Lo consiguieron: nuestros años buenos parecieron un accidente.
Es duro escribir estas cosas, pero la verdad es que en España tenemos una gran deuda con todos los mangantes, chorizos y estraperlistas de todo tipo que abarrotan y abarrotamos el censo.
Hay dos razones, sobre todo, para reconocer esta deuda, y por favor, reflexionad sobre ello antes de tirarme tomates:
La primera es la monetaria. Cuando la Unión Europea creó el euro, calculó el tipo de equivalencia con las monedas anteriores y a cada país le correspondió un tipo de cambio. El euro, como bien sabemos todos por lo mucho que nos aprieta, valió 166,386 pesetas. Esta cifra no salió de un sorteo: en teoría reflejaba el valor real de la masa monetaria española. Hasta ahí, sin problema, pero resulta que según los recientes cálculos, el dinero generado por la economía sumergida española era muy superior a lo estimado, por lo que había más pesetas ocultas de las que se pensaba. La conclusión es obvia: España recibió más euros de los que le correspondían porque se valoró la peseta por encima de su valor real, ya que de haberse sabido que había más, el valor final habría rondado el de un euro por cada 190 o 195 pesetas.
Así las cosas, hay que reconocer que fueron los que tenían la pasta escondida los que hicieron que nos diesen por nuestros billetes verdes más euros de los que nos hubieran dado de otro modo. Hay incluso quien achaca a esto el auge económico de los años anteriores, porque fue como si nos hubiese tocado la lotería a todos a la vez.
La segunda razón es más puñetera aún, y se trata de la eficiencia. Según afirman algunos estudios econométricos, en España se produce casi el doble con cada Euro que queda en manos privadas que con cada Euro administrado por el Estado. Por eso, por ejemplo, sigue habiendo colegios concertados: porque los llevarán los curas, sí, pero los chavales aprenden lo mismo (como poco) y cuestan la mitad. Por eso, también, algunas intervenciones quirúrgicas o tratamientos médicos, los encarga la Seguridad Social a hospitales privados con los que tiene convenio.
Laproductividad del Estado es bajísima, y de este modo resulta que, dentro de unos límites, cada euro que se escaquea al fisco y que se invierta en la propia empresa o en un chalé en la costa (alguien lo construye, y ese alguien cobra un sueldo) rinde más, produce más empleo y más riqueza que si se lo llevara Hacienda.
No es descartable, por tanto, que la prosperidad de los años pasados se debiese también, en parte, a lo mucho que se ocultó ya la cantidad de billetes de 500 € que vinieron a parar a España.
De si esto es ético o no, habláis con un filósofo. Yo sólo soy economista.
No sé por qué se me viene a la cabeza el dicho “Burro y apaleado”.
Encima que nos chorizan y nos pegan palos por todos lados, agradecidos.
Por cierto, curioso país el nuestro, donde el más pillo siempre sale ganado más que los demás.
O aquel otro de “encima de puta…”
País de pícaros desde tiempos inmemoriales!!!
No sé si alguien lo habrá comentado, pero justamente hoy se cumplen veinte años de la “ecapada” del Dioni con el furgón de Candy. Es un buen ejemplo del país de chorizos del que hablas, a los cuales, además de no castigar, admiramos sin paliativos y envidiamos cuando menos. Parece ser que este buen hombre se quedó sin dinero (no sé si me lo creo) y anda vendiendo pisos en Lepe. ¿Vosotros le compraríais un piso al Dioni? Con lo tontos que somos los seres humanos, seguro que mucha gente lo haría sólo para poder contarlo…
Por poder contarlo no, pero si el piso me gusta y tiene un precio asequible, ¿por qué no? Me recuerda a cuando vi un folleto de publicidad de una inmobiliaria que se llamaba Pantoja. La de publicidad negativa que le habrán dado sin tener nada relacionado con la cantante.
No importa cuántos euros valgan las pesetas que teníamos, los precios subieron muchísimo con el euro. El redondeo fue más bien el “subideo”.
Lo que costaba 100 pesetas pasó a costar 1 euro, suponiendo una subida muy superior al IPC de aquel año. Todavía recuerdo, como ejemplo, que el cono del McDonald’s pasó de 50 pesetas a 50 céntimos, que son 83 pesetas.
Así que da igual que nos ayudaran los magnates y mangantes, ya lo hemos pagado todo con creces.
Todo subió con la llegada del euro, empezando por la barra de pan y los cafés, y continuando con toda la gama de productos básicos. Pero los sueldos permanecieron iguales, o al menos el mío. Cobro lo mismo que hace diez años. ¿Tendría que estar mi jefe en el censo de chorizos profesionales? Seguramente.
Todo subió. Cierto.
Esa es la prueba de que el dinero abundaba.
Como siempre , estaba mal repartido, pero abundaba.
Señor Ladríllez, tiene usted el don de la palabra justa. No sé cómo lo hace, pero en ocasiones sus respuestas son como sentencias de juez. Luego, como en cualquier auto judicial, se tiene uno que tirar un par de horas pensando en qué quiso decir realmente, pero de primeras me deja sentado, que lo sepa.
Yo estuve en una empresa grande en la que durante tres años tuve congelación salarial.
Se trataba de un grupo muy grande y, para colmo, cuando terminé de cubrir una excedencia en otra de las empresas del grupo, volví a donde estaba antes y pretendían bajarme el sueldo porque la gente que entraba nueva cobraba menos de lo que nos pagaban a los que habíamos entrado antes.
Mi jefe me anunció, muy contento de su proeza, que había conseguido que me mantuvieran el sueldo.
¡Todo una vergüenza!
Suscribo totalmente tu mensaje, Coti. Yo aún hoy en día hago el cálculo de euros a pesetas… ¡y me horrorizo! Es increíble que lo que antes me costaba cien pesetas (por ejemplo, enviar un libro a Madrid desde Galicia) hoy me cueste 4,25 euros. Nos ayudarían todos los chorizos de España, sí, pero lo seguimos pagando con creces.
Las intervenciones que la Seguridad Social encarga a hospitales privados se llaman procesos. Según tengo entendido por la empresa en la que trabajo, se trata de operaciones de lista de espera que se realizan en centros privados para aligerar la carga de los públicos.
No sé si la productividad económica de la Sanidad pública es más baja que la de la privada, lo que sí sé es que paga tardísimo pero que también es la que no mira en prendas a la hora de gastarse el dinero en tratamientos novedosos.
Saludos
Mi padre murió de un tumor cerebral atendido en la Seguridad Social. Tenía un seguro médico, pero a mi familia ni se nos planteó la posibilidad: la Seguridad Social tenía más medios y mejores profesionales, sin ninguna duda. Además, los del seguro se asustaron bastante con lo del tumor… Me parece que no les gusta mucho que se les mueran los pacientes. Porque mi padre duró 3 meses; no tenía cura, pero por lo menos estuvo bien atendido y no escatimaron medios ni tratamientos con él. Como ya se ha comentado en otros posts, los servicios públicos no están para dar beneficios, sino para ofrecer servicios igualitarios a todos los españoles.
Yo también prefiero la Seguridad Social. No es eso lo que digo.
A lo que me refiero es a que hay que racionalizar algunas cosas o los gastos administrativos nos acabrán comiendo.
Tenéis toda la razón del mundo. Para pequeños males el seguro privado es eficaz porque evitas largas colas. Sin embargo, mi mujer tenía problemas con el embarazo y la llevamos a una clínica privada. Lo primero que nos dijeron fue que sí se complicaba algo nos mandarían al público porque tienen mejores medios.
Siento mucho lo de tu padre.
A nadie la gusta que se le mueran los pacientes. Un hijo del que fue mi pediatra se hizo oncólogo y dejó la especialidad porque no soportaba que casi todas las personas que trataba se le fueran a pique.
La fama de la Seguridad Social de tener los mejores medios es bien merecida.
Ahora mismo nuestra empresa les está vendiendo condrocitos: un tratamiento para pacientes con articulaciones muy dañadas, que consiste en transplantarles células cartilaginosas que se cultivan a partir de su propio tejido, que se les extrae mediante una biopsia.
El proceso dura 3 meses, cuesta 11.000 euros, viene de Alemania y hasta ahora sólo nos lo han comprado la Seguridad Social.
La picaresca es algo intrínsecamente español, desde el Lazarillo de Tormes a nuestros días. Aunque, claro está, hay que distinguir bien entre el típico chorizo que hace sus triquiñuelas para llevarse unos euros, y el mangante de turno con mayúsculas, la mayor parte de ellos camuflados en las listas electorales.
Discrepo de la opinión de que los chavales aprenden lo mismo en los concertados y por la mitad. Soy maestra y, en mi opinión, todo depende de qué colegio hablemos. Hay públicos estupendos y privados en los que la educación deja mucho que desear a pesar de los 600 euros que pagan los padres al mes. Al igual que hay concertados con excelentes profesores, donde los chavales aprenden, y otros que sólo se dedican a recaudar a través de recibos “voluntarios”.
Pues entonces será que la gente es tonta del todo, proque si paga en un concertado por algo será, ¿no?
Por aquí la gente hguye de los públicos comod e la peste, porque les gusta integrar.
Y seamos serios: integrar significa meter a los malos dentro de los grupos buenos. Lo que sale de ahí lo sabemos todos…
¿Por algo será? Ya lo creo que sí: por no ser menos que el vecino. La gente se piensa que, por llevar a sus hijos a un colegio con piscina y actividades extraescolares (que se pagan aparte) y con curas que les llevan a colonias religiosas, sus hijos van a ser más listos, más buenos y más guapos que los que van a la escuela pública. Y por eso pagan cuotas “voluntarias” a las fundaciones correspondientes (que los colegios ingresan, junto con el dinero del concierto educativo). ¿Y al final, qué pasa? Pues que sus hijos van de botellón, suspenden y fuman porros como los de la pública, o incluso más. Y si no, no hay más que ver los porcentajes de aporbados en selectividad…
Yo fui a colegios públicos, mi hermano y mi cuñada son maestros y mi abuela también lo fue. Y puedo dar fe de la calidad de los profesionales. Pero el esnobismo de la gente es ciertamente incurable.
Yo también fui siempre a colegios públicos y doy fe d eloq ue dices, pero hay algo que ha cambiado: antes en los colegiso públicos si armabas alguna te la ganabas, y ahora en lospúblicos no hay disciplina alguna, mientras que en los concertados logran mantenerla un poco más.
No me negarás eso…
No es sólo esnobismo: también, de veras, es enemistad absoluta con la idea de integración. Nadie quiere que usen a su hijo para integrar a según quién.
No quiero ser elitista, pero muchos colegios públicos dan miedo. Los profesores funcionarios “pasan” de los críos y los dejan a su aire. En cambio, los concertados mantienen un poco más de disciplina y los precios son asequibles. ¿Qué padre no puede pagar 100 euros al año por la educación de su hijo?
No estoy de acuerdo con lo que decís de la disciplina. Conozco el caso de alumnos de colegios concertados, en los cuales los profesores no hacen más que protestar porque sus sueldos no son como los de los públicos (lo cual es lógico, porque en los públicos hay que aprobar una oposición, mientras que los privados te pagan el sueldo que ellos consideran); la consecuencia es que “pasan” tanto como los de los públicos o incluso más, ya que se consideran mal pagados y explotados. También conozco a los hijos adolescentes de mis amigos que van a los concertados, mientras que mi hija va a un instituto público; no sé si se deberá a la educación en casa o a su forma de ser, pero mi hija, con 14 años, tiene formación en valores y en política, lee dos libros al mes, habla dos idiomas (aparte del español) y sabe manejarse perfectamente con gitanos e inmigrantes. Mientras que los otros les pegan unas contestaciones a sus padres que te quedas tieso y no saben ni quién era Franco. Por supuesto habrá de todo, pero generalizar, en todos los casos, es un error.
Totalmente de acuerdo. Aunque un servidor no sea para nada religioso, en esos colegios les enseñan una serie de valores que de otra forma nuestros hijos no podrían aprender. En los colegios públicos se suelen limitar a exponer la clase y poco más.
Estoy contigo, Catalina. Yo doy clase, en este caso en una academia, y tengo alumnos de la pública y la privada. Yo misma he cursado mis estudios en públicos, concertados y privados. Que haya una buena calidad en la enseñanza depende mucho de la gestión del centro y, sobre todo, del profesor. De su implicación con los chavales. Después, claro, la experiencia de cada uno es la que determina nuestra opinión. Pero nada es negro ni blanco, hay muchos matices.
Echo de menos aquel eslogan de “Hacienda somos todos”, aunque hay mucho cinismo en todo este asunto. Todos tenemos a alguien cerca que engaña a Hacienda (si es que no engañamos nosotros mismos), a la vez ponemos el grito en el cielo cuando oímos que un personaje público está siendo investigado por fraude fiscal.
me cago en hacienda y en toda su familia de ineptos… este año pago el 30% de lo que he ganado el año pasado por que me lo curre a tope…solo digo que este año me va fatal y encima a pagar una pasta…cabrones!!!! ya me desahogué!!! con razón la gente defrauda!!!
hacienda somos todos….una puta mierda!. Como autonomo pago una pasta cuando curro y gano, pero cuando las cosas van mal que me jodan vivo…me cago en todo!!!!!!!!!
¿Me permite que suscriba, amigo?
Justamente esta mañana me ha tocado también acordarme de los padres y madres de los funcionarios de Hacienda. Con lo que me costó reclamar un error garrafal que tuvieron con mi declaración del 2007 (que me repercutía para una beca), me la han devuelto sin ni siquiera mirarla. ¡Panda de ineptos!
Aqu nadie quiere pagar.
Pèro cuando toca ir a un hospital, que no me toque esperar que me cabreo; si voy de viaje, que no haya baches que se me rompe el coche, etc, etc.
como somos unos chorizos luego no tenemos servicios públicos de calidad (aparte de lo que se llevan los políticos)
Saludos
Te entiendo tio perfectamente, tenemos que ser solidarios y to eso, pero si pago unos 16000 euros al año de impuestos me jode bastante que el rey se vaya de caza con mi dinero por ponerte un ejemplo.
A mí, más que las cacerías del rey me joden las peoinadas de los panderetistas.
Y no digo más…
¿Y qué te parecen los 26.000 euros que cuesta llenarle el depósito al yate de las vacaciones? Yo me he quedado boquiabierto cuando me he enterado. Lo que nos cuesta la familia real puede que no sea mucho dinero, si tenemos en cuenta todas las partidas presupuestaria; pero es bastante vergonzoso que no sólo les paguemos a todos ellos sus casas y residencias, educación y sanidad privada, viajes, desplazamientos, y no sigo porque me aburro; es que, además, muchos de los parientes de los consortes (Leticia, Marichalar, Urdangarin…) se llevan un sueldo por su parentesco con los descendientes reales (tíos primeros, segundos, bisabuelos…). A mi se me cae el alma a los pies.
joder, sr ladrillez….metale caña a la raleza o ahi censura aqui?
Soy republicano, pero hablando de la Monarquía con cifras económicas puedo decir que la Corona sale más barata a un Estado que la República. La Corona tiene su asignación todos los años. En cambio, el Presidente de la República cobraría lo mismo que el Rey mientras ejerza y una vez retirado. Así pues, pagaríamos más salarios. Otro tema es que sea justo.
¿Y todos los hijos que tienen, qué? O sea, que la gente haciendo cálculos a ver si pueden permitirse una boca más que alimentar y ellos a tener niños como conejos. Eso me parece injustísimo. A mí esta crisis me recuerda a veces a la Revolución Francesa. Me da la impresión de que algo va a estallar y de que los dispendios de la Realeza pueden ser un precipitante. Quizá sea dramática, pero a veces pienso así.
Un día calculamos lo que nos cuesta lo que nos dan y a ver qué tal nos sale…
Habrá gente de todo tipo, supongo.
Ojala pudieran descontarme a mí 16.000 euros de impuestos, muy buena señal sería. De lo poco que me gusta de las leyes españolas es que sobre el papel, los que más ganan pagan más. Luego en la práctica es otra historia. Y si no que se lo pregunten a cierto político al que le toca la lotería a menudo y le sale a devolver la Renta.
Yo lo que echo de menos gue aquel chiste en el que salía Drácula, Frankenstein, el mosnrtrupo del lago Ness, la momia, etc, y ponía eso de “Hacienda somos todos”
Aquello sí que era realismo…
🙂
Discúlpeme, Ana, pero no hablo de la realeza como no hablo de los cacahuetes que comen los monos del zoo.
Hablemos de cantidades relevantes, por favor.
La casa real cuesta la quinta parte de lo que costarían unas elecciones cada cuatro años para elgir presidente de la República, así que podemos estar en contra de la monarquía por cuestiones morales, políticas, históricas o filosóficas, pero económicamente creo que la casa real es una ganga.
Doy fe de lo que dice usted, Ladríllez. Hace un par de años unos amigos míos también hicieron los cálculos -de una forma un tanto informal, eso sí- y la Casa Real resultaba hasta conveniente. Pero desde luego no me negará que uno/a tiene derecho a indignarse justamente cuando se entera de sus gastos, sobre todo con la que está cayendo. Yo es que preferiría ni saberlo, la verdad. Me cabrea más.
Yo pienso como usted: quiero saber cuánto cuestan todas las elecciones, incluida esta majadería de las europeas.
Quiero saber a cómo nos sale cada papeleta que se mete en la urna.
Hoy, como me pilla de buenas, no voy a preguntar para qué sirve. Sólo cuánto cuesta.
Éste es el país de los ladrones orgullosos. Aquí al que estafa se le dan palmaditas en la espalda o en su defecto se le invita a un plató de televisión. Poco hemos evolucionado desde la época del Lazarillo de Tormes.
Muy interesante, Ladrillez. Pero no hay que olvidar que son más negativas las contribuciones de estos personajes al Estado que positivas. ¿O olvidamos que justamente en el cambio de la peseta al Euro esta gente infló los precios de la vivienda a base de comprar pisos con dinero negro? Por lo demás, enhorabuena. Ha sido uno de los post más curiosos que he leído.
Gracias, señor Rubio.
La intención del artículo, irónico por otra parte, ea que todos tratásemos de abrir un poco la mente.
Yo incluido.
Saludos
Tranquilo, sí que había entendido la ironía. Era más bien un añadido. Hablando de corruptos, dinero negro, el cambio al euro… ¡Si no lo digo reviento! Yo, al menos, sí que he abierto la mente. Me encantan todas estas curiosidades.
Es una lectura curiosa de las cosas. Ahora sólo faltaría que nos dijeran que lo mejor para la marcha de la economía es que dejemos de declarar al fisco y contribuir al bien común con nuestros impuestos. No deja de ser una más de tantas lecturas posibles, y supongo que todo dependerá del color del cristal con que se mire.
Muchas gracias.
Se trataba simplemente de eso: de ver las cosas con una óptica distinta a la común.
¿Y para eso llevo yo tropecientos años pagando impuestos, cotizando a la seguridad social y demás zarandajas? ¡Pues que me lo confirme alguien y lo bendiga ZP, a ver si así la cosa cambia! Claro que más bien pienso que se trata de una visión interesada por parte de esos listos que quieren acabar con el Estado.
Sólo el Estado acabará con el Estado. No se preocupe.
¿Usted cree, de verdad, eso que dice? Porque el Estado se inventó porque era una necesidad. Lo que no tengo claro es si quien acabe con el Estado –si acaba– lo hará porque es necesario cometer un “estadicidio” o porque realmente le conviene para esos sus oscuros intereses.
Las funciones de los Estados se están viendo menguadas, eso está claro, pero siempre al menos quedará la carcasa. Necesitamos creer que hay un marco jurídico que nos protege, porque si aún con él nos desmadramos, no quiero ni imaginar el caos que se produciría sin él. La ley de la selva.
El Estado es una necesidad.
Es una ventaja competitiva. Da ventajas enormes a quienes lo tienen sobre quienes carecen de él.
El Estado arbitra los conflictos y acomete los proyectos que por tamaño o extensión en el tiempo no pueden abordar los particulares.
Le digo todo esto, para que vea hasta qué punto estamos de acuerdo.
Sin embargo, el Estado moderno se burocratiza hasta el infinito y más allá. Y lo que crece a costa de sí mismo, y de devorar sus propias energías, se llama cáncer.
Yo estoy acostumbrado a currarme las cosas por mí mismo. No sé si realmente el Estado me aporta algo, aunque creo que sí. Lo que me preocupa de todo no es que el Estado desaparezca, sino que sea sustituido por un montón de usureros que lo único que pretenden es ganar dinero con mis penas.
Cuando el Estado queda fuera de control, estamos ante el Imperio. Y los ciuddanos se vuelven súbditos.
Eso es concretamente lo que a mí me molesta.
Hombre, ya se sabe que todo tiene su lado bueno, no iban a ser menos los mangantes. Si gracias a ellos tenemos mayor poder adquisitivo, entonemos tres hurras por la mangancia.
Ya que la economía sumergida seguirá existiendo, al igual que los cazos y los mangantes, que por lo menos nos aporte algo, ¿no?
Hablando de dinero escondido, la cifra de pesetas que siguen sin cambiarse es para sufrir un desmayo.
Al calor y sopor de la crisis, varios comercios y municipios dejan pagar en pesetas de cualquier tipo, incluso las que fueron acuñadas en tiempos de Mari Castaña.
¡Y no veáis lo que está saliendo de los calcetines, los colchones y las huchas de cerdito!
Desde luego, Condemor, hay que tomarse las cosas como vienen, y mejor con buen humor. Eres un ejemplo. La verdad es que si no llega a ser por los mangantes yo no estaría cobrando un duro en estos momentos. Si el empresario para el que trabajo actualmente tuviera que pagar cotización a la Seguridad Social yo no trabajaría con él. Eso seguro. Que es un mangante: Sí. Que me da de comer: También. Todo tiene su lado bueno.
Claro que sí, Julio. Todo tiene su lado bueno. Fíjate, acabo de ver que Estados Unidos se ha fulminado a España en semifinales de la Copa Confederaciones que, por cierto, es un invento para tener fútbol si no hay Mundial ni Eurocopa.
Habra quien esté de luto… Pues yo estoy la mar de contento porque no soy nada futbolero y si hubiera pasado a la final y (por casualidad) ganado a Brasil, hubiera tenido que estar todo el día oyendo hablar de ello.
Yo procuro tomármelo todo con mucho humor porque si la vida son cuatro días, pasamos uno durmiendo y dos y medio en la oficina… ¿Qué nos queda?