Los impuestos son el mecanismo que utilizan los Estados para obtener recursos de los ciudadanos y destinarlos a pagar los servicios públicos y los otros gastos de la administración.
Son proporcionales los impuestos en los que se paga un porcentaje o proporción fijo, como el IVA. Si gastas 100, pagas 16. Si gastas 200, pagas 32. En este tipo de impuesto, también pagan más los ricos que los pobres, pero proporcionalmente.
Son progresivos, como el IRPF, cuando al subir la renta, sube el porcentaje de lo que pagas. Si ganas 20.000 pagas el 20 % (4000) y si ganas 50.000 pagas el 45 % (22.500). Con este sistema, el rico paga muchísimo más que el pobre y es el mecanismo que recoge nuestra Constitución.
En las naciones desarrolladas los impuestos son progresivos con el fin de redistribuir la renta. Y Ahora vienen las preguntas que tratan de evitar algunos políticos y yo os planteo para devolver el debate a su origen:
Si es normal que los impuestos sean progresivos para las personas, ¿por qué no lo son para las empresas, que pagan a un tipo fijo independientemente de su tamaño?
Si es normal que los impuestos sean progresivos para las personas, ¿por qué no lo son para los territorios, y las Comunidades Autónomas pagan todas igual, ya sean ricas o pobres?
Como veis, sólo a los ciudadanos se les aplica la progresividad. Las empresas y las Comunidades Autónomas se siguen agarrando como fieras a la proporcionalidad para pagar simplemente el doble cuando ganan el doble. Y a veces, ni eso.
Y de este “detalle” depende que podamos pagar nuestra hipoteca, nuestras cuentas, nuestro trabajo, y otras minucias semejantes. O sea que pensemos sobre ello y sobre por qué lo hemos oído tan pocas veces.
Desde luego, es curioso que algo que es tan evidente y lógico no nos llame la atención a la hora de protestar y/o mostrar nuestra indignación. No entiendo por qué si al ciudadano se le grava con ese tipo de impuestos (con lo cual yo estoy de acuerdo, ¡ojo), a las entidades que realmente aportan dinero a la sociedad, como las empresas, se les deja ir de rositas pagando impuestos proporcionales. Como siempre, y parafraseando a Orwell, “todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros”.
Pues la verdad es que yo nunca me había hecho esas preguntas de por qué los impuestos no son progresivos para empresas de distintos tamaños o comunidades autónomas más o menos solventes. Damos las cosas por hechas sin pararnos a pensar si es justo, y así nos va (y así me va).
Lo que está claro es que si le subes los impuestos a las empresas, las empresas se marchan.
Y entonces se jorobó todo, porque es el Estado quien tiene que hacer de empresa y es ahí donde sale Orwell.
La rebelión en la granja no hablaba del capitalismo, me temo…
Efectivamente no hablaba del capitalismo sino que era una alegoría del sistema soviético, pero su moraleja puede extrapolarse perfectamente al sistema capitalista. Sobre todo en lo que concierne a la igualdad.
Hablemos mejor de equidad.
la igualdad es una injusticia repugnante, a mi ver.
La Granja era una alegoría explicita del comunismo soviético porque Orwell estaba comprado por la CIA en la guerra fría (como demuestran los archivos desclasificados que encontró Stonor). Pero no olvidemos el pasado de Orwell, ni que el Comunismo soviético poco se diferencia del Capitalismo feroz: una minoría acumula las riquezas mientras que la mayoría se encuentra narcotizada por las ideologías (llámese comunismo, llámese consumismo). Así pues, se puede leer ambiguamente. Tiene el mismo poder un Napoleón “Gran Hermano”, que un Napoleón que controla las finanzas.
Mew permito apuntar una diferenvia. el Napoléon que controla las finazas no te manda a Siberia a morirte de hambre.
Un detalle si quiere, pero ahí está…
No, pero te manda a Guantánamo si le molestas. O por lo menos te mandaba…
En Guant´ñanamo hubo, cuando más, 400 presos.
En Siberia, millones.
Hay que reconocer que, a lo grande, el comunismo no tiene competencia posible.
Exacto, eso mismo iba a decir yo. En la teoría pagan más los ricos que los pobres, pero en la práctica… La Administración mima a la empresa privada porque sabe que sin su respaldo se le acaba el chollo. Mirad la Ford de Almussafes como consigue todo lo que quiere de la Generalitat.
De todas formas, eso de que el rico paga muchísimo más que el pobre habría que verlo. En este país es tradición que los ricos no paguen ni mucho ni poco, aunque supongo que habrá excepciones; para eso pueden contratar gestores hábiles que les ayuden a defraudar a Hacienda, o mantienen un importante capital en negro o en bancos en el extranjero. Y el que diga que no, que nos explique de dónde salió todo el dinero negro que se invirtió cuando el euro entró en vigor.
Lo que es curioso es que esas empresas no tienen que pagar progresivamente y, en cambio, un currante trabajador por cuenta ajena, que se ve agobiado por la precariedad de su salario, tiene que convertirse en pluriempleado para pagar su hipoteca. Pues a este por tener 2 trabajos le obligan a hacer la declaración de la renta y a prepararse para recibir un susto de Hacienda. No debería ser así.
No me hables de sustos de Hacienda, que yo todavía no me he recuperado del mío. Sí, es cierto que todos debemos contribuir, y que es necesario (y obligatorio) hacerlo, y bla, bla, bla… Pero cuando el dinerito sale del bolsillo, madre mía qué pereza.
Los hijos de los millonarios seguirán siendo millonarios y pasarán a formar parte de la élite, aunque sólo sea por los colegios que les pagan sus papás. Y los que nacen en un gueto (que los sigue habiendo, doy fe, que vivo en uno, y en plena capital), nunca saldrán del pozo.
Tampoco vamos a exagerar. No sé cómo les irá a los que viven en los ghettos ya que yo nunca he vivido en ninguno, pero de los barrios obreros (como el mío) salen a menudo personas muy válidas que hacen buenas carreras en la vida; quizás no lleguen a millonarios, pero sí son buenos profesores, periodistas, ingenieros, médicos… Yo conozco a algunos que estudiaron en la universidad gracias a las becas obtenidas por sus notas y están muy orgullosos de lo conseguido, tanto ellos como sus padres.
Tanto es así, Bond, quela sociedad se ha hecho realmente permeable.
En España hace un montón, pero un montónd e años, que no hemos tenido a ningún presidente hijo de ricachón. Sus familias vivían más o menos bien, pero no hemos tenido a íngún presidente de la aristovracia, ni siquiera de la del dinero.
¿Azaña? no. Gente normal.
¿Franco? Clase media tirando a baja.
¿Suárez? burgueses normalitos.
¿Calvo Sotelo? Estos un poco mejor, pero sin excesos.
¿Felipe Gonzálezx? Clase media tirando a baja.
¿Aznar? Burguesitos de provincias.
¿zapatero? Burguesetes de provincias.
O sea que no es verdad que lleguen arriba los hijos d elos ricos, al menos en política, y da igual el sistema político del que hablemos.
No llegan arriba los hijos de los ricos en política porque en política no se gana dinero ejerciéndola, sino comprándola. Es decir, al rico le interesa que el político haga lo que le conviene y si no lo hace, buscará a otro político que sí lo haga.
El rico sólo se mete en política directamente cuando no le queda otro remedio que ése para conseguir que los políticos y jueces hagan lo que él quiere. Mirad el caso de Berlusconi.
Quizás eso sea lo malo: que no hemos tenido ni un Presidente al que el dinero le dé la risa.
Imagínese intenatdo sobornar con un traje a Rockefeller.
🙂
Si los hijos de los milloinarios no fuesen millonarios, los millonarios, en vez de empresas, pondrían rumbo a Martinica para tomarse daikiris.
Lo que hay que evoitar es que los hijo de lso pobres sigan siendo pobres. Creo yo.
Está claro: paga el que no sabe. Porque como bien dices, el dinero B o las cuentas en paraísos fiscales son materia obligada en el entorno empresarial. El sistema está creado para que, los que tienen, consigan más. A eso se le puede sumar las fundaciones, que sirven para desgravar impuestos; y los mencionados anteriormente paraísos fiscales, que no son más que otra artimaña de los que tienen dinero (poder).
Los paraísos fiscales son un tema aparte, muy complejo, proque se consolidan en países democráticos.
Trataré de informarme e informaros sobre ellos.
Las fundaciones, Valdo, sirven también para no pagarlos. En general, están exentas del Impuesto de Sociedades. Así, si canalizas por ahí parte de tu actividad, obtienes un doble beneficio.
Por un lado, evitas el pago del IS: puede tener beneficios que debe reinvertir en sus fines (sociales, culturales…).
Por otro, desde tu empresa dotas su presupuesto, que puede contabilizarse como donación, con lo que te desgravas el 20%. Y si no es donación, será inversión, y esto en tu contabilidad va a reducir el beneficio, y por tanto la fiscalidad.
Pero deben gastar su dinero en un fin social, o sea que tampoco me parecen mal…
No todo es tan malo ni tan negativo para el ciudadano de a pie. También hay que saber ver lo que tiene de bueno nuestro sistema de impuestos. Por ejemplo, el hecho de que exista la posibilidad para los trabajadores de no realizar la declaración a Hacienda si no se llega a unos ingresos mínimos y sale a pagar, manteniendo la opción de hacerla si sale a devolver. Yo recuerdo cuando entró en vigor esta medida y la alegría que supuso para muchos de nosotros.
De todas formas no es un sistema totalmente justo. A mí el año pasado me salió a devolver un pastón porque había tenido varios pagadores y el principal me había retenido el mínimo.
No tenía que haber sido así pero me despidieron contra pronóstico y sin previo aviso, lo que me rompió todos los esquemas, incluido el de la declaración de la Renta.
A mí lo que me saca de quicio es que las empresas, para engañar a sus trabajadores, les retengan lo mínimo posible. Pan para hoy y hambre para mañana. Si no hicieran eso la precariedad de los salarios sería aún más notable, y, por ello, tal vez los trabajadores, los sindicatos o Dios sabe quién se atreverían a poner de una vez el grito en el cielo.
Eso es lo que yo pienso todos los meses cuando veo mi nómina, en la que me retienen poquísimo. Muy bien lo de cobrar unos eurillos de más, pero no compensa con el palo que me pegan luego. Después de dos años en los que casi me da un infarto tras hacer la declaración de la renta, mi decisión ha sido ahorrar todos los meses un poco para poder hacerla frente.
Eso sí que es un engaño. A mucha gente, cuando consigue un empleo, se le ofrece un salario del cual la retención es mínima; cuál no es su sorpresa cuando llega la hora de hacer la declaración. Conozco unos cuantos casos y también los de personas a la que se les dice que les van a subir el sueldo, cuando en realidad lo que se hace es bajarles la retención. Si nos preocupásemos de aprender cómo funciona el sistema de nóminas, otro gallo nos cantaría.
En mi opinión no son las empresas las que deciden la retención, sino el sistema impositivo. Pero trataré de asegurarme.
Es el sistema el que decide la retención, pero es el empresario el que decide no decirle al trabajador lo que exponen los compañeros. Si el trabajador se preocupa sólo del líquido a fin de mes, en junio le lloverán sorpresas. Si en cambio, el empresario le dijera que el primer año va a ser tanto más alto por la escasa retención, pero que al siguiente le va a bajar el líquido mensual porque la retención aumenta, otro gallo cantaría.
A los autónomos nos pasa lo mismo. El Estado permite una bonificación del cincuenta por ciento en la retención en factura los tres primeros años de actividad. Se supone que eso facilita la liquidez cuando estás iniciando una actividad profesional.
Lo que no te dice el Estado es que esa retención bonificada probablemente suponga que pagues a Hacienda en junio, y así te llevas una gran sorpresa, porque lo que no te quitan a lo largo del año, te lo van a quitar después.
A mí me cogió de sorpresa cuando me ocurrió exactamente lo mismo, Currito. De todas maneras, pienso también que la culpa fue un poco mía por no informarme más. Llevo diez años como autónomo y la verdad es que he aprendido muchísimas cosas nuevas que no me ha quedado más remedio que aprender, sobre todo en cuestión de dinero.
Los autónomos, esa generación perdida entre facturas, agendas, reuniones, atascos de tráfico, post-it, los llantos de un bebé recién nacido, atracones de burocracia y horas perdidas en un despachito minúsculo. Acabarán por desaparecer y serán recordados, como los aztecas o los incas, entre efluvios de nostalgia.
Perdona que me ría, Fredo. Tienes toda la razón del mundo, pero sonrío al pensar que debes ser la única persona en España que le sabe sacar su lado bueno al sistema de impuestos. Se nota que eres una persona positiva.
La progresividad debería aplicarse en algo más que los impuestos.
No me parece bien que cualquier familia, sean cuales sean sus ingresos, reciba 2.500 euros por el nacimiento o adopción de un bebé. Tampoco me parece bien que se implantara la medida de los 400 euros, fuera cual fuera la renta de la persona beneficiada.
Como siempre, no sólo se benefician las empresas sino las rentas más altas.
Yo lo veo bien, pero reconozco una cosa:
si soy el que más pago, y el que menos recibo, me cabreo y me siento estafado.
Totalmente de acuerdo contigo, Roberto. Lo he pensado muchas veces: No es justo que a mi vecina, que nada en dinero, le hayan dado esa “propina” por tener un bebé. Porque para ella no es más que una propina. Mientras, tengo una amiga que se las va a ver y desear para sacar su hijo adelante, cuando nazca. Sí, tendrá esa ayuda, pero para ella será como maná caído del cielo. La verdad es que sí: La progresividad hay que aplicarla a más cosas.
Fallos, fallos y más fallos. A veces tengo la sensación que las decisiones importantes, las que afectan a toda la ciudadanía, estén concebidas y aprobadas por gallinas de corral.
Aunque, pensándolo bien, ahora entiendo lo de la gallina de los huevos de oro…
La democracia tiene algo de eso, me temo
🙁
Yo también lo he pensado muchas veces. ¿Qué te solucionan 2.500 euros para un bebé? Bien poco, pero bien recibidos son. Luego, para una persona con altos ingresos, menos todavía. ¿No sería más eficaz poner un baremo y en vez de dar 2500, dar 5000 a gente que lo necesite de verdad?
Entonces saldremos quejándonos de que todas las ayudas van a parar a los inmigrantes. Como pasó con las famosas ayudas para el comedor. Si es una ayuda que se da para potenciar la natalidad española, y españoles somos todos ( para pagar y para cobrar), tienen el mismo derecho.
Españoles somos los españoles.
Los ecuatorianos son ecuatorianos y los marroquíes marroquíes. Y supongo que a mucha honra.
Hacen más por la natalidad el aumento de infraestructuras y la mejora de la conciliación familiar y laboral que un cheque por valor de una cantidad determinada. ¿Qué suponen 2.500 euros cuando te pasas la vida corriendo entre la guardería, el colegio, el trabajo y el logopeda?
Soy nuevo en el blog, pero este tema me toca muy de cerca y no me puedo resistir a comentar. Totalmente de acuerdo con Roberto. A mi tampoco me parece bien que el famoso cheque bebe sea para todo el mundo, independientemente de las rentas; no es lo mismo ser la Preysler y vivir en una mansion con 20 baños, que estar alojado en un piso de 20 metros y encima, en el paro. En este caso, la igualdad de derechos no esta contemplada a la hora de recibir ayudas, porque no se parte del mismo supuesto.
Lo del cheque bebé es lo mismo que la famosa medida de los 400 euros que prometió el PSOE en la pasada camapaña de las elecciones generales. Botín y cualquier otro español que tenga que hacer la declarción de la renta, tienen el mismo derecho a esas bonificaciones. ¿Es esto lógico? A mí me parece que no.
No es que sea ilógico, sino bochornoso, ofensivo, ridículo y humillante, para aquel que no llega a fin de mes. ¿Qué demonios hace el Sr. Dinero con 400 euros al mes? ¿Sacarse pelotillas de la nariz? ¿No sería más fácil repartir ese dinero entre aquellos que no tienen ni para comer?
Considero que no es una cuestión de izquierdas o de derechas, sino de sentido común.
Poco se ha aclarado de los famosos 400 euros. Mi abuela, que votó a Zapatero por esta promesa, cuando fuimos a que le hicieran la Declaración de la Renta le preguntó a la chica. Nos dijeron que lo de los 400 euros iba implícito en un programa informático que calculaba una tasa y decía si te correspondía o no. Lógicamente, a mi pobre abuela ese ordenador el dijo que no. ¿Conocéis a alguien al que sí?
A mí. Soy autónomo y en mi última declaración de la renta, al calcular las deducciones y demás estaban incluidos los 400 euros. Y sí que me supuso una diferencia sustancial, que conste, porque supuso que la devolución fuera exactamente 400 euros más de lo que me habrían devuelto si no la hubiera.
Yo no creo que haya que darle al que noi tiene, sino al que se lo ha ganado.
Y no es lo mismo, lamentablemente.
Le veo Platónico, Sr. Ladríllez.
🙂
ZP explicó en su momento la proporcionalidad de esta ayuda, aunque considero que es una manera rebuscada de ver las cosas, pero al menos es una explicación.
Si haces tu declaración y te toca pagar, pongamos, 1000 euros, la reducción de los 400 supone una reducción del 40%. En cambio, si te toca pagar 10000, la reducción de los 400 supone una reducción del 4%. Ahí radica la progresividad, que a un “rico” le supone sólo un 4% y a un “pobre” un 40%.
¿eso no es justamente la proporcionalidad?
O sea lo contrario de la progresividad, tal y como he entendido en el post…
Eso es exactamente lo que yo me pregunto. La explicación que dio ZP fue ésa, y él y su equipo entendieron como progresividad lo que yo entiendo como una cierta clase de proporcionalidad. ¿O será proporcionalidad progresiva? ¿O progresividad proporcionada? No sé. ¿Mentes más “preclaras” que las nuestras pueden ayudar a arrojar luz sobre esta duda?
A mí lo que me duele, más que esa presunta doble vara de medir respecto a los impuestos, es la poca rentabilidad de estos.
En España la carga fiscal es de nivel medio, pero todo ese dinero recaudado en muchas ocasiones parece que se tira por el retrete. Hay muchos servicios que son un fiasco, si no, pasense por el INEM y miren que le ofrecen a un desempleado: sólo frustración.
En los países escandinavos, donde a todos los fríen a impuestos, los niveles de igualdad social son excelentes, al igual que los servicios. Cuestión de buenos gestores, porque sí aquí apretase igual Hacienda no creo que viésemos los mismos resultados.
Nos manipulan los medios de comunicación, los políticos y hasta la publicidad. Estoy de acuerdo contigo, Ladríllez, en que nos creemos todo lo que nos dicen, pero es porque falta capacidad de reflexión y eso no se adquiere por arte de magia, sino que se inculca en el colegio y en la familia, y ahí es donde fallamos.
Perdona, Alfaro, pero yo creo que esa capacidad de reflexión de la que hablas, así como otras cualidades, se adquieren más en la familia que en el colegio. Los profesores están también para formar, pero mucho más que ellos lo estamos los padres, que en mi opinión estamos fallando estrepitosamente en la educación de los hijos. De todas formas, no vendría mal alguna asignatura práctica sobre impuestos, nóminas y “vida real” similares en los institutos; seguro que a la larga serviría para algo.
Yo también estoy de acuerdo con que la capacidad de reflexión debe de partir fundamentalmente de los padres, Gassman. El día a día de la vida, la situación actual de la crisis o el vecino que tiene problemas. Esas cosas las enseñan mejor los padres. Por cierto, en la ESO hay ahora asignaturas referentes a cuestiones económicas. Te sorprenderías. Échale un vistazo a las materias de 4º de la ESO, incluidas las optativas.
En teoría hay impuestos en los que los ricos pagan más que los pobres, pero en la práctica eso no ocurre. Siempre pagan los mismos, y esos son los pobres, entre los que me incluyo. Si tienes un par de millones de euros en el banco los impuestos te importan bien poco, pero si tienes el dinero contado para llegar a fin de mes, por muy pequeña que sea, la cantidad a pagar siempre es un problema, independientemente de si es necesario contribuir o no.
Es más fácil atacar al débil, que no al amigo del presidente. Sólo hay que ver quiénes han sido los perjudicados con la recesión económica. La subida de las hipotecas, las congelaciones salariales y los despidos masivos han afectado poco a las personas con rentas altas, que además ya disponían de un colchón de propiedades, ahorros y/o dinero B.
Yo también pienso lo mismo, Domenech. La crisis está afectando a todo el mundo, pero quien de verdad la está pagando son las clases medias. Y de ahí para abajo. Conozco gente con dinero a la que le ha tocado la crisis muy de cerca, pero como dices tú hay ahorros detrás que les permitirán pasarla con más o menos dificultad. Otros no tienen ni eso.
Lo que veo es que nadie comenta lo de los territorios.
Mientras las Comunidades autónomas se agarren a la proporcioinalidad, el sistema impositivo será cada vez más desigual, proque los qu etienen algo se irán siempre a donde más les den por ello.
Los ciudadanos no son tontos y si no te dan nada por pagar, no pagas.
Ese es un tema que mejor no meneralo. hasta yo lo he preferido pasar muy por encima…
Creo yo que si a una empresa le dices que pague más impuestos, hará todo lo posible por pagar menos o, incluso, por no pagar (véase “paraísos fiscales”).
Además, muchas empresas, sobre todo las grandes, se trocean y subdividen en filiales para precisamente pagar menos, sobre todo cuando a según qué trozos de la tarta empresarial le pueden asignar pérdidas y a otros trozos sólo unos pequeños beneficios.
Me has recordado a un jefe que tuve, Chalsdingland. Era -y debe de seguir siéndolo- propietario de varias empresas. Una de ellas, en la que yo estaba, le daba pérdidas cada año. Yo no entendía por qué la mantenía y al parecer era por eso que comentas: Para pagar menos. Supongo que él sí estaba al tanto de la “ingeniería financiera” que se comenta más abajo, pero yo, como trabajadora, no entendía nada.
Lo más fácil del mundo es recurrir a un buen asesor que te haga todas esas cosillas que llaman “ingeniería financiera”. Algo sobree eso leí hace poco, a cuenta de un artículo que decía que los ayuntamientos y otras administraciones están maquillando sus cuentas a base de endosar pérdidas a sociedades o empresas con participación pública.
Recurriendo a eso, lo que consiguen es que sus presupuestos cuadren, más o menos, cuando en realidad están pasándole a otra entidad, que en el fondo son ellos mismos, la patata caliente. Pero en los papeles queda bien.
Y lo más curioso, San Eurón, es que en muchísimos casos tal ingeniería no es ilegal, sino que simplemente se trata de aprovechar todos los resquicios que permite la ley para buscar y conseguir el máximo beneficio y la máxima reducción de la fiscalidad.
Claro que no se trata de que todos los beneficios consten como tales en la contabilidad (lo que aumentaría la fiscalidad). Se trata de que contablemente hay muchos modos de recibir dinero contante y sonante de tu empresa, pero libre de impuestos…
Es una pena, pero es cierto. Es impresionante la cantidad de dinero negro que fluye desde las empresas hacia los particulares, entre las propias empresas y entre los propios particulares. No recuerdo los datos, pero España es uno de los países con mayor economía sumergida entre los más desarrollados.
Sólo un pequeño detalle: las comunidades autónomas no pagan impuestos como tales. Los pagan los ciudadanos y las empresas residentes en ellas. Por lo tanto, la progresividad (o falta de ella) de los impuestos ya se aplica.
Hay un caso peor, que ha sido una modificación legal reciente: las rentas del capital (intereses, dividendos…) pagan un tipo fijo. Tanto da si tus rentas del capital son de 100 o de 100.000 € al año, sólo pagas el 18%. Y tanto da si tus otras rentas son el SMI o un millón al año, por los rendimientos del capital sólo pagas el 18%.
Las Comunidades autónomas no pagan impuestos directamente, pero sí calculan sus aportaciones y detracciones del sistema de financiación con el sistema de proporcionalidad, evitando pagar más las más ricas. Y evitándolo a toda costa, además.
Si las administraciones nos dan ese ejemplo, ¿qué no haremos los ciudadanos?
Eso era así hasta que entre en vigor el nuevo marco de financiación de las comunidades autónomas. Las ricas tendrán más y las pobres tendrán menos. Estamos hasta un nuevo sinsentido del Estado de las autonomías mal entendido. Espero que este gobierno abandone cuanto antes el poder.
Será porque lo echen, porque abandonarlo, ni de coña…