comportamiento de la banca y a lo mejor hay que tratar de ponernos en el lugar de los que manejan el dinero, y de las posibilidades que se les ofrecen.
Lo quer dices de la valoración de los bancos es perfectamente justo, pèro catastrófico, y por tanto no encaja en el ambiente de voluntarismo subnormal en el que vivimos.
Gracias por acercarte a la espina de la amapola. Si el libro promete, espero que no jures tú. 🙂
Como soy perfectamente localizable en el perfil de Ladríllez, espero una crítica, a ser posible de lo que no te gustó. La pagaré bien, si te apetece leer el otro libro sonbre el mismo personaje, el del Azorín.
el poder adquirir alguna propiedad ha quedado en el mero anhelo y fuera del alcance de los individuos, las leyes que regula ese tipo de bienes son inadecuadas , la implementacion de dichos estatutos es ineficiente y los resultados que arrojan son lamentables; pero no hay sorpresas, ya sabemos que lo que menos hace aquellos que detentan el poder es ponerse a trabajar por otrogar bienestar a su pueblo.
Como bien dice el Sr. Ladríllez, la vivienda tendrá que bajar de precio más tarde o más temprano si nadie la compra. Si el alquiler estuviera más y mejor regulado y con precios asequibles, seguro que la vivienda bajaría de forma escandalosa para poder hacer frente a la competencia. El problema es que en nuestro sistema eso de la “libre competencia” es una ilusión, porque los comerciantes de todo tipo se ponen de acuerdo para fijar una serie de precios y así a los consumidores no nos queda más remedio que pasar por su aro.
La Ley de la Vivienda puede prometer todas las perogrulladas que quiera, pero los ciudadanos seguimos viviendo en un mercado de vivienda sin ley. La realidad se impone a las buenas intenciones.
El derecho a la vivienda tiene una lógica aplastante. El problema, como bien dices, Ladríllez, es quién nos lo garantiza y en qué condiciones cuando realmente tenemos que echar mano de él. Hoy oía en la radio un caso desesperado de desahucio por no poder pagar un alquiler. A la madre de esta familia los servicios sociales le han dicho que le van a quitar a sus hijos por no tener una vivienda. Y yo me pregunto… ¿cómo garantiza el Gobierno este derecho? ¿Quitándole los hijos a esta madre? ¿Dónde está la ley que defiende a esta familia? La realidad se impone, pero tendríamos que tener fórmulas legales para buscar soluciones mejores.
Habría que buscar mejores fórmulas, pero en ese caso, habría que reconocer que la gente no es responsable de sus actos, con todo lo que ello implica.
¿no crees?
la teoria del filosofo ingles John Locke , hace una exposicion magnifica de como el Estado surge de la necesidad de que alguien mantenga en integridad la propiedad de los individuos , asi pudiendo la colectividad tener acceso a un mejor estado de satisfaccion , pero no , los regimenes actuales pisotena esa apreciable teoria , pues resulta que si es un derecho tener vivienda , pero el como la adquieras es tu problema , que acaso el derecho no va aunado de tener la capacidad de poder ejercerlo, gracias loables funcionarios publicos por la gran labor que realizan de ineptitud.
El estado lo que tiene que hacer es garantizar la igualdad de oportunidades
lo demás es menos.
El Estado tiene que ser flexible, y la máxima de garantizar una vivienda digna a cualquier ciudadano debe de estar por encima de cualquier otra ley concreta. Que cuente más el fondo que la forma y se intente de verdad ayudar a la gente, aunque me parece que eso es pedir demasiado en este mundo de mucho jaujau y poco corazón.
En realidad, supongo que es difícil establecer una ley de la vivienda que se ajuste a todas las necesidades y que sea realmente útil y detallada, pero en eso consiste gobernar, en solucionar los problemas de los ciudadanos y legislar para que se vele por sus intereses. Si no se concretan más en los textos legales es porque no interesa meterse en camisa de once varas.
De todos es sabido la densidad y falta de concreción del lenguaje administrativo. Es un lenguaje creado para que no pueda ser comprendido por cualquiera, que está más sujeto a interpretaciones particulares que a un orden objetivo. Todos hemos conocido algún caso más o menos público en el que la sentencia judicial era un claro insulto al sentido común.
Es que el sentido común es ilegal a menudo en este país..
🙂
Sí, lo del lenguaje administrativo creo que también le daría a Ladríllez para todo un post. El otro día se comentó por aquí que hay que consultar el BOE para enterarse de algunas lmedidas que benefician al ciudadano, pero yo lo he tenido que consultar alguna vez y he leido y releido hasta que he conseguido sacar en claro alguna idea coherente. Aún nasí he tenido que llamar a un gestor para que confirmase mi interpretación.
Es un idioma aparte, eso está claro…
Claro. Es como los contratos, que te dicen una cosa a la hora de venderte lo que sea, luego te dan para firmar unos cuantos folios con letra que ni se ve de lo chica que es y que ni se entiende lo que dice y firmas por ingenuo, creyéndote que viene ahí lo que te han dicho y nada más. Luego te meten la puñalá con cualquier pamplina que desconocías y te dicen los muy canallas: “esto venía en el contrato”.
Y yo, por más que lo sé, Carmelo, sigo haciendo burradas como no leer todo cuando tengo que firmar un contrato demasiado largo. Me refiero a contratos de trabajo. Me prometo a mí misma no volver a hacerlo, pero luego estás allí, delante del que te contrata, y te da como vergüenza desconfiar de lo que te dice tu futuro jefe. Y además, claro, quieres trabajar como sea.
Y si no, no hay problema. Se modifica la ley a golpe de reveses, de portadas en los periódicos por errores garrafales que salen a luz o por necesidades “imperiosas”, como que Letizia sea reina o el militante de partido de turno disfrute de su flamante casa en la orilla del mar. Como en este país, además, la ley es diferente para cada uno según la esquina donde viva, tenemos leyes de vivienda a mansalva que suelen entrar en contradicción con la normativa estatal y que después generan más y más atasco judicial. Nada nuevo en el horizonte, me temo.
Hombre! digo yo todo el mundo que trabaja en el gobierno y para el gobierno deben preocuparse de eso… sea dificil o sea facil pero ya está bien de sacar leyes que nunca benefician a la mayoría de los ciudadanos. Puedo entender que a todos no nos puede satisfacer pero entiendo que si siempre se beneficia a un porcentaje de gente muy escaso perjudicando a la gran mayoría algo falla.
pues en teoria esa es la funcion del gobierno , el tomar decisiones que otorguen soluciones para poder resolver alguna problematica, pero en el momento de la practica esto queda muy distante , pues la mayoria de los individuos que son funcionarios , solo desean poner una solucion rapida al problema , aunque esto no lo resuelva desde sus cimientos , por tanto al pasar poco tiempo se observa un gran desgaste en los mecanismos estatuidos por parte del regimen.
No creo que el problema de la ineficacia del Gobierno radique en el funcionariado que pone en práctica algunas medidas, aunque sí opino que nuestro cuerpo de funcionarios está obsoleto y que en algunas áreas hay un número excesivo de los mismos, lo que favorece la saturación del propio sistema.
saturación, lentitud, aborregamiento, arbitreariedad, encarecimiento…
¿Sigo?
¿A qué no sabéis en que se parecen la ley de vivienda, la ley de sostenibilidad económica y las leyes de Murphy? En que las tres abogan por el pesimismo más absoluto.
No es que dude de las buenas intenciones del Gobierno, pero es que desgraciadamente no confío en su capacidad de arreglar este desaguisado económico.
El problema es de confianza, eso es cierto.
Y eo se arregla fatal.
pues tienes razon Rita , pero deja la incapacidad , lo sorprendente es como aun teniendo los recursos para emitir una buena ley y que se implemente de manera correcta , no se hace, las personas que conforman el gobierno , muchos son individuos muy habiles y doctos en los temas de economia , administracion , sociologia etc., pero en el momento que se necesita formular alguna estrategia para poder resolver algun problema que violenta al pueblo , ellos son corrompidos rapidamente por sus pasiones , y empieza la lucha de intereses. Estamos perdidos si seguimos siendo tan permisibles con esta estructura estatal , tarde o temprano se colapsara y nos arrastrara con ella.
A estas alturas es difícil que alguien pueda seguir confiando en la capacidad del Gobierno para sacarnos de la crisis. Yo, al menos, tengo una sensación desagradable de desengaño y me siento como estafado por la clase política que, una vez más, ha demostrado ser de cuarta fila y mirar solo unos intereses particulares.
lee esto y te troncharás. Va por ahí:
http://diariodeunfilisteo.blogspot.com/2010/01/zapatero-y-el-brujo-aleman.html
El problema es que no se divisa ninguna esperanza de mejora. El problema más gordo que tenemos es la pérdida de empleo por el derrumbe de la construcción. Y, sinceramente, no veo a ningún sector que sea capaz de absorber tanto parado. Como no prohibamos las importaciones de China, nos salgamos del euro y devaluemos la moneda y adecuemos los precios de los productos y de la mano de obra, no creo que levantemos a la industria. Y esas medidas traerían más consecuencias negativas que positivas. ¡Qué depresión!
¡Pobre Constitución! Es como una mamá, que siempre dice lo que debes de hacer, pero a la que nunca haces caso. Y es que claro, no se da cuenta que la democracia se le ha hecho mayor y tiene otras necesidades. Por si fuera poco, luego están los estatutos, que son como el típico tío soltero que “sabe” mucho de la vida y da consejos a mansalva, pero que no es capaz de formar una familia ni a la de tres.
Pues es muy cierto todo lo contenido en este articulo , siempre las leyes que establece el regimen se queda en el campo de la utopia , pues jamas se ejecutan idoneamente y se quedan muy distantes de los objetivos que perseguian.
La ley de la vivienda es un chiste, no se corresponde con lo que ocurre en la realidad ni por asomo, son sólo palabras y palabras pero no valen para nada, en definitiva, si no tienes el dinero en mano todos esos derechos son el papel higiénico de algunos y empezará la aventura para tí si no quieres ir a vivir debajo de un puente, si es que te lo puedes permitir…
Es que eso de los derechos es muy gomoso: se estira y se contrae demasiado fácilmente, me temo.
Sobre todo se estira, hasta que se desvirtúa.
Como un trozo de mantequilla en demasiado pan…
Ah, Sankara, pero si tienes dinero todas esas palabras y más palabras cobran vida en un juicio y seguro que ganas. Así son las cosas en este país, así han sido siempre, y me temo que lo seguirán siendo en un futuro si seguimos si nuestra joven democracia no espabila y madura.
Usted tiene derecho a una vivienda. Eso sí, el derecho que le quede después de que los especuladores de suelo e inmuebles ejerzan su derecho a lucrarse.
Atentamente: sus políticos que velan por usted.
PD. Aprovechamos para recordarle que además de derechos tiene obligaciones que ha de cumplir.
Jajajaja. Tal parece una carta del gobierno… Del gobierno de turno, porque no me negará que esa carta podría enviarla cualquier partido de los dos que han gobernado España en los últimos tiempos. Vivienda sí, pero para quien tenga dinero, y mejor vivienda y menos burocracia si además pagas por encima de su coste. Yo creo que esto no ha cambiado todavía.